Seat completa la gama del nuevo Seat Ibiza con la llegada de las versiones diésel, disponibles ya en los concesionarios y que, según la propia marca supondrán únicamente el 18% de las ventas de este modelo. Seat ofrecerá el Ibiza con un único bloque de cuatro cilindros y 1,6 litros en tres niveles de potencia: 80, 95 y 115 CV.
Estos nuevos motores turboalimentados y con culata de 16 válvulas, disponen del habitual sistema Start&Stop e incorporan el sistema de reducción catalítica selectiva (SCR) de segunda generación lo que equivale a decir que el coche lleva un depósito de AdBlue con una toma para el depósito situada junto a la boca de carga de gasoil
Al disponer de una cilindrada elevada, la entrega de par es generosa en los tres casos. El más modesto, ofrece los 80 CV de potencia entre 2.700 y 4.800 rpm, y tiene un par máximo de 230 Nm entre 1.400 y 2.400 rpm. Esta mecánica se ofrece únicamente con un cambio manual de 5 velocidades y en acabado Reference y Reference Plus, este último con aire acondicionado, Bluetooth y equipo de sonido con pantalla de 5 pulgadas. Con una aceleración de 0 a 100 km/h en 13,3 segundos, tiene un consumo medio homologado de 3,8 litros a los 100 km y emite 99 g/km de CO2.
La versión de 95 CV, cuya única diferencia con el anterior es a nivel de centralita de gestión, se ofrece bien con una caja de cambios manual de 5 velocidades o con la automática de doble embrague DSG de siete relaciones, que, no obstante, no llegará hasta febrero de 2018 (los pedidos, de todas maneras, ya pueden realizarse). El par de este motor es de 250 Nm entre 1.500 y 2.600 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y mantiene el mismo consumo que su hermano menos potente, de manera que atendiendo al hecho de que sólo hay 460 euros de diferencia entre uno y otro, éste de 95 CV es bastante más recomendable. La marca lo ofrecerá con los cuatro acabados disponibles: Reference, Style, Xcellence y FR.
Finalmente, el motor de 115 CV conserva la cifra de par de 250 Nm y va asociado a una caja manual de 6 velocidades. La aceleración de 0 a 100 km/h es de 10 segundos y el consumo se incrementa ligeramente hasta 3,9 l/100 km con unas emisiones en ciclo combinado de 102 g/km de CO2. En este motor el acabado Reference no estará disponible.
Motores al margen, estos nuevos Ibiza diésel son idénticos a sus hermanos de gasolina aunque es cierto que, al menos en las unidades que pude conducir en la presentación, la sensación fue de un ligero incremento de calidad. Los materiales son los mismos pero el ajuste me pareció mejor, algo lógico, de todas maneras en un coche que ha cogido ya velocidad de crucero en su producción.
Además, hay pequeños detalles como la moldura decorativa interior en cuero para las versiones FR que no estaban disponibles y que han llegado una vez lanzado el Arona con el que el Ibiza comparte plataforma, motores y diseño interior. Ahora, además, pueden montarse opcionalmente asientos tapizados en Alcántara. En el listado de opcionales se mantienen elementos como los faros completos Full LED, la pantalla táctil de 20,3 cm (8’’) y los sistemas de conectividad Full Link, para vincular el ‘smartphone’ al coche, mediante Apple Car Play, Android Auto o Mirror Link.
Seat ofrece asimismo para toda la gama un paquete de personalización exterior llamado Sport Line, que incluye elementos como las taloneras en color de contraste, un difusor trasero específico, un labio inferior para el parachoques delantero y un spoiler trasero.
Buen rendimiento
Pude conducir en Ibiza (sí, la presentación se llevó a cabo en la isla que da nombre al modelo) las versiones de 115 CV con la caja manual de seis marchas y de 95 CV automática. La primera impresión es que se trata de coches que mantienen el buen rendimiento dinámico de sus hermanos de gasolina aunque sí es cierto que el mayor peso sobre el eje delantero motriz que supone el bloque de 1,6 litros frente a los ligeros tricilíndricos de gasolina hace que el coche sea ligeramente más subvirador.
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Al volante, eso apenas se percibe pero se nota muy claramente al bajar del coche tras hacer un tramo de carretera virada a ritmo vivo ya que los frenos huelen como consecuencia del uso constante de los mismos por parte del sistema XDS que, somo sabéis, frena la rueda interior en curva para que el par pase a la exterior y, de esta manera, el coche entre mejor en la curva eliminando el subviraje al priorizar la rueda con mejor tracción (la más apoyada).
Los motores son poco ruidosos, con un sonido muy grave y con un ralentí bastante estable y las vibraciones están bastante bien aisladas de manera que, aunque se nota que estamos en motores diésel, éstos son más equilibrados y menos ruidosos que los antiguos TDi de 3 cilindros del Grupo Volkswagen. Por lo demás, son motores bastante elásticos, con una buena entrega de par a medio régimen y que encajan bien con un uso en carretera del coche más que en ciudad donde los gasolina van mejor al ser más silenciosos.
Estos Tdi, por lo tanto, son recomendables para los usuarios más viajeros que vayan a emplear el coche sobre todo en desplazamientos largos o muy habituales por autopista. El Ibiza, con un chasis muy bien puesto a punto y un "tacto" casi de León, puede usarse como coche de viaje si no necesitamos un espacio excesivo y, para este tipo de usos, el diésel puede convenir más que el gasolina.
A modo de recordatoria, el nuevo Ibiza sólo está disponible con carrocería de 5 puertas y está construido sobre una nueva plataforma del Grupo Volkswagen llamada MQB A0 cuya principal característica es que ha permitido ampliar la anchura del coche en 87 mm. El Ibiza mide ahora 4.059 mm de largo, 1.780 mm de ancho y 1.444 mm de alto y tiene el maletaro más grande de su categoría con 355 litros, 63 más que antes.
El acabado Style incluye, sobre el Reference, control de velocidad de crucero y detector de fatiga, aire acondicionado, radio con pantalla a color de 12,7 cm (5”) con 6 altavoces, conexiones USB, Aux-In y para tarjetas SD, Bluetooth, volante multifunción, pomo del cambio en piel, asiento trasero plegable en dos partes, faros antiniebla y llantas de aleación 15’’ pulgadas.
El acabado Xcellence, añade climatizador automático bizona, sensor de parking trasero, sistema de apertura y arranque sin llave, elevalunas traseros eléctricos, asientos de conductor y pasajero regulables en altura, salpicadero y molduras laterales en color Mystic, techo interior en negro, retrovisores en color gris y luces diurnas y pilotos traseros de LED. Por su parte, la opción más deportiva FR añade suspensión deportiva y selector de modos de conducción Drive Profile y llantas de aleación de 17 pulgadas
¿Ralentí bastante estable? ¿Que diesel lo tiene inestable?. Es la frase absurda del mes....Ain