Aunque no lo parezca, aquí está el nuevo Mini
Después de una jornada plena de filtraciones -y a pocas horas de su presentación oficial simultánea desde Londres, Tokio y Los Ángeles- ya están aquí las primeras fotografías oficiales del esperado Mini 2014. La fábrica de Oxford ha rediseñado su producto estrella para atacar con nuevo brío a los pequeños y coquetos Citroën DS3, Fiat 500 y Abarth 500.
Como no podía ser de otra manera, la primera carrocería en llegar es la de tres puertas. Poco a poco se irá renovando toda la gama de modelos (probablemente idéntica a la existente: Mini Hatchback, Clubman, Coupé, Roadster, Countryman y Paceman) tomando como base la nueva plataforma modular que BMW ha desarrollado para toda la familia.
¿En qué se parece un Mini a un Golf?
El diseño del nuevo Mini no es muy diferente respecto del que ya nos anticipaba el concept car Mini Vision presentado el pasado verano. A primera vista el nuevo Mini parece casi idéntico al anterior, y queda claro que los diseñadores de la marca de Oxford han decidido aplicar al Mini la misma receta que Volkswagen aplica a su Golf: "mejor no tocar algo que funciona". Como ya decíamos en nuestra prueba del Mini Paceman, quien compra un Mini, quiere un Mini.
Quienes no conozcan de memoria todos los rasgos del Mini actual, lo tendrán difícil para distinguir cambios más allá de lo evidente. En el frontal, llama la atención una nueva parrilla de forma trapezoidal, tan grande que invade buena parte del paragolpes.
Cuesta creer que ahora el Mini sea más grande que antes.
A ambos lados, unos grupos ópticos de nueva factura con luces diurnas LED (tecnología que se ofrece como opción para todas las luces). Por último, en la zaga, los pilotos también han crecido claramente, recuperando el concepto aplicado en el Paceman: el portón prefiere evitarlos antes que romper sus formas.
Lo cierto es que el Mini mantiene con tanta exactitud sus proporciones que cuesta creer que ahora sea más grande. De hecho, ha crecido en todas las medidas, especialmente en longitud total (98 mm nada menos, 28 de los cuales se destinan a aumentar la distancia entre ejes). Gana además 44 mm de ancho y 7 mm de alto. El Mini es un coche cada vez menos mini.
Ya no es sólo para dos
El aumento general de tamaño afecta obviamente a la habitabilidad. El nuevo modelo proporciona mayor desahogo para todos sus ocupantes, que tendrán más espacio libre -o cuando menos, agún espacio libre- para sus cabezas, hombros y rodillas. Su mayor batalla probablemente hará más cómodos los trayectos para nuestros pasajeros, que sin duda agradecerán también los 51 litros que el maletero ha ganado en capacidad (211 litros en total).
El diseño del habitáculo es tan continuista como el del exterior. Quizás resulte algo más sobrio; quizás retire el guiño al desenfado anterior, pero sigue siendo reconocible. Apenas cabe destacar el cambio sufrido por el clásico y gigantesco velocímetro situado en el centro del salpicadero, que ahora dedica todo su espacio al infoentretenimiento. La aguja indicadora de la velocidad pasa a situarse en el cuadro de instrumentos, instalado sobre la barra de la dirección. El cuentarrevoluciones también pierde protagonismo, desplazándose a la izquierda.
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Hecho para ir deprisa
El Mini 2014 recibe importantes actualizaciones en el apartado dinámico, siguiendo la receta habitual: reducción de peso, aumento de la rigidez y mejoras en la areodinámica y el esquema de suspensiones -que incluye un nuevo eje trasero con esquema multibrazo-. También se ha trabajado en la servodirección y sobre la electrónica del control de estabilidad, que incorpora el emulador de bloqueo del diferencial tan común hoy en día.
El nuevo Mini también sigue la corriente la corriente actual de ofrecer diferentes modos de conducción que afectan al tacto de la dirección y el acelerador, así como (si están disponibles) los cambios de la caja automática y el control dinámico de la suspensión. Dispondremos de tres modos de conducción, etiquetados como Sport, Mid y Green respectivamente.
Pocas motorizaciones (por el momento)
Nuevo modelo, nuevos motores; todos ellos turboalimentados. El Mini Cooper estrena un propulsor tricilíndrico de gasolina, que con sólo 1.5 litros de cubicaje es capaz de entregar 136 CV de potencia. La única variante diesel, la Cooper D, también estrena un tricilíndrico de 1.5 litros y 116 CV que supone la versión de acceso a la gama Mini (desconocemos por el momento si llegará un Mini One). Su principal virtud, un consumo homologado de sólo 3,5 litros por cada 100 kilómetros.
En espera de una variante John Cooper Works, el Mini más potente será por ahora el Cooper S, que monta un motor de gasolina de 2.0 litros y 192 CV (8 CV más que el Cooper S anterior). Sus prestaciones, nada desdeñables: acelera de 0 a 100 km/h en sólo 6,8 segundos y alcanza una velocidad punta de 235 km/h.
Todas las versiones del nuevo Mini ofrecerán cambio manual o automático de seis velocidades.
Nos vemos en Tokio
La casa de Oxford ha confirmado la presencia de su nuevo Mini en el Salón de Tokio, que dará este comienzo esta misma semana en la capital nipona. Allí se encuentra nuestro jefe de pruebas, Joan Dalmau, quien nos traerá toda la información sobre esta y otras novedades desde las mismas instalaciones del salón japonés.
Pues a mi me parece monísimo, está claro que el modelo ha cambiado, pero es que hay que evolucionar, si no hubiese cambiado en nada os quejaríais de que nos están timando por no reestilizarlo.. En fin que la cuestión es quejarse como con todo. Todos queremos cosas nuevas y diferentes, pues aquí la tenéis. Y eso de que no va a tener éxito.. Os equivocáis, cada vez hay más en la calle.. Un saludo