Nissan ha anunciado esta mañana el cierre de las tres plantas que tiene en la provincia de Barcelona: la principal de la Zona Franca y las auxiliares de Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca. La decisión d ela multinacional japonesa, calificada de irreversible por el Presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, obedece a la implementación de una nueva estrategia global dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi (en este enlace te explicamos en que consiste esta nueva estrategia).
La decisión de la marcha de Nissan de España supone la destrucción de 3.000 empleos directos y cerca de 20.000 indirectos en la provincia de Barcelona. Desde el 4 de mayo los trabajadores de la planta de Montcada estaban en huelga indefinida, lo que había paralizado la producción en las otras dos plantas. En una conferencia de prensa a media mañana en la que explicó los planes de futuro de la compañía, que ha cerrado con pérdidas su año fiscal, Makoto Uchida Presidente y CEO de Nissan ha ratificado su decisión de cerrar la planta de Barcelona.
La decisión de Mercedes-Benz, comunicada en el mes de enero, de cesar la producción de su pick-up Mercedes-Benz Clase X, que se fabricaba en la planta barcelonesa junto a su gemelo, elNissan Navara,dejó a la planta sin el 50% de su producción. De este modo, la planta, que ya estaba trabajando a un 30% de su capacidad, se convertía en inviable. Frank Torres, que ha sido nombrado como gestor del cierre, ha asegurado hoy que "mantener la planta no es viable ni tan siquiera en el caso de que se hubiera asignado un modelo nuevo puesto que la inversión necesaria para ello era imposible de asumir por parte de la empresa con la nueva estrategia anunciada ayer". Torres, que ya había sido director general de Nissan Iberia, estaba trabajando en la filial rusa de la marca y ha vuelto a España para pilotar el cierre de la fábrica.
Nissan ha anunciado que las otras dos plantas que tiene en España, la de Ávila y la de Santander, que trabajan para las fábricas españolas de Renault, no están afectadas por esta decisión.
Reacciones de administraciones y sindicatos
Mientras los trabajadores de Nissan iniciaban manifestaciones y acciones de protesta esta mañana en Barcelona, con cortes de carreteras y quema de neumáticos, los responsables sindicales acusaban a la multinacional y a las instituciones del cierre de la empresa. Pepe Álvarez, de UGT, señaló, después de criticar a las administraciones públicas por su papel en el conflicto, que es imprescindible un pacto de estado para la industria del automóvil similar a los que se han firmado en otros países para proteger las fábricas españolas y evitar que el caso de Nissan se reproduzca en otras plantas de otros grupos multinacionales.
El Gobierno español que ha cifrado en unos 1.000 millones de euros el coste que tendrá para Nissan abandonar Barcelona, ha advertido por boca de la ministra Reyes Maroto que si el cierre se confirma, los daños en imagen y reputación de la marca Nissan pueden ser muy elevados. El Gobierno elaboró junto con la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de la Zona Franca un plan de viabilidad que no ha resultado efectivo. La Generalitat ha anunciado hoy que creará una Oficina Técnica para tratar el tema y buscar una viabilidad para la fábrica,
Casi 100 años de historia
Los orígenes de esa fábrica que hoy cierra sus puertas se remontan al año 1923, cuando la producción del Ford T se trasladó de Cádiz a una nave de la Avenida Icaria de Barcelona. En 1929 aquella planta de producción cambió de razón social y pasó a llamarse Ford Motor Ibérica S.A.
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Poco antes de la Guerra Civil Española se fabricaban cerca de 8.000 vehículos entre coches y camiones al año en la que se considera como la primera cadena de producción de coches en serie de la historia de España. Debido a la contienda bélica la producción se interrumpió en numerosas ocasiones y la escasez de componentes complicó mucho su existencia.
Después de la guerra, la entonces Ford Motor Ibérica, ganó un concurso para la producción de vehículos agrícolas. Así en 1954 la compañía fue nacionalizada para pasar a ser Motor Ibérica S.A. con el objetivo de producir tractores bajo la marca Ebro.
Tras la marcha de Ford, la marca de tractores Massey-Ferguson entró como accionista de Motor Ibérica S.A., entonces se dejaron de producir tractores Ebro, en pro de los Massey-Ferguson.
En 1967 se trasladó la producción a la Zona Franca de Barcelona. Al mismo tiempo se compraron las empresas AISA, Avia, Braud et Facheux, Perkins y Viasa; de modo que todos los vehículos que estas comercializaban pasaron a ser entonces modelos Ebro.
Massey-Ferguson vendió el 36% que tenía sobre Motor Ibérica a Nissan Motor Company en 1979. Dos años después se inició la producción del popular 4X4 Nissan Patrol y del vehículo industrial ligero Nissan Vanette. Ebro terminó feneciendo en 1987 cuando la razón social cambió definitivamente a Nissan Motor Ibérica S.A.
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