Elegancia y estilo sobre ruedas
Hace casi 3 décadas, en el Salón de Ginebra de 1987, Mercedes-Benz presentó el 300 CE (C124), un cupé de 4 plazas sobre la base de la Clase E de aquel momento (W124). En su lanzamiento estaba disponible con un motor de cuatro cilindros (230) y otro de seis (300).
Está considerado como una de las obras maestras del que ha sido uno de los mejores diseñadores de la historia de la marca de la estrella de tres puntas, Bruno Sacco. Los prototipos C-111, la Clase S (W126) o el SL (R129) son otras de las creaciones estelares de Sacco.
En otoño de 1989 se introdujo la versión más potente de la gama, el 300 CE-24 con culata de 24 válvulas que declaraba 220 CV a 6.400 rpm y 265 Nm a 4.600 rpm. Sus prestaciones no estaban nada mal con una punta 232 km/h y un 0 a 100 km/h en 7,8 segundos. En la época costaba 8 millones de Pesetas, 50.000 euros de entonces que en la actualidad supondrían unos 80.000 euros. En 1992 el 300 CE-24 fue rebautizado como 320 CE.
El acabado opcional Sportline, lo que hoy equivaldría a un kit AMG, lo dotaba de un look todavía más deportivo. Llantas de aleación de 15" con neumáticos 205/60 R15, suspensión rebajada en 23 mm, muelles y amortiguadores un 20% más duros, pomo del cambio y volante tapizados en piel, el diámetro del volante era de 390 mm en lugar de 400 mm.
Con 2.715 mm de distancia entre ejes ofrecía unas cómodas plazas traseras con dos asientos individuales. Esta cota era 85 mm inferior a la berlina de la cual derivaba. La luminosidad interior estaba garantizada con una amplia superficie acristalada y con la ausencia del pilar B.
En 1993 se introdujo un restyling con nueva parrilla delantera, intermitentes delanteros de color blanco y los traseros de color gris. Pasó a llamarse Clase E con nomenclaturas E200, E220, E320 y E36 AMG. Sí, existió una versión AMG con 272 CV que declaraba 250 km/h de punta.
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Mercedes-Benz lo mantuvo en su gama hasta 1996, a lo largo de la década que estuvo en producción sumó un total de 141.498 unidades. Una cifra nada desdeñable que, sin embargo, se queda pequeña si la comparamos con los 2,2 millones de berlinas de la Clase E (W124) o los 340.503 familiares o TE (S124). En total la generación 124 en sus distintas carrocerías, en las que se incluyeron limusina de 6 puertas y chasis tipo cabina para ambulancia sumó 2,7 millones de unidades producidas.
Hoy es ya todo un clásico pero todavía su cotización se encuentra en el que posiblemente sea su punto más bajo. A partir de ahora este elegante cupé de 4 plazas sólo le queda ver como su valor aumenta año tras año. Las versiones más cotizadas, dejando a un lado los escasísimos E36 AMG serán sin duda los 300 CE-24 (24.463 unidades) con acabado Sportline.
La calidad de acabados de este modelo está años luz por delante de muchos coches que se comercializan actualmente. En aquel tiempo eran los ingenieros quienes mandaban en Mercedes-Benz y no los responsables de finanzas.
En nuestra sección de V.O. encontraréis algunas unidades a la venta con precios que van desde los 2.000 a 6.000 euros. En Alemania se aprecian algo más que aquí y los que se encuentran en estado de colección rondan los 16.000 euros.
Qué tiempos cuando en la marca mandaban los ingenieros y no los contables. Esta seria, la W124, y la clase S W140, fueron sin duda, los últimos modelos realizados sin importar los costes, mucho más caros y también mejores, que sus equivalentes de BMW, (Audi por la época, empezaba a acercarse pero no a alcanzar, el nivel de sus rivales). La gama actual de Mercedes ya no es más cara que sus rivales, pero tampoco abrumadoramente mejor, como ocurría hace 30 años. Mi padre tuvo un W124 sedán, comprado por consejo de un vecino... directivo de VAG (léase Audi) que le recomendó que no se comprase un Audi 200 o serie 5 equivalente... Hoy, seguramente el consejo ya no sería ese.