Marcando tendencias
Pudimos verlo al detalle en el pasado Salón del Automóvil de Frankfurt y ya lo tenemos aquí: es el nuevo Mini Clubman, la versión más familiar de la gama Mini, el Mini más grande jamás construido y con el que la marca ataca un segmento muy popular, el de los compactos de tamaño medio.
Poco tiene que ver este Mini Clubman con la versión que la marca presentó en 2007, excepto el concepto: un Mini con carácter más familiar, con capacidad para cinco adultos y con aptitudes para llevarlos en largos viajes con total comodidad. Algo que en el resto de las versiones del Mini resulta más difícil. Es una versión diseñada sobre la nueva plataforma de Mini, y por lo tanto, es más grande y espaciosa. Una vez más, el Mini cada vez es menos mini en cuanto a tamaño se refiere.
El Mini Clubman ofrece 4,25 metros de longitud, frente a los escasos 4 metros de un Mini 5 puertas y los del anterior Mini Clubman . Esos 25 centímetros de más le permiten disfrutar de más espacio en las plazas traseras y un maletero decente, acorde con esa mayor capacidad de transporte y filosofía rutera. Se convierte así en una excelente opción para los que deseen un Mini y tengan necesidades familiares. A diferencia del Mini Clubman precedente, éste tiene cuatro puertas convencionales en los laterales y otras dos en la parte trasera, para acceder al maletero. En total, seis puertas, un claro indicador de su mayor filosofía práctica y funcional.
Con estas características, podríamos citar entre sus competidores al Volkswagen Golf, Audi A3 Sportback o Mercedes-Benz Clase A, por ejemplo, aunque en mi opinión, su verdadera competencia la va a tener en casa: por aptitudes, características y precio el BMW Serie 1 podría canibalizarle algunas ventas, aunque en realidad, desde el punto de vista estético se trate de dos coches bien diferentes. Pero pensando racionalmente, las sinergias entre los dos modelos son evidentes.
El clásico Mini, con estética break
El Mini Clubman tiene todo el aspecto de un Mini, especialmente en su frontal, con los típicos faros redondos y parrilla hexagonal que siempre han identificado a este modelo. Como novedad, se incluyen unas nuevas entradas de aire laterales, que mejoran la aerodinámica. Lo que realmente cambia es la parte trasera, que a modo de “shooting Brake”, se amplía para dar cabida a un maletero algo más grande: 360 litros ampliables a 1.250 litros, una vez plegados los respaldos de la segunda fila, que podemos hacer en proporción 40:20:20. El maletero del Serie 1 mide lo mismo, un A3 o un Golf ofrece un poco más (380 litros) y un Clase A 5 puertas un poco menos (341 litros).
El acceso a este maletero es mediante una doble puerta, que puede abrirse de forma automática mediante el control remoto del coche o bien, si se solicita como opción, a través del sistema de colocar el pie bajo el paragolpes. Primero se abre la puerta derecha y, si queremos abrir la izquierda, hay que repetir la operación. A la hora de cerrar hay que seguir este mismo orden a la inversa, al estilo de un vehículo comercial. No es un sistema tan práctico como el de un portón y tiene el inconveniente de que si aparca un coche justo detrás nuestro podría llegar a dificultar la apertura. Pero cumple su función y sobre todo, hace del Mini Clubman un vehículo diferente a los demás, un objetivo que se siempre busca la marca británica.
Esta doble puerta y los pilotos con forma horizontal lo identifican claramente como la versión familiar del Mini, y acentúan la anchura del modelo, que es 9 centímetros superior a la del Mini 5 puertas en la carrocería, y 10 centímetros en los ejes.
Interior más grande
El interior es idéntico al de cualquier otra versión de la nueva generación Mini. Destaca el característico salpicadero lleno de formas elípticas, diferente a todo lo conocido, sorprendente y a la vez agradable. Preside este salpicadero la gran pantalla del navegador, de 8,8 pulgadas, enmarcada con un aro luminoso que cambia de color a gusto del conductor. En esta nueva generación del Mini, el velocímetro y el cuentarrevoluciones están situados en la columna de dirección, no en posición central, una acertada rectificación por parte de la marca.
Sentados en las plazas delanteras la sensación no es en absoluto angosta, sino que el espacio disponible es el que puedes encontrar en cualquier compacto del mercado. Además, se perciben unos acabados y una calidad de los materiales notables. El tacto de los plásticos, el aspecto de los cromados o las molduras de acabado es muy refinado. El volante deportivo multifunción de cuero es de serie, como también lo es el climatizador bizona, el ordenador de a bordo o el freno de estacionamiento eléctrico. Opcionalmente pueden montarse unos nuevos asientos deportivos, forrados en cuero, que sujetan el cuerpo perfectamente y a la vez son cómodos. La regulación del asiento del conductor es eléctrica, y la columna de dirección en altura y profundidad. Mini busca dar un aspecto muy “Premium” a este interior y lo consigue.
En las plazas traseras hay una buena sensación de espacio, y el acceso a ellas es fácil. Las puertas tienen un buen ángulo de apertura. Entre filas hay hueco suficiente para colocar las piernas, o evitar que el niño de con los pies al respaldo una vez colocada la sillita, por ejemplo. Es lo esperado en un compacto de 4,25 metros. Caben tres adultos, aunque el de la plaza central trasera viaja bastante incómodo. La altura al techo es correcta, incluso en la versión que monta techo solar panorámico, que es una de las opciones disponibles.
El interior del Mini Clubman puede vestirse con 10 tipos diferentes de tapicerías y listones decorativos en varios acabados, que incrementan el nivel de refinamiento ya de por sí elevado.
Tacto Mini
En la toma de contacto que Mini organizó en Madrid pude probar la versión Cooper, una de las más equilibradas de la gama Clubman, con motor de tres cilindros de gasolina, que entrega una potencia de 136 CV. Hay un motor de gasolina menos potente, el de la versión One, con 102 CV, y otro más potente, el del Cooper S, que da 192 CV.
En cuanto a diésel, la gama la forman el 3 cilindros de 116 CV del One D, y otros dos de cuatro cilindros con 150 CV (Cooper D) y 190 CV (Cooper SD).
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Es la misma gama de motores ya conocida en el Mini de 3 y 5 puertas, y compartida con algunos modelos de BMW. Según Mini, se prevé que en el Clubman la versión más solicitada sea la diésel de 150 CV.
Estos motores pueden ir unidos a una caja de cambios manual de seis velocidades o bien al nuevo cambio automático de 8 relaciones, sólo disponible para los Mini Clubman con motor de cuatro cilindros.
El tacto al volante del Clubman es prácticamente el mismo que se percibe al volante de un Mini 5 puertas o un 3 puertas de última generación, caracterizado por tener una dirección muy incisiva, una suspensión con tarado firme, un cambio manual muy directo y un comportamiento en curva bastante deportivo. El Clubman ser nota un poco menos ágil que la versión más compacta, en parte debido a su mayor batalla y a su peso ligeramente más alto, en torno a 300 kilos superior. Cuando conduces, la luna trasera también se ve un poco más alejada.
Con el motor de gasolina de media potencia se convierte en un coche ideal para viajar, favorecido por la escasa rumorosidad mecánica y buena disposición de potencia en toda la gama de revoluciones. La conducción del Clubman es tan agradable como la que puedes sentir a los mandos de cualquier otra versión de la gama Mini, con el añadido que puedes compartirla con otras personas sin ningún tipo de estrechez.
Es un coche bien insonorizado, con buenos detalles en su interior, cómodo y rápido si quieres. En cualquiera de las versiones (One, Cooper o Cooper S) puedes equipar como opción el control dinámico de la amortiguación, combinado con el Mini Driving Mode con los programas Mid, Sport y Green, que se activan mediante el botón giratorio situado en la base de la palanca de cambios. Las versiones One equipan de serie llantas de 16”, que son de 17” en el Cooper S y pueden ser de 18 o 19 pulgadas como opción.
Buena asistencia
La información mientras conduces puedes consultarla en la pantalla digital del centro del salpicadero o bien en un Head-up-display, también dentro del listado de opciones. El manejo a través del Mini Controller del menú del navegador o del equipo de música es sencillo y agradable, digno de un modelo de gran refinamiento.
El Mini Clubman demuestra un claro paralelismo en su equipamiento, acabados y posibilidades de personalización con cualquier otro modelo de la gama Mini. Coinciden, por ejemplo, muchos sistemas de ayuda a la conducción, como el asistente de aparcamiento, la cámara de marcha atrás, el control de crucero activo, el aviso de colisión con identificación de peatones y función de frenada, el asistente de luces de carretera y el sistema de detección de señales de tráfico, todo ello opcional.
También se vende un paquete de iluminación ambiental, que refleja el logo de Mini en el asfalto, desde el retrovisor exterior, una vez le damos a la apertura de puertas con el mando a distancia.
El un detalle del cuidado puesto por Mini en el nuevo Clubman, que quiere ser el reflejo de la evolución de la marca de aquí a 2020. Ya hace casi 15 años que BMW decidió recuperar la marca Mini con un modelo que recuperase la filosofía del Mini original y a la vez tuviese un aire moderno, juvenil, con un diseño muy creativo.
El lanzamiento de la versión Clubman es un nuevo atrevimiento por parte de la marca, consciente de que parte de su público va a verse atraído por una variante más familiar, que no pierde en absoluto la esencia del modelo y le da un carácter más funcional y versátil.
El precio a pagar por ello es de 23.800 € para la versión más básica, hasta 31.900€ para el Mini Cooper Clubman SD. El listado completo de PVP es éste:
Mini One Clubman 23.800 € Mini Cooper Clubman 26.200 € Mini Cooper S Clubman 29.900 € Mini One D Clubman 24.800 € Mini Cooper D Clubman 28.400 € Mini Cooper SD Clubman 31.900 €
FS
Sin objeciones, una belleza, felicitaciones.