Viajamos hasta Los Ángeles para asistir a la presentación mundial del 911 serie 992. Un deportivo que se renueva por completo, crece en todas sus cotas y adopta un motor bóxer de seis cilindros turbo de 450 CV.
La octava generación se presenta de momento en las versiones “S”, las más prestacionales de la variante “normal” del 911. Un detalle curioso cuando lo habitual es presentar primero el modelo básico para luego ir incrementando la gama hacia arriba.
El nuevo 911 Carrera S tiene un precio en España de 138.105 euros, mientras que la versión de tracción integral 911 Carrera 4S queda en 147.065 euros. A lo poco que selecciones cuatro extras la tarifa final ascenderá de forma vertiginosa.
Fiel a la tradición
Pocos automóviles han logrado mantener gran parte de su ADN original durante tanto tiempo como el 911. Motor trasero bóxer de seis cilindros, interior 2+2 y un icónico diseño de carrocería que ha evolucionado poco a poco para no romper con la tradición.
Por primera vez en mucho tiempo el frontal presenta una parte central notablemente inferior en altura a la zona de los faros LED. Un diseño que trata de recordar al de los primeros 911 y que en generaciones como la 996 casi se perdió.
Si la generación 991 ya parecía un coche gigante en comparación con las anteriores evoluciones del nueveonce, el 992 va todavía más allá. La trasera es mucho más ancha y el morro se prolonga también más. Sólo en el tren delantero es 45 mm más ancho.
En el tren anterior recurre a llantas de 20”, por llantas de 21” en el posterior. Estamos ante medidas que en la generación anterior correspondían al GT3 RS. Un signo que refleja lo que ha llegado a crecer en todas sus cotas exteriores el 911.
Al estilo de modelos como el Range Rover Velar o el Tesla Model S los tiradores de las puertas aparecen y desaparecen sólo cuando necesitamos usarlos. El resto del tiempo se esconden en la puerta para mejorar la estética y la aerodinámica.
El gran protagonista de la zaga es el sistema de iluminación, con una franja de luces LED que une los pilotos traseros. Una solución que recuerda a los 996 y 993 Carrera 4S, para mi gusto dos de las traseras más bonitas de la historia del 911.
Los guiños al pasado siguen en el habitáculo, con un salpicadero de líneas rectas que busca rememorar las formas de los 911 de la década de los 70. También se han recuperado las cinco esferas del cuadro de instrumentos.
Ahora al estilo de Ferrari, a ambos lados del cuenta-vueltas analógico ubicado en posición central hay pequeñas pantallas digitales también circulares que podemos configurar a nuestro gusto.
En el centro del salpicadero una pantalla de 10,9” al estilo de la del nuevo Panamera. El sistema de navegación online está basado en datos de inteligencia artificial en enjambre. Con lo bonito que es perderte al volante de un 911 y así verte obligado a disfrutarlo por más tiempo...
Se mantiene la mecánica turbo
La anterior generación del 911 (991) inició su comercialización con un motor bóxer de 6 cilindros atmosférico, pero en su restyling (991.2) recibió otro bóxer de 6 cilindros pero esta vez turbo.
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Este segundo esquema mecánico es el que se ha escogido para el 992, un motor biturbo de menor cilindrada que reduce las cifras de consumo y al mismo tiempo cumple mejor con las cada vez más restrictivas normativas de emisiones.
Las versiones presentadas en Los Ángeles, 911 Carrera S y 911 Carrera 4S declaran 450 CV de potencia máxima, 20 CV más que en el modelo anterior. 450 CV es la potencia que entregaba el 911 Turbo S serie 996.
Las prestaciones son destacables con un 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y 3,6 segundos para el 911 Carrera 4S. Equipándolo con el paquete opcional Sport Chrono mejora 2 décimas el registro. Si bien el tracción trasera anuncia una punta de 308 km/h, la variante de tracción integral se queda en 306 km/h.
Porsche desarrolló su primera caja de cambios PDK (Porsche DoppelKupplung) de doble embrague en competición, con los 956/962 de Le Mans. El nuevo 911 recurre ahora a una versión de 8 relaciones de su alabado PDK.
Hubo un tiempo en que un 911 era un coche al que pocos le podían sacar todo el partido, un deportivo puro que tenía sus virtudes y sus vicios, pero con el que debías aprender a convivir. Esto ha cambiado mucho con las últimas iteraciones del mito de Stuttgart.
El 992 como primicia mundial cuenta con un modo Wet. Sí un modo agua pensado para cuando llueve y para aquellos que necesiten de ayuda a la hora de controlar el potencial del nuevo Porsche. En los Ferrari de última generación también hay un modo Wet, un signo de denota que ya no sólo los puristas compran este tipo de coches.
Como anécdota curiosa puede contar con dos nuevos asistentes: Porsche Road Trip y Porsche 360+. El primero ayuda al conductor a la hora de planificar, organizar y seguir la ruta de viajes que quiera realizar. Ofrece recomendaciones exclusivas de restaurantes, hoteles y demás puntos de interés.
Con el Porsche 360+ la firma de Stuttgart brinda un asistente personal al estilo del Concierge que hace años BMW ofrece mediante sus servicios BMW ConnectedDrive. Un extra sumamente útil en el día a la hora de realizar gestiones sin soltar una sola mano del volante mientras conduces.
En resumidas cuentas
El mito 911 sigue más vigente que nunca. Un diseño que transmite más fuerza, un habitáculo más tecnológico y conectado, así como una mecánica todavía más prestacional.
Mantiene la mecánica bóxer de 6 cilindros, sigue contando con el motor colgado en la parte trasera y en cierto modo da continuidad al diseño del primer 911. Casi 6 décadas después es todavía un coche de ensueño tanto para los más pequeños y para los que ya no lo somos tanto.
Grande Porsche