Mini John Cooper Works Cabrio: Todo un capricho
PRUEBAS

Mini John Cooper Works Cabrio: Todo un capricho

Joan Dalmau

Joan Dalmau

3 opiniones

Hoy vamos a probar un Mini. Pero no un Mini cualquiera sino un Mini que reúne tres características que nos han decidido a hacer esta prueba. En primer lugar, es un Mini 2021, es decir, con todos los cambios introducidos en el segundo rediseño de la actual generación de este coche, que data de 2016 (más información de este rediseño en este enlace). En segundo lugar, es un Mini Cabrio y hasta la fecha nunca habíamos probado un Mini Cabrio, una especie casi en extinción en el mercado actual. Y finalmente, es un Mini John Cooper Works, lo que significa que es el más potente y exclusivo de los Mini Cabrio.

De entrada, os voy a asustar un poco. Este coche cuesta 41.900 euros, que es mucho dinero para un coche de dos más dos plazas que mide apenas 3,87 metros. Y la unidad concreta de la prueba vale, con los extras que lleva, 50.400 euros. Pero, hay que tener claro que estamos ante la versión más potente, con 231 CV, y que, si queréis un Mini Cabrio, existe una versión de 102 CV que cuesta 26.300 euros. Y si buscáis uno en coches.net, encontraréis el vuestro seguro ya que ahora mismo hay 315 a la venta, algunos nuevos desde 25.500 euros al contado y, de segunda mano de las generaciones anteriores desde 4.000 eurillos (toda la oferta de Mini Cabrio en este enlace). Y es que el que no tiene un cabrio de capricho es porque no quiere.

El Mini John Cooper Works Cabrio 2021 es uno de los pocos descapotables pequeños que quedan en el mercado. Y admite a cuatro pasajeros.
El Mini John Cooper Works Cabrio 2021 es uno de los pocos descapotables pequeños que quedan en el mercado. Y admite a cuatro pasajeros.

Vamos a empezar viendo las diferencias entre este nuevo Mini y el modelo precedente, el de antes del rediseño. Los parachoques son nuevos y en la parte inferior se amplía la parrilla, los faros se han oscurecido y ahora son de LED en todas las versiones y el diseño de las llantas también cambia, aunque se mantienen las pinzas de freno en rojo, que delatan a este coche como un John Cooper Works. Ah, y el color azul Island Blue también es nuevo. Por detrás, los pilotos con la bandera de la Union Jack, que antes eran opcionales, ahora son de serie en toda la gama.

Nuestra unidad montaba el paquete John Cooper Works que cuesta 4.800 euros y que, en la parte estética incluye, entre otros elementos, el paquete piano black exterior que consiste en pintar de negro la banda trasera, el tapón del depósito de gasolina, las carcasas de los retrovisores, que pueden ser, además, blancos o rojos, los marcos de los faros y el logotipo de la marca. A todo ello podemos añadir, por 150 eurillos las bandas John Cooper Works sobre el capó.

Este es un coche de muy pequeño tamaño y que tiene una estética peculiar y admite mochas posibilidades de personalización.
Este es un coche de muy pequeño tamaño y que tiene una estética peculiar y admite mochas posibilidades de personalización.

Este Mini es un coche pequeño, que mide 3,87 metros de largo por 1,72 de ancho y 1,41 de alto. La distancia entre ejes es de 2,49 metros y pesa 1.450 kilos. Si hay algo que distingue a un descapotable es, evidentemente la capota. La del Mini Cabrio es de lona y, si pagamos 850 euros podemos tenerla con un diseño que reproduce la bandera británica. El Mini propone dos aperturas diferentes.

La primera consiste en replegar la parte delantera del techo, como si se tratara de un coche con techo practicable y la segunda, la que nos permite descapotarlo por completo. Tarda 18 segundos en plegarse eléctricamente, puede activarse en marcha por debajo de 30 km/h. y no tiene ningún tipo de cubierta que la proteja. Además, una vez plegada, complica mucho la visibilidad trasera hasta el punto de que, por el retrovisor interior casi solo vemos la capota.

En esta imagen vemos la verticalidad del respaldo de los asientos traseros, inutilizados en este caso al estar montado el deflector.
En esta imagen vemos la verticalidad del respaldo de los asientos traseros, inutilizados en este caso al estar montado el deflector.

Mini ofrece, dentro del mencionado Pack John Cooper Works, un deflector que elimina turbulencias cuando no se utilizan los asientos traseros. Y es que, una vez en marcha, este Mini no es de los coches que mejor protegen a los ocupantes. El viento es muy notorio, de manera que es perfecto para circular descapotado en ciudad y en carreteras de segundo orden, pero para los viajes largos, y, sobre todo, para usarlo en autopista, casi mejor capotarlo, tanto por el ruido como por el viento.

Un habitáculo con novedades en el nuevo Mini

Instrumentación digital, head-up display, freno de mano eléctrico y pantalla central más grande son características de la versión 2021 de este modelo.
Instrumentación digital, head-up display, freno de mano eléctrico y pantalla central más grande son características de la versión 2021 de este modelo.

En el habitáculo hay diferentes novedades. La más importante es la disponibilidad de una nueva instrumentación digital, la misma que utiliza el Mini SE eléctrico. Tiene 5 pulgadas y se mueve solidariamente al volante cuando ajustamos éste en altura. También es nuevo el propio volante, forrado en cuero, con mandos en negro piano, el freno de mano ahora es eléctrico y cambian también las salidas de ventilación. Y la pantalla central es ahora de 8,8 pulgadas cuando antes era de seis y tiene un nuevo sistema operativo. El coche estrena asimismo un cargador de teléfonos inalámbrico que no vale para los iphone grandes, por cierto. Si montamos el paquete opcional navegación plus tendremos, además del cargador, un head-up display no sobre el parabrisas sino sobre una lámina de metacrilato.

Por cierto, las inserciones de negro piano pueden cambiarse pagando 100 euros por otras en aluminio o en un motivo ajedrezado. Los 100 euros mejor invertidos del coche. Lástima que no cambie también el resto de los elementos de ese material que sigue por todas partes. Por cierto, los asientos delanteros son de diseño específico para este coche y si los queremos tapizados en cuero deberemos abonar otros 1.750 euros. Los asientos calefactados también son opcionales y no pueden tener regulación eléctrica.

Los asientos delanteros del Mini John Cooper Works Cabrio 2021 son cómodos y, sobre todo, recogen muy bien el cuerpo del conductor.
Los asientos delanteros del Mini John Cooper Works Cabrio 2021 son cómodos y, sobre todo, recogen muy bien el cuerpo del conductor.

Las plazas traseras de un descapotable suelen ser de difícil uso. Y más en un coche tan pequeño. Entrar a ellas con la capota puesta está solo al alcance de contorsionistas expertos o niños de corta edad. Con el coche descapotado resulta bastante más fácil. Son dos plazas (el coche está homologado para cuatro) y el principal problema no es tanto la poca distancia entre filas sino el respaldo que está tan vertical que obliga a adoptar una posición que solo nos resultará cómoda cuando podamos bajar de nuevo. En resumen, para trayectos cuanto más cortos mejor.

El maletero no es el punto fuerte de los cabrio. Apertura hacia abajo, boca de carga estrecha y poso espacio en el interior.
El maletero no es el punto fuerte de los cabrio. Apertura hacia abajo, boca de carga estrecha y poso espacio en el interior.

El maletero parece un homenaje al Mini original, cuya portezuela abría hacia abajo. No es muy grande (son 215 litros con la capota en su sitio, pero si la plegamos, la capacidad se reduce a 160 litros. Además, la boca de carga es estrecha y el espacio de carga no admite bultos excesivamente grandes, de manera que, para el finde, bolsas de viaje blandas. Y no más de dos.

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Sin novedad en la mecánica John Cooper Works

El motor sigue siendo el ya conocido 2 litros turbo de cuatro cilindros que rinde 231 CV de potencia. Tiene un par de 320 Nm, está construido en aluminio, no tiene ningún tipo de hibridación, de manera que tiene etiqueta C y está acoplado a una caja de cambios automática Aisin de 8 velocidades. La versión Cupé del Mini John Cooper Works está disponible con un cambio manual de seis marchas, pero el Cabrio no.

Mini anuncia una velocidad máxima de 241 km/h, que debe obtenerse con el coche capotado, una aceleración de 0 a 100 km/h. en 6,5 segundos y un consumo medio de 6,9 litros. En autopista a 120 km/h se consigue rebajar incluso esta cifra que oscilará entre 6 y 6,5 litros, pero si le pisamos en carreteras de montaña, el consumo se acercará peligrosamente a los 9 litros de media. Es un coche, no lo olvidemos, de 231 CV…

Ágil, con chasis adaptativo y un motor potente, al Mini John Cooper Works Cabrio solo se le puede achacar una cierta falta de rigidez producto de la carrocería abierta.
Ágil, con chasis adaptativo y un motor potente, al Mini John Cooper Works Cabrio solo se le puede achacar una cierta falta de rigidez producto de la carrocería abierta.

Y lo cierto es que esos 231 CV se notan. Lo bueno de este motor es que es un cuatro cilindros de dos litros y eso es casi un rara avis en los coches pequeños deportivos donde todo lo que sean cuatro cilindros ya es una bendición y rara vez tenemos motores de más de 1,6 litros. Este motor va muy bien, sube de vueltas con decisión, recupera bien gracias a que las ocho marchas acortan mucho los saltos de una marcha a otra y solo tiene el problema habitual en los turbo y es que se acaba sobre las 5.500 vueltas.

La caja de cambios es automática, pero puede usarse en modo manual. Para ello hay que desplazar la palanca del cambio hacia la derecha y, una vez hecho esto, ya podemos usarla como un cambio manual, tanto mediante la palanca como mediante las levas detrás del volante que son de serie en este coche. Comparada con la ZF que llevan todos los BMW de motor longitudinal, esta Aisin, que es la misma que se monta en el Serie 1 y que también es de convertidor de par, es un poco menos suave y parece menos rápida, pero lo cierto es que se adapta bastante bien al motor de este John Cooper Works.

Interesante suspensión activa

Circular con este coche en una carretera de montaña permite multiplicar las sensaciones deportivas. El sonido y el aire ayudan a ello.
Circular con este coche en una carretera de montaña permite multiplicar las sensaciones deportivas. El sonido y el aire ayudan a ello.

El paquete John Cooper Works incluye, además de temas estéticos y de equipamiento, el chasis adaptativo, es decir, la suspensión de dureza variable en función del modo de conducción. Cuando le damos al modo Sport, se modifica la respuesta del motor, del cambio, de la dirección y, también de la suspensión. Y es perfecto para sacar partido al chasis de este pequeño diablillo, que tiene un comportamiento muy incisivo en curva, con una dirección muy directa y una motricidad muy buena. Lástima que pese tanto ya que eso le resta agilidad. Y lástima que en curva tenga mucha tendencia al subviraje. Es evidente que, además del peso, la falta de rigidez de esta carrocería con relación con la cerrada no le ayuda en absoluto.

La suspensión pilotada evita que este Mini sea un coche muy duro en carretera y, sobre todo, en ciudad. La suspensión en modo Sport es firme, pero el hecho de que existan los modos Mid (medio) y Green (verde) permite que la suspensión sea un poco más blanda en esos modos y, sin perder la consideración de firme, proporcione un confort aceptable tanto en ciudad como en autopista, lugares donde no hace falta llevar el modo Sport seleccionado. De este modo, este Mini Cabrio es más usable, aunque también es cierto que los realces y los ralentizadores se le atragantan un poco. Lo suyo son, sin duda, las carreteras de montaña.

Aunque no es un coche pensado para viajar, este Mini se defiende en autopista, donde tiene un consumo lógico. Capotado, eso sí.
Aunque no es un coche pensado para viajar, este Mini se defiende en autopista, donde tiene un consumo lógico. Capotado, eso sí.

Es precisamente en las carreteras estrechas y con muchas curvas donde más partido se saca al chasis. La suspensión, aunque es cierto que en modo Sport es dura, copia bien las irregularidades y se adapta a este tipo de firmes. Cuanto mejor sea el asfalto, eso sí, más a gusto se encuentra, pero en las carreteras en mal estado no resulta inconducible, ni mucho menos. En cualquier caso, es un coche para disfrutar al volante, y más con la capota plegada ya que entonces, a las sensaciones que proporcionan el motor y el chasis, se une la sensación de libertad que uno tiene siempre en un descapotable.

Este es efectivamente, un coche de capricho. Un descapotable de dos plazas reales más otras dos circunstanciales, casi sin maletero, de precio elevado, o muy elevado si le incluimos algunos de los extras, que hace más ruido que su equivalente cerrado… Sí, pero es un capricho muy divertido, un coche para disfrutarlo solo o en pareja, para perderse por carreteras que no tienes ni idea de a donde van, para gozar del paisaje y para deleitarse con ese feeling al volante que solo los Mini saben proporcionar.

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Jan
Jan

Hay que entenderlo como un verdadero capricho de lujo. Eso sí, yo con esa potencia el descapotable no es una buena opción, mejor con techo cerrado.

a
aaaaa

Un capricho es un Mini normal. Esto está al alcance solo de gente con un líder adquisitivo muy muy alto. Dicho esto, no me gusta ningún descapotable.

J
Javier

Un capricho es un Mini normal. Esto está al alcance solo de gente con un líder adquisitivo muy muy alto. Dicho esto, no me gusta ningún descapotable.

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