Perfeccionando lo conocido
Desde hace meses os venimos hablando de la nueva gama de motores diésel que Opel está introduciendo paulatinamente en su gama de vehículos. El verano pasado ya pudimos probar el nuevo 1.6 CDTI que montan el Opel Astra, el Opel Meriva y el Opel Zafira Tourer, que se presenta con dos versiones de potencia: 110 y 136 CV. Este motor, que sustituirá paulatinamente al diésel 1.7 CDTI, llega ahora a la gama Mokka.
Por otro lado, coincidiendo con el Salón de París, en octubre, Opel comunicó su intención de introducir en el Opel Insignia y el Zafira Tourer otro nuevo propulsor: un 2 litros CDTI, con una potencia de 170CV.
Ambos motores, tanto el 1.6 CDTI como el 2.0 CDTI, ya están disponibles y podrán venir montados en las nuevas unidades de Mokka e Insignia que lleguen a los concesionarios en las próximas semanas. Antes de que esto ocurra, Opel nos ha permitido realizar una prueba de conducción en Irlanda para que podamos extraer unas primeras conclusiones sobre su funcionamiento.
Me preguntaba porqué la marca alemana ha escogido Irlanda como escenario para efectuar una prueba de este tipo, teniendo en cuenta que estos propulsores se han desarrollado principalmente en Turín (Italia), donde Opel tiene uno de sus centros de ingeniería de motores. Quizás la belleza de ese país, con sus reviradas y estrechas carreteras que recorren un entorno natural y virgen, se ha considerado el escenario ideal para probar unos nuevos motores que tienen precisamente como principal mejora la reducción del consumo y las emisiones y, por lo tanto, la minimización del efecto sobre el medioambiente que produce su uso. No sé con certeza si esa ha sido la idea, pero en cualquier caso la orografía irlandesa sí ha sido una buena aliada a la hora de comprobar hasta qué punto estos motores recuperan de forma correcta, empujan desde parado o resultan silenciosos.
La Euro 6 manda
La reducción del consumo de combustible y las emisiones contaminantes es un objetivo que persiguen todas las marcas, forzadas por una legislación cada día más restrictiva, pero también con la intención de mejorar su imagen de cara a los clientes. Estos dos nuevos motores, tanto el 1.6 CDTI como el 2.0 CDTI, son muy eficientes y capaces de ofrecer mayor potencia que los diésel a los que sustituyen, con un consumo similar o incluso inferior, como es el caso del 1.6 CDTI, que reduce en medio litro a los 100 kilómetros el consumo medio que registra el próximamente descatalogado 1.7 CDTI.
Ambos motores hacen, además, menos ruido. Este es un aspecto siempre crítico en los propulsores diésel, que Opel ha mejorado introduciendo nuevos elementos mecánicos y nuevos materiales de insonorización para evitar que las vibraciones y las ondas sonoras se trasladen al habitáculo.
Finalmente, la marca alemana ha trabajado para reducir el peso, otro de los aspectos que influye en las prestaciones y el consumo. La utilización del aluminio y la integración de algunos elementos periféricos del motor han sido algunas de las soluciones empleadas.
Vamos a analizar un poco más en detalle qué ofrece cada uno de estos propulsores, y qué sensaciones transmiten.
1.6 CDTI: Downsizing efectivo
Los responsables de Opel han dejado bien claro en la presentación que el nuevo 4 cilindros diésel que se montará a partir de ahora en la gama Mokka se ha diseñado partiendo de cero.
Por primera vez, se utiliza aluminio para forjar el bloque motor, con el objetivo de hacerlo más liviano. La bancada del cigüeñal y la culata también son de este material. Con ello se logra reducir el peso en 20 kilos.
Este motor utiliza un turbo de geometría variable (VGT) y un sistema de inyección common rail que inyecta el combustible a 2.000 bares mediante 10 pulsos de inyección por cilindro y ciclo, lo que da una idea de su precisión. Con ello se consigue reducir el gasto de gasoil y las emisiones contaminantes. Gasta una media de 4,1l/100 km. y emite 109 gr/km de CO2, medio litro menos de gasoil a los 100 que el anterior 1.7 CDTI y 11 gr/CO2 menos.
Da 136 CV y 320 Nm de par máximo (6 CV y 20 Nm más que el 1.7 CDTI), que entrega a un régimen entre 3.500 y 4.000 r.p.m. Con este motor el Mokka emplea 0,6 segundos menos en acelerar de 0 a 100 km/h (9,9”) y también en recuperar de 80 a 120 km/h en quinta velocidad. Sobre el papel, los datos indican que es un motor superior, que ofrece mejores prestaciones y mayor eficiencia energética. En la práctica, también. Es un diésel que se percibe, ante todo, muy silencioso y exento de vibraciones. Empuja de forma correcta desde bajas revoluciones y estira con decisión y linealidad. La presencia del turbo y el momento de su activación no se nota, y en general demuestra ser un motor que funciona de forma muy agradable. Con este nuevo diésel, el Opel Mokka mantiene un buen dinamismo en carretera y además, su uso resulta algo más económico.
El 1.6 CDTI se acompaña en la gama Mokka de un cambio manual de seis velocidades, tanto en las versiones con tracción delantera como 4x4, y sólo podrá pedirse unido a un cambio automático de seis velocidades en la versión 4x2.
Probé precisamente un Opel Mokka equipado con cambio automático, ideal si el uso que se le va a dar al coche es básicamente en ciudad. Es un cambio que funciona de forma suave y contribuye a un confort de conducción notable. No obstante, su carácter es tranquilo a la hora de insertar las marchas. Trabaja con el típico rendimiento de un cambio de tipo convertidor de par, no tan vivo como el que aporta un doble embrague, aunque resulta suficiente para el uso y el carácter de un SUV urbano como el Opel Mokka. Por cierto, su uso secuencial mediante botón y no mediante movimiento de la palanca resulta un tanto extraño y personalmente no me acaba de convencer.
La versión 1.6 CDTI del Opel Mokka ya está disponible en los concesionarios, a un precio que parte de los 22.790 para el acabado Selective con tracción 4x2 y cambio manual.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
2.0 CDTI: Gran trabajo
Otro de los motores que van a marcar el devenir de Opel en Europa es el nuevo 2.0 CDTI que se va a poder pedir dentro de la gama Insignia a partir de las próximas semanas. Este dos litros diésel también ha sido desarrollado en Turín, con el apoyo de otros departamentos de ingeniería que la marca tiene en Alemania y Estados Unidos. Se fabrica en Kaiserlautern (Alemania) y se montará en las versiones más equipadas del Opel Insignia. .
Es un cuatro cilindros con turbo de geometría variable (VGT) y válvula EGR integrados. Eroga 170 CV a 3.750 r.p.m. y da un par máximo de 400 Nm entre 1.750 y 2.500 vueltas.
Sobre el papel, es un motor potente y cargado de par, que mejora las prestaciones del anterior dos litros de la marca, sin incrementar el consumo ni las emisiones contaminantes. Cierto es que se ayuda de un sistema de post-tratamiento de los gases de escape que reduce los óxidos de nitrógeno mediante el uso de una mezcla de agua y urea que se inyecta en el catalizador para neutralizar los óxidos de nitrógeno. El sistema es muy efectivo, y logra que el NOx se convierta en nitrógeno inofensivo y vapor de agua. No obstante, necesita de un mantenimiento periódico en función de los kilómetros efectuados al coche.
De la misma manera que el 1.6 CDTI, este dos litros diésel utiliza un sistema common rail de alta presión (hasta 2.000 bares) que atomiza de forma óptima el combustible en la cámara de combustión, mejorando la eficiencia del motor.
Otro de los aspectos en los que han incidido los ingenieros de Opel ha sido en reducir la sonoridad mecánica. Se recurre a soluciones como utilizar un colector de admisión recubierto de un material específico que neutraliza el ruido, una nueva cubierta de plástico para recubrir la culata, unos nuevos ejes de equilibrado o un nuevo cárter de dos piezas, la superior en aluminio, con un nuevo diseño de sus paredes que minimiza los ruidos mecánicos.
Este nuevo diésel, según Opel, es menos ruidoso y emite 5Db menos al ralentí que el anterior dos litros.
¿Y cómo va? Pues tal y comprobé en este primer contacto, es un motor diésel que se sitúa entre los más agradables del mercado: potente, cargado de par desde bajas vueltas, exento de vibraciones y silencioso. Y además, sigue siendo bastante económico, al consumir una media de 4,5 l/100 km. o 4,3 si se equipa el coche con neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
Probé este motor en un Insignia con cambio manual de seis velocidades, de momento el único disponible en la gama. Más adelante se venderá asociado a un cambio automático, como es de esperar.
Con este motor, el Opel Insignia acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos y recupera de 80 a 120 km/h en 8 segundos (versión sedán). Sorprende lo bien que recupera desde muy bajo régimen, algo que permite rodar en marchas largas y practicar una conducción ecológica si se desea. En las reviradas carreteras irlandesas nos dejó llevar el coche en quinta marcha y a bajo régimen sin problemas. Si acelerábamos por debajo de 2.000 vueltas se colocaba en un régimen más idóneo en cuestión de segundos. Por otro lado, el trabajo de insonorización efectuado se nota, y se transmiten muy pocos ruidos mecánicos al habitáculo y muy pocas vibraciones al volante. En definitiva, se trata de un buen diésel, más agradable incluso que el 1.6 CDTI.
Este nuevo motor de dos litros se reserva para las versiones del Insignia mejor equipadas. Se montará en los acabados Sportive y Excellence, a un precio de tarifa de 33.660 y 33.835 euros respectivamente. Opel ofrecerá así hasta tres variantes de motores diésel de dos litros. El nuevo integrante se une a los ya conocidos 2.0 CDTI Ecoflex de 120 y 140 CV, y al 2.0 CDTI Biturbo de 195 CV.
Está previsto que en primavera la marca también introduzca el nuevo diésel de 2 litros en el Opel Zafira Tourer, y quizás más adelante en el Opel Cabrio.
Actividad frenética
Con estos dos nuevos motores, Opel da un paso más en lo que la marca no duda en calificar de “ofensiva de producto”, que le va a llevar a presentar 27 nuevos modelos y 17 nuevos motores entre 2014 y 2018. Como todas las marcas que se mueven en el mundo del automóvil, Opel se ve obligada a adaptar su oferta a las exigentes demandas de la normativa medioambiental. Estos nuevos motores diésel cumplen la normativa Euro6 y dan pie a futuras evoluciones que los preparen ante normativas más exigentes. Opel no es una marca que apueste de forma tan decidida por la propulsión híbrida o eléctrica como hacen otras firmas. Por lo tanto, la ingeniería aplicada a sus motores convencionales se presenta como la mejor solución.
Tal y como señalaron los responsables de la marca a nivel internacional, están convencidos que los dos nuevos diésel introducidos en la gama Mokka e Insignia incrementarán la cuota de mercado que estos dos modelos tienen en Europa, actualmente en crecimiento.
Nesectito vr prwcio