Disfrutar y aprender, al mismo tiempo
Porsche puede presumir de disponer de una de las gamas de modelos más deportiva existente actualmente en el mercado, sino la que más. Porsche no fabrica coches, construye deportivos (a excepción de los SUV Cayenne y Macan y del Panamera que lo dejaremos fuera rozando el listón) y justamente de ellos es de los que os vamos a hablar.
Ahora, en 2014, se junta una de las ofertas más suculentas que Porsche puede ofrecer a sus clientes, con hasta 15 variantes de su modelo estrella Porsche 911 repartidas en las carrocerías Coupé, Cabrio y Targa, otras tres para el Boxter y tres más para el Cayman y dos opciones más para el excelentísimo Porsche 918.
Hablaremos sólo de los modelos más deportivos porque Coches.net ha tenido la oportunidad de viajar hasta el circuito de pruebas de Aldenhoven, en Alemania cerca de Dusseldorf, para realizar un curso de conducción para conocer las cualidades de todos estos modelos, experimentar su eficacia y comprobar el funcionamiento de algunos de sus sistemas de seguridad.
Porsche lleva 40 años realizando todo tipo de actividades para sus clientes, desde los viajes Porsche Travel Club por todo el mundo, las formaciones de conductores de todos los niveles en las Porsche Driving School y los Porsche Driving Experience por los circuitos más representativos del planeta, hasta diferentes competiciones y la posibilidad de asistir a la fábrica.
Dentro del programa Porsche Driving School nos pusimos en la piel de un cliente interesado en la realización de uno de estos cursos. Como siempre hacemos recomendamos a todo el mundo la realización de algún tipo de curso que ofrecen la mayoría de las marcas (aquí tienes algunos). En ellos os enseñarán a mejorar vuestro nivel de destreza al volante, a reaccionar de la forma correcta en caso de imprevistos en la carretera y ya de paso podréis subiros a algunos de los modelos más suculentos de las marcas.
El Aldenhoven Test Center es un centro de pruebas situado en la localidad alemana con la que comparte nombre. Consta de diferentes áreas donde poder trabajar diferentes aspectos de la conducción y desarrollo de los vehículos. Tiene una pista oval de aproximadamente 2 kilómetros de recorrido, con peraltes cercanos a los 75º en la parte superior, una amplia zona asfaltada en su interior para realizar pruebas con conos, un pequeño circuito interior muy ratonero de 800 m de cuerda, una pequeña zona en el exterior con diferentes pendientes de arena y parte de una de las rectas del óvalo, a un costado, con diferentes asfaltos.
La jornada se dividió en tres áreas de trabajo. En el óvalo probamos la aceleración de los modelos, desde parado con el sistema de salida “Launch Control”, y frenadas de emergencia a fondo, al mismo tiempo que dimos varias vueltas al óvalo.
La segunda parte consistía en realizar un “slalom” entre conos y la famosa prueba del Alce a diferente velocidad para comprobar la estabilidad de los modelos y las diferentes ayudas a la conducción que nos pueden salvar de algún que otro accidente.
Por último dimos cerca de una veintena de vueltas al circuito interior, quizás más, con todos los modelos. Progresivamente íbamos aumentando el ritmo y buscando los límites de adherencia.
Al volante de los modelos más deportivos
Esta experiencia nos brindó la oportunidad de subirnos en algunos modelos que aún no habíamos tenido el placer de probar. Hablamos de las versiones GTS de los Cayman y Boxter, algunas variantes del 911, como el Turbo S o el Cabrio turbo, por no hablar del superlativo Porsche 911 GT3 que merece algunos párrafo para él solo.
El más radical de los 911 cuenta con el motor del Carrera S de seis cilindros y 3.8 litros desarrollado para ofrecer 475 CV a 8.250 rpm. No es el modelo más potente de la gama 911, los Turbo y Turbo S le superan con sus 520 y 560 CV, pero sí podemos afirmar que es sin duda la joya de la corona para el conductor más rácing o habitual de los circuitos.
Cuenta con un cambio automático de doble embrague PDK, con sus levas en el volante, especialmente preparado para que los saltos entre marchas se asemejen al de un coche de competición. Los baquets que montaba opcionalmente el modelo que condujimos te transportan a otra dimensión. Vas sentado casi en el suelo y el confort se ha dejado a parte para otorgar una sujeción del cuerpo perfecta.
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Las suspensiones son muy duras, la dirección directa y el motor sube y sube de vueltas sin dejar de pegarte al asiento mientras preparas la mano en la leva derecha para subir a la siguiente marcha cuando se acerquen las 8.000 vueltas.
Exteriormente puede reconocerse fácilmente por su aspecto desenfadado y rácing. El alerón fijo de gran tamaño, el frontal específico, la mayor anchura (+44 mm) respecto a un Carrera o Carrera S y por supuesto el sonido atronador que escupe la doble salida de escape situada en el centro de la zaga.
Los Porsche Boxter GTS y Cayman GTS son los modelos más prestacionales de sus respectivas gamas. En ambos casos se aumenta la potencia del propulsor de seis cilindros bóxer de 3,4 litros en 15 CV y se mejora ligeramente el par. De tal manera la potencia total del Boxter GTS se queda en 330 CV mientras que la del Cayman aumenta hasta los 340 CV.
El paquete Sport Chrono se instala de serie en ambas versiones, el cual incluye la suspensión variable, entre otras, y mejora ligeramente sus aptitudes dinámicas. En circuito se mostraron muy divertidos de conducir, con una gran agilidad en los cambios de apoyo y con suficiente potencia como para alegrarte un mal día.
De copiloto en un 918
La marca de Stuttgart acercó al circuito una unidad de su modelo estrella: el Porsche 918. Se trataba de una unidad pre-serie, de las que no se comercializan, y por este motivo no accedieron a dejárnoslo conducir. Lo que sí pudimos hacer fue sentarnos en el asiento del acompañante y disfrutar de unas “Hot Lap” alrededor del óvalo a toda velocidad.
El Porsche 918 es un superdeportivo híbrido enchufable que combina un motor central de gasolina V8 de 4,6 litros y 608 CV con otros dos propulsores eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el trasero, que elevan la potencia final hasta los 887 CV totales. Además es capaz de girar hasta a 9.200 rpm.
Sus prestaciones son de infarto, como así pudimos comprobar: acelera de 0 a 100 en tres segundos, puede alcanzar los 345 km/h y es capaz de rodar sólo en modo eléctrico hasta los 160 km/h. Tiene tres modos de conducción: E-Drive, Hybrid, Hybrid-Sport y Race-Hybrid, cada uno con sus propias características.
Durante el copilotaje nos sorprendió espectacularmente la capacidad de aceleración que posee hasta bien pasados los 200 km/h, pero también es muy destacable cómo es capaz de detener toda esa inercia con una potente frenada capaz de hacer que te salten por segundos los ojos de las órbitas.
Pude llegar a ver una velocidad máxima de 260 km/h al final de la recta y pasar las curvas peraltadas por encima de los 200 km/h. Fue divertido, y a la vez un poco tenso, comprobar como por el efecto de las fuerzas G el conductor soltó el volante y el coche continuó realizando la curva como un perrito obediente siguiendo su carril.
Es una lástima no haberlo podido conducir pero realmente no nos ha hecho falta para darnos cuenta del enorme potencial de este bicho alemán. Sin duda, una experiencia de aquellas que se te quedan grabadas en la memoria durante un buen tiempo…
Yo tengo un Porsche que según tu no es Porsche. Estoy a punto de cortarme las venas. No puedo soportar mi vida después de tu opinión. Me voy a comprar el tuyo. Por cierto cual es? Y así yo también opino de tu saber comprar....