Eficiencia ciudadana
Nos hemos puesto a los mandos del pequeño urbanita de cuatro plazas de la firma española, con carrocería de tres puertas. Esta vez os presentamos una de las alternativas más eficientes de la gama que, en su variante Ecomotive, alberga bajo el capó el motor 1.0 de tres cilindros y 75 CV. El ahorro de combustible se une a un habitáculo muy bien aprovechado pese a las ajustadas dimensiones del vehículo. Destaca, en este sentido, la capacidad del maletero, que lo sitúa entre los más ambiciosos de su clase.
A la hora de escoger carrocería, el precio no es muy significativo (la de cinco cuesta 311 euros más que la de tres de nuestra unidad), por lo que la elección irá más en consonancia con la utilidad que con el desembolso. En este sentido hay que tener en cuenta que el importe de la unidad que hemos probado, sin contar opcionales, es de 11.940 euros. Entre los rivales del Mii encontramos actualmente un buen número de pequeños utilitarios. Algunos de ellos son el Peugeot 107, el Toyota Aygo, el Renault Twingo o el Kia Picanto, sin olvidar, por supuesto, a sus hermanos Volkswagen Up! y Skoda Citigo.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que en este segmento se producirá una importante revolución en los próximos meses con la llegada de los trillizos de PSA y Toyota de neuva generación: Peugeot 108, Citroën C1 y Toyota Aygo así como el nuevo Twingo de Renault y su hermano gemelo, el Smart Forfour.
Aspecto “chic”
Para darle el toque “cool” y hacer honor al nombre del paquete opcional Chic White (573 euros) que incorpora nuestra unidad de pruebas, el modelo equipa unas vistosas llantas de aleación de 14 pulgadas de color blanco que lo hacen reconocible desde la distancia. A juego con las llantas, el paquete incluye los retrovisores, también en blanco y que además son calefactados y cuentan con regulación eléctrica. Mediante estos elementos, el Mii de tres puertas adopta una imagen aún más urbana y coqueta.
En lo que respecta a las proporciones, el utilitario del fabricante español tiene una longitud de 3,56 metros. Mide 1,64 m de ancho y 1,48 m de alto. Estas medidas, sumadas a una distancia entre ejes de 2,42 m y a unos voladizos extremadamente cortos dan lugar a una imagen muy compacta. Pasando a la estética del Mii, hemos de comentar que el frontal está dominado por una parrilla trapezoidal con un marco de color negro y una rejilla de panal de abeja.
La forma de las ópticas, por su parte, le da una mirada desenfadada. No hay que olvidar que cuenta con faros antiniebla opcionales (156 euros). El labio inferior del paragolpes es del mismo color que la carrocería y, sobre él, se integra una alargada entrada de aire. Al observar el coche de forma lateral apreciamos los cristales traseros oscuros, que son opcionales (156 euros). De la zona trasera del vehículo cabe señalar los faros en formas triangulares.
Habitáculo práctico y bien aprovechado
Aunque estemos ante un utilitario de tamaño reducido, el espacio que nos ofrece el puesto de conducción es más que razonable. La sensación de amplitud supera considerablemente lo que podríamos esperarnos en un principio de un coche de su tamaño. El paquete Chic White que hemos mencionado antes incluye elementos específicos que consiguen una mayor impresión de calidad interior, como el volante y el pomo de la palanca del cambio en piel y la tapicería específica Praga. Por su parte, el salpicadero cuenta con una decoración de color blanco. Dado el carácter funcional del Mii, su tablero es sencillo e intuitivo, con pocos mandos a los que es muy fácil habituarse.
La segunda fila, que proporciona dos únicas plazas, ofrece un espacio correcto para los ocupantes, aunque las personas que pasen de 1,80 de altura notarán el espacio para las piernas algo escaso. La apertura de las ventanillas traseras es de tipo compás, algo que probablemente no agradará a la mayoría de ocupantes de estas plazas (en la versión de 5 puertas sucede lo mismo. La capacidad del maletero es una de sus grandes virtudes. Con un volumen de 251 litros, se sitúa entre los mejores de su categoría. Gracias a la banqueta trasera plegable con división 60/40 de este acabado Style, mejora la modularidad. Por cuestiones estéticas, no estaría de más que se hubiera reducido la superficie de chapa que queda visible en el maletero.
Entre el equipamiento de la terminación que hemos probado están incluidos elementos como ESC, ABS, airbags frontales y laterales y de cabeza, asistente de arranque en pendiente, cierre centralizado con mando a distancia, aire acondicionado, elevalunas delanteros eléctricos, radio CD MP3 con seis altavoces, asiento de conductor regulable en altura, sistema Easy Entry con memoria de posición en asientos delanteros. Opcionalmente, hay que destacar el Seat Portable System (370 euros), que incluye navegador con pantalla táctil de 5 pulgadas, Bluetooth y lector de tarjetas SD.
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Bajo consumo
La mecánica que hemos escogido para esta prueba es la más potente de las dos disponibles, en su versión más eficiente. Como es habitual en la familia Seat, se “apellida” Ecomotive y está concebida en base al ahorro de combustible y la disminución de las emisiones de CO2. Hacemos referencia a la mecánica tricilíndrica de gasolina 1.0 de 75 CV. Pese a su humilde caballaje, el propulsor mueve con soltura al más pequeño de la familia Seat. A bajas revoluciones se comporta de forma correcta, pero es a partir de las 3.000 vueltas cuando acelera con más brío. Ello le lleva a ofrecer unos muy buenos resultados tanto por ciudad como por vías de circunvalación, sus verdaderos hábitats.
Cuando nos encontramos con autovía con desnivel ascendente se aprecia cierta carencia de fuerza, algo comprensible para un motor de tres cilindros y un litro de cubicaje. En cualquier caso, el motor se distingue por una importante suavidad de funcionamiento, con un bajo nivel de sonoridad y vibraciones. Engranado al propulsor de tres cilindros se encuentra una caja de cambios manual de cinco velocidades de buen tacto y cuyos desarrollos tienden a largos. En ocasiones, para realizar una aceleración intensa, nos veremos obligados a bajar alguna marcha. Con tal de ajustar al máximo el consumo, el sistema de arranque y parada automático Start/Stop viene de serie. De éste hay que señalar que cuenta con un funcionamiento bastante rápido.
Por otra parte, también hay que valorar la presencia de un sistema de recuperación de la energía originaria del alternador, proceso que tiene lugar tanto al levantar el pie del acelerador como cuando frenamos. No hay que pasar por alto los neumáticos de baja fricción equipados también de serie, con los que se reduce la resistencia a la rodadura y se optimiza la eficiencia. Esta versión homologa sólo 98 g/km de CO2 y una media de consumo de 4,2 litros cada 100 km. En nuestro caso, en un recorrido en el que nos movimos por ciudad, carretera interurbana, zonas reviradas y autovía marcó una media de 5,1 litros, un valor más que remarcable.
No sólo para ciudad
Donde mejor se mueve el Mii es por terreno urbano. Sus comedidas dimensiones y su peso inferior a una tonelada se convierten en grandes ventajas cuando llega la hora de ratonear por las estrechas calles de cualquier gran ciudad. La dirección, por su parte, se muestra precisa y de tacto agradable, mientras que la suspensión se caracteriza por un equilibrio bastante acertado, pues copia bien las pequeñas irregularidades del asfalto. No obstante, cuando los baches son considerables, se aprecian de forma algo más evidente y más seca.
Al contar con voladizos muy cortos se obtiene una distancia entre ejes considerable dado el tamaño del vehículo. Ello, sumado a una considerable anchura de vías se refleja en un buen nivel de estabilidad. Y es que, si bien se perciben ciertas oscilaciones de la carrocería cuando apoya en curvas rápidas, no son excesivas ni lo convierten en incómodo por este motivo. En cualquier caso, como es evidente teniendo en cuenta que nos encontramos ante un urbanita, no está dotado de una agilidad que sorprenda en carreteras de curvas.
Sin embargo, sí hay que resaltar el aplomo del Mii por las grandes rectas de autovía. Da la sensación, incluso, de tratarse de un automóvil de tamaño superior. En este sentido demuestra que sus posibilidades van más allá de las del ámbito puramente ciudadano.
Conclusión
El ahorro de combustible de esta variante Ecomotive es una de las grandes bazas del utilitario de Seat. Además, se trata de un vehículo funcional, con un carácter práctico que sale a relucir sobre todo al conducir por ciudad. Es ideal para maniobrar en espacios pequeños y pone de manifiesto un buen comportamiento tanto al rodar por vías de circunvalación como por autovía. Enlazar curvas no es su fuerte, aunque también se defiende. Si de forma habitual vamos a viajar solos o con un acompañante, esta carrocería de tres puertas es una buena alternativa. Con el paquete Chic White que incorpora nuestra unidad, el modelo adopta una apariencia más “fashion” tanto por fuera como por dentro.
pero yo con mi dinero hago lo que quiero