Pieza inédita
Aunque en nuestro país, el segmento de los compactos familiares no es por el momento tan exitoso como en otros mercados europeos, este tipo de vehículos se va abriendo paso poco a poco. Con el nuevo León ST, de carrocería familiar y con una longitud de 4,54 metros, Seat completa la inédita familia numerosa en la que ha desembocado su nuevo compacto, que hasta el momento, estaba integrada por las variantes de tres y cinco puertas. Para esta prueba, la segunda tras este comparativo entre el 2.0 TDi y el 1.4 TSi de 140 CV hemos elegido la mecánica intermedia dentro de la gama de gasolina del modelo, la 1.4 TSI de 122 CV, que supone una alternativa muy equilibrada dado su compromiso entre consumo y prestaciones.
El precio de esta versión es de 21.330 euros, una cifra razonable si valoramos que nos ofrece un buen rendimiento acompañado de un consumo ajustado y un habitáculo amplio y muy bien acabado. Con los opcionales, el importe de nuestra unidad sube a los 24.685 euros. Parte importante de este aumento se produce por la incorporación del novedoso sistema de iluminación Full LED, una de las señas de identidad más sustanciales de la nueva saga León. Entre los competidores que rivalizan con el León ST se encuentran el Ford Focus Sportbreak, el Volkswagen Golf Variant o el Honda Civic Tourer.
Alargado con personalidad
Los diseñadores de la firma de Martorell no se han limitado exclusivamente a alargar la carrocería sin más, sino que le han aportado cierto carácter propio a esta versión familiar del León, sobre todo en la parte trasera. De esta forma se ha logrado que el vehículo tenga una estética fluida, lejos de lo que en ocasiones sucede con los compactos de carrocería familiar, cuya trasera a veces se añade de forma visualmente artificial.
Lo que no ha cambiado es la distancia entre ejes, que sigue siendo la misma que en el modelo convencional pese al aumento de 27 centímetros de longitud de la carrocería. El frontal, por su parte, mantiene el aspecto moderno de su compañero más corto, cuyos grupos ópticos delanteros de tipo LED (opcionales) siguen siendo en el León ST uno de los mayores signos de identidad.
La curvatura del techo apenas varía si la comparamos con el León de cinco puertas, aunque se extiende más hacia la parte posterior del automóvil. Las barras de techo vienen de serie y gracias a ellas se obtiene una imagen más dinámica. Además de la mayor inclinación de la luneta posterior, de la zaga también hay que señalar el diseño de los faros, de forma achatada y acertadamente integrados en las nervaduras laterales que parten de las puertas posteriores.
Espacioso y con amplio maletero
El interior del León ST sobresale principalmente por su amplitud y su versatilidad. El espacio destinado para los ocupantes no se modifica para nada, por lo que tanto conductor y acompañante como los pasajeros de la segunda fila disponen exactamente de la misma amplitud que en el León de cinco puertas. La posición al volante es muy cómoda, lo que se consigue gracias a las numerosas regulaciones que proporcionan tanto el asiento como el volante. Al mismo tiempo, debe señalarse que la banqueta brinda una buena sujeción lateral del torso. El panel de instrumentos es de fácil lectura y la utilización de los mandos, sencilla e intuitiva.
Del tablero se desprende una notable sensación de calidad general, a lo que hay que sumar una ergonomía encomiable. A ello contribuye el hecho de que la consola central esté orientada hacia el conductor. En los asientos traseros pueden viajar con gran comodidad dos adultos, ya que por cuestión de anchura el espacio para tres personas puede resultar algo estrecho. Además, el respaldo de la plaza central hace de apoyabrazos, por lo que no es tan cómodo como los otros dos. Por otra parte, hay que destacar la buena altura al techo, que acentúa la sensación de amplitud general.
Las posibilidades que ofrece el modelo familiar de Seat a la hora de cargar tanto el equipaje como objetos grandes o equipamiento deportivo de considerable tamaño son muy ambiciosas. De hecho, su volumen de carga se sitúa entre los mejores de su categoría con 587 litros, o lo que es lo mismo, es más de 200 litros superior al del León de cinco puertas. Asimismo, puede ampliarse hasta los 1.470 litros abatiendo los respaldos posteriores.
Equipamiento a la altura
Si hablamos de equipamiento, hay que valorar la poblada lista de elementos de serie del acabado Style de nuestra unidad que incluye siete airbags, control de estabilidad ESC, asistente de arranque en pendiente, ordenador de a bordo, control de crucero, climatizador bizona, iluminación diurna, faros antiniebla con función cornering, elevalunas delanteros y traseros eléctricos, inserciones interiores cromadas, consola central con cajón integrado y sistema de plegado fácil de asientos Easy Folding.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Mientras tanto, entre el equipo opcional de nuestra unidad se encuentra el eficaz sistema de navegación (754 euros) con pantalla táctil de 5,8 pulgadas, lector de CD, MP3, USB y tarjeta SD, Bluetooth y reconocimiento por voz. También se incorporan las llantas Dynamic de 17 pulgadas (389 euros), los cristales traseros oscuros (200 euros), el sistema Full LED (1.188 euros), el paquete Storage (66 euros) y el paquete Family (260 euros), con cortinillas enrollables para las ventanillas posteriores y mesitas plegables situadas en los respaldos de los asientos delanteros. Además se incluye la pintura metalizada Blanco Nevada (499 euros).
Buen rendimiento con razonables consumos
El 1.4 TSI de 122 CV que alberga la unidad que hemos probado es un propulsor de cuatro cilindros de inyección directa turboalimentado. Se trata de la propuesta que ocupa el lugar intermedio entre las motorizaciones de gasolina disponibles de la gama León ST (que es la misma que sus compañeros de tres y cinco puertas), por encima de los 1.2 TSI de 85 y 105 CV y por debajo del 1.4 TSI de 140 CV y del 1.8 TSI de 180 CV.
La mecánica 1.4 TSI de 122 CV entrega un par motor de 200 Nm entre 1.400 y 4.000 rpm. Se distingue por una óptima y muy constante capacidad de respuesta desde la parte baja del cuentarrevoluciones, reacción que se mantiene hasta altos regímenes mostrando una destacable elasticidad. Con este propulsor, el León ST acelera de 0 a 100 km/h en 9,6 segundos y es capaz de rodar hasta a 202 km/h. Esta versión viene de serie con el sistema automático de arranque y parada. Gracias a él y a la función de recuperación de energía obtiene unas medias de consumo muy interesantes.
Tras combinar en nuestra prueba tramos en ciudad con carreteras interurbanas, trazados de curvas y autopista, el registro que extrajo el ordenador de a bordo fue de 6,1 litros cada 100 kilómetros, una cifra muy contenida, si bien la media homologada por la marca es de 5,2 litros. No obstante, hay que tener en cuenta que si practicamos una conducción deportiva por carreteras de curvas, las medias de consumo se acercarán fácilmente a los ocho litros. El motor está engranado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Esta transmisión se caracteriza por un buen escalonado de marchas y unos desarrollos bastante equilibrados. La quinta y sexta marchas tienden a largas con el claro objetivo de contribuir positivamente al ahorro de combustible, aunque ello le haga perder algo de fuerza al conjunto.
Familiar, pero igual de “León”
Cuando nos ponemos en marcha apreciamos que no estamos ante un automóvil que cumpla a rajatabla los parámetros típicamente familiares. Al igual que el León convencional, se trata de un vehículo muy cómodo, con un tarado de suspensión que piensa en el confort de los ocupantes. De esta forma pone de manifiesto sus cualidades como coche para largos recorridos, pues devora kilómetros por autopista sin enterarse. Hasta aquí, cumple con lo que cabría esperar de un modelo de inspiración familiar.
Pero por otra parte, hay que subrayar que cuenta con un nivel de estabilidad muy elevado conseguido por un eficaz chasis y la firmeza justa para no perjudicar al comentado confort de marcha. Afronta carreteras reviradas con resultados muy satisfactorios, para lo que se beneficia del diferencial electrónico XDS, incluido de serie en esta versión. Cabe resaltar también el buen tacto y la precisión de la dirección, que es de asistencia eléctrica, además de su capacidad de frenado, que se muestra realmente efectiva.
Para obtener unos mayores resultados en calzadas de adherencia limitada y mejorar así el grado de motricidad del vehículo, Seat ya ha anunciado que comenzará a comercializar próximamente la versión con tracción total del León ST, si bien sólo estará disponible con los motores diésel 1.6 TDI de 105 CV y 2.0 TDI de 150 CV.
Conclusión
La tercera y última carrocería en sumarse a la gama del León conjuga las ventajas en materia de espacio y versatilidad que ofrece una carrocería familiar con las destacables cualidades dinámicas que ya conocíamos del León convencional. Y es que la dinámica es uno de los puntos fuertes de un modelo que, además, suma longitud y litros de maletero sin que se pierda un ápice de estabilidad y aplomo. También hay que tener en cuenta el acertado diseño de la zona trasera, pues se encuentra muy bien integrada visualmente con el resto del vehículo.
El Seat León es un gran coche. Tengo uno. España es el país de la ENVIDIA, y esta es muy mala... Mejor ser el que tiene un seat león st 180 fr dsg que te critican a ser el que te critica el coche.