Seat Toledo 1.6 TDI 90 CV

En el momento de su salida al mercado, uno de los pocos reproches que recibió el nuevo Seat Toledo tenía que ver con su limitada gama diésel. Tan limitada que sólo ofrecía el motor 1.6 TDI de 105 CV. Un año después, Seat pone remedio a aquella carencia con la incorporación de una variante de 90 CV que toma como base el mismo bloque motor y servirá para reducir el coste mínimo de adquisición de un Toledo alimentado por gasóleo.

La marca española presenta este nuevo 1.6 TDI de 90 CV como un triple incentivo para atraer nuevos clientes hacia el Toledo. Además de la lógica reducción de precio respecto de

Por fin es posible adquirir un Toledo diésel con cambio automático DSG.

la versión de 105 CV, este nuevo motor es el único en acercar a la gama diésel el nivel de acabado más básico, conocido como Emoción, y sólo disponible hasta ahora la fecha para el motor de gasolina 1.2 de 75 CV. Por último, el TDI de 90 CV contempla la posibilidad de elegir el cambio automático de doble embrague DSG de 7 velocidades, que no está disponible para el Toledo 1.6 TDI de 105 CV (el único motor de gasolina en poder equipar este DSG es el 1.4 TSI 122 CV con el nivel de equipamiento Style, el más completo del catálogo).

Seat nos brindó la oportunidad de probar las cualidades del nuevo propulsor diésel a lo largo de un agradable recorrido entre el aeropuerto madrileño de Barajas y la bonita localidad de Brihuega, en Guadalajara. A lo largo de este artículo os contaremos nuestras primeras impresiones al volante del Seat Toledo 1.6 TDI 90 CV.

No es necesario que nos extendamos mucho sobre las características de la generación actual del Toledo, un vehículo del que ya os hemos ofrecido completa información a lo largo de su primer año de existencia. Aquí tenéis los enlaces a nuestra primera toma de contacto y la posterior prueba a fondo del Toledo 1.6 TDI 105 CV. Los seguidores de las videopruebas de Coches.net también recordaréis el completo reportaje que nos trajo nuestro jefe de pruebas Joan Dalmau para presentarnos el nuevo Seat Toledo.

Resumiendo brevemente las características del Seat Toledo, se trata de una berlina de carrocería sedán perteneciente al segmento B -por mucho que la marca se empeñe en incluirla en el C, junto a derivados de modelos compactos como son el Audi A3 Sedan y el Mercedes-Benz CLA-, pues toma como base la misma plataforma vista en los Seat Ibiza, Skoda Fabia y Volkswagen Polo, alargándola hasta los 2,60 m de distancia entre ejes para que la longitud total de la carrocería ascienda hasta los 4,48 metros. Por tanto, y teniendo además en cuenta su precio y calidad de acabados, sus rivales directos serían más bien el Skoda Rapid y el Citroën C-Elysee. Aquí tenéis nuestra comparativa Seat Toledo vs Citroën C-Elysee.

El Toledo tiene entre sus principales virtudes un habitáculo sobradamente espacioso para cuatro personas (más aún en las plazas traseras) y un maletero de 550 litros, sencillamente descomunal y que se ve favorecido por la presencia de un portón, en vez de la típica puerta de los coches de tres volúmenes. Todo este conjunto, vestido bajo una carrocería de diseño agradable y discreto, presenta además una interesante relación entre calidad, equipamiento y precio.

Estas cualidades quizás parezcan más propias de un modelo de la marca Skoda que de un Seat. Y tanto: de hecho, el Toledo es en esencia un Skoda Rapid relogotipado y con ligeros cambios en el frontal y la trasera. Para quienes aún no lo sepáis, el Toledo es un modelo diseñado y construido por la marca checa para “nuestra” casa de Martorell. Todo en favor

Como su "mellizo" el Skoda Rapid, ofrece mucho espacio interior y un maletero descomunal.

del abaratamiento de costes, aprovechando líneas de producción, compartiendo componentes y reutilizando plataformas modulares -no os perdáis este didáctico artículo de Joan Dalmau sobre la moda de las plataformas-.

Por su carácter tranquilo, que concede prioridad al lado más práctico y confortable de la experiencia de conducir en familia, supone una "tercera vía” a los superventas Ibiza y León, que en determinadas versiones sí dejan asomar la vertiente más pasional, deportiva y vistosa que se espera de la marca española. El Toledo es más una apuesta por la compra lógica y ponderada que por la pura y tan española compulsión. Tanto es así que el sector del taxi, anteriormente dominado por el Skoda Octavia y hoy por el Toyota Prius, viene considerando al Toledo como una opción muy seria; y según datos de la propia Seat, ya es el segundo modelo más vendido en nuestro país bajo licencia de taxi.

Como decíamos en las primeras líneas, el alcance de nuestra toma de contacto queda limitado a extraer unas primeras impresiones sobre el motor 1.6 TDI de 90 CV; por tanto, os invitamos a dar una lectura de nuestra prueba de Toledo 1.6 TDI 105 CV para conocer con todo detalle su comportamiento y habitabilidad.

Reconozco que sólo podía anticipar una cierta decepción en cuanto a las sensaciones que nos iba a ofrecer esta variante, a priori descafeinada, del motor de 105 CV. Y más aún cuando el cambio de marchas manual ofrece sólo cinco relaciones. Por fortuna estaba equivocado, como pude comprobar a lo largo de la ruta marcada por Seat -que, todo sea dicho, destinó muchos kilómetros a la a autopista; quizás porque son conscientes de que donde mejor se defiende el Toledo es en ese tipo de vías-.

Este motor de 90 CV demuestra ser más que suficiente para mover el Toledo. Sus características se amoldan muy bien a un coche que presume de buena aerodinámica y sobre todo de un peso relativamente contenido (1.265 kg en orden de marcha). Pensemos que, aun perdiendo obviamente 15 CV respecto de su hermano mayor, la cifra de par continúa siendo bastante buena: 230 Nm frente a los 250 Nm, y en el mismo rango de las 1.500 a 2.500 rpm. Sus consumos y emisiones son idénticos al modelo de 105 CV, con 4,4 l/100 km y 114 g CO2/km; y al quedar estas últimas bajo el umbral de los 120 g, el Toledo queda exento de pagar impuesto de circulación.

Y ese último dato nos puede dar una idea de que la falta de empuje no es tanta, ni mucho menos. Aún con tres personas a bordo, el Toledo acelera con cierta alegría; y para nada se muestra perezoso como podíamos temer. Por supuesto, para buscar la máxima respuesta del motor o realizar adelantamientos en el menor tiempo posible, debemos “jugar” entre las 2.500 y 4.000 rpm. Pero las recuperaciones, sin ser contundentes, sí son lo bastante buenas como para no tener que reducir marchas por necesidad. En quinta velocidad, siempre que estemos cerca de las 2.000 revoluciones, conseguiremos aumentar la aceleración incluso aunque circulemos en subidas no demasiado pronunciadas. Eso sí: por debajo de las 1.500-1.600 vueltas el motor desfallece. Cosas del downsizing.

Todo esto es consecuencia de lo bien elegido que está el escalonamiento las relaciones de la caja de cambios. Son algo largas, pero ni tanto como para perder respuesta al acelerador ni tampoco como para echar de menos una sexta marcha para autopista. Cuando el velocímetro alcanza los 120 km/h, veremos que el cuentarrevoluciones apenas supera las 2.200 rpm, régimen ideal para viajar a velocidad de crucero con un motor diésel.

Como decíamos, el TDI de 90 CV puede ir asociado a una caja automática DSG de 7 velocidades. Por desgracia no tuvimos ocasión de probarla esta vez, pero sí

Durante nuestro recorrido de prueba, el promedio de consumo fue de 5.1 l/100 km.

anteriormente en otros coches del grupo Volkswagen; y es de sobras conocida su rapidez y suavidad. Es un extra que supone gastar 950 euros más en el coche, pero que puede compensar a quienes utilizan el coche a diario por la ciudad. La capacidad de aceleración apenas se verá comprometida (hace el 0-100 km/h en 12,2 segundos, frente a los 12 exactos de la versión manual), ni tampoco lo hará el consumo (4,5 l/100 km contra 4,4).

A propósito, ya que mencionamos los consumos, obtuvimos un promedio de 5.1 l/100 km durante nuestro recorrido. Una buena cifra, recordando que casi toda la ruta discurrió por autopista (circulando siempre a ritmo legal, claro está) y que compartimos nuestro coche con otras dos personas.

Seat ha incorporado dos novedades interesantes al equipamiento del Toledo. A partir del acabado intermedio Reference, son de serie los frenos de disco traseros -adiós tambores, por fin- y el limpialuneta trasero. Con el acabado Style, son de serie los elevalunas eléctricos traseros. En cambio, seguimos sin poder contar con la opción de elegir faros de xenón ni luces diurnas LED.

El nivel de equipamiento Emoción (no disponible para el 105 CV) supone la manera más económica de adquirir un Toledo TDI de 90 CV. Por 16.650 euros, incluye seis airbags, llantas de acero de 15”, anclajes Isofix y radio-CD con MP3 y conector aux. El asiento trasero es de una sola pieza, mientras que el aire acondicionado es... opcional.

Sin duda la opción más equilibrada es el acabado Reference, que suma a lo demás el aire acondicionado, volante multifuncion, asiento trasero 60/40, llave con mando a distancia, retrovisores eléctricos, frenos de disco traseros y limpialuneta trasera. Hablamos de 2.600 euros más que el nivel Emoción, pero la diferencia de dotación de serie sin duda lo compensa.

El acabado Style se adentra en un terreno en el que, por precio, podemos considerar como opción de compra otros modelos de categoría superior; sobre todo porque el cambio DSG es obligatorio. En cualquier caso, por 22.850 euros dispondremos de llantas de aleación de 16”, faros antiniebla, climatizador, elevalunas eléctricos traseros, volante y pomo de cambio en piel, control de crucero, sistema de audio con USB y 6 altavoces, asiento del pasajero regulable en altura y reposabrazos delantero y trasero.

Más abajo podéis leer la tarifa de precios actualizada del Seat Toledo. Pero ya os adelantamos que, en el nivel de equipamiento Reference, elegir el 1.6 TDI de 90 CV en vez del 105 CV supone un ahorro de sólo 400 euros. Por mucho que la diferencia de prestaciones sea escasa en la práctica, el precio final queda rebajado en sólo un 4 por ciento. Entonces, ¿compensa elegir el motor menos potente?

Repasando las opciones disponibles, se me ocurren dos posibles escenarios en los que sí interesa el motor de 90 CV. Uno de ellos es buscar un sedán diésel nuevo a buen precio; ahí tendríamos el Toledo Emoción, con las carencias de equipamiento ya mencionadas. La otra posibilidad se va al extremo opuesto: si preferimos o necesitamos el cambio automático, ahí esta el Toledo Style con DSG, opción reservada al TDI de 90 CV. Aunque en este caso surge una duda extra: ¿no compensaría, por 400 euros menos, elegir el Toledo Style DSG con el estupendo motor de gasolina 1.4 TSI de 122 CV? Depende de si queréis un motor diésel a toda costa. La decisión, cómo no, es vuestra.

Lista de precios del Seat Toledo:

Gasolina

Diésel