Mejor, si cabe
Que el 370Z es un biplaza deportivo de pura raza no es ningún secreto. Que además tiene una estética muy atractiva y unas buenas prestaciones, tampoco. Así que si a eso le añadimos más potencia, suspensión más firmes y una imagen personalizada, estaremos frente a un deportivo espectacular: el 370Z Nismo.
Y en Coches.net hemos tenido la suerte de poder probar para vosotros lo que significa el segundo trabajo del prestigioso preparador japonés en Europa, después de presentar el Juke. Igual que ocurrió con aquél, los técnicos de Nismo no han querido introducir cambios radicales en el biplaza de Nissan, pero sí una evolución que mejora sus prestaciones sin que el coche sufra transformaciones exageradas aunque los cambios que recibe lo hacen aún más atractivo y eficaz.
Pocos cambios pero buenos
De este modo, el 370 Z Nismo conserva el mismo propulsor 3.7 de 6 cilindros en V y la misma caja de cambios manual de seis relaciones -no hay automática para esta preparación ni carrocería roadster-, pero con una potencia de 344 cv en vez de los 328 cv del Z. Con ello se ha ganado en respuesta a partir de medio régimen y se mejora el 0-100 km/h que ahora los realiza en 5,2 segundos. Como era de esperar los apartados de chasis y suspensiones también han sufrido mejoras que le confieren un comportamiento dinámico aún más efectivo.
Los ingenieros de NIsmo han retocado el chasis, han reducido la altura y lo han dotado de barras de refuerzo para aumentar la rigidez de la carrocería. Asimismo, la suspensión se ha endurecido para que el coche sea más efectivo en un uso deportivo y se adapte mejor a una conducción al límite, incluso en circuito.
Los frenos también han sido mejorados y adoptan unos latiguillos más rígidos y el líquido de frenos de alto rendimiento del GT-R. Como puede verse, todas las evoluciones van encaminadas a una mejor respuesta deportiva y a una mayor seguridad.
La aerodinámica ha evolucionado gracias al splitter delantero, que mejora los flujos de aire bajo el coche y que forma arte de su renovado frontal pero, sobre todo, es el nuevo alerón trasero el que ahora toma mayor protagonismo en la estética y el que realiza mayor trabajo. Los faldones laterales dan paso a la zaga que se completa con un nuevo difusor -que alberga las dos salidas de escape- y un amplio parachoques de nuevo diseño.
A nivel únicamente estético el 370Z del preparador japonés presenta la tradicional línea roja Nismo visible en el frontal, en la trasera y en los retrovisores. No cabe ninguna dudad que el 370 Z no pasa desapercibido pero aún menos con las exclusivas y ligeras llantas Rays de 19” pulgadas que monta esta versión Nismo y que dejan ver las grandes pinzas de freno pintadas en rojo.
Interior y equipamiento
El habitáculo no ofrece ninguna dudad de qué clase de coche vamos a conducir y sus dos únicas plazas lo demuestran. Aunque no hay muchos cambios respecto a la versión de serie, en el 370Z Nismo el volante está tapizado en Alcántara con una marca en el centro de color rojo inspirada en la competición. Los asientos deportivos eléctricos, con costuras en rojo, son de un tejido exclusivo e incorporan el logo Nismo. El toque final es una plaqueta numerada que añade exclusividad a cada unidad.
Por lo demás pocas diferencias respecto al 370Z, por no decir ninguna. La posición de conducción es, como en el Z, radical con el asiento bastante bajo y con las piernas estiradas para accionar los pedales. En nuestra opinión no es muy cómodo pero, que quieres, ¡es un deportivo! De todos modos, si el volante se pudiera regular en profundidad la posición mejoraría.
Instrumentación y salpicadero -que mantiene los buenos acabado y unos correctos ajustes-, no cambian. No faltan tampoco la pantalla TFT de 7 pulgadas, situada sobre los botones de control, mandos de audio y climatizador, ni los tres relojes orientados al conductor en el salpicadero que nos informan de la hora, la temperatura de aceite y voltaje de la batería. En la parte baja de la consola central encontraremos la corta y bien situada palanca de cambios, el hueco portaobjetos y el freno de mano. El maletero, con sus 235 litros, es algo justo.
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En lo que se refiere a opciones, Nissan no se ha complicado mucho ya que esta preparación no ofrece ninguna. Pero eso no significa que no esté bien equipado. Dispone airbags frontales, de cabeza y laterales, ABS, control de estabilidad, de tracción, diferencial de deslizamiento limitado VLSD, distribución electrónica de frenado EBD, asistencia de arranque en pendiente y cámara trasera.
También de serie ofrece faros de xenón, luces diurnas LED y el sistema Synchro Rev Control, que ajusta las revoluciones del motor a la hora de reducir. A nivel de confort dispone de entrada y arranque sin llave, asientos deportivos con ajuste eléctrico y calefacción, navegador 3D con pantalla táctil, climatizador, sensores de faros y de lluvia, conexión Bluetooth, USB, radio CD MP3 y cargador de 6 CD. En lo que respecta a los colores, únicamente se puede adquirir en color Blanco Perlado o Negro Diamante.
Lo mejor de todo: en marcha
Creo que ninguno de vosotros se sorprenderá con el resultado de esta prueba, como no lo hicimos nosotros. Y es lógico porque si partimos de un coche que ya sabemos que va francamente bien y le añadimos mejoras, es complicado que el resultado no sea buenísimo. Lo cierto es que el Nismo no destaca espectacularmente en nada respecto a la versión original, pero mejora en casi todo.
Donde no cambia es por ciudad. Ahí, la buena respuesta del motor a bajo régimen se mantiene intacta, permitiéndonos conducir relajadamente en marchas largas a muy pocas rpm, pero también la falta de visibilidad, la incomodidad para entrar y salir y la posición de conducción demasiado baja para callejear. Así que mejor nos vamos a la carretera.
Igual que ocurre con la versión sin preparación japonesa, nuestro protagonista es extraordinario en carretera y, si es revirada, mejor. En este tipo de vías el Nismo es preciso, estable, transmite una sensación de aplomo tremenda -aunque por el contrario no se siente ligero-, y el motor juega un papel definitivo al ofrecer una buena respuesta a muy bajas vueltas. En zonas rápidas es tremendamente estable -la suspensión más firme del Nismo colabora a ello- y, pese a que no se trata de un coche ágil, enlazar curvas semi rápidas aprovechando la respuesta del motor y su estabilidad es un placer. Hagamos lo que hagamos por carretera no tendremos ningún problema con los frenos. En este apartado el Nismo mantiene el buen nivel. Los consumos no son bajos pero tampoco exagerados. Nissan habla de 10,6 litros de media, nosotros pasamos sobradamente de los 11 litros y de 15 en ciudad.
¡A correr!
No pudimos resistirnos a probarlo en el circuito de Can Padró para ver cuánto mejora en una pista respecto a su hermano. Cuando realizamos la prueba del 370 Z 2013 dijimos que “la suspensión es dura pero no extrema. No "de circuito", para entendernos”. Y en ese aspecto la preparación japonesa lo ha hecho mejorar, aunque todavía admitiría “algo más”.
Ahora la entrada al viraje es aún más directa y precisa, en curvas rápidas mejora su ya buena estabilidad, pero en los cambios de apoyo y zonas lentas el morro “pesa demasiado” y, aunque ha mejorado, todavía iría mejor con un tarado más duro. El subviraje ha disminuido respecto al 370Z pero no ha desaparecido. Pese a todo, hay que aclarar que estamos hablando de una conducción muy al límite y en circuito. Ya lo hemos dicho. Por carretera es fantástico. Como fantástico es el motor con el aumento de potencia hasta los 344 cv y su mejorada respuesta, especialmente a partir de 4.000 rpm.
Ahora se estira más, es más “vivo” arriba y en la zona alta del cuentavueltas el coche “corre de verdad”. Tiene respuesta desde prácticamente 1.000 rpm pero el “transito” de 2.000 rpm hasta las 4.000 rpm, es un poco lento. -siempre hablando en circuito buscando el máximo-. En la vuelta cronometrada que realizamos, el 370Z Nismo paró el crono en 1.33.6. Un buen tiempo teniendo en cuenta el extremo calor que hizo durante la jornada de pruebas. Frenos perfectos -incluso con tanto calor- y sensaciones buenísimas como las que se tienen al conducir un auténtico deportivo.
Buena opción
Nissan, en colaboración con Nismo, ha mejorado un producto ya buenísimo. Los cambios no son radicales, pero en marcha, se notan cada uno de ellos y consiguen que el Nismo sea, en general, un poco más eficaz en cualquier tipo de carretera o circuito. Los 57.950 € que cuesta es una cifra elevada para los tiempos que corren para “los mortales”, pero no lo es si la comparamos con la competencia. Sin duda en una buena opción para aquellos quieran y puedan disfrutar de un deportivo biplaza de grandes prestaciones, atractiva imagen y que, pese a los controles de seguridad, transmite sensaciones y te deja disfrutar de la conducción. Y eso, no se puede decir de todos los coches…
Tengo un 350 y es lo mejor me encanta. El 370 será impresionante. la saga z me encanta