Saab 9-4X: El crossover, según Saab

Saab nos presenta su último "avión": un crossover con dos potentes mecánicas V6: 3.0 de 265 CV y 2.8 turbo de 300 CV. Ambos disponen de cambio automático de seis velocidades, sistema de tracción total XWD y chasis adaptativo DriveSense. Con estas características y un equipamiento muy completo, el 9-4X se situará en la parte alta de su segmento. Llegará a España en agosto de 2011. El 9-4X debutó en el Salón de Los Angéles antes de pasar por el Salón de Ginebra. No en vano, el mercado estadounidense siempre ha sido un valor seguro para Saab y más aún con este tipo de coche. Será allí donde se inicie su comercialización (mayo de 2011). A Europa llegará en agosto y los precios no se sabrán hasta julio. Este modelo es el tercero de la gama de Saab, que sigue dando muestra de fortaleza tras su etapa de General Motors, con la reciente adquisición por parte de Spyker y la firma de un acuerdo de colaboración estratégica con BMW. Las líneas del nuevo crossover sueco se inspiran en las del concept de idéntico nombre, de hecho, en sus formas básicas apenas hay cambios. Saab mantiene sus señas de identidad en este modelo, con líneas muy limpias, ausencia de aditamentos y formas que recuerdan a su herencia aeronáutica, como el parabrisas envolvente o el montante trasero. No se han desvelado sus dimensiones, aunque sabemos que estará a medio camino entre un 9-3X y un 9-5. Sin embargo, sí se ha publicado su coeficiente aerodinámico (Cx: 0,38), peso total (2.010 kilos y 2.135 el Aero) y distribución de pesos (57% delante y 43% detrás). En el habitáculo tenemos todos los elementos clásicos de Saab, como el diseño orientado hacia el conductor del cuadro de mandos y la consola central (puede tener acabado en madera o fibra de carbono), las salidas de ventilación con joysticks, el boton "black panel" que elimina la mayoría de iluminación de la instrumentación y el mando de arranque situado entre los asientos. Los asientos incorporan de serie ajustes eléctricos. Opcionalmente, los pedales también pueden tenerlos. Hay huecos y reposabrazos en ambas filas de asientos, además de conexiones y un sistema multimedia opcional. El equipo de sonido puede tener siete altavoces o diez (Bose con sonido envolvente 5.1). Siguiendo con su dotación tecnológica, hay disponible un sistema de navegación con pantalla táctil, disco duro de 10 Gb, teléfono integrado Bluetooth y comandos de voz. El freno de mano es eléctrico y estarán disponibles muchos elementos de equipamiento que se estrenaron en el 9-5, como el control de velocidad adaptativo con radar, los faros bixenon inteligentes o el aparcamiento pilotado. En seguridad, montará de serie diez airbag, anclajes Isofix, ABS con EBD, control de tracción y estabilidad, reposacabezas delanteros activos, pretensores con limitador de esfuerzo en los cinturones de seguridad y luces antiniebla. No conocemos las cifras de capacidad del maletero, pero sí que los asientos traseros son fácilmente abatibles y dejan una superficie de carga completamente plana. El portón trasero, opcionalmente, se puede abrir con el mando a distancia. El 9-4X dispone de una evolucionada plataforma que puede incorporar la suspensión con control electrónico Drive Sense. Con tres modos de funcionamiento (Confort, inteligente y Sport), este sistema no sólo permite ajustar la dureza de la suspensión, sino también variar el tacto de la dirección, la respuesta del acelerador y el reparto de par del sistema de tracción AWD. Este último -de serie en todas las versiones- reparte el par entre el delantero y trasero a través de un embrague Haldex. Opcionalmente, se puede completar con un diferencial trasero LSD que también reparte la potencia entre las ruedas traseras.

Destacamos: Mecánicas V6

Inicialmente sólo se ofrecerán mototes de gasolina, aunque es seguro que también llegará una variante diésel -probablemente, con motor de 190 CV- que será la que tenga más éxito en Europa. Estamos ante dos bloques V6 montados transversalmente, con similar cilindrada (3.0 y 2.8 litros), pero diferentes características. Ambos están construidos en aluminio y cuentan con inyección directa, cuatro válvulas por cilindro y distribución variable (en admisión y escape). Como curiosidad, las paredes de los cilindros están grabadas con láser para obtener una superficie ultralisa y las válvulas de escape van rellenas de sodio para una mejor refrigeración. El bloque de tres litros, atmosférico, entrega 265 CV y 302 Nm. Con este motor, el 9-4X acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos. El 2.8 tiene turbo ofrece 300 CV y 400 Nm y será exclusivo de las versiones Aero. Entre sus refinamientos técnicos destacamos el turbocompresor de doble entrada (una para cada bancada de cilindros), cigüeñal y bielas de acero forjado, pistones de aluminio revestidos de polímero y árbol de levas construido en material composite. Por las impresiones que nos llevamos de estos propulsores al probar el Saab 9-5, les podemos anticipar que el atmosférico destaca por su suavidad y el turbo por su empuje y prestaciones (8,3 segundos en el 0-100 km/h). Ambos están acoplados a transmisiones automáticas de seis velocidades con control electrónico adaptativo y accionamiento secuencial.