A finales de 2020 la firma del león presentó la nueva imagen e identidad de su división deportiva, que se llamará Peugeot Sport y lucirá el logotipo Peugeot Sport Engineered. El primer modelo de producción en ser estandarte de esta nueva filosofía, centrada en la electrificación más prestacional, es el Peugeot 508 PSE o Peugeot Sport Engineered. Néstor fue el primero en conocerlo hace unos meses y aquí tenéis el vídeo donde os cuenta todas sus mejoras estéticas y mecánicas, enfocadas a enfatizar el comportamiento dinámico de esta berlina híbrida enchufable de 360 CV de potencia y esencia de circuito. Un señor con lado oscuro que sale desde 62.200 euros para la carrocería cinco puertas.
Si recordáis el vídeo, o lo habéis visto antes de seguir con este artículo, sabréis que a la hora de la verdad le dierton manga ancha en una pista de aceleración pero tuvo que conducir una unidad “mula” del 508 PSE por carretera. Era un coche con las especificaciones del Peugeot Sport Engineered, con su motor, su suspensión y su sistema de propulsión electrificada, pero en la carrocería de un 508 GT. La jornada definitiva, a pocos meses de su lanzamiento en abril, no podía ser en un lugar con más significado que el circuito La Sarthe. Del que os hablamos en este artículo sobre el renacimiento del Jaguar C-Type.
Uno de los momentos míticos de esta prueba está relacionado con Peugeot y el Project 400 que, como bien habréis deducido, consistía en batir esa velocidad en la pista.Tras meses de desarrollo, y algún que otro fallo de fiabilidad, llegó el prototipo WM P88 en 1988. Un bólido de 900 CV de potencia capaz de alcanzar 407 km/h de velocidad máxima en la recta de Hunaudières, récord todavía imbatido. Tampoco podemos olvidar los Peugeot 905 victoriosos en las míticas 24 Horas de Le Mans.
Ya en el nuevo milenio vivimos el resurgir del Peugeot 908 en 2009, con Marc Gené proclamándose el primer español campeón de la prueba más icónica de la automoción. Con el cambio de imagen de la filial dedicada a la competición, también llegó la presentación del Peugeot Hypercar de LMH con el que regresarán a las 24 Horas de Le Mans en 2022. Vamos, uno de los culpables, entre otros, de que hoy estemos hablando del 508 PSE.
Del circuito a la calle
De la experiencia en competición las firmas extraen soluciones para los modelos de producción, una relación que nos permite disfrutar de coches de Rallyes para la calle, como los de esta comparativa de GTI's, pero también de conjuntos más equilibrados y funcionales como el que nos ocupa. La deportividad le sienta como un guante al Peugeot 508 PSE y lo podemos diferenciar por la parrilla negra con lamas verticales y el logo del león también negro. El paragolpes específico tiene las entradas de aire más exageradas y luce el toque de color Kryptonita que se repetirá tanto en el exterior como en el interior.
Me encantan los detalles aerodinámicos de este coche, discretos pero con razón de ser. Por ahora tiene pocas opciones de personalización y solo estará disponible en tres tonos de carrocería: Gris Selenium (lanzamiento), Negro Perla Nera y Blanco Perla.
Las llantas semi-carenadas de 20 pulgadas calzan finalmente los neumáticos Michelin Pilot Sport4 245/35 y a través de ellas podemos ver el sistema de frenos delanteros con pinzas fijas de cuatro pistones y discos ventilados de 380 mm de diámetro. También es de nueva factura el difusor, se repite el logo en color negro en el portón trasero y los grupos ópticos oscurecidos además de unas salidas de escape redondas más grandes.
No queremos centrarnos en los aspectos generales, que ya encontraréis en el artículo escrito por Néstor, pero hay algo que sí debemos destacar: su maletero no pierde volumen respecto a las versiones de motor térmico. Este híbrido enchufable conserva los 487 litros en la carrocería 5 puertas y los 530 litros del Station Wagon, algo que es habitual por la colocación de las baterías bajo los asientos traseros.
Pasamos al interior y se repite el color amarillo Kryptonite con el anagrama que, desde ahora, mostrarán los modelos PSE y que se caracteriza por las tres garras clásicas de la época del Peugeot 504. Por lo demás, estamos ante un modelo tope de gama que, al ser un PHEV, tiene las funcionalidades típicas de la carga en el sistema multifunción que ya tienen sus hermanos menos prestacionaes Hybrid como son los flujos de energía o la gestión de dicha carga. También puede estar informado de la rotación de la energía y su recuperación mediante el cuadro de instrumentación digital y 3D.
La posición de conducción de los Peugeot es un tema de discusión constante pero, por primera vez en un modelo del león, me he sentido bastante cómoda. No sé qué deciros, es fácil dejar de lado eso en un momento en el que disfrutas de de una dirección muy transparente y capaz de transmitir exactamente lo que pides a las ruedas. Sin embargo, el volante tan pequeño sigue sin convencerme.
Sistema PHEV pero emocional
Antes de hablaros de sensaciones hagamos un repaso al sistema motriz de este híbrido enchufable. Está formado por un bloque gasolina de 1,6 litros, de cuatro cilindros turbo, que rinde 200 CV y 300 Nm de par máximo. Se le suman dos motores eléctricos, uno colocado junto a la transmisión automática de ocho velocidades en el eje delantero y que ofrece 81 kW, unos 110 CV y 320 Nm. En el eje trasero encontramos otro propulsor eléctrico de 113 CV y 116 Nm de par. El consumo homologado en ciclo WLTP es de 2 litros a los 100/km pero en modo Sport, y disfrutando del tramo de pruebas, alcanzó los 10 litros.
Este conjunto de motores se resume en una potencia total de 360 CV y unos espectaculares 520 Nm de par máximo, tan inmediatos que te dejan pegado al asiento. Una sensación que sorprende teniendo en cuenta las dimensiones y las casi dos toneladas de peso de este 508 PSE.
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Acelera de 0 a 100 km /h en 5,2 segundos, pero es que también recupera de maravilla, pasando de 80 a 120 km/h en 3,0 segundos y haciendo de la circulación por carretera y los adelantamientos juego de niños. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h, así que nos queda muy lejos el récord batido por el prototipo en Le Mans.
Siendo sincera tampoco me veía con valor de exprimir tanto esta bestia con traje de caballero. ¿Por qué? Porque las sensaciones no están pero nada mal e impresionan. Es un coche que te deja sentir la velocidad, debes coger el volante firme y se agradece no estar aislado de lo que sucede.
El disfrute en coches así tiene poco que ver con la potencia bruta y mucho con el envoltorio que te permite exprimir dicha fuerza. Para que este sea un 508 memorable la firma le calza, de serie, suspensión con muelles helicoidales y amortiguación de dureza variable en tres modos: Comfort, Hybrid y Sport. Luego se suman el Electric y 4WD para momentos de adherencia complicada. Además, la vía trasera es 12 milímetros más ancha y la delantera 24 milímetros, lo que le hace sentir más aplomado y capaz a velocidades elevadas.
El centro de gravedad más bajo del conductor, que hace que lo notes todo. Además, el feeling de la dirección es mucho más informativo y preciso. Se nota que, de primeras, es un coche confortable pero que han trabajado en dar algo más de dureza y rigidez a todo el conjunto, algo que se traduce en mejor apoyo en curva y concede la confianza suficiente como para ir a más. Sucede lo mismo con el cambio, mucho más brusco que el de un 508 GT. Incluso en modo automático, y sin levas (no solidarias), las transiciones se dejan notar en el modo Sport. Puede que sea demasiado para algunos pero a mí me transmite la agresividad y contundencia que buscarías en un coche manual, lo han solucionado muy pero que muy bien.
Dos motores eléctricos
Al tener uno de los motores eléctricos atrás se comporta como un coche de tracción total, pero no siempre. Si utilizamos solo el bloque térmico, o vamos en modo Hybrid, se comportará como un delantera. En momentos de exigencia, enciende el trasero y se convierte en un total con mucho empuje también desde la zaga. En cambio, si vamos en modo 100% eléctrico, primero arrancará de atrás y, por tanto, se convertirá en un coche de propulsión hasta que necesite más fuerza. ¿Sobre si se deja notar estas transiciones? Yo solo la percibo en los inicios del modo eléctrico porque en el resto de situaciones me resulta eficaz se comporte como se comporte.
De nuestro paso por el circuito Bugatti podemos extraer pocas conclusiones. Estábamos más abrumados por la experiencia que por la conducción, a lo que se sumó una calzada mojada y alguna que otra obra en pista. Fue un buen momento para comprobar la eficacia del sistema de frenos que no pudo exprimir Néstor. Durante la conducción por carretera dieron la talla, no es fácil parar como lo hace y la sensación de poder controlarlo hasta el último momento que iniciamos el ataque al vértice de la curva. Así que, por mi parte tiene el aprobado en este apartado.
Eficiente y pacífico
Ya nos habíamos divertido bastante, aunque nunca es suficiente, así que tocaba poner a prueba el lado más racional del 508 PSE. Los motores eléctricos se nutren de una batería de iones de litio de 11,5 Kwh y, en modo eléctrico, pueden recorrer 42 kilómetros según el ciclo WLTP sin superar los 140 km/h de velocidad máxima. Sorprende como una berlina tan señorial puede ser como Jekyl y Mr Hyde, aportando momentos de diversión y de coherencia a partes iguales. En el modo 100% eléctrico este 508 PSE es una auténtica gozada, con una capacidad de insonorización que transmite calma y te convierte en un conductor completamente distinto.
De serie, el Peugeot trae un cargador de 3,7 kW para el que necesitaremos 4 horas en un Wallbox como el que, os recomiendo, instaléis si estáis pensando en comprar un híbrido enchufable como este. Opcionalmente, puedes añadir un cargador embarcado de 7,4 kW, que solo necesita unas 2 horas para la carga completa.
¿Cuánto cuesta?
No soy fan de la electrificación del parque automovilístico, tal como se está haciendo, y no me escondo por ello. Creo que nos han entrado las prisas, la infraestructura no está lista y nosotros tampoco pero con modelos como el Peugeot 508 PSE se abre un atisbo de esperanza. Los híbridos enchufables son modelos capaces de apostar por la eficiencia y con alternativas así se demuestra que tampoco debemos renunciar al gusto por la conducción.
Muchos padres (y madres) de familia no quieren sentir que llevan una lavadora con ruedas pero tampoco por ello tienen que ser unos irresponsables con el planeta. Si de paso tienen más de 62.200 euros en la cuenta, que es lo que vale el Peugeot 508 PSE cinco puertas, aquí está una posible solución. El 508 PSE SW parte de los 63.400 euros así que sí, son modelos caros pero también muy especiales y la mejor alternativa ante los protocolos anticontaminación y la persecución al modelo clásico de movilidad.
Horrible dientes de sable y un precio de premium para un simple Citroen. Sale del concesionario y ya ha perdido el 50 de su valor, se verán muy pocos.