Renault Kadjar: Ya a la venta

Actualización.- El nuevo crossover compacto de la marca francesa ya está a la venta en nuestro país, con precios que parten desde los 19.850 euros. Encontraréis la tarifa de precios oficiales al final de este artículo.

El Qashqai de Renault. Os vais a hartar de oír esta expresión aplicada al Kadjar, el nuevo SUV compacto de la marca del rombo. Y la verdad es que los que utilicen esta manera de referirse a él no estarán para nada desencaminados. Algo ha cambiado en el seno de la Alianza Nissan-Renault y, aunque Ricardo Gondo, Director de Renault Comercial España lo desmintiera, es evidente que la planificación de producto de la Alianza ha tomado una nueva dirección.

Hasta ahora, Nissan y Renault habían mantenido una exquisita equidistancia en Europa, intentando que sus modelos compitieran en el mismo segmento pero no entre sí. Me explico. En el caso del segmento B, por ejemplo, es difícil que alguien dude entre un Renault Captur y un Nissan Juke. Son coches que utilizan la misma base y los mismos motores pero están muy alejados estéticamente y en su planteamiento general. Y lo mismo puede decirse del Renault Clio y el Nissan Note. En el segmento C, parecía que Renault apostaba por los segmentos más tradicionales (gama compacta de toda la vida con el Mégane y monovolúmenes con la gama Scénic) y dejaba la representación en el incipiente segmento crossover a Nissan con su best-seller Qashqai. Cierto es que Renault tiene el Koleos pero este es un coche que nunca ha jugado un papel protagonista ni en la gama ni en las ventas del fabricante.

Con el Kadjar esta política de complementariedad o de "no agresión", llega a su fin. En Renault se han dado cuenta que no podían quedar al margen de un segmento, el C SUV europeo, que crece como la espuma. Mantenerse sólo con el Koleos en la gama, implicaba ceder al Peugeot 3008 el liderato en Francia y dejar sólo al Qashqai en la pelea contra el Volkswagen Tiguan, el propio 3008, y los modelos coreanos, Kia Sportage y Hyundai ix35 (Tucson a partir de septiembre) que han conquistado a miles de clientes en toda Europa.

Así pues, aquí está el Kadjar, un coche realmente fácil de hacer ya que, en base a la Alianza, bastaba con replicar el Qashqai. Es evidente que ambos modelos son el mismo coche, con la misma plataforma y los mismos motores (salvo el de gasolina donde Renault recurre a la versión de 130 CV de su 1.2 TCe) pero también es cierto que Renault ha conseguido transmitir a su modelo el ADN de la marca en aspectos como el diseño, el confort o el equipamiento.

Vamos por partes y empecemos por el exterior. El Kadjar mide 4,45 metros de largo por 1,83 de ancho y 1,60 de alto y descansa sobre una distancia entre ejes de 2,64 metros. El Qashqai, con el que comparte distancia entre ejes, es más corto (8 cm), más estrecho (3 cm) y más bajo (1 cm) y la verdad es que la sensación al ver el Kadjar es que, efectivamente, es un coche más grande que su primo japonés al que también gana en capacidad de maletero (472 litros que pasan a ser 527 si contamos el doble fondo inferior por 430 del Qashqai doble fondo excluido).

Ya que citamos el maletero, en Renault nos explicaron las bondades del sistema de dos bandejas rígidas que enrasan con la apertura del portón y los asientos traseros abatidos alabando la modularidad del mismo cuando en realidad, es lo mismo que lleva el Qashqai. Del mismo modo, el abatido de los asientos traseros mediante tiradores en el maletero y el abatido hacia delante del asiento del acompañante que facilita la introducción de cargas largas, también se heredan de su primo. La gran novedad en cuanto a soluciones ingeniosas es un gancho de remolque retráctil que aparece tirando de un mando en el maletero y desaparece del mismo modo. Con este gancho opcional, el Kadjar puede remolcar hasta 1.800 kilos.

Estéticamente, el coche es muy agraciado o, al menos, a mi me lo parece. No es tan agresivo como el Qashqai pero mezcla una presencia robusta con una suavidad de líneas presidida por el emblema en el frontal que da personalidad y coherencia de marca a los nuevos modelos de la misma. Los faros delanteros, por cierto, pueden ser opcionalmente de LED, igual que los pilotos traseros, estos de serie con este tipo de iluminación y efecto 3D.

En el interior, el diseño no está tan logrado. El salpicadero es funcional, sin más, con la pantalla de 7 pulgadas del nuevo sistema R-Link2 situada, en mi opinión, excesivamente baja. La instrumentación, toda digital, tampoco me gusta mucho. Tiene el velocímetro digital en el centro con el cuentarrevoluciones alrededor y la temperatura y el nivel de combustible a ambos lados. Una pequeña pantallita en la parte superior derecha del instrumento principal nos ofrece una información que podemos seleccionar (siguiente orden del navegador, datos del ordenador o, en las versiones 4x4, el reparto de par entre ambos ejes en tiempo real).

La consola central es un poco estilo Peugeot 3008, es decir, premeditadamente grande y elevada (excesivamente a mi parecer) aunque no tanto como en el Peugeot. En el lado izquierdo, una barra forrada permite que el acompañante disponga de donde agarrarse. Los huecos para objetos son suficientes y hay conexiones para USB. Los asientos, por su parte, son cómodos y disponen de espumas de diferente densidad, más blandas en la zona de la banqueta y el centro del respaldo y más firmes en los laterales para aumentar la sujeción.

Las plazas traseras son amplias, con una buena distancia entre filas y el habitual inconveniente en este tipo de modelos, que tienen una plaza central menos cómoda que las dos exteriores. Con 145 cm a la altura de los codos, la anchura es notable mientras que la altura, de 91 cm, es sólo correcta. La banqueta trasera, por cierto, ni es deslizante ni reclinable. Tal vez estos detalles quedarán para el sustituto del Koleos, confirmado ya por la marca y que se situará en la gama entre el Kadjar y el nuevo Espace lo que significa que será una versión Renault del Nissan X-Trail.

Mecánicamente, Renault presenta tres variantes, una de gasolina y dos diésel, todas ellas, de momento, con cambio manual salvo el diésel menos potente donde puede elegirse entre el cambio manual de seis relaciones (todos llevan caja de 6) o una automática de doble embrague EDC de idéntico número de marchas. La verdad es que esta última opción parece muy recomendable ya que aunque cuesta 1.500 euros más, gasta lo mismo que la versión manual, unos excelente 3,8 litros homologados. No puedo pronunciarme todavía al respecto ya que en la presentación no pude probar ni una ni otra puesto que los coches disponibles eran con motor de gasolina y diésel de 130 CV.

Siguiendo con este motor diésel pequeño, se trata del 1.5 dCi de la marca en su variante de 110 CV. Este motor tiene un par de 260 Nm y sólo se ofrece combinado con la tracción delantera. Con casi toda seguridad será la versión más vendida de la gama de este modelo que, por cierto, se fabricará en España, en la factoría de Palencia donde se ha llevado a cabo una modernización de la línea de montaje y se han contratado a 890 nuevos empleados.

El que sí pude probar es el motor de gasolina de 1,2 litros y 130 CV turboalimentado con un turbo de bajo soplado. Con un par de 205 Nm a 5.500 rpm, sería una buena alternativa al diésel pequeño si no gastara casi dos litros más (5,6 litros homologados que seguramente serán más difíciles de lograr que los 3,8 del diésel). El gasolina no va mal (es, desde luego, mejor que el 1.2 de 115 CV del Qashqai), es silencioso, pero le cuesta recuperar y debe tirar de marchas superiores muy largas (la sexta tiene una punta teórica por encima de 280 km/h. que lógicamente no alcanza ya que el motor no puede con ese desarrollo). Ideal para los que hagan pocos kilómetros y quieran ahorrarse los 2.000 euros de diferencia con el 1.5 dCi.

También probé el 1.6 dCi en su versión 4x4. La verdad es que Renault nos preparó una presentación estupenda para comprobar las virtudes de este coche. Fuimos a las Bardenas Reales, en Aragón y Navarra, donde combinamos asfalto con una pista de tierra de 40 kilómetros, en buen estado general, que nos permitió ver como trabaja el sistema de tracción integral que Renault llama All Mode 4x4-i, es decir, igual que Nissan ya que esencialmente es el mismo que llevan el Qashqai y el X-Trail en sus versiones 4x4.

El sistema dispone de tres modos de uso, el 2WD, que envía todo el par a las ruedas delanteras para circular en asfalto, el Auto, que reparte el par entre los dos ejes priorizando el delantero, perfecto para superficies resbaladizas y pista, y el Lock, que se utiliza en el caso de que nos metamos en problemas y reparte el par al 50% a ambos ejes hasta que le indiquemos lo contrario o superemos los 40 km/h., momento en que vuelve al modo Auto de manera automática.

Además de la transmisión, el 4x4 difiere también en su eje trasero, un sistema multibrazo en lugar de la barra de torsión de los dos ruedas motrices. Además, Renault ha adaptado la dureza de los elementos elásticos del 4x4 en función de su posible uso en campo. Cabe añadir al respecto que el Kadjar presume de una buena altura libre al suelo de 20 cm y de unos ángulos de 18º el de ataque (mediocre) y 28º el de salida (algo mejor pero que resulta inútil con el de ataque tan modesto).

En pista el coche me gustó mucho. Como el piso era muy bueno, aunque con gravilla y piedra suelta, forcé el coche para ver como trabajaba el sistema de tracción integral en modo auto y la verdad es que trabajar trabaja a destajo repartiendo constantemente el par y buscando siempre anticipar, con el propio reparto, el mejor compromiso para que la electrónica correctora (el ESP básicamente) deba actuar lo menos posible. Además, el coche resulta muy cómodo siempre que no haya grandes baches y no desentona incluso en ellos, con una buena capacidad de absorción. En pista sólo le falta algo más de precisión en la dirección (más que precisión, información).

El eje trasero multibrazo se nota también en asfalto. Aunque el coche es más pesado (el 1.6 dCi 4x4 pesa 100 kilos más que el 4x2 y 250 más que el 1.2 TCe que también probé), es mucho más riguroso, con un eje trasero impecable. Además, nuestra unidad llevaba ruedas de 17 pulgadas con neumáticos menos asfálticos que el gasolina, que montaba unas descomunales -y absurdas en un coche así- llantas de 19 pulgadas. Mientras que al gasolina, en comportamiento, le pondría un bien pelado, el 4x4 merece un notable alto en pista y muy alto en asfalto.

En el apartado de equipamiento y además de los citados faros de LED, el Kadjar dispone de la mayoría de nuevos gadgets de ayuda a la conducción, entre ellos el control del ángulo muerto, el aviso de cambio involuntario de carril, el asistente de aparcamiento automático con medidor de espacio (aunque sin función de aparcamiento en batería), la frenada de emergencia automática o el reconocimiento de señales de tráfico con advertencia de superación del límite de velocidad.

Por lo que respecta al R-Link2, el nuevo sistema de entretenimiento, tiene unos menús mejorados y más intuitivos, integra un navegador con aspecto baratito (y con algunos fallos de ubicación ya que considera muchas veces que te has pasado un cruce cuando aún no has llegado al mismo) y la conectividad de móviles habitual. Además, permite crear perfiles para diferentes usuarios (hasta seis). Renault sigue trabajando con Bose para los equipos de audio más sofisticados y entre ambas han adaptado el sistema de sonido a las características acústicas del habitáculo.

En España el coche se lanzará en cuatro niveles de acabado; Life, Intens, X-Mod y Zen a unos precios que oscilarán entre los 19.850 euros del gasolina Life a los 28.800 del 1.6 dCi 4x4 Zen. La que sigue es la lista completa de precios:

Renault Kadjar 1.2 TCe Life: 19.850 € Renault Kadjar 1.2 TCe Intens: 21.300 € Renault Kadjar 1.2 TCe Zen: 23.300 € Renault Kadjar 1.5 dCi 110 Life: 21.850 € Renault Kadjar 1.5 dCi 110 Intens: 23.100 € Renault Kadjar 1.5 dCi 110 X-Mod: 24.000 € Renault Kadjar 1.5 dCi 110 Zen: 25.100 € Renault Kadjar 1.5 dCi 110 EDC Intens: 24.600 € Renault Kadjar 1.5 dCi 110 EDC X-Mod: 25.500 € Renault Kadjar 1.5 dCi 110 EDC Zen: 26.600 € Renault Kadjar 1.6 dCi 130 EDC Intense: 24.600 € Renault Kadjar 1.6 dCi 130 EDC Zen: 26.600 € Renault Kadjar 1.6 dCi 130 4x4 X-Mod: 27.700 € Renault Kadjar 1.6 dCi 130 4x4 Zen: 28.800 €

El acabado Life lleva aire acondicionado, luces diurnas de LED, control de crucero y radio con Bluetooth pero sin la pantalla de 7 pulgadas. El Intense añade asiento del conductor regulable en altura, climatizador, faros y limpias de encendido automático, sensores de aparcamiento traseros, faros antiniebla, llantas de aleación de 17 pulgadas, volante de cuero y tarjeta manos libres. El X-Mod incluye además alerta de cambio de carril, reconocimiento de señales de tráfico, asiento del pasajero abatible hacia delante, barras de techo, cambio automático de luces largas a cortas, cristales traseros sobretintados, el sistema de tracción ampliada Extended Grip y banqueta trasera abatible desde el maletero. Finalmente, el Zen se completa con R-Link con navegador y sensor de aparcamiento trasero.

Entre las opciones, tapicería de cuero para el Zen (1.074 euros), la pintura metalizada -las nueve disponibles salvo el blanco no perlado- (400) y una serie de packs a buen precio con diferentes elementos como el Pack Look Premium para el Zen (llanta 19 y faros Full LED por sólo 578 euros), Esasy Parking (347 para Intens y X-Mod y 495 para el Zen ya que incluye la cámara de retrovisión) o el Pack Vision (techo panorámico de cristal por 537 euros para X-Mod y Zen).