SEAT SEAT Altea Freetrack: Primer SUV español

Seat Altea Freetrack Primer SUV español Presentado en el Salón de Barcelona, con el Altea Freetrack, Seat entra de lleno en uno de los segmentos en mayor expansión en los últimos años. Y lo hace de la mano de un coche que exhibe como principales argumentos una estética de 4x4, un gran espacio y flexibilidad interior, unos motores de notables prestaciones, su tracción integral a las cuatro ruedas y un completo equipamiento de serie.

Tiene los rasgos comunes a la familia Altea, y concretamente los propios del Altea XL, manteniendo la configuración de monovolumen compacto, pero con el aire dinámico característico de la nueva generación de modelos del fabricante español.

Sin embargo el Altea Freetrack presenta una singular estética que hace que se perciba desde el primer momento como un vehículo sólido y robusto, al que no se resiste ningún tipo de camino. Como es habitual en este tipo de modelos, el nuevo Seat rodea la parte baja de su cintura y pasos de rueda de elementos plásticos, que le confieren una imagen característica de los vehículos crossover. Además, en la parte baja del puente trasero se han colocado unas placas de plástico destinadas a proteger los elementos de esta zona del vehículo.

Otro elemento que destaca el carácter aventurero del vehículo, son sus neumáticos en medida 225/50 y con mayor diámetro. Dichos neumáticos van montados en unas llantas de 17 pulgadas exclusiva del Freetrack. Por último, se distingue del Altea XL por una mayor altura al suelo, concretamente 40 milímetros más. El Altea freetrack es un auténtico todocamino, con una mecánica que lo coloca en las mejores condiciones para afrontar rutas fuera del asfalto. De este modo, encontramos un sistema de transmisión a las cuatro ruedas a través de un esquema con conexión hidromecánica y mando electrónico tipo Haldex, que garantiza un reparto de fuerza de manera progresiva y precisa. Los sensores ubicados en las ruedas y utilizados también para el ESP y ABS, envían la información a una centralita que en caso de deslizamiento de las ruedas va acoplando progresivamente el diferencial, enviando hasta un 50% de potencia al tren posterior. Este sistema, en condiciones de uso normales se comporta como un tracción delantera, no enviando par motor al eje posterior. De este modo, los valores de consumo son mejores frente a los modelos con tracción total permanente.

Otro rasgo off-road es su mayor distancia al suelo. Los 40 milímetros más de altura respecto al Altea XL lo elevan a una altura libre de 160 mm, ofreciendo unos valores de más de 17,6 grados de ángulo de entrada y casi 23 de salida. Unos números que hablan del carácter todocamino de este modelo. Cabe mencionar que en la suspensión se han sustituido los amortiguadores habituales del XL por otros dotados de un mayor depósito de aceite. Esto les permite trabajar bajo condiciones más severas, sin que por ello aumente de manera preocupante la temperatura de funcionamiento.

Además de sus aptitudes fuera del asfalto, este modelo no renuncia a la faceta familiar característica del XL. De este modo, mantiene los mismos niveles de flexibilidad interior, habitabilidad y volumen de carga que éste. Así, gracias a la posibilidad de desplazar longitudinalmente hasta 16 centímetros los asientos traseros, la capacidad del maletero puede llegar a ser de 593 litros manteniendo sus cinco plazas, lo que permite llevar todo lo necesario para disfrutar del ocio. Por otro lado, abatiendo los asientos posteriores se crea un espacio plano de carga, con un volumen de 1.562 litros.

En cuanto a la seguridad activa, este vehículo pone a disposición del conductor todos los sistemas de control habituales. El concepto Chasis Ágil ya adoptado por otros automóviles de la gama Seat, también se incorporan en el nuevo modelo. Este elemento aporta más control y agilidad de reacciones, lo que se traduce en un notable incremento de la seguridad.

Ofrece de serie el TCS (control de tracción), que actúa en la gestión del motor para evitar que las ruedas patinen cuando se acelera sobre superficies con poca adherencia. También de serie incorpora el ESP (control electrónico de estabilidad) de última generación. Éste se combina con el sistema Driving Steering Recommendation (DSR), que detecta la calidad de frenada en cada tren y actúa en consecuencia transmitiendo un pequeño par al volante para mantener la trayectoria. Finalmente cuenta también con la ayuda con el EBA (Emergency Brake Assistance), que en caso de frenada de emergencia incrementa la presión aprovechando toda la capacidad del sistema. En resumen, una batería de sistemas para situar el vehículo al máximo nivel en seguridad.

Por otro lado, ofrece a nivel de seguridad pasiva entre otras cosas la posibilidad de montar hasta ocho airbags. Junto a los seis de serie en toda la gama (conductor, acompañante, laterales delanteros y de cortina), pueden solicitarse opcionalmente airbags laterales traseros. Únicamente se comercializa en un acabado, con un completísimo equipamiento de serie. Teniendo en cuenta el carácter familiar, no podía faltar un sistema multimedia dirigido a los pasajeros del vehículo. Así, encontramos de serie una pantalla TFT de 7 pulgadas ubicada en el techo del vehículo, y dirigida a hacer más ameno el viaje a los ocupantes de las plazas traseras. Dicha pantalla forma parte de un sistema multimedia que también incluye en la parte trasera del túnel central una toma RCA.

A los numerosos huecos portaobjetos que tiene, se incorporan de serie los del techo. Ubicados longitudinalmente, sirven para guardar todo tipo de objetos de reducido tamaño, quedando reservado el último de ellos, el más próximo a las plazas traseras, para la pantalla mencionada. También ofrece de serie como novedad cortinillas para las plazas traseras, que pueden recogerse en el interior de las puertas cuando no se estén utilizando, por lo que no ocasionan ninguna molestia a los ocupantes de los asientos traseros.

Otros elementos que encontramos de serie son el climatizador de dos zonas, encendido automático de luces y sensor de lluvia, sensor de aparcamiento, control de velocidad, ordenador de a bordo, radio CD con MP3 y mandos en el volante, entre otros.

Destacamos: Sus prestaciones Uno de los rasgos que caracterizan al freetrack es que, aun siendo un todocamino con claros tintes familiares, no renuncia a las máximas prestaciones. Es por ello que los dos motores disponibles son nada menos que un gasolina 2.0 TSI de 200 CV y un diesel 2.0 TDI con 170 CV de potencia.

Respecto al primero, cuenta con cuatro cilindros y 2.0 litros con tecnología FSI de inyección directa. Está sobrealimentado por turbo integrado en el colector de escape y está dotado con un sistema de distribución variable continua en admisión y recirculación interna de gases de escape. Entre sus características más destacables encontramos su facilidad para subir de régimen de giro, su elasticidad y su economía de uso. Con esta mecánica, alcanza una velocidad máxima de 214 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos. También destaca la aceleración de 0 a 1.000 metros, que se sitúa en 28,3 segundos. Todo ello con un consumo ponderado de combustible de 9,4 litros por cada 100 km recorridos.

Por su parte, el motor 2.0 TDI de 170 CV incorpora el sistema de inyección directa diesel. Adicionalmente, cuenta con un filtro de partículas diesel DPF que captura las emisiones de óxidos de nitrógeno y otras partículas contaminantes generadas en la combustión. Las prestaciones marcan una velocidad máxima de 204 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos. Por otro lado, emplea 30,2 segundos en recorrer los primeros 1.000 metros. El consumo se queda en una media ponderada de 6,8 litros a los 100 kilómetros. Ambos motores van asociados a sendas cajas de cambio manuales de seis velocidades.

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