Mercedes ha ido desgranando estos días la nueva Clase E que presentará la próxima semana en el Salón de Detroit. Empezó con la berlina y el break Estate, siguió con los cupé y cabrio y termina con la versión más prestacional, la firmada por AMG. Este rival directo del BMW M5, del Jaguar XFR-S y del Audi RS6 se ofrecerá con una gama completa que incluirá variantes berlina y Estate como hasta ahora pero además, una versión S potenciada y otra con tracción a las cuatro ruedas 4 Matic. La versión S viene a sustituir al pack de altas prestaciones que se ofrecía en opción en la generación anterior del modelo. Este nuevo Mercedes mantiene el propulsor V8 biturbo desarrollado por AMG y ofrecido ahora en dos niveles de potencia con 557 CV para la variante "básica" y 585 para el S. En todos los casos va acoplado a la caja de cambios automática de doble embrague habitual en los Mercedes AMG. Esta caja, de siete marchas se llama 7 Speedshift MCT y tiene cuatro modos de funcionamiento; C (Controlled Efficiency), con cambios de marcha muy suaves a bajas vueltas y sistema Stop/Start), S, S+ y M para los modos Sport, Sport+ y completamente manual.
El chasis ha sido puesto a punto para asumir la superior potencia del motor pero, además, difiere si se trata de la versión base, la S o la gran novedad de la gama, la variante 4Matic de tracción integral. En esta, el par se reparte en proporción 33-67% a favor del eje trasero. Este reparto se mantiene fijo y apenas añade 70 kilos al peso del conjunto. Con la tracción integral, el E 63 AMG S acelera de 0 a 100 km/h. en apenas 3,6 segundos. Como es habitual, la velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Además de la tracción integral, la versión S dispone de ajustes de suspensión más enérgicos, de un diferencial autoblocante trasero y de la posibilidad de incorporar frenos de disco carbono-cerámicos de 402 mm de diámetro en lugar de los discos ventilados convencionales de 360 mm del resto de modelos. Los 4Matic y S llevan llantas de 19 pulgadas (en negro titanio para el S) mientras que la versión base se conforma con llantas de 18. En todos los casos, la suspensión está gestionada electrónicamente, con sistema de amortiguación variable. La delantera, de tres brazos, tiene piezas nuevas construidas en aluminio mientras que la trasera es de tipo neumático. El conductor puede elegir entre tres tarados distintos; Confort, Sport y Sport + y en la versión 4Matic se añade un sistema de control del par activo que elimina el subviraje a la entrada de las curvas.
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Estéticamente el AMG hereda el nuevo frontal del resto de la gama, con los nuevos faros únicos y la parrilla con la estrella integrada habitual de los modelos cupé de la marca. Además, dispone, como es habitual, del kit de carrocería AMG, con bajos de caja, alerón trasero, pasos de rueda ensanchados y parachhoques específicos tanto delante como detrás. La versión S completa su diferenciación con las llantas oscuras y las pinzas de freno en rojo. El interior va a juego y puede equiparse al máximo. El Clase E 63 AMG se pondrá a la venta en abril pero para las versiones S y 4Matic habrá que esperar hasta junio. En todos los casos podrá elegirse entre la carrocería berlina y la familiar Estate. De momento y tal como sucedía con el cupé anterior, no está previsto que esta carrocería disponga de esta versión potenciada.
creo que cuando ahorre un poco me lo comprare y vivire en el si no me da para la casa jajaja