Rolls Royce ha presentado la nueva generación de uno de sus modelos más icónicos: el Phantom. Es ya la octava generación de un coche que vio la luz en el año 1925 y que desde entonces ha sido la referencia en el exclusivo y selecto grupo de las berlinas de lujo fabricadas en cortas series y de forma casi artesanal.
Rolls Royce siempre se ha caracterizado por cuidar mucho sus procesos de fabricación, llegando a acuerdo con proveedores externos para suministrar elementos para sus automóviles con estándares de calidad muy elevados. Rolls Royce, perteneciente desde hace años al grupo BMW, también considera que debe contar con una plataforma propia y no compartida para la fabricación de sus coches. Precisamente la octava generación del Phantom estrena una nueva plataforma de aluminio más rígida y ligera, que ellos denominan la “arquitectura del lujo” y sobre la que se basarán los futuros Rolls Royce Ghost, Dawn y Wraith, además del Project Cullinan.
Esta plataforma monta una nueva suspensión neumática, autonivelable, con eje delantero de doble horquilla y trasero de cinco brazos. Funciona de forma proactiva, según la información que recibe de la cámara frontal y la dirección, para ajustarse a las necesidades de la conducción de forma instantánea.
Esta nueva plataforma ha permitido construir un Phantom todavía más silencioso. Se dice que en un Rolls Royce el ruido más estridente es el del reloj analógico del salpicadero. Esto va a ser más evidente en el nuevo Phantom, que monta lunas con doble acristalamiento de 6 mm y más de 130 kg de elementos de aislamiento acústico. Emplea, por ejemplo, planchas dobles de aleación en áreas del suelo, varias capas de alta absorción bajo el tapizado del techo, en las puertas y en el maletero, y neumáticos desarrollados específicamente para este modelo que reducen en 9DB el ruido de rodadura.
Clasicismo a raudales
Respecto al anterior Phantom VII, esta nueva generación no aporta demasiado desde el punto de vista estético. Tan sólo hay notables modificaciones en el frontal, y concretamente en la rejilla Pantheon Grille, de acero acero inoxidable pulido a mano, que ahora se ve más integrada en la carrocería. Su diseño se ha inspirado en la del Vision Next 100, y ha obligado a elevar aproximadamente un centímetro otro de los detalles clásico de la marca, el Espíritu del Éxtasis.
Esta nueva generación monta un nuevo salpicadero, con formas más complejas y con nuevos mandos digitales enmarcados en cromo. Se incluye una pantalla en color TFT de 12,3 pulgadas con retroiluminación LED y un nuevo panelado que puede ser personalizado con exclusivos diseños realizados bajo encargo a un reconocido artista. La marca responde así a los gustos de muchos de sus clientes, que coleccionan obras de arte.
El interior se viste con un panelado de madera de alto brillo y tacto exquisito para el interior de las puertas, la consola central, el salpicadero y las mesas de pícnic.
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En las plazas traseras, lugar en el que suelen viajar muchos de los propietarios de este tipo de vehículos, se han instalado dos asientos individuales con consola central fija de tipo mueble-bar con vasos de whisky y decantador, copas de champan y nevera.
Los pasajeros disponen de varios monitores multimedia que pueden replegarse y desplegarse con solo tocar un botón, entre otros detalles.
Otro aspecto muy trabajado es la calefacción, que está presente en los reposabrazos de las puertas delanteras, la tapa de la consola central, la parte inferior del pilar en C, los reposabrazos de los asientos individuales de la parte trasera y el reposabrazos central trasero.
Doble Turbo
El motor de esta extraordinaria berlina es un V12 biturbo de 6,75 litros. Se abandona, así, el anterior motor atmosférico, y se consigue un propulsor con 900Nm de par máximo a 1.700 r.p.m., y que da 571 CV de potencia.
De esta manera, se actualiza un modelo que mantiene las líneas de los Rolls Royce Phantom de los 50 y 60, pero con la tecnología más actual en su cadena cinematica. Muy probablemente podamos ver el nuevo Phantom en el próximo Salón del Automóvil de Frankfurt, en septiembre.
Seguramente este vehículo sea el summum de las cuatro ruedas, el éxtasis del lujo o viceversa, no en vano viene a estar manufacturado con piel de testículo de mosquito africano criado en cautividad. Bajo mi punto de vista, el diseño exterior es muy original y transmite moderna sobriedad, pero me llama poderosamente la atención el diseño del puesto de conducción, feo no, lo siguiente. Estoy seguro que está hecho así a posta como intento de marcar distancias entre el dueño y el chófer. Ya podrían copiar un poquito el exquisito puesto de conducción de su pariente lejano Bentley, pero claro, el Bentley es conducido por su dueño.