Nissan vuelve a ofrecer coches convencionales
Nissan había destacado en los últimos años por su espíritu transgresor. Se inventó el crossover compacto de segmento C en 2007 con el Qashqai y todos sabemos lo que eso generó después en forma de éxito de ventas y explosión de rivales de todo tipo hasta la creación de un nuevo segmento. Luego, sorprendió con el Juke, un coche de diseño muy atrevido dentro del incipiente segmento B premium y, aunque menos extremados, nadie podrá decir que el Micra (un segmento B bajo casi low cost), el Note (un segmento B con formato casi de monovolumen, el X-Trail, el Murano, el 370Z y el GT-R conformen una gama de coches convencional. Por no hablar de inventos fallidos como el del Cube.
La marca, por lo tanto, se había ganado una merecida fama de innovadora y mantiene una oferta en el mercado difícil de encasillar. Con el Pulsar, sin embargo, la marca parece haber sufrido un ataque de realismo. El Nissan Pulsar es un coche compacto del segmento C, tan académico que podría haber entrado perfectamente en este reciente comparativo de coches compactos con motores diésel de entre 105 y 115 CV si ya hubiera estado en el mercado en el momento de su realización.
Estamos ante un coche de 4,38 metros de largo por 1,76 de ancho y 1,52 de alto que descansa sobre una plataforma con una distancia entre ejes de 2,70 metros, la más larga del segmento. Esto le proporciona una habitabilidad, especialmente en las plazas traseras, y un maletero que se sitúan también en la parte alta de su categoría. El espacio para las rodillas trasero es de 692 mm, según Nissan, superior en 13 cm a la media del segmento mientras que el maletero acoge 380 litros de equipaje que se pueden ampliar hasta los 1.395 abatiendo la banqueta trasera partida en proporción 60/40.
He empezado por la descripción física del habitáculo porque me parece lo más interesante del coche. Si alguien quiere un compacto -o su presupuesto no le permite irse más arriba- y lo quiere con una amplitud interior notable, el Pulsar será una de las opciones que deberá contemplar. El espacio en las plazas traseras es realmente sorprendente, con una distancia entre filas notable y con una plaza central de las más utilizables que hemos visto en este tipo de coches.
Por lo que respecta al diseño interior y a los acabados, el salpicadero se parece mucho al del Qashqai (la instrumentación con pantalla a color de 5 pulgadas entre los elementos principales y la consola central con la pantalla del sistema de navegación Connect son iguales) y los materiales parecen de buena calidad y tienen un tacto agradable. Algunos remates no parecían muy cuidados -la consola central se movía apreciablemente en nuestras dos unidades- pero los responsables de la marca nos recalcaron que se trataba de unidades de pre-serie y que en la línea de montaje se está trabajando en el acabado final del vehículo que, como sabéis se fabricará en España, en la planta de la Zona Franca de Barcelona.
Adaptado al mercado europeo
El Pulsar es un coche que ya existía. Se ha lanzado en mercados como el chino o el australiano y, en su variante de tres volúmenes, llamada Sentra, en otros como Rusia. Para Europa, se ha adaptado por completo a las exigencias del público del Viejo Continente. La plataforma utilizada es la misma que la que usa el Nissan Juke del que procede además la gama de motores y su superior tamaño es debido a las facilidades que ofrece la plataforma de ampliar la distancia entre ejes sin problemas. El Nissan Leaf eléctrico utiliza también esta misma base.
Para adaptarlo a Europa y entrar a competir en el segmento de los coches compactos de cinco puertas, el de más venta en todo el continente, el Pulsar ha recibido algunos retoques estéticos en el frontal y la trasera, nuevos motores y una puesta a punto de chasis con unas suspensiones más rígidas, una dirección más precisa y unos frenos más potentes.
Estéticamente, el coche no enamora al primer golpe de vista pero tampoco encontraremos a mucha gente a quién le disguste su aspecto. Claramente emparentado con Qashqai y X-Trail, el frontal conserva la parrilla tradicional de la marca, con unos listones en V que enmarcan el logotipo y que tienen continuidad en los pliegues del capó. Por detrás, los pilotos se asemejan también a los de su hermano crossover y con las llantas, siempre de aleación en todas las versiones, pasa un poco lo mismo.
La gama incluye dos motores, un 1.2 DIG-T de 115 CV y un diésel 1.5 dCi de origen Renault de 110 CV; exactamente los mismos que se utilizan en el Juke y en las versiones básicas del Qashqai. Como ya os contamos en la presentación del Qashqai, estos dos motores son muy diferentes entre sí. El gasolina, en nuestra opinión, se queda corto para un coche del porte del Pulsar, esencialmente por su falta de punch a bajas revoluciones.
Acoplado a una caja de cambios de seis marchas de relaciones bastante largas, es un motor que tiene un buen rendimiento una vez lanzado pero que ni acelera ni recupera como se espera de un motor de 110 CV. Sus 190 Nm a 2.000 vueltas parecen no estar ahí hasta bien pasada esa cifra. Luego, estira con regularidad hasta el corte de inyección y tiene, eso si, un funcionamiento muy suave y silencioso, algo que se complementa con un buen aislamiento de todo el vehículo, realmente sobresaliente en este apartado.
El motor de gasolina está disponible tanto con el citado cambio manual como con una caja de cambios X-Tronic, de tipo CVT. En este caso, se reduce el par máximo a 165 Nm y el consumo medio homologado, de 5,0 litros para el manual, sube una décima. No os podemos contar como va esta caja de cambios porque en la presentación no había todavía unidades y, de hecho, su comercialización se retrasará unas semanas con respecto al resto de versiones.
El motor diésel es claramente más recomendable. Tiene también una relativa pereza en baja, como el resto de diésel de este nivel de potencia, pero mucho menos apreciable que en su hermano de gasolina y, cuando empieza a acelerar lo hace con una notable fuerza y con una elasticidad también destacable. El cambio, también manual de seis marchas, se adapta como un guante al motor y, en conjunto, resulta mucho más agradable de conducir. Con este motor, el Pulsar parece otro coche, más rápido y más ágil. Como guinda del pastel, con este motor el consumo homologado baja hasta los 3,6 l/100 km y las emisiones caen por debajo de 100 gr/km de CO2 (94 en concreto).
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
En nuestra toma de contacto, el Pulsar de gasolina gastó 6,2 litros de ordenador de a bordo en un tramo de unos 80 kilómetros de carretera, con un trazado favorable (poco tráfico) pero con un par de pequeños puertos de montaña en el recorrido subidos a buen ritmo. Por lo que respecta al diésel, en un recorrido de 150 kilómetros, 35 por carretera llana y con tráfico y 115 en autopista llana a 120 de media, el consumo fue de 4,1 litros.
Más adelante -a primeros del año que viene- la gama se completará con un motor más, el 1.6 DiG-T de 190 CV de gasolina que también utiliza el Juke. Esta variante abre la puerta a una posible versión Nismo. No en balde, Nissan anunció en su momento una versión preparada por su departamento de competición de casi cada modelo de su gama.
Orientado al confort pero relativamente dinámico
El comportamiento es muy parecido al de otros compactos como el Toyota Auris, el Kia Cee'd o el Hyundai i30, por poner algunos ejemplos. Está claramente orientado al confort pero con la firmeza suficiente en los elementos elásticos de la suspensión como para que el coche no balancee en exceso. La motricidad es buena a la salida de las curvas, incluso de las más lentas acelerando fuerte y el coche se muestra muy estable, con el aplomo casi de una berlina del segmento D. Sin ser un prodigio de agilidad, muestra un cierto dinamismo pero siempre sin perder la perspectiva del confort de marcha.
La ambición de Nissan de ser la marca asiática más vendida en Europa, lo que pasa por superar a Toyota y mantener a raya a las pujantes firmas coreanas, implica ampliar su gama de productos y no fiarlo todo al dúo Qashqai-Juke ya que, además, la segunda generación del crossover medio no está teniendo un arranque tan espectacular como el de la generación anterior por el aumento de competencia, unos precios más elevados y la ausencia de la versión +2 que ahora se paliará con la llegada del X-Trail. Con esa idea se lanza este Pulsar que competirá con buenos argumentos -aunque no decisivos- en un segmento superpoblado donde el precio y el diseño son los principales motivos de compra.
Nissan anuncia precios francamente competitivos. La versión Visia de acceso a la gama con motor de gasolina costará, con Plan Pive incluido, 13.900 euros, un precio muy atractivo teniendo en cuenta el nivel de equipamiento del coche que ahora repasaremos. Antes, os doy los precios completos de la gama, en este caso sin descuentos aplicados.
PRECIOS:
Nissan Pulsar DIG-T Visia: 19.050 € Nissan Pulsar DIG-T Acenta: 20.000 € Nissan Pulsar DIG-T N-Tec: 21.700 € Nissan Pulsar DIG-T Tekna: 23.400 € Nissan Pulsar DIG-T Visia: 20.450 € Nissan Pulsar DIG-T Acenta: 21.400 € Nissan Pulsar DIG-T N-Tec: 23.100 € Nissan Pulsar DIG-T Tekna: 24.800 €
La verdad es que el acabado Visia, que en los Nissan suele ser el de acceso y está orientado a flotas, en este caso lleva casi todo lo imprescindible en un coche así. Dispone de seis airbags y ESP pero además cuenta con llantas de aleación de 16 pulgadas, retrovisores y cuatro elevalunas eléctricos, aire acondicionado, sistema de control de trazada activo (un control de tracción que frena las ruedas exteriores en las curvas para evitar el subviraje), control de velocidad de crucero, control de presión de neumáticos y radio CD con USB y Bluetooth.
Sobre este equipamiento, los Acenta, que valen 950 euros más, suman faros antiniebla, climatizador, retrovisores calefactables, apoyabrazos delantero y trasero, pomo del cambio y volante en piel, faros y limpiaparabrisas automáticos y acceso y arranque sin llave.
El acabado N-Tec añade cristales traseros sobretintados, llantas de aleación de 17 pulgadas, faros de día de LED, aviso anti-colisión, cámara de visión trasera y navegador con pantalla de 5,5 pulgadas. Sobre este acabado, el Tekna añade la tapicería de cuero, los asientos con calefacción, la cámara de visión periférica de 360 grados y los dispositivos de seguridad incluidos en el Escudo de Protección Inteligente y que, en este caso son el aviso de cambio de carril involuntario, el control del ángulo muerto y el detector de movimiento marcha atrás. Algunos de estos equipamientos, como el mencionado detector o la cámara periférica son primicias en el segmento.
El Nissan Pulsar está ya a la venta. Las primeras unidades llegarán este mes a los concesionarios y los interesados ya pueden pedir el suyo. El coche se ofrece con los equipamientos mencionados cerrados y sin más opciones que la pintura. la blanca cuesta 195 euros y las metalizadas, que son casi todas, 470 euros.
El Peugeot 308 ni de coña!!!! Hazme caso.......