Todo o la mitad
Seat acaba de lanzar al mercado el primer modelo de su historia con un sistema de desconexión de cilindros. Ha elegido su utilitario superventas, el Ibiza, equipado con el conocido motor de gasolina 1.4 TSI. Esta nueva versión del Ibiza, denominada ACT, por Gestión Activa de Cilindros, desconecta dos de sus cuatro cilindros cuando no son necesarios, por ejemplo, cuando rodamos a bajo régimen en ciudad o a velocidad de crucero por carretera.
Esta tecnología, hasta ahora sólo vista en algunos modelos del grupo Volkswagen de categoría superior y también en el Volkswagen Polo Blue GT lanzado recientemente, permite reducir notablemente el consumo medio de combustible, ayudado también por otros sistemas que también incluye de serie, como el Start/Stop.
El Ibiza 1.4 TSI ACT gasta una media de 4,7 l/100km., una cifra excelente para tratarse de un coche de gasolina, y que a más de uno le puede hacer reflexionar sobre la conveniencia de comprar una versión diésel. Y ello no va en detrimento de las prestaciones, ya que esta versión del Ibiza da 140 CV. Por lo tanto, estamos hablando de una versión del Ibiza potente, incluso con un cierto carácter deportivo y con una estética acorde, como demuestra que se vende con acabado FR en cualquiera de las carrocerías disponibles: tres puertas, cinco puertas o ST.
¿Cómo funciona el sistema ACT?
Lo que ha hecho básicamente Seat es coger un motor ya de por sí con una excelente relación prestaciones/consumo, como es el cuatro cilindros 1.390 cc de gasolina, inyección directa y turbo, y montar sobre los árboles de levas un avanzado sistema de actuadores electromagnéticos, camisas y empujadores que permiten discriminar entre dos o cuatro cilindros según interese. Es decir, si la carga que se le aplica al motor es baja, el sistema cierra las válvulas de admisión y escape de los cilindros 2 y 3, se les corta el encendido y el suministro de combustible a través de los inyectores. Los cilindros 1 y 4 siguen funcionando con normalidad. Esta operación necesita sólo medio giro del árbol de levas, es decir, tarda entre 13 y 36 milisegundos en llevarse a cabo. Si damos más gas, en el mismo periodo de tiempo se vuelven a abrir las válvulas y activar los dos cilindros inoperativos para que el motor pueda dar toda la potencia necesaria. Este sistema sólo funciona entre 1.500 y 4.000 revoluciones. No se activa si los sensores del coche detectan que estamos practicando una conducción deportiva, o circulamos por una fuerte pendiente y necesitamos retención de motor.
¿Cómo se percibe en realidad?
Te puedo asegurar que si montas en un Seat Ibiza 1.4 TSI ACT y no te dicen que incorpora esta tecnología no vas a notar nada extraño ni fuera de lo normal. Y si te lo explican, tampoco. Y es que una vez en marcha, la conexión o desconexión de los cilindros es totalmente imperceptible, como pude comprobar en la toma de contacto que Seat organizó en Madrid. El motor 1.4 TSI empuja en todo momento con una linealidad y suavidad envidiable, cargado de par motor desde bajas revoluciones y estirando hasta el régimen máximo, hasta un poco más allá de las 6.000 vueltas, sin titubeos y con total decisión. También recupera de forma notable, aunque circules en 6º por debajo de las 2.000 vueltas y en ligera pendiente, como pude comprobar camino de Navacerrada.
Este motor es toda una referencia en el grupo de propulsores de gasolina de baja cilindrada. Rueda fino, sin vibraciones ni ruidos, gracias a un cuidado diseño enfocado a reducir la fricción interna. Además, es un motor con carácter. En un coche como el Seat Ibiza, de bajo peso y tamaño, da muchísimo juego. Las prestaciones de este Ibiza de gasolina son notables: hace el 0 a 100 km/h en 7,8 segundos, y es capaz de alcanzar los 210 km/h, sólo factibles si vas a un circuito o a Alemania y tienes oportunidad de rodar por una autopista sin limitación de velocidad.
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En comparación con la versión del Ibiza 1.4 TSI FR con cambio DSG, que se seguirá comercializando, las prestaciones del Ibiza ACT son muy similares (sólo registra dos décimas más en aceleración) y consume 1,2 l/100km. menos. Eso sí, el 1.4 TSI de 150 CV se vende con cambio automático DSG, mientras que el 1.4 TSI ACT sólo puedes pedirlo con cambio manual de seis relaciones. Desde mi punto de vista, no estaría de más que Seat también ofreciese esta misma versión con cambio automático, teniendo en cuenta que el DSG de doble embrague es muy efectivo y permite el accionamiento del cambio mediante levas, algo muy atractivo tratándose de un coche con un claro espíritu juvenil y deportivo. En cualquier caso, el cambio manual que monta este Ibiza tiene un tacto agradable y muy directo gracias a su corta palanca.
Buen equilibrio
El chasis de este coche también está configurado para ofrecer una buena respuesta en carretera, como demuestra que equipa de serie el diferencial autoblocante electrónico XDS. Este sistema frena mediante un pequeño impulso la rueda interior del eje delantero cuando detecta que pierde tracción, generalmente al entrar con decisión en una curva, para evitar que el coche subvire en exceso. El tacto de las suspensiones es bastante rígido, que no incómodo, e invita a aplicarse al volante en carreteras de montaña. Es un coche ligero, de corta batalla y suficientemente potente para no defraudarte si te gusta practicar una conducción deportiva. A la vez, el Ibiza no pierde su carácter de utilitario, en cualquier de sus versiones de carrocería. Por lo tanto, tiene en su justo equilibrio la base de su éxito.
El diseño de esta versión no cambia en absoluto respecto a lo que conocemos de las versiones FR. Tiene detalles como los paragolpes más deportivos, los faros Bi-xenón con luces LED diurnas, la doble salida de escape o las bonitas llantas de aleación de 17 pulgadas. Podemos montar todo ello si escogemos el paquete opcional iTech FR (1.036 euros) que también incluye el sistema de audio, conectividad y navegación Seat Portable System, con pantalla táctil de 5 pulgadas. Según Seat, el 80% de los clientes optan por incluir el paquete iTech cuando compran el coche. En el interior hay un buen equipamiento protagonizado por los asientos deportivos, que ofrecen una mayor sujeción y pueden forrarse con Alcántara; o el volante de tres radios, de buen diámetro y tacto. La sensación de calidad percibida a bordo de este Seat es buena. Los ajustes son buenos y el aspecto y tacto de los materiales empleados en el interior es notable. Nada nuevo que ya no supiéramos, desde que Seat decidió renovar este utilitario del segmento B.
El precio de venta del Ibiza 1.4 TSI ACT se sitúa en 19.720 euros, que con promociones incluidas se quedan en 14.920 euros. Son 700 euros menos que la versión con el mismo motor y 150 CV, pero sin sistema de desconexión de cilindros. Esta diferencia no influirá, estoy seguro, en la decisión de compra sobre una versión u otra. Todo dependerá de si estás más o menos concienciado con la necesidad de ahorrar combustible y emitir menos, o bien prefieres esos 10 CV de potencia extra y el cambio automático.
Seat ha presentado esta versión ACT justo en el año el que el Ibiza cumplirá 30 años de vida comercial. El primer Ibiza se lanzó en abril de 1984, y desde entonces la marca española ha fabricado 5 millones de unidades para todo el mundo, de las cuales 1,5 millones se han destinado a nuestro país. La incorporación de la tecnología de desconexión de cilindros en esta nueva versión contribuye a darle una imagen de utilitario tecnológicamente avanzado que puede atraer nuevos clientes, a la vez más concienciados con los consumos. El objetivo, claro está, es mantener el liderato de ventas dentro del segmento B, en los que el Ibiza lleva más de una década siendo el protagonista.
EL seat panda y derivados han salio que gastan aceitillo pero por lo demás estupendo aunquelo suyo seria que tubiera calefasion y desenpañamiento y muy fáciles de mantener aunque el otro día me vi celeste con los platinos se echas en fartas la bubina ilectronica