Un Micra más grande y más ambicioso
Nissan ha cambiado radicalmente tanto el planteamiento como el posicionamiento en el mercado del Micra. Hasta ahora, en las cuatro generaciones precedentes de las que la primera sólo llegó a venderse en Canarias dentro del territorio nacional, se había apostado por un coche más pequeño que los principales modelos del segmento B, con un diseño muy redondeado y calificado por la propia marca como muy femenino.
La idea de “coche de chicas” asociada al Micra se mantuvo incluso en la generación precedente en que Nissan intentó fabricar un coche a escala mundial, que llegó a vender en 160 países en todo el mundo pero que fue un relativo fracaso en Europa donde ni sus contenidas dimensiones ni su sencillez formal y de equipamiento ni su diseño anodino sedujeron al público.
Con esta nueva generación cambia por completo el enfoque. El nuevo Micra es un coche 100% del segmento B. Más grande, más equipado, con posibilidades de personalizarlo y con un diseño pensado para seducir a los clientes europeos. La marca anuncia un objetivo ambicioso que no es otro que alcanzar un puesto entre los diez modelos más vendidos de un segmento en el que están presentes todas las marcas y donde este año se esperan un buen puñado de novedades puesto que al recién llegado Citroën C3 se añadirán, a corto plazo, un nuevo Ford Fiesta, ya presentado, un nuevo Seat Ibiza y un nuevo Volkswagen Polo.
Con la llegada de este Micra, Nissan varía además su política en el segmento. El anterior Micra, a medio camino entre un segmento A y un segmento B desaparece y lo hace también el Note, un coche que, aunque Nissan intentó desmentirlo, era un pequeño monovolumen, un tipo de coche en fase de eliminación en el mercado. La apuesta de la marca, por tanto, se concretará a partir de ahora en dos modelos; Micra y Juke, este última con una vida de un año más antes de su relevo por un modelo completamente nuevo inspirado en el concept car Gripz.
Adiós a la burbujita con ruedas
El diseño del coche es muy actual y elimina completamente la forma de burbuja que tenían los Micra anteriores. Combina algunos de los rasgos típicos de Nissan como la parrilla con un adorno en V que tiene continuidad en las líneas del capó o los pilotos traseros en forma de boomerang con algunos elementos de diseño de los que están actualmente de moda como los protectores en los bajos de las puertas, el techo flotante, un efecto óptico que se consigue a base de pintar de negro el montante trasero o la absurda manía de camuflar en el montante posterior la manecilla de la puerta trasera, un recurso que, estética al margen, no tiene ninguna razón de ser y no hace sino complicar el acceso de los niños a la parte trasera ya que ese tirador, tan arriba y en vertical, les resulta muy difícil de utilizar.
Como es habitual en los modelos actuales de este segmento, el Micra es un coche personalizable. Ofrece, de entrada, y desde el tercer nivel de equipamiento de los cinco disponibles (Acenta), un habitáculo en acabado bitono. La marca ha elegido el azul y el naranja como colores de contraste para la tapicería y las inserciones en salpicadero y puertas en las versiones Acenta y N-Connecta y, en el caso de los más lujosos Tekna, un color granate para combinar con la tapicería de cuero negra.
En el exterior, se ofrecen detalles de color en los parachoques delanteros y traseros y en los protectores laterales (naranja, plata y negro), en las llantas, que además pueden ser de diferentes colores y en las carcasas de los retrovisores. Además, hay disponibles una serie de stickers para el capó y el techo y Nissan ha apostado por una gama de colores con algunos tonos muy alegres y juveniles.
Mucho más grande
A nivel de cotas exteriores, el coche ha crecido notablemente en relación a la generación anterior. Ahora mide 4 metros exactos (+16 cm respecto al Micra anterior) por 1,73 de ancho (+8 cm) y 1,45 de alto (-6 cm) lo que le convierte en uno de los más anchos y más bajos del segmento. La acusada línea de caída del techo, muy a la moda para dar al modelo un aspecto cupé enfatizado por el tirador escondido tiene, como veremos, un efecto no deseado en el habitáculo.
La parte delantera del interior del Micra es muy satisfactoria. El diseño es limpio y ordenado, la mayoría de mandos están en su sitio, con los del control de crucero y los del audio y el teléfono en el volante, los de la climatización en la consola y los de desconexión de algunos elementos como el aviso de cambio de carril a la izquierda del conductor.
La instrumentación es completa y cuenta, desde el acabado Acenta, con una pantalla a color TFT de 5 pulgadas y media para el ordenador de a bordo y para la conexión y desconexión de las ayudas a la conducción. Desde el mismo acabado Acenta es también de serie la pantalla central de 7 pulgadas del sistema Nissan Connect, más grande que las de modelos como el Note anterior o el Qashqai.
La conectividad ha sido uno de los aspectos más cuidados. El navegador es de serie desde el acabado N-Connecta, existe la posibilidad de encargar un equipo de sonido desarrollado por Bose en exclusiva para el Micra que incluye un altavoz en el reposacabezas del asiento del conductor y es posible utilizar el sistema mirror link aunque, de momento, sólo para teléfonos Apple. La compatibilidad con los Android, de todas maneras, no tardará en llegar.
Por lo que se refiere a la calidad, nada que ver con el anterior Micra. El ensamblado es muy correcto y la calidad de materiales está a la altura de los mejores modelos del segmento. Los plásticos de la parte superior del salpicadero son blandos, hay un acolchado en el lateral de la consola central para apoyar la rodilla desde el acabado Acenta y la sensación de calidad en el manejo de los mandos es muy elevada.
Además, se dispone de buenos ajustes de volante y asiento y de regulación en altura del cinturón de seguridad. Y, finalmente, hay bastantes huecos para dejar pequeños objetos y una guantera de buena capacidad aunque con una tapa de plástico algo tosco. Lo único que echamos de menos fue el elevalunas secuencial del acompañante ya que sólo el del conductor abre y cierra con un único impulso.
Plazas traseras mejorables
Todo lo bueno que tiene el coche delante lo tiene de malo detrás. De entrada, se accede por unas puertas relativamente pequeñas, que abren poco y que hay que abrir con el mencionado tirador de marras. El hueco de acceso, además, tiene un corte en caída en la parte del techo de manera que hay que tener cuidado de no golpear con la cabeza al entrar.
Una vez dentro, el Micra es de los coches menos amplios del segmento. En anchura es un cuatro plazas, como el resto de sus rivales ya que la banqueta es estrecha para tres pero, además, tiene poca altura libre al techo (yo, que mido 1,69 metros, raspaba el techo) y poca distancia entre filas pero es que, además, estas plazas tienen pocos huecos para dejar objetos (sólo hay un cajetín con un portabotellas en el centro y una bolsa tras el asiento del acompañante pero no hay huecos en las puertas) y, sobre todo, no hay disponibilidad de elevalunas traseros y hay que recurrir a manivelas para subir y bajar el cristal lo que impide bloquearlo cuando llevamos niños detrás. Finalmente, la situación de la manecilla exterior en el montante hace que este quite espacio al cristal de la ventanilla lo que limita un poco la visibilidad hacia fuera.
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En el maletero volvemos a tener buenas sensaciones. La capacidad es de 300 litros, en la media del segmento, las formas son muy regulares y el equipamiento es correcto con una bandeja rígida que encaja en la base sin enganches de ningún tipo lo que evitará que, a la larga, estos se rompan y quede la bandeja suelta como sucede en otros coches. El maletero no tiene doble fondo y debajo hay hueco para una rueda de recambio, incluso de dimensiones normales pero Nissan ya ha advertido que, de serie llevará kit reparapinchazos y que opcionalmente ofrecerá una rueda de recambio de emergencia.
Tres motores de salida
La gama inicial estará compuesta por tres mecánicas, dos de gasolina y una diésel. En el primer apartado hay un motor atmosférico de 73 CV y otro turboalimentado de 90, los dos de tres cilindros. En el campo diésel, la opción única es el 1.5 dCi de Renault de 90 CV. En los tres casos, se asocia el motor con una caja de cambios de cinco marchas aunque a finales de este mismo año se lanzarán versiones automáticas y Nissan habla de más motores en el futuro aunque sin especificar cuáles. Lo lógico sería que el motor 1.2 TCE de 130 CV y el 1.5 dCi de 115 completaran la gama próximamente con cajas de cambios de seis relaciones.
Probamos el motor 0.9 de 90 CV de gasolina, que ya conocíamos del Renault Clio (en este enlace tenemos una prueba comparativa con el Clio con este motor) por lo que el antiguo propulsor del Micra a compresor desaparece y la verdad es que nos gustó bastante. Es un motor con una respuesta alegre y que sube bien de vueltas y además, estira hasta 6.000 rpm. Con un cambio bien escalonado, permite una conducción dinámica o tranquila, a voluntad del conductor, siempre con una buena respuesta.
Este propulsor de gasolina no es un motor de altas prestaciones pero será más que suficiente para la gran mayoría de clientes de este coche y permitirá prescindir del motor de 73 CV atmosférico que no pudimos probar pero que se quedará, sin duda corto para un coche de este tipo en un uso extra-urbano. Con el motor de un litro, obtuvimos un consumo de casi 9 litros el primer día de pruebas aunque es cierto que apuramos sus posibilidades en muchos momentos y que, cuando se graba un video como hicimos nosotros, se recurre a marchas cortas y aceleraciones constantes para pasar y repasar ante la cámara. En el segundo día de pruebas llegamos, sacamos un consumo de 6,3 litros sin hacer nada especial para rebajarlo de manera que creo que, en zonas no urbanas, puede bajarse de seis litros con facilidad y que en un uso mixto, estará sobre 7 litros a los 100.
El motor diésel estaba disponible también pero no lo probamos. Se trata, no obstante, de un motor conocido que encaja perfectamente con la filosofía del Micra y que tendrá en el consumo su principal aliciente respecto al gasolina ya que el precio de salida es superior. Nissan anuncia un consumo combinado para este motor de 3,2 l/100 km y de 4,4 l/100 km para el gasolina.
Plataforma propia
La plataforma de este Micra es 100% Nissan, es decir, no es la del Renault Clio. Se trata de una evolución de la que utilizaban el Micra anterior y el Note pero muy mejorada en todos los aspectos. Está mucho mejor aislada, genera muy pocas vibraciones, elimina casi por completo el ruido del motor salvo cuando lo revolucionamos al máximo y facilita que se saque todo el provecho a la mecánica.
El Micra dispone del sistema de control de trazada estrenado en el Qashqai que frena las ruedas interiores en las curvas para eliminar el subviraje y mejorar la estabilidad y la actitud del coche en curva, realmente muy buena. También dispone de un sistema de control de los movimientos de la carrocería en los baches. Combinado con una suspensión confortable pero muy eficaz, el Micra ofrece una de las mejores dinámicas de conducción del segmento y mejora de manera notable el comportamiento de su antecesor. En definitiva, que hay chasis para plantear una versión Nismo desde ya.
En carretera nos gustó mucho tanto el comportamiento de la suspensión como la dirección, que es muy directa y muy precisa -el control de trazada colabora a ello con sutiles intervenciones en el freno- y el único problema es justamente la frenada, buena en condiciones normales pero justa en cuando se busca mantener un ritmo elevado ya que se añade al uso habitual de los frenos el que hace por si mismo el sistema de control.
Nissan venderá el coche en cinco acabados: Visia, con una previsión de ventas casi nula ya que no lleva aire acondicionado, Visia+, con aire acondicionado y Bluetooth, Acenta, con llantas de aleación, faros antiniebla, control de crucero, pantalla de 7 pulgadas y tapicería bitono, N-Connecta, con sensor de lluvia, acceso sin llave y navegador y Tekna con llantas de 17 pulgadas, cámara de 360 grados, sistema de audio Bose y numerosas ayudas a la conducción como el aviso de cambio de carril con una sutil inercia para mantener el coche dentro del mismo operada a través de los frenos y sin intervención en la dirección, aviso de peligro de colisión con detector de peatones, reconocimiento de señales, cambio automático de luces cortas a largas y control de ángulo muerto.
El Micra está ya disponible en la red de concesionarios de Nissan donde ya se puede pedir. La marca ha planteado una oferta de lanzamiento de 140 euros al mes durante cuatro años con una entrada de menos de 3.000 euros para la versión N-Connecta de 90 CV de gasolina. Los precios de tarifa son los que siguen aunque todos estarán sometidos a los correspondientes descuentos que varían en función de la versión.
Precios: Nissan Micra 1.0 73 CV Visia: 13.500 € Nissan Micra 1.0 73 CV Visia+: 15.000 € Nissan Micra 1.0 73 CV Acenta: 15.900 € Nissan Micra IG-T 90 CV Visia+: 16.100 € Nissan Micra IG-T 90 CV Acenta: 17.000 € Nissan Micra IG-T 90 CV N-Connecta: 17.600 € Nissan Micra IG-T 90 CV Tekna: 18.900 € Nissan Micra 1.5 dCi 90 CV Visia+: 17.800 € Nissan Micra 1.5 dCi 90 CV Acenta: 18.700 € Nissan Micra 1.5 dCi 90 CV N-Connecta: 19.300 € Nissan Micra 1.5 dCi 90 CV Tekna: 20.600 €
La marca ha previsto numerosas opciones a precios competitivos. Por ejemplo, los faros de LED completos para los N-Connecta y Tekna cuesta 350 euros y el paquete de navegador, cámara de retrovisión y equipo Bose para los Acenta cuesta 650 euros. La tapicería de piel para los Tekna con asientos calefactables se factura a 1.150 euros y la pintura metalizada vale 420 euros.
Por lo que respecta a la personalización, los interiores en color azul, naranja o granate (éste sólo para los Tekna) cuestan 350 o 400 euros y los paquetes exteriores 350 o 700 si se incluyen las llantas. Los vinilos laterales cuestan 250 euros y los de capó y techo 300 o 400 dependiendo del tamaño.
Los paquetes de seguridad para los Visia y Visia+ (sistema anti-colisión, cambio de luces cortas/largas, avios de cambio de carril, faros antiniebla y sensor de lluvia) cuestan 500 euros y los disponibles para N-Connecta y Tekna con reconocimiento de señales, se facturan al mismo precio. El paquete 360 con cámara periférica, control de ángulo muerto, detector de movimiento, sensores de aparcamiento traseros y equipo Bose para los N-Connecta cuesta 800 euros.
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