Omoda 5: Un nuevo rival para el competido segmento C-SUV

(Actualización: Jaume Gustems) Omoda es una nueva marca china que aterriza en el Viejo Continente con la intención de hacerse con un trozo del pastel en las matriculaciones de vehículos. Omoda nació en 2023 en Wuhu, Sanhui (China), como una iniciativa del gigante automovilístico Chery, el principal exportador de vehículos con origen en este país asiático.

Chery construyó el año pasado 1,900.000 coches, de los cuales la mitad se destinaron a la exportación. Ahora, una pequeña parte vendrán a España, como punta de lanza de la ofensiva de Omoda en el mercado europeo. Después de nuestro país, le seguirán Italia, Reino Unido y Polonia, para añadirse el año que viene Bélgica, Holanda y Francia.  Su primer modelo es el que hemos podido conducir en carreteras de la sierra de Madrid, el Omoda 5, un SUV del segmento C con un aspecto muy “europeo” y una relación calidad-precio que va a ser su principal carta de presentación. 

Joan Dalmau ya condujo este coche en China hace algo menos de un año. Podéis ver esa primera toma de contacto con las impresiones de conducción al final de este mismo artículo.

En esa prueba realizada sobre una unidad para el mercado chino, quedaron algunos aspectos por concretar, teniendo en cuenta que el mercado europeo es bastante distinto. Uno de ellos era el precio, que Omoda ha establecido para España en 27.900 euros para la versión básica Comfort y acaba en 29.900 euros para la Premium. Son precios de tarifa, incluyendo financiación, a los que pueden aplicarse descuentos por promociones, por lo que, de entrada, la oferta parece bastante atractiva, sobre todo teniendo en cuenta el aspecto y el nivel de equipamiento general de este Omoda 5.  El diseño es agradable, al menos por lo visto en vivo en la presentación que la marca organizó en Madrid. El Omoda 5  sigue las convenciones establecidas para los SUV que se venden en el Viejo Continente. Cuenta con una parrilla de grandes dimensiones, con un patrón en forma de diamante, que le da un aspecto bastante contundente visto de frente. Los faros se han colocado en posición inferior,  mientras que las luces LED, con forma de T (un poco al estilo Volvo) están en posición superior. 

La línea es muy cupe, con un techo en caída hacia la zaga, con aspecto de techo flotante al venir en color negro y con los pilares también en negro. Los faldones también son en color negro, como las llantas de aluminio, de 18” y con alguno de sus brazos pintados parcialmente en color rojo, de dudoso gusto, desde mi punto de vista.  El diseño más conseguido está en la trasera, que se ve moderna, bien proporcionada y deportiva. Las ópticas con luces LED tienen un grafismo en forma de “teclas de piano” y cuentan con intermitentes secuenciales.  Se ofrece una paleta de 8 colores diferentes, 3 de ellos con techo en color negro.

Este es un SUV que mide 4,40 metros de longitud, por lo que se engloba dentro del grupo de los todocaminos de tamaño compacto, muy versátiles y aptos para uso en familia. 5 adultos caben perfectamente en un interior que, ya a primer golpe de vista, se percibe espacioso.  En las plazas delanteras la sensación inicial es de buen diseño y buena calidad en los acabados, si bien en realidad se utiliza bastante plástico duro para cubrir el salpicadero y la consola central. Lo que ocurre es que ese plástico tiene una apariencia más que correcta, y se combina con algo de piano black, de una forma acertada.  El protagonista en las plazas delanteras es la pantalla de 20,5” que incluye tanto el cuadro de instrumentos como la pantalla de sistema de infoentretenimiento, y que ocupa medio salpicadero. Está en buena posición, es perfectamente legible (tanto el cuadro de instrumentos como los menús del sistema de infoentretenimiento ofrecen buena información y tienen buenos gráficos y colorido) y según lo comprobado en esta primera toma de contacto, tiene un sistema operativo bastante rápido. 

El climatizador se maneja principalmente por teclas táctiles, de la misma manera que el freno de mano es de tipo electrónico y la activación de los diversos modos de conducción (Eco, Normal y Sport) se realiza mediante un pulsador en la consola central.  En esta consola veréis el pequeño pomo del cambio de marchas, de doble embrague y 7 velocidades, bien resuelto y forrado en cuero sintético. En ocasiones cuesta de insertar la marcha atrás, al menos en la unidad probada en la presentación. El volante tiene una buena forma y tamaño, está forrado en cuero sintético y cuenta con un buen grupo de mandos multifunción, con un tacto bastante “premium”. Lamentablemente, no tiene levas de cambio, algo que eché en falta en la prueba dinámica.

Sorprende la calidad y diseño de los asientos de conductor y acompañante, con cabezal integrado, cómodos y con una buena ergonomía. Da un toque muy deportivo al interior.  Las plazas traseras son amplias, especialmente en distancia entre filas. La altura al techo es buena para tratarse de un SUV con una línea de techo bastante baja, mientras que hay buena anchura y buena altura de banqueta. No falta un reposabrazos con dos huecos portabebidas, rejillas de ventilación y una toma USB-C. Nuestra unidad, en acabado Premium, el superior, montaba de serie techo solar eléctrico y portón también eléctrico. En el acabado básico, Comfort, no está disponible este equipamiento. 

El maletero tiene una capacidad de 360 litros, bastante justa para tratarse de un coche de más de 4 metros y  medio de longitud. Lo que ocurre es que doble fondo es poco alto, ya que Omoda ha decidido equipar este coche con rueda de repuesto de tipo galleta, algo difícil de ver últimamente.  La capacidad total es de 1075 litros, abatiendo los respaldos en proporción 40:60.

Visto este repaso al interior, faltaba comprobar qué tal va el coche. Encuentro muy acertado que Omoda haya decidido vender este coche en España con un motor de gasolina de 1,6 litros, 4 cilindros, que ofrece 185 CV, una cifra superior a la de su competencia más directa.  Más adelante vendrá una versión 100% eléctrica, el Omoda E5. Este SUV destaca en carretera, sobre todo, por ofrecer un buen confort de marcha. El motor es algo ruidoso a bajas velocidad y bajas vueltas, pero una vez vamos a velocidad de crucero en autovía no se percibe apenas el ruido mecánico. Ni tan solo aerodinámico, es un coche bien insonorizado.  Este propulsor se nota potente, pero le cuesta empujar por debajo de las 2000-2500 r.p.m. El cambio automático, de 7 velocidades y de tipo doble embrague,  funciona con rapidez, aunque desgraciadamente no podemos accionarlo a través de levas, un equipamiento que la marca china ha considerado prescindible. 

En la prueba dinámica que hizo Joan Dalmau en China comentó que las suspensiones pecaban de excesiva morbidez, y no parecían  muy adecuadas para un mercado como el europeo. Omoda ha rectificado este aspecto, y las unidades que se ponen a la venta en España cuentan con una amortiguación algo más rígida, con mayor capacidad de absorber los balanceos de carrocería en curva. No obstante, este no es un SUV que destaque por la agilidad, es algo lento en su respuesta y en los apoyos transmite bastantes inercias. La carrocería balancea, pero lo hace hasta un punto próximo y a partir de ahí se mantiene estable.  La dirección tiene una desmultiplicación correcta, aunque no es demasiado informativa. Para mi gusto, está demasiado asistida. 

El coche cuenta con un sistema de modos de conducción con varios programas, uno de ellos deportivo, que endurece ligeramente el tacto de esta dirección, pero apenas se nota diferencia con los otros dos modos, Normal o Eco.  Está claro que Omoda ha diseñado un SUV con características de vehículo familiar o utilitario, antes que un SUV con pretensiones deportivas.  Es, ante todo, un coche cómodo y espacioso para viajar en familia o en compañia de amigos. La ruta que organizó Omoda por la sierra de Madrid lo demuestra. Convence por su guiado, placentero y confortable, además de silencioso.  Creo que la marca china entra con buen pie con este modelo en nuestro mercado, ya que tanto a nivel estético como en lo referente a acabados y equipamiento se muestra muy competitivo. No es el SUV más eficaz y divertido en carretera, pero sí que cumple perfectamente para una mayoría de público que busca un vehículo cómodo y seguro, sin demasiadas pretensiones. 

Acabo hablando de seguridad activa y pasiva. Equipa 7 airbags de serie y sistemas ADAS de última generación como la alerta de colisión frontal, frenada automática de emergencia, asistente de arranque en pendiente, control de crucero adaptativo, asistente de circulación en atascos, sistema de mantenimiento de carril con alerta de cambio involuntario, detector de ángulo muerto, luces de carretera automáticas y sistema de monitorización del conductor, entre otros. Todo ello le ha permitido obtener las 5 estrellas EuroNcap. Omoda ofrece una garantía de 7 años o 150.000 kilómetros. El coche ya está disponible en la red de concesionarios, que la marca tiene en toda la península. De momento, dispone de 50 puntos de venta, que se convertirán en 70 a finales de este año, incluyendo las Islas Canarias. 

(30/09/2023) El Omoda 5 será el primer modelo de la marca china Omoda que se lance en España. Llegará este mismo año, en noviembre, a un precio de entre 29.000 y 31.000 euros antes de aplicar los descuentos por financiación que le dejaran en menos de 27.000 euros si se financia con la marca. El Omoda 5 es un SUV de 4,40 metros con un motor de gasolina 1.6 Turbo de 185 CV y cambio automático que se presenta como un rival de los SUV de segmento C de corte deportivo como el Toyota C-HR o el Hyundai Kona. En nuestra reciente visita a la sede central de Chery tuvimos la ocasión de conducirlo por primera vez, muy brevemente.

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En realidad, la prueba de conducción nos permitió sacar muy pocas conclusiones puesto que el vehículo que la marca puso a nuestra disposición para utilizarlo en la pista de pruebas de Chery era un coche con especificaciones del mercado chino y dotado de tracción a las cuatro ruedas, característica que ninguno de los Omoda 5 que se lancen en Europa tendrá.

El coche tiene una estética muy moderna con una enorme parrilla delantera subrayada en su parte superior por unos faros muy finos para las luces diurnas de LED. Los faros principales se encuentran más abajo y muy cerca del paso de rueda, en una disposición que recuerda a la del Hyundai Kona. El perfil cuenta con numerosas líneas de carácter y con un tercer montante de línea peculiar.

Destacan los numerosos toques de color contrastado en la carrocería. Se utiliza el rojo para remarcar la parrilla inferior delantera, la base de los retrovisores, los bajos de caja laterales y las llantas de aleación de 18 pulgadas. El coche mide 4,40 m de largo por 1,82 de ancho y 1,59 de alto lo que le sitúa directamente en el corazón del segmento C-SUV. El maletero del coche que vimos en Wuhu era de 296 litros, aunque hay que tener en cuenta que se trataba de una versión 4x4 y dotado de rueda de recambio convencional que ocupaba el doble fondo. Sin ella, con kit antipinchazos, la capacidad será de unos 400 litros, aunque hay que esperar a la confirmación que dará la homologación.

Este nuevo modelo chino estará disponible únicamente en una variante mecánica con motor de gasolina de 1,6 litros turboalimentado que genera una potencia de 185 CV y que va acoplado a una caja de cambios de doble embrague automática de siete velocidades. La tracción es al eje delantero y los consumos anunciados son de 7,5 litros a los 100 km de media en ciclo WLTP, aunque las cifras son todavía provisionales. Con ese consumo y unas emisiones de 170 gr de CO2 por kilómetro, pagará un 9,75% de impuesto de matriculación y tendrá la etiqueta C de la DGT ya que no posee ningún tipo de hibridación. La aceleración de 0 a 100 km/h. es de 7,8 segundos.

Más adelante llegará una variante eléctrica, posiblemente en dos versiones; una con batería de 50 kWh y otra con batería de 60 y unas autonomías cercana en el primer caso y superior en el segundo a los 400 km. Omoda no descarta traer versiones híbridas más adelante tanto de este coche como de sus dos hermanos que le acompañarán en el futuro, el más pequeño Omoda 3 y el más grande Omoda 7, ambos con carrocería de tipo SUV.

Omoda lanzará este coche en dos acabados, Confort y Premium. Omoda dejó muy claro que sus coches no llegan a Europa con la etiqueta de low-cost sino que serán modelos homologables tanto en calidad de acabados como el equipamiento a los de las marcas europeas, japonesas o coreanas generalistas.

El diseño interior es muy similar al que encontramos en cualquier SUV ya disponible de nuestro mercado con una instrumentación digital y una pantalla central de más de 10 pulgadas para el equipo de información y entretenimiento. En la consola central encontramos una palanca de cambios convencional, el freno de mano eléctrico y espacio para cargar el teléfono móvil de manera inalámbrica. Tampoco faltan diferentes huecos portaobjetos repartidos por todo el habitáculo.

Los asientos delanteros, al menos los de la unidad que probamos en China, eran de corte deportivo, cómodos y recogían bien el cuerpo mientras que en la parte trasera tanto el espacio para las piernas como el que quedaba hasta el techo cuando se acomodaba en ellos una persona de 1,80 metros era más que suficiente. Lo que menos nos convenció, tal como hemos señalado, es la escasa capacidad del maletero.

En nuestra breve toma de contacto nos pareció que el motor de gasolina turboalimentado era más que suficiente para las pretensiones del coche, aunque habrá que ver si su consumo se mantiene en las cifras de homologación o las supera. La unidad de pruebas tenía una holgura de dirección notable y una primera parte del recorrido de suspensión en apoyo excesivamente blanda, lo que hacía perder un poco de confianza al volante. No sabemos si esa puesta a punto era únicamente para las unidades chinas y si se corregirá en las que lleguen a Europa.

El coche nos pareció silencioso, con un cambio relativamente rápido, algo lógico al tratarse de uno de doble embrague, y con una calidad general tanto de ensamblaje como de materiales al nivel de un vehículo generalista europeo de su segmento. La suspensión blanda fue el único aspecto, junto con lo comentado de la dirección, que no nos acabó de convencer, pero en líneas generales nos pareció un coche a la altura de algunos de los rivales con los que piensa competir en nuestro mercado y, sobre todo, por encima de otros productos de origen chino como los DFSK o MG (comparativa en este enlace de modelos de estas y otras marcas).