Base conocida, nuevo SUV
Axel Heix, Director de Producto a nivel internacional de Mercedes-Benz, afirma que 2015 es el año de los SUV en la marca alemana. Y razón no le falta, ya que después de haber potenciado su presencia en este segmento en auge el año pasado con la presentación del Mercedes-Benz GLA, en septiembre de este año se espera que llegue al mercado el Mercedes-Benz GLC, el siguiente escalón en crossover compactos sobre la plataforma del Clase C, y a finales de año el Mercedes-Benz GLS, que la propia marca define como el Clase S de los SUV.
Entre el GLC y el GLS se sitúa el nuevo modelo que se acaba de presentar en Austria: el Mercedes-Benz GLE. Tendrá dos versiones de carrocería: la GLE, enfocada hacia el confort, la versatilidad y las aptitudes off-road, y la Coupé, la que veis en las imágenes, dirigida a un público que busca un SUV con un estilo y un comportamiento más deportivo.
Ahora os comentaré cuales han sido las primeras impresiones recibidas al volante de esta versión cupé. Más adelante podréis ver otro artículo dedicado a la versión más familiar.
El Mercedes-Benz GLE Coupé aprovecha la plataforma del anterior Mercedes-Benz ML, por lo que no se trata de un coche totalmente nuevo. Sí que lo es la carrocería, cuyo diseño no tiene nada que ver con el del ML, ni en esta versión más deportiva ni en la más familiar denominada GLE "a secas". El nuevo GLE Coupé también tiene numerosos elementos mecánicos, tanto de suspensión, como de transmisión o del motor, que mejoran considerablemente el producto.
Esta versión cupé respeta la configuración de cinco puertas, aunque tiene un diseño muy deportivo, muy en la línea y diría que inspirado en el que avanzó en su día el BMW X6, su más directo competidor. El nuevo Mercedes-Benz GLE Coupé también presenta una mezcla de estilos que puede despistar a los más puristas pero que está claro que cada día tiene mayor aceptación.
Todoterreno con forma de cupé
La carrocería de este Mercedes nos indica claramente que se trata de un SUV (Sport Utility Vehicle) o todocamino, gracias a sus formas voluminosas, altura libre superior a la de un turismo convencional, voladizos cortos, prominente frontal con gran parrilla y formas muy verticales, línea de cintura elevada o el protector de carrocería trasero, entre otros detalles.
Por otro lado, su estética también tiene muchos puntos en común con la de un cupe deportivo, como recuerdan el largo capó, el parabrisas fuertemente inclinado o la caída progresiva de la línea del techo hacia la zaga.
Como véis, no tiene nada que ver con la imagen que presentaba el anterior Mercedes-Benz ML, ni en sus versiones más deportivas. El ML, que ha tenido más éxito en mercados como China o EE.UU que en Europa, se caracterizaba por un diseño muy particular, no alineado del todo con la imagen más joven y deportiva que Mercedes-Benz está incorporando a sus automóviles en los últimos años. Esto se corrige ahora en la forma del nuevo GLE, y especialmente en esta versión cupé, que se añade a la gama.
El nuevo Mercedes-Benz GLE Coupé tiene mayor empaque, una imagen más poderosa, muy dinámica y deportiva. Mide casi 5 metros de longitud, un tamaño similar al de sus rivales BMW X6, Porsche Cayenne, Audi Q7, Infiniti QX70 o Range Rover Sport. Es casi medio metro más largo que un Mercedes-Benz GLA y será más corto que un Mercedes-Benz GLS. Su batalla de casi tres metros, idéntica a la del anterior ML, le permite ofrecer un buen espacio interior y esa práctica carrocería de cinco puertas. Esta versión Coupé es la que tiene el carácter mas deportivo dentro de Clase GLE, pero no por ello deja de ser práctica y versátil. En las plazas delanteras la sensación de espacio es muy buena, mientras que en las traseras se resuelve de forma correcta uno de los aspectos siempre críticos en un coche de su estilo: la altura al techo. A falta de una prueba en mayor profundidad, el GLE Coupé muestra en principio buenas dotes para un uso versátil, para el día a día o para viajar en familia. Aunque el GLE tiene mejores aptitudes para ello, esta derivación cupé tampoco se queda corta. El maletero ofrece una capacidad máxima de 1.720 litros, y cuenta con portón eléctrico de serie. Las banquetas traseras se abaten a base de retirar primero la banqueta y después bajar el respaldo, para poder ampliar el espacio de este maletero, dejando un piso plano.
En las plazas delanteras muchos elementos resultan familiares, ya que se incluye equipamiento conocido y se apuesta por un diseño del salpicadero con formas similares a la de otros SUV’s de la marca alemana. La vista se desvía rápidamente hacia la pantalla de 8 pulgadas del navegador, esta vez semi-integrada en posición superior. Más abajo se sitúa la botonería para el manejo del sistema de navegación, la radio o el teléfono, junto con los pulsadores de la calefacción de los asientos o para la activación o desactivación de algunos sistemas, como el de parada y arranque o los sensores de aparcamiento, entre otros. Últimamente inos estamos acostumbrando a que imperen en el mundo del automóvil diseños más minimalistas, con menos botones. En este caso no es así, y aunque no podemos decir que haya un exceso de pulsadores, porque todo está bien organizado y es muy fácil de manejar, sí que se crea un aspecto un tanto clásico.
Esto queda compensado un poco más abajo, donde se sitúa el dial para el manejo del sistema Comand y una pequeña pantalla de tipo Touchpad en su parte superior. A su derecha, otro dial se utiliza para seleccionar los diferentes modos de conducción del Dynamic Select. Y un poco más arriba podéis ver los pulsadores para cambiar el tarado o la altura de la suspensión, para bloquear las marchas o para desconectar el control de estabilidad. Así, todo lo que puede afectar a los ajustes del chasis se encuentra en una misma área para su fácil manejo.
La posición al volante es alta, más que la de cualquier turismo de la marca. Aunque la visibilidad es buena, lo cierto es que se percibe que tanto el parabrisas como la luneta trasera tienen poca superficie, son pequeños. La alta línea de cintura y la caída del techo influyen en ello, aunque no afecta a la luminosidad del habitáculo, al menos en las versiones que hemos probado con techo panorámico (opcional).
Los acabados, como es habitual en Mercedes-Benz, y tal y como esperas en un coche de su precio, son impecables. El tacto de la piel es excelente, están disponibles molduras con acabado de madera, para dar un aire más clásico, o bien de carbono, para dar un estilo más deportivo. Se puede optar por la línea AMG que incluye asientos deportivos, volante deportivo de tres radios AMG con piel vuelta, pedales de aluminio o alfombrillas con distintivo AMG, entre otros detalles. O bien escoger los acabados Exclusive o Designo Exclusive, que incluyen tapizado de cuero con diseño exclusivo, iluminación de ambiente, molduras de madera, cuero o símil cuero para el tablero de instrumentos y techo interior en color gris o porcelana o bien en microfibra Dinamica, entre otros.
La sensación de lujo, refinamiento y exclusividad a bordo de este Mercedes puede ser muy elevada, al nivel de cualquier de las mejores berlinas de la marca.
El SUV más potente
En la presentación internacional que tuvo lugar en Alemania y Austria, pude comprobar todo esto conduciendo una unidad del AMG GLE 63 S 4 Matic, la versión tope de gama, la más deportiva y lujosa, cuyo precio se encumbra a 148.800 euros sin contar opciones. Esta versión AMG cuenta, además de su exclusivo acabado interior, con un faldón delantero especifico con splitter frontal del color del vehículo, y faldón trasero, también especifico, con difusor y listón decorativo de cromo plateado. Las llantas son de 22 pulgadas, y se ven acompañadas de pinzas de freno de color plata con distintivo AMG. Como podéis ver, el aspecto de esta versión AMG es tremendamente deportivo. No engaña. Monta el motor V8 de 5,5 litros biturbo que ofrece 585 CV, que ya se introdujo hace un par de años en el Clase E, y que permite situar a este Mercedes como el SUV más potente del mercado, por encima del Porche Cayenne Turbo o los BMW X5 y X6M.
De la misma manera que en la gama de motores del Clase E, por debajo existe otra versión AMG con el mismo motor V8 pero con 557 CV. La oferta de gasolina se completa el motor V6 biturbo de 3 litros, que montan las versiones 450 AMG 4Matic (367 CV) y 400 4Matic (333 CV). Las versiones con motor V8 van unidas a una caja de cambios automática de 7 velocidades, mientras que las del bloque V6 aceptan el nuevo cambio automático 9G-Tronic de 9 velocidades, que también se estrenó en la Clase E.
Este nuevo cambio automático de 9 relaciones también lo monta la única versión diésel disponible, con motor V6 turbo de 3 litros, que eroga 258 CV. Su denominación comercial es GLE 350 d 4Matic.
Este nuevo cambio automático de 9 velocidades básicamente aporta una mejora de la eficiencia de los motores. El hecho de contar con mayor número de relaciones permite reservar una novena marcha muy larga para rodar por autopista a alta velocidad y muy bajo régimen, disminuyendo el consumo. Contar con un mayor número de relaciones permite también escoger la marcha idónea para el régimen que se está manteniendo.
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En la presentación no tuve ocasión de probar esta caja de cambios, pero sí conduje durante todo un día el AMG GLE 63 S Coupé, con el motor biturbo V8 de casi 600 CV.
Es la máxima expresión deportiva de la gama GLE Coupé, y os aseguro que no decepciona. Las siglas AMG siempre son una garantía de fuertes sensaciones y auténticas prestaciones. El hecho de verse reflejadas en un SUV o coche con estética de todoterreno no cambia en absoluto las cosas, y ciertamente, convierten al GLE Coupé en casi un coche de circuito para rodar por carretera.
La respuesta del motor a nuestra solicitud al acelerar es muy contundente, a cualquier régimen. Es un motor llenísimo de par, que empuja el coche desde parado con muchísima fuerza y depende de cómo lo hagas, con algo de brusquedad. Es fácil percibir una pequeña vibración procedente del V8 en el momento en el que se engrana la marcha superior, fruto del efecto de su gran par máximo, que se mantiene en 760 Nm entre 1.750 y 5.250 r.p.m. Las recuperaciones son instantáneas, y el propulsor estira hasta las 6.000 vueltas en un suspiro. Puedes hacerlo de dos maneras: dejando que el cambio automático decida subir a una marcha superior en cuanto lo considere necesario, o bien bloquear las relaciones pulsando un botón en la consola, para llevar al motor hasta el corte de encendido. En AMG siempre han considerado que el conductor debe tener la última palabra, si es su deseo.
Con este propulsor, el AMG GLE 63 S 4Matic devora los kilómetros. Falta carretera para aprovechar totalmente sus prestaciones. Incluso en las autopistas alemanas te comes el tramo variable de velocidad ilimitada en un santiamén.
En cualquier caso, esta versión cupé transmite una gran sensación de seguridad, a pesar de que no puede disimular su gran tamaño y peso, cercano a las dos toneladas y media. Cuenta con la electrónica como gran aliada. Es la que permite que el conductor tenga a su disposición el sistema Dynamic Select, que permite variar el comportamiento del chasis y el motor para adaptarse al estilo de conducción. Ofrece cinco programas: Slyppery, para circular por carreteras con nieve o hielo; Comfort, para rodar con tranquilidad y eficiencia; Sport, que modifica la dureza de la suspensión, reduce la altura de la carrocería hasta 15 mm., la asistencia de la dirección y el comportamiento del cambio; Sport +, que lleva todo esto un poco más allá para facilitar la conducción deportiva y transmitir mayores sensaciones. En Sport + también percibes cómo el sonido de escape es más ronco al acelerar y al reducir; Finalmente, el sistema reserva el programa Individual, que permite ajustar estos parámetros de forma individual y según las preferencias del conductor.
La electrónica también forma parte del Active Curve System o sistema de estabilización activa del balanceo, que actúa sobre las estabilizadoras para limitar los balanceos de la carrocería, típicos de coches con un alto centro de gravedad como los SUV.
Plataforma del ML con cambios sustanciales
La transmisión integral 4Matic, con reparto de par al 50% entre ejes, acaba de aportar la confianza necesaria al volante, ya que es responsable de un comportamiento muy neutro de los ejes del vehículo.
Sobre la plataforma del anterior ML, los ingenieros de Mercedes-Benz han modificado y adaptado la suspensión neumática Airmatic, que por primera vez está disponible con un sistema variable continuo del tarado de suspensión ADS Plus, que se encarga de adaptar de forma constante y automática la dureza o firmeza de los amortiguadores en función de las necesidades. Todo esto es lo que explica que el GLE Coupé, al menos en esta versión más deportiva, vaya sobre raíles en carretera, disimulando su tamaño y peso a favor de un comportamiento casi de compacto GTI.
El nuevo Mercedes-Benz GLE Coupé está disponible a partir de 78.700 €, que es lo que vale la versión diésel, y llega a los 148.800 € de la versión AMG GLE 63 S.
Este es el listado de precios:
Mercedes-Benz GLE 350d 4Matic 78.700 €
Mercedes-Benz GLE 400 4Matic 80.625 €
Mercedes-Benz GLE 450 AMG 4Matic 93.500 €
Mercedes-AMG GLE 63 4Matic 137.100 €
Mercedes-AMG GLE 63 S 4Matic 143.800 €
En cualquier acabado equipa de serie el Dynamic Select, faros LED, portón trasero de apertura y cierre eléctricos, cámara de visión trasera con visión 360º, volante deportivo multifunción, tapicería de cuero, aviso de colisión o control de velocidad de crucero con limitador variable, entre otros. Las versiones AMG montan además la suspensión neumática de serie y el Active Curve System, que en el resto es opcional. Como ya es habitual en la marca, numerosos elementos forman parte del listado de opciones, como el techo corredizo, el climatizador de tres zonas, el Comand Online, el navegador Garmin Map Pilot o los equipos de música Bang & Olufsen y Harmann Kardon, entre otros.
Las primeras unidades llegarán a los concesionarios en septiembre.
Autentica Anímala Maxima