Polestar 2 BST edition 270: "La Bestia"

Actualización.- Incorporamos a este artículo nuestra prueba en vídeo del Polestar 2.

El Polestar 2 BST edition 270 es la versión más exclusiva y especial de esta berlina 100% eléctrica: monta el conjunto de motores más potente, equipa suspensiones deportivas totalmente regulables e incorpora otros elementos específicos que lo distinguen del resto de modelos de la gama. Después de probarlo a fondo, os contamos todos sus "secretos":

Antes de entrar en materia, os cuento el por qué de la particular denominación de este modelo. Según nos explican desde la marca, los ingenieros que desarrollaron el prototipo inicial de este automóvil lo bautizaron como “la bestia”, en honor a la limusina del presidente de los EEUU. En inglés, “bestia” se dice “beast”, y si a aquella palabra le restamos sus dos vocales, se queda en BST. Más fácil de entender es el significado de la coletilla ‘edition 270’, pues se trata de una serie especial limitada a 270 unidades para todo el mundo.

El Polestar 2 BST edition 270 es, para que nos entendamos, la variante más prestacional del Polestar 2. Toma como punto de partida su configuración más completa, llamada ‘Long Range Dual motor con Performance Pack’.

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Como su nombre indica, es la opción con batería de mayor capacidad (75 kWh útiles) y dos motores eléctricos en su nivel más alto de potencia (con el paquete Performance, incluido en esta versión, entregan conjuntamente los 350 kW / 476 CV). Dicha combinación permite al Polestar 2 acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,4 segundos, además de homologar una autonomía de 467 km en el siempre optimista ciclo combinado WLTP.

Esta variante del Polestar 2 no se limita a disponer de los motores más potentes y la batería de mayor capacidad: también incorpora un tren de rodaje deportivo y rebajado en 2,5 cm (la altura libre al suelo se queda en 12,1 cm) con barra estabilizadora delantera de aluminio y un equipo de suspensiones desarrollado por la prestigiosa -y también sueca- Öhlins. Inspirado en el mundo de la competición, incorpora muelles más firmes que los de serie y, sobre todo, amortiguadores de doble válvula con regulación manual. Es más, podemos regular la compresión con solo abrir el capó delantero y sin necesidad de usar herramientas.

Otro detalle reservado a esta edición especial son sus llantas forjadas de 21 pulgadas en negro brillante, calzadas con neumáticos Pirelli P Zero. Los discos de freno ventilados y perforados, así como las pinzas de freno pintadas en dorado con cuatro pistones (conjunto que forma parte del paquete Performance) llevan la firma de la italiana Brembo. Otros detalles decorativos son los pasos de rueda pintados en el color de la carrocería (son de color negro en el resto de versiones) y las carcasas de los retrovisores en negro brillante. Además, se ofrece como opción una banda vinilada en negro mate que divide en sentido longitudinal la sección superior del vehículo y transmite una apariencia de “coche de carreras”.

Como os dije, esta versión de talante deportivo toma como base la motorización más potente, con dos propulsores que entregan 350 kW (476 CV) y crean un sistema de tracción total gestionado electrónicamente. Su entrega de potencia es verdaderamente gratificante dada su inmediatez de respuesta al acelerador y a lo llena que se siente a consecuencia de sus destacables 680 Nm de par.

También contribuye al disfrute y la sensación de dominio del vehículo lo bien repartido que está dicho par entre las cuatro ruedas, el adecuado trabajo de la electrónica del vehículo y el notable agarre de los neumáticos; todo ello permite salir con fuerza de las curvas sin que se descoloque la trasera, sin apenas pérdidas de tracción en el eje delantero (tengamos en cuenta que este modelo no se ajusta a los cambios incorporados por el Polestar 2 MY24, que dará prioridad al eje posterior) y sin rastro alguno de “torque steering” (efecto que, en otros coches capaces de transmitir mucho par sobre el eje delantero, puede provocar tiranteces y desviaciones en la dirección).

La dirección es el aspecto que me ha parecido menos satisfactorio, aunque solo sea porque transmite pocas sensaciones y poca información sobre el contacto de las ruedas con el suelo; y a decir verdad, de poco sirve reducir la asistencia eléctrica dado que lo único que hace es aportarle peso. Dicho esto, su precisión me parece intachable y su grado de desmultiplicación, relativamente rápido y lineal, define un buen compromiso para la mayoría de situaciones.

Por otra parte, esta berlina 100% eléctrica y con batería de gran capacidad supera la barrera de los 2.100 kilogramos en la báscula. Se trata, pues, de un automóvil pesado que por otra parte -y por virtud de su chasis- parece mucho más liviano. Si ya nos gustó el comportamiento dinámico del Polestar 2 “a secas”, el refuerzo del eje delantero y, sobre todo, el refinado equipo de suspensiones regulables Öhlins, se ocupan de marcar la diferencia.

Después de haber probado varios de sus ajustes -que tienen 25 clics de extremo a extremo- creo que, como reza el dicho, “en el centro está la virtud”. El nivel medio de compresión ofrece un tacto lo bastante firme como para permitir un guiado muy plano entre curvas, pero sin volverse rebotón en cuanto el asfalto se vuelve irregular. Ese es, bajo mi punto de vista, el equilibrio ideal para quien desee disfrutar, más que sufrir, la conducción a buen ritmo de una berlina eléctrica.

Por supuesto, el Polestar 2 no llega a la altura de lo que podemos encontrar por chasis en un Porsche Taycan o por pura potencia en un Tesla Model S Plaid... pero no olvidemos que esos coches también están a otro nivel de precios. Lo que sí me parece el Polestar 2, incluso en su versión más básica, es una berlina bastante equilibrada en cuanto a tamaño, impresión de calidad y sensaciones de conducción. En concreto, esta versión especial a la que en su casa llaman con cariño “La Bestia”, es un modelo al que han sabido darle un carácter decididamente deportivo pero no necesariamente radical.

Ya os apunté que, como indica su apellido, esta edición está limitada a 270 unidades en total, de las que solo dos están en España... y una de ellas es la que hemos probado. Todo dependerá de si estáis dispuestos a asumir el precio de 78.400 euros que la marca pide por el Polestar 2 BST edición 270.

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