Un SUV de otro mundo
Nissan empezará a vender a finales de este año en EE.UU la versión híbrida del Nissan Pathfinder, una de cuyas primeras unidades disponibles para la prensa tuve ocasión de conducir en Los Angeles, coincidiendo con la celebración del evento Nissan 360, que reunió más de un centenar de modelos que la marca japonesa vende en todo el mundo. Como puedes ver en las fotos, el Nissan Pathfinder que se vende en América nada tiene que ver, excepto el nombre, con el Pathfinder que se comercializa en Europa y que todos conocemos. El Pathfinder americano corresponde a la cuarta generación de este SUV (el que se vende en España es el que se ha estado vendiendo hasta ahora en todo el mundo, y corresponde a la tercera generación, lanzada en 2005). Su base es la misma que la del Nissan Altima, el Nissan Máxima o el Nissan Murano, y por lo tanto, tiene muy poco de todoterreno. Su carrocería es monocasco y monta suspensión independiente en las cuatro ruedas, como un turismo, aunque eso sí, su transmisión es 4x4.
El enfoque que Nissan da al Pathfinder para el mercado estadounidense es el de un coche familiar, con acabados de lujo, en el que se prioriza el confort y la habitabilidad por encima de todo. Es un coche para largos desplazamientos, un coche rutero por excelencia, con capacidad para siete plazas. Resulta ideal para circular por las anchas e inacabables autopistas norteamericanas o las carreteras de rectilíneo trazado y en ocasiones precario asfalto que abundan en EE.UU. Su tracción integral es interesante para los estadounidenses que habitan en áreas de fuertes nevadas, que buscan una garantía y una seguridad para avanzar en terrenos deslizantes que un turismo convencional no les proporciona.
Es un SUV que en Estados Unidos compite con otro de los míticos, el Toyota 4 Runner, con el que ha evolucionado de forma paralela (Toyota acaba de presentar la quinta generación de este 4x4) y por supuesto, con el Jeep Grand Cherokee, otro de los 4x4 de lujo y auténtica referencia, entre otros.
Menos cuadriforme, más aerodinámico
El atractivo estético del Nissan Pathfinder 2014 es innegable, desde mi punto de vista. Esta nueva generación ha evolucionado en sus formas, que son más modernas, menos cuadriformes que el Pathfinder de la generación anterior. Su frontal recuerda al del Nissan Murano, pero la integración de la parrilla con los faros es, en este caso, más clásica. La parrilla es de mayores dimensiones y no se prolonga hacia las ópticas, como ya es moda imperante. Visto de perfil se intuye que es un coche de grandes dimensiones: 5 metros de longitud, y 2,9 metros de batalla, cotas que son superiores a las del actual Pathfinder europeo. Sus voladizos son relativamente cortos y exhibe unos voluminosos pasos de rueda, las típicas barras de techo cromadas y protecciones en los guardabarros delantero y trasero, que delatan su naturaleza SUV. Su aspecto es atlético y musculoso, transmite rápidamente la sensación de robustez que los clientes esperan en un coche de su estilo.
La versión híbrida que hemos probado se distingue exteriormente del resto de la gama Pathfnder sólo por dos detalles: las luces LED del frontal y las ópticas traseras, y los logos Hybrid en la carrocería. En todo lo demás es idéntico a cualquier otra versión de la gama Pathfinder 2014. Comparado con el 3.5 V6 de gasolina, vemos que incluso tiene una potencia similar (250 CV, frente a los 260 CV del gasolina) y la misma capacidad del depósito de combustible, lo que le da una autonomía teórica de 846 kilómetros (gasta entre 9 y 10 l/100 km. de gasolina).
Bajo su capó hay un motor de gasolina turbo de cuatro cilindros de 2,5 litros y un motor eléctrico de 15 Kw, que trabajan en paralelo. Es decir, en este híbrido el motor térmico es el que tiene el mayor protagonismo, mientras que el motor eléctrico sólo sirve de complemento para ayudar en las aceleraciones o contribuir a reducir el consumo de combustible. A diferencia de otros híbridos, como los de Toyota o Lexus, por ejemplo, el Pathfinder Hybrid no puede circular sólo con propulsión eléctrica, siempre es el motor de gasolina el que tira del coche.
Dicho esto, es precisamente lo primero que te sorprende al subir al nuevo Pathfinder Hybrid: no parece en absoluto un híbrido. Incluso tuve que bajarme del coche para confirmar que me habían entregado la versión correcta. En este tipo de híbridos no notas en absoluto la intervención del motor eléctrico, ni la desconexión puntual del motor térmico para ahorrar combustible. El coche genera las mismas sensaciones de conducción de un gasolina convencional, pero gastando menos. Nissan ha confiado en un sistema a base de dos embragues: uno situado entre el motor térmico y el eléctrico, y otro situado entre el motor eléctrico y el cambio CVT, de tipo variador. En función de las necesidades, estos embragues van repartiendo la función de propulsar el vehículo con la mayor eficiencia posible.
Suave y lleno de par, como un V8
La palabra que define el funcionamiento de este coche es suavidad. Por un lado, el motor de gasolina es tremendamente refinado, apenas se oye, no vibra en absoluto y es potente desde bajas vueltas, ayudado por el empuje que le da el motor eléctrico. Por otro, el cambio de marchas CVT resulta ideal para rematar esta suavidad de marcha, ya que sus relaciones son ilimitadas y no existen pausas entre los distintos desarrollos utilizados. El Nissan Pathfinder es un coche que ofrece un comportamiento muy lineal, acorde con la filosofía que le impregna: confort, suavidad de marcha y placer al volante, siempre que practiques una conducción tranquila. Si avivas el ritmo de conducción, como probé en la toma de contacto, rápidamente ves que el coche no se encuentra a gusto, la carrocería balancea y se perciben bastantes inercias, fruto de su elevado peso y de unas suspensiones muy al gusto “americano”, muy mórbidas, con un tarado muy blando. Por otro lado, la dirección en este SUV es demasiado asistida, no es muy directa y da poca información al conductor.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Si Nissan decidiese lanzar este mismo modelo en Europa, es evidente que requeriría una revisión del tarado de su suspensión y de la asistencia de la dirección, como mínimo. Es algo que suele hacerse cuando se traslada un modelo americano a los gustos europeos, y el Pathfinder no sería una excepción en este sentido. Por lo demás, creo que sería un buen competidor en el segmento de los SUV Premium de gran tamaño, sobre todo teniendo en cuenta su excelente interior.
Sensación de lujo
Un primer vistazo al habitáculo ya te da una idea del cuidado que Nissan ha tenido con este coche, que busca hace la competencia a los productos más lujosos de Jeep o de Toyota, por ejemplo. La tapicería de piel de color crema que recubre el volante, el pomo de cambio y los asientos, va a juego con el color del salpicadero. En contraste con el acabado en madera de la consola central crea un ambiente muy refinado y lujoso desde el primer instante que te sientas frente al volante. El equipamiento acompaña: regulación eléctrica de asiento y columna de dirección, asientos con calefacción y refrigeración, equipo de sonido Bose con 13 altavoces, y una pantalla táctil de 8 pulgadas que da el toque tecnológico necesario en un diseño que, en general, tira a clásico.
A través de esta pantalla se maneja el navegador, el sistema de audio o la conexión a Internet (previo pago de una tarifa), entre otros sistemas. También muestra la información del sistema híbrido (básicamente cómo se reparten las tareas el motor eléctrico y el térmico) y la imagen de la cámara de visión trasera, muy útil para efectuar maniobras de estacionamiento en un coche de este tamaño.
Más abajo, a la altura del pomo del cambio (ver foto) se sitúa el dial de control de la transmisión 4x4 (que Nissan denomina All mode 4x4-i), con el que decidimos si queremos que el coche tracción del eje delantero, de los cuatro ejes con reparto de par motriz variable (función Auto) o bien de los cuatro ejes con el diferencial central bloqueado (función Lock).
Como os decía, este Pathfinder ha perdido aptitudes TT respecto al Pathfinder actual. A pesar de ello, teóricamente este Nissan es capaz de avanzar en una carretera nevada o helada, o llevarte a una pista sencilla, con ciertas garantías.
Un auténtico familiar
Pero este no es el principal argumento que va a convencer a los futuros clientes estadounidenses de este SUV. Su principal baza la tiene en la atención al detalle y su generoso espacio interior. Es un coche apto para siete pasajeros, y se ha cuidado mucho la modularidad para que el acceso a la tercera fila sea fácil. La apertura de las puertas es suficiente para poder entrar fácilmente, y las dos butacas traseras, independientes y tapizadas en piel, ofrecen un confort correcto. Bajo estas filas se ha colocado la batería, de forma que no quita espacio al maletero. Otros detalles del buen equipamiento escogido son el portón trasero eléctrico y con memoria de posición, el techo solar panorámico, la calefacción en los asientos traseros o el sistema de entretenimiento DVD, también para los pasajeros de las plazas traseras.
Como veis, el Nissan Pathfinder 2014 para Estados Unidos se sitúa en una posición dentro del segmento de los SUV's de gran tamaño muy Premium. Se dirige a clientes que buscan un todocamino de estilo familiar, con un nivel de equipamiento y acabados de lujo. Esta versión híbrida, además, quiere atraer el reducido pero creciente grupo de norteamericanos que buscan un coche grande y potente, como es tradición, pero que a la vez no consuma mucho. El precio de la gasolina en EE.UU ya no es el que era, aunque todavía sigue siendo más barato que en Europa. Lo que no cambia es el precio de los coches, sorprendente en un SUV del estilo del Pathfinder: se calcula que costará en EE.UU. entre 37.000 y 40.000 dólares (unos 30.000 euros), prácticamente la mitad de lo que costaría en Europa.
El comentario adjunto es una Pathfinder 2014