Nissan X-Trail dCi 130 CV 4x4-i Tekna

Bajo la denominación de X-Trail, un modelo de líneas cuadrangulares que sobrevivió dentro del catálogo de Nissan durante bastantes años con escasas variaciones, llega ahora el sustituto real del Qashqai+2. Esta versión alargada “encubierta” del exitoso SUV se caracteriza por un amplio y versátil habitáculo así como por un equipamiento realmente ambicioso. Se suman, dinámicamente, un alto nivel de confort de marcha y un considerable aplomo sin olvidar unas elevadas cotas de motricidad fruto, sobre todo, del sistema de tracción a las cuatro ruedas que monta nuestra unidad.

El precio de la versión que hemos probado, 36.200 euros, puede parecer algo alto en un primer momento, pero si tenemos en cuenta que estamos ante un todocamino de considerables proporciones con el acabado más equipado de la gama y que, como hemos comentado, monta tracción total, a buen seguro que esta sensación queda relegada. Con estas armas busca luchar con modelos como el Kia Sorento, Chevrolet Captiva o Mitsibishi Outlander, entre otros.

Aquel X-Trail que, durante años, “vivió” estéticamente hablando al margen de sus compañeros de marca ha pasado a la historia. Ahora, Nissan ha desarrollado un modelo que, en la práctica, es el sucesor del Qashqai+2. O lo que es lo mismo, se trata, de forma más o menos encubierta, de la versión larga del exitoso y renovado SUV. De hecho, si miramos de frente los nuevos Qashqai e X-Trail comprobaremos que tienen mucho en común, si bien el modelo que hemos probado en esta ocasión cuenta con algunos rasgos propios.

En cualquier caso, dispone de una parrilla en forma de V con unas ópticas achatadas y rasgadas, que le aportan una cierta mirada agresiva. Si lo observamos de perfil apreciamos sus anchos pasos de rueda y su elevada línea de cintura así como la franja cromada que rodea la superficie acristalada. Las barras de techo, por su parte, dan lugar a una imagen más dinámica, que deja muy atrás las formas más cuadradas de su predecesor.

Si en diseño no tiene nada que ver con el anterior X-Trail, en cuanto a dimensiones apenas hay variaciones en líneas generales. Y es que debemos tener en cuenta que tiene una longitud de 4,64 metros mientras que su altura es de 1,69 m y su anchura, de 1,82 m. Una de las proporciones que sí ha cambiado es la batalla, que ha crecido en 8 centímetros. No hay que obviar que desde Nissan han querido posicionar al X-Trail por encima del Qashqai en sus posibilidades fuera de asfalto, por lo que el modelo que probamos tiene 2 centímetros más de altura libre.

El mayor tamaño del X-Trail con respecto al Qashqai lleva, indudablemente, a un interior más amplio. Entre uno y otro hay 27 centímetros de diferencia si nos fijamos en la longitud. La versatilidad del habitáculo del X-Trail queda evidente con detalles como la posibilidad de reclinar los asientos de la segunda fila o de desplazarlos hasta 24 centímetros de forma longitudinal. De esta manera, en este segundo caso, podremos adaptar el espacio para mejorar la amplitud para las rodillas o bien para aumentar la capacidad del maletero.

Gracias a la notable anchura del automóvil, en estos asientos pueden viajar tres personas con un nivel de confort más que razonable. En cualquier caso, el mullido de la plaza central es más duro que en las laterales por lo que aquélla es menos cómoda. Opcionalmente es posible equipar una tercera fila de asientos (por 800 euros adicionales), que no estaba presente en la unidad que hemos probado. Al no contar con ella, el X-Trail se beneficia de más maletero, pues pasa de 445 de la variante con siete plazas a 550 litros en esta versión para cinco ocupantes. Cuando los asientos traseros no sean necesarios y precisemos más capacidad de maletero podremos abatirlos y lograr hasta 1.982 litros.

El nuevo X-Trail está dotado de una muy buena calidad de terminaciones, algo por encima del Qashqai. En el capítulo del equipamiento, nuestra unidad pertenece al acabado Tekna, el superior de la gama, e incluye elementos como asientos delanteros calefactables y con regulaciones eléctricas, climatizador, control de velocidad de crucero, tapicería de cuero, asistente de aparcamiento automático, techo de cristal panorámico practicable y portón posterior eléctrico. También cuenta con el sistema Nissan Connect con navegador, control de ángulo muerto, detector de fatiga, detector de movimiento, identificador de señales de tráfico y, exteriormente, faros Bi-LED y llantas de 19 pulgadas.

Hasta que llegue la alternativa de gasolina durante el próximo año 2015, la mecánica diésel 1.6 dCi de 130 CV es la única disponible por ahora en la gama del X-Trail. Conocido por encontrarse bajo el capó de otros modelos de Nissan y de Renault, el motor se caracteriza por una leve carencia de ímpetu a bajas revoluciones. No obstante, demuestra una notable elasticidad una vez que supera las 1.700 rpm.

Si tenemos previsto viajar a menudo con el coche muy cargado, este motor puede resultar justo de potencia. En caso contrario, la mecánica mueve el vehículo con una soltura más que aceptable. Engranada al motor se halla una caja de cambios manual de seis velocidades, con unos buenos desarrollos que incluyen una sexta marcha bastante larga para ajustar consumos por autopista. En el ámbito prestacional, necesita 11,0 segundos para completar el 0 a 100 km/h, mientras que su velocidad máxima es de 186 km/h.

En el capítulo del consumo, la cifra media que homologa el X-Trail con este motor y en versión 4x4 que hemos conducido es de 5,3 litros cada 100 km. Tras nuestra prueba, el registro fue superior, de 7,4 litros. No es una media alta pues hay que tener en cuenta que nuestro recorrido incluyó, además de ciudad, carreteras interurbanas de todo tipo y autovía, un sector de pistas de tierra.

¿Y qué hay de su dinámica? En este sentido debemos señalar su gran confort de marcha, originado en un chasis muy eficaz y un equilibrado tarado de suspensión que tiende a blando. Pese a esto último, no se producen oscilaciones excesivas de su carrocería, si bien no oculta su peso, que se sitúa por encima de los 1.500 kilos. Precisamente el peso contribuye a que el modelo nipón sobresalga por su nivel de aplomo, lo que se percibe sobre todo cuando rodamos por grandes rectas de autovía. Por zonas reviradas pone de manifiesto un buen grado de estabilidad general, aunque le falta un punto de agilidad que, por otra parte, es comprensible si tenemos en cuenta sus proporciones.

Como hemos comentado antes, esta versión cuenta con tracción a las cuatro ruedas. Equipa el sistema All Mode 4x4-i que, desde un sencillo mando giratorio, nos permite escoger entre el modo de dos ruedas motrices, el modo Auto o el modo Lock. El primero está pensado para condiciones en que no sea necesaria la tracción total. En el segundo, el par motor se distribuye entre ambos ejes en función de las necesidades a una velocidad de hasta 80 km/h. Cuando superamos esa velocidad, la fuerza se envía al tren posterior para compensar las posibles pérdidas de tracción. Mientras tanto, el modo Lock establece un reparto del 50% fijo a cada eje siempre que conduzcamos a una velocidad de hasta 40 km/h.

Gracias a este sistema de tracción, el X-Trail se beneficia de una magnífica motricidad por carretera en circunstancias de baja adherencia y por pistas de tierra en buen estado que no conlleven ningún tipo de complicación. Y es que estos son sus límites, puesto que su altura libre es muy justa para contextos más offroad que una pista convencional, lo mismo que le sucede a sus neumáticos, orientados sobre todo a un uso asfáltico.

En definitiva, la variante probada del X-Trail supone una alternativa muy a tener en cuenta para aquellos conductores que busquen un todocamino espacioso, versátil, confortable y muy bien equipado y que tengan en mente alguna que otra excursión sencilla por pistas muy básicas o se muevan de forma habitual por carreteras nevadas o de adherencia limitada. Hay que tener claro que sus cualidades camperas son inferiores al anterior X-Trail, que tampoco tenía carácter de todoterreno, dicho sea de paso. El hasta ahora único motor disponible en la gama, el dCi de 130 CV, es suficiente para mover con soltura al automóvil japonés, aunque puede no serlo tanto si en nuestros trayectos el coche va muy cargado.

La ruta seleccionada por el equipo de coches.net para la realización de esta prueba, se ajusta en todo momento a la normativa legal vigente en esta materia.