El Mini Countryman vuelve a estar disponible en los concesionarios de la marca desde julio y a día de hoy también su variante más deportiva, el John Cooper Works Countryman. La firma dota a este SUV compacto del motor más potente en sus 60 años de historia. Una mecánica que rinde 306 CV unida a un cambio automático de serie y tracción a las cuatro ruedas que está disponible desde 48.800 euros. Es el mismo propulsor que probó Joan Dalmau en esta presentación en vídeo del Mini John Cooper Works Clubman.
El nuevo JCW Countryman no presenta modificaciones estéticas respecto al modelo anterior y Juan Carlos Grande ya nos explicó todo al detalle en la presentación del Mini John Cooper Works Countryman. Se diferencia rápidamente de su versión ‘al uso’ gracias a su paragolpes específico y las tomas de aire de mayor tamaño para refrigerar motor y frenos. En su parrilla en diseño panel de abeja podemos ver un bordeado rojo pero sobre todo su logotipo JCW. Las llantas de serie son de 18 pulgadas y opcionalmente las hay en 19 pulgadas.
La personalización sigue siendo punta de lanza en esta ocasión. Eso sí, lo más destacable se encuentra en su zaga y son las dos salidas de escape de 85 milímetros de diámetro que prometen y cumplen con un sonido electrizante. Las normativas hacen que esté a años luz de esa estridente melodía a la que nos tenían acostumbrados pero es de lo mejor que he escuchado últimamente.
El interior sigue destacando por su diseño deportivo pero cuidado, sin pasarse de la raya. Estamos ante un SUV premium y su cliente está muy alejado del típico hothatch o compacto deportivo exagerado y ‘cañero’, quiere un coche para el día a día al que poder sacarle algo de jugo. Lo mejor son, sin duda, los asientos semibaquets que consiguen un buen agarre pero también un diseño a la altura de su esencia británica.
Sus medidas se conservan así que mide 4,30 metros de longitud por 1,82 de anchura y 1,56 de altura con una batalla de 2,67 metros. Como ya sucedía en el modelo anterior, de menor potencia, al ganar distancia entre ejes las plazas traseras son destacables por su confort pero también el espacio para piernas y distancia hasta el techo. El maletero conserva los 450 litros de capacidad.
Antes de pasar a lo realmente novedoso en esta nueva hornada de Mini John Cooper Works Countryman vale la pena hacer un parón en su equipamiento tecnológico. Este SUV compacto deportivo llega de serie con faros LED, arranque confort, modos de conducción MINI, pantalla multifunción de 6,5 pulgadas táctil, sistema de navegación y cámara de visión trasera. De manera opcional puedes apostar por la pantalla de mayor tamaño (8,8 pulgadas) con el sistema Connected Navigation Plus, Asistente Personal y compatibilidad con Apple CarPlay.
Lo cierto es que ya podría llegar cargado hasta los topes de gadgets tecnológicos, deja de importar cuando enciendes su motor y pones en marcha su verdadero carisma. La firma nos citó en el Circuito de Monteblanco (Huelva), una pista de 5.600m de longitud total que cuenta con una de las rectas más largas de nuestro país con 960m de recorrido. El trazado en sí es bastante amplio con 13m de lado a lado y una pendiente máxima de 4,4% que supone alguna curva con cambio de rasante a ciegas. Una maravilla de circuito que pudimos explimir con el Mini John Cooper Works Countryman pese a la lluvia.
El motor más potente
Toca ponerse a los mandos del nuevo Mini John Cooper Works Countryman pero antes hagamos un repaso al porqué de su singularidad: monta el motor más potente de Mini. Es el mismo que se esconde bajo el capó del recién desvelado Mini John Cooper Works GP pero ese promete ser otra historia. Se trata del cuatro cilindros y 2.0 litros del Mini Cooper S Countryman (prueba en vídeo en este enlace) pero con alguna que otra mejora.
Este nuevo propulsor cuenta con un cigüeñal modificado y reforzado, un cojinete de bancada con una con una sección transversal ampliada, pistones y bielas específicos y un amortiguador de vibraciones nuevo. También le han montado un turbo nuevo y más grande, lo que reduce la relación de compresión a 9,5:1 (frente a 10,2:1 de antes) y sitúa la inyección directa a una presión mayor (350 bares). Tanto el sistema de admisión como de escape es diferente así como su refrigeración, que se compone de dos radiadores, vaso de expansión más grande y un ventilador más potente.
Todos estos datos mecánicos y técnicos se traducen en una potencia de nada más y nada menos que 306 CV. Eso supone 81 CV más que el modelo John Cooper Works Countryman anterior y lejos de toda la palabrería, es lo realmente importante. Pero no lo único. Su par máximo de 450 Nm está disponible desde las 1.750 hasta las 4.500 rpm, lo que se traduce en una entrega de potencia muy lineal y buenas recuperaciones. Alcanzas su potencia máxima entre las 5.000 y 6.250 revoluciones por lo que da la impresión de tener jugo en todo momento. Un detalle importante si estás intentando seguir la estela del piloto Lucas Ordoñez, instructor de lujo durante la presentación.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Este bloque del nuevo del Mini John Cooper Works Countryman va unido a una caja de cambios automática de 8 velocidades, un cambio sublime en su uso diario y que en el Circuito de Monteblanco se colgó la medalla por su efectividad y velocidad. Al entrar en el trazado en Modo Sport activamos rápidamente el control manual mediante las levas tras el volante y el ascenso de marcha era imperceptible si no fuera por el sonido. Al bajar sí aparecía cierta brusquedad pero apuesto que desaparecerá casi por completo en un uso por carretera abierta. No puedo hablar sobre las marchas más elevadas pero puedes saber más en este vídeo del John Cooper Works Clubman, modelo que comparte motor y casi idénticas prestaciones.
Pegado al suelo
La lluvia amenazaba con estropearnos los momentos de diversión en circuito pero la tracción total del Mini John Cooper Works Countryman sacó su mejor cara. ¿Lo habríamos pasado mejor sin la superficie húmeda? Por supuesto, pero no habríamos podido valorar realmente este sistema denominado All4 y la ayuda inconmensurable del diferencial autoblocante delantero integrado. Este último genera un efecto bloqueo de hasta el 39% y está conectado con el DSC (Control de estabilidad).
Si a esto le sumas una tracción total inteligente (también conectada al DSC) hace que el paso por curva sea cosa de niños, incluso en condiciones adversas. Gracias a estas “asistencias” la potencia se dirigirá de forma habitual al tren delantero pero en caso de pérdida de agarre se transferirá a las ruedas traseras en lo que tu parpadeas. Al volante solo puedes sorprenderte por lo aplomado de su comportamiento, sin balanceos típicos de estos modelos y con una transmisión de sensaciones muy buena. Algo en lo que también ayuda haber rebajado en 10 milímetros su altura respecto al suelo y la suspensión deportiva de serie (opcionalmente adaptativa)
No es el mejor en circuito
El sistema de frenos con discos de 360x30 milímetros adelante y 330x20 atrás con pinzass de 4 pistones es más que suficiente para parar sus más de 1,6 toneladas. Incluso en las condiciones de lluvia se mostraron de lo más eficaces pero tampoco fue el mejor día para ponerlos a prueba. Como todo el coche en sí, más que suficiente para unos tramos de montaña, el que es su hábitat natural y su mejor entorno.
Las prestaciones del Countryman John Cooper Works también te hacen pensar en un circuito. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos (1,4 s más rápido que el anterior) y su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Es deportivo sí, corre (y mucho) sin ser una bestia incontrolable gracias al gran trabajo en su chasis. Su conjunto es excelente pero pese a todas las bondades y las buenas vibraciones que ofrece el Mini John Cooper Works Countryman, no es un coche para Track Days.
La firma lo sabe, es más, lo ha buscado. Esta variante deportiva conquista a su cliente por su sensatez y su saber estar. De ahí que los escapes suenen mucho más en modo Sport gracias a la apertura de las válvulas en la trompeta izquierda. También se ayuda de los altavoces y eso hace que la sensación al conducir sea… sublime. El Countryman debe ofrecer a partes iguales diversión y usabilidad, un mix que no se le puede negar pese a perder esa garra de los John Cooper Works de antes.
Estamos ante un SUV premium que entra por los ojos por su estética singular y que conquista por su comportamiento dinámico. Está alejado de los cánones habituales por lo que es complicado buscarle rivales directos como podrían ser el Audi SQ2 o el BMW X2 M35i, más caros pero también más deportivos. Su precio de 48.800 euros sin extras es, de lejos, lo que más le perjudicará y lo mantendrá, seguramente, en un perfil de ventas bajo pero de clientes con buen gusto y algo exquisitos.
Este comentario ha sido eliminado.