En 2018 llegó la segunda generación del Peugeot 508, una berlina totalmente renovada que supuso un salto cualitativo en todos sus aspectos. A finales del 2018 lanzaron la variante familiar 508 SW, un modelo infalible para las familias que incorpora más capacidad de maletero sin perjudicar su diseño deportivo y sofisticado.
Probamos el Peugeot 508 durante su presentación y más adelante nos pusimos a los mandos de la versión tope de gama GT con el motor gasolina Puretech de 225 CV. Su evolución y calidad nos llevó a enfrentarlo directamente con un modelo premium como el BMW Serie 3 320d xDrive y ahora estudiaremos las ventajas de esta carrocería break. Una versión que crece en longitud hasta los 4,79 metros (4 centímetros más que la variante berlina) pero mantiene sus 1,86 metros de ancho y 1,42 m. de alto así como la batalla de 2,79 metros.
La unidad en cuestión monta el bloque diésel BlueHDi de 177 CV unido al cambio automático de 8 velocidades y acabado tope de gama GT. Es la misma combinación que utilizaba el modelo de la comparativa contra el BMW Serie 3, con la única diferencia de su carrocería. Las sensaciones de conducción de mi compañero Luismi Reyes son perfectamente trasladables en este caso pero ofrece ligeros cambios en sus prestaciones. El 508 SW acelera de 0 a 100 km/h en 8,4 frente a los 8,3 de la variante berlina y alcanza los 230 km/h (235 km/h en la otra versión). El consumo tras la prueba fue de 6,9 litros a los cien, no muy alejados de los 6 litros en ciclo combinado que homologa la marca (WLTP).
Justo para tres
Dado que este vehículo está más que probado por mis compañeros pasaremos a centrarnos en lo que le hace realmente especial, su maletero. La carrocería SW pierde la caída tipo coupé que podemos ver en el modelo Berlina y de ahí que estéticamente sea más o menos atractiva para algunos. Su zaga, por tanto, es mucho más cuadrada pero han conseguido mantener el aspecto deportivo y dinámico con un pequeño alerón en la parte superior y una doble salida de escape.
Este nuevo diseño mejora también el confort de las plazas traseras ya que tienen más altura libre hasta el techo (4 cm), un punto débil en la unidad berlina. Tanto el diseño como el confort de los asientos es excelente y pueden inclinarse hasta 27 grados. En cuanto a su habitabilidad, es muy espacioso para dos personas pero tres pasajeros viajarían apretados ya que las puertas se inmiscuyen demasiado en las plazas laterales. En caso de montar las sillas para los más pequeños no quedará espacio suficiente en la plaza central.
Del trasero al maletero
La unidad probada con nivel de equipamiento GT incluía algunas opciones relacionadas directamente con el maletero, como por ejemplo el sistema de apertura eléctrica del portón. Esta solución es realmente útil cuando llegas cargado de maleteas o bolsas pero es necesario llevar la llave en el bolsillo para que detecte tu pie por debajo del paragolpes. La apertura es algo lenta pero que le vamos a hacer, es un tema de seguridad.
Abierto el portón nos encontramos con un maletero de notables dimensiones que bien invitarían a montar un colchón y convertirlo en un camper de lo más sofisticado. Me pareció que el acceso está bastante alto pero tiene una buena boca de carga, amplía y reforzada en la zona central con un cromado para evitar los roces a lo largo de su vida útil.
La capacidad del maletero con la fila de asientos posteriores es de 530 litros (43 más que la berlina) pero menor que el de sus competidores directos como el Opel Insignia Sports Tourer con 560 litros o el Volkswagen Passat Variante de 650 litros. Incluso el Seat León ST ofrece 587 litros de capacidad.
Con los asientos de las plazas traseras abatidos alcanza los 1.780 litros de capacidad pero no consigue una superficie completamente plana, algo que mejoraría esa utilización. Esta maniobra se puede realizar de forma manual desde los propios asientos o a través de un mando situados en la parte más accesible del maletero.
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En este nivel de equipamiento encontramos elementos varios que ayudan a organizar y fijar la carga como por ejemplo argollas metálicas (cuatro en cada esquina), ganchos en las paredes, cintas elásticas y un hueco específico para poner el triángulo de señalización. Los carriles de metal longitudinales situados en los laterales se pueden añadir de manera opcional, así como la red que separa el maletero y el habitáculo para evitar que se caiga carga sobre estas plazas traseras. También cuenta con una trampilla que da acceso a las plazas posteriores y que alcanza los 1,75 - 1,80 de largo sin filas para poder cargar unos esquís.
Bajo el piso nos encontramos un espacio bastante significativo que (en este caso) guarda la rueda de repuesto. Incluso queda un hueco más para objetos que queramos guardar pero no necesitemos cargar y descargar constantemente.
Al volante del familiar
Los ingenieros del Peugeot 508 SW han tratado de minimizar el impacto de esta nueva zaga en el comportamiento del vehículo y lo han conseguido. Es un coche de dimensiones notables así que sorprende lo bien que se mueve y el radio de giro que ofrece te permite circular por la ciudad sin problemas.
Es interesante el compromiso entre confort y cierto grado de dinamismo pero no es excelente en ninguno de los casos. Mientras otros rivales apuestan por un vehículo para hacer kilómetros sin fatigarse y otros prefieren mantener un lado más racing, el 508 SW es la combinación ideal entre ambos sin ser el mejor. Por ejemplo, filtra muy bien la carretera pero el sonido del motor se cuela al habitáculo y el motor BlueHDi 180 es refinado y eficiente pero no ofrece sensaciones deportivas.
Como comentaba, el comportamiento es casi idéntico al del modelo berlina. Al llevar más peso (en caso de cargar el maletero) se nota cierto barqueo pero habría que ir muy deprisa para que se convirtiera en un problema. El puesto de conducción Peugeot i-Cockpit no está pensado para personas más bajas que quieran conducir con el centro de gravedad bajo pero tampoco para los más altos. Encontrar la posición de conducción perfecta requiere de mucha paciencia (por suerte la regulación del asiento es electrónica), en mi caso la parte superior achatada siempre me tapaba la zona baja del cuadro de instrumentos. Lo mismo le sucedía a Néstor durante la presentación del Peugeot 508 SW.
La unidad probada con motor BlueHDi 180 y cambio automático EAT8 añadía algún extra como el portón eléctrico (450 euros) o el Pack Drive Assist Plus (479,99 euros) con sistemas de seguridad como el freno de emergencia, el control de crucero adaptativo o el cambio involuntario de carril entre otros. El precio final es de 47.219,98 euros, interesante frente a sus rivales premium como el BMW Serie 3 o Audi A4 Avant pero muy parecido a propuestas como el Skoda Superb Combi, Ford Mondeo Sportbreak o Opel Insignia Sports Tourer.
a¿ado que sigo y seguir¿ sin entender que este coche ( por ser berlina o el 308 sw)se venda menos que el 3008 que es una plaga y aburre de verlo tanto en la carretera, y la mayor¿a de ellos pelados de equipamiento, donde este una berlina que se quiten lo SUV
Como sabe que la mayoria de los 3008 van pelados? Los ha analizado o es mas bien un comentario de bar?
Basicamente porque un 508sw dif¿cilmente baja de 30000euros, mientras que los 3008 allure los he llegado a vender por debajo de 25000