La madera como foco central
La marca de lujo inglesa ha presentado una novedad en el Salón de París. No se trata de un nuevo modelo sino de una edición exclusiva a 20 unidades, del Rolls Royce Phantom, denominada Metropolitan Collection y que, como su nombre indica, está inspirada en las principales metrópolis modernas.
El Phantom, que se lanzó al mercado en 2003, supuso un punto de inflexión para Rolls-Royce. Gracias en parte de este modelo la marca renació y se posicionó justamente donde hoy la conocemos: dentro del selecto grupo de automóviles de súper lujo.
Las 20 unidades del Phantom Metropolitan Collection son como obras de arte sobre ruedas. En el exterior apenas notaréis algún cambio. Simplemente se le ha añadido una fina franja que recorre la cintura del modelo y se complementa con unas formas que recuerdan a unos rascacielos situados en el montante trasero.
El modelo presentado en el Salón de París se vestía con la elegante tonalidad Darkest Tungsteno, “inspirada en los horizontes de la ciudad” –palabras de la marca en su comunicado-, aunque el cliente podrá elegir cualquiera de los 44.000 colores para la carrocería que ofrece Rolls-Royce o podrá personalizarlo totalmente a su gusto.
El interior es donde encontramos todos los detalles exclusivos de esta versión. Los motivos de los rascacielos se repiten en el salpicadero y las mesitas situadas en los respaldos de los asientos delanteros. Para desarrollar estas formas en madera se han utilizado más de 500 piezas de madera individuales, seleccionadas y cortadas a mano, en un ejercicio de marquetería llevado a cabo durante varios días por un artesano de la madera.
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El cuero Aetherius Grey ha sido creado inspirándose en la paleta de colores de una ciudad moderna. Se han usado más de 6.800 puntos de sutura en dos tonos para realizar los bordados de un rascacielos en el centro de los respaldos. También se ha incrustado un reloj a medida en el centro de la consola central donde se puede observar el nombre de 24 grandes ciudades del mundo y regularlo para ajustarlo a las diferentes zonas horarios.
Para dejar constancia de la meticulosa elaboración del modelo se ha instalado una placa en los umbrales de las puertas que nos recuerdan que el modelo se ha fabricado a mano en la sede de Goodwood, en Inglaterra.
Rolls-Royce no ha querido desvelar el precio de estas unidades, pero tomando como referencia los 500.000 euros que cuesta un Phantom estándar bien podría írsenos fácilmente hasta el millón, o más, de euros.
Dirigido a magnates rusos. Descaradamente.