Un híbrido gasolina-gas muy económico
El Grupo Volkswagen, al que pertenece Skoda, apuesta decididamente por el GNC o Gas Natural Comprimido, como una de las energías alternativas a la gasolina o el gasoil. Este mismo mes, por ejemplo, el Grupo Volkswagen ha firmado un acuerdo con la empresa Madrileña Red de Gas para fomentar el uso de vehículos propulsados con GNC, y se comprometen, por un lado, a facilitar la adquisición de este tipo de coches mediante ofertas básicamente a flotas, y por otro a crear nuevos puntos de recarga que faciliten el uso de estos modelos en su zona de influencia.
En el último año el Grupo Volkswagen ha presentado varios modelos propulsados por Gas Natural: Seat ha lanzado este mismo año el Seat Leon TGI y el Seat Mii Ecofuel, ambos alimentados por GNC. Audi presentó el año pasado el A3 Sportback G-Tron y Skoda ha hecho lo propio desarrollando una versión del Octavia denominada G-Tec, la que os presentamos en esta prueba.
Aparentemente, ninguno de estos modelos de GNC mencionados se distingue exteriormente de las versiones con motor diésel o de gasolina. La única diferencia reside en la incorporación de dos depósitos auxiliares que almacenan el gas, y que hacen que el vehículo pueda funcionar con gas o gasolina indistintamente. El motor es siempre el mismo, sólo cambia el combustible que se inyecta a la cámara de combustión. Discreto
El Skoda Octavia Combi G-Tec, como puedes ver, tiene la misma apariencia exterior que la de cualquier otro Octavia Combi excepto dos pequeños detalles que delatan su condición de vehículo que consume GNC: los dos indicadores de nivel de combustible que hay en el cuadro de relojes; y la doble boca de llenado, una para el depósito de gasolina y otra, más pequeña y con un aspecto bastante extraño, para el depósito de gas, que sólo puedes ver si levantas la trampilla. Así, la discreción es absoluta. Nadie sabe que tu vehículo se mueve con una fuente de energía alternativa.
Como ya es conocido, estos depósitos se sitúan en el hueco que normalmente ocupa la rueda de repuesto, por lo que restan algo de capacidad al maletero. Este Octavia Combi ofrece 480 litros de maletero, frente a los 610 que tenemos en la misma versión Combi con motor diésel o gasolina. No obstante, teniendo en cuenta la enorme capacidad de carga de la que hace gala este familiar de Skoda, difícilmente se te va a quedar corto un maletero de este estilo, y mucho menos si pliegas la banqueta trasera y aprovechas todo el espacio disponible. Para abatir estas banquetas hay unos tiradores que hacen que esta operación sea automática y no tengamos que ir a las plazas traseras para plegar los respaldos.
Otros buenos detalles son los ganchos para sujetar bultos, la toma de corriente de 12V, la trampilla para colocar esquíes o bultos de mucha longitud, la alfombra reversible y el portón de apertura eléctrica. Son pequeñas soluciones “simply clever” que hacen muy práctico el uso de este maletero, algo que la marca cuida a sabiendas que sus clientes buscan eso, un coche práctico, versátil y cómodo de utilizar. Las conocidas aptitudes como coche familiar del Octavia Combi no se resienten en absoluto. El espacio para los pasajeros es muy amplio, y se disfruta de la comodidad, atención al detalle y buena vida a bordo que ya es conocida en la marca.
Combustible a mejor precio
A este punto fuerte del Skoda Octavia Combi se le añade el bajo consumo que es capaz de aportar su sistema de combustión a base de GNC. En los dos depósitos de gas caben unos 15 kilos de GNC. Si tenemos en cuenta que el consumo medio de gas natural es de 3,5 kg. a los 100 kilómetros, la autonomía teórica es de 428 kilómetros. Esto son las cifras oficiales. La realidad, como siempre, es un poco diferente. Durante nuestra prueba el consumo medio de GNC se situó en unos 5 kg/100km,y por lo tanto, pudimos hacer 300 kilómetros con un depósito.
En cualquier caso, la rentabilidad de esta versión a gas está clara. Llenar el depósito cuesta 15 € (el GNC cuesta 1,04€/kg), por lo que sale a 0.05€ el kilómetro, una cifra imbatible por el mejor diésel y que sólo podría superar un híbrido plug-in o un coche eléctrico. Hacer esos mismos 300 kilómetros con un Octavia de gasoil nos habría costado unos 20 euros (calculando un consumo medio de 5l/100km).
Esta versión de GNC, por lo tanto, es ideal para aquellas personas que tienen que hacer números a diario y buscan rentabilizar al máximo sus desplazamientos. Es un coche muy dirigido a flotas o bien a colectivos como los taxistas, que circulan principalmente por ciudad y con un radio de desplazamiento controlado. Es decir, conductores que suelen desplazarse habitualmente por la misma zona. Este es un punto a tener en cuenta, ya que para recargar GNC debes tener localizadas las pocas estaciones que actualmente existen repartidas por la geografía española. Es decir, en ciudades como Barcelona o Madrid hay suficientes puntos de recarga repartidos por la propia urbe y el área metropolitana. Pero si vives en una ciudad como Salamanca, Burgos, Logroño, Teruel o Badajoz esta ventaja se diluye, ya que la operativa de repostar puede convertirse en un problema.
Gas-olineras diferentes
En una ciudad como Barcelona, donde básicamente hicimos la prueba de este Skoda, existen varios puntos de recarga distribuidos por todo el área metropolitana. Me acerqué a uno de ellos para comprobar si la operación revestía alguna dificultad. Y la verdad, difícil no es, pero sí se hace un tanto extraña. De entrada, los puntos de repostaje de GNC son de tipo self-service, sin ninguna persona que pueda atenderte inmediatamente en caso de incidencia. Y cuando es la primera vez que entras a repostar y ves al lado del surtidor una etiqueta que señala 18 pasos a seguir para efectuar correctamente el repostaje, da un cierto reparo. Pero en realidad, el sistema es muy similar al que se sigue en cualquier estación de servicio low cost con pago mediante tarjeta. La pistola es diferente (ver foto) como también lo es la boca de llenado del Skoda (ver foto). Pero lo que realmente sorprende es el ruido que emite la máquina al inyectar el gas a presión en el depósito. No lo inyecta de forma constante, sino que hace pausas que generan un poco de desconcierto cuando es la primera vez que repostas.
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Este tipo de estaciones suelen estar vacías de público, ya que todavía hay pocos coches con GNC circulan por nuestras calles y carreteras. Suelen ser estaciones utilizadas por flotas de autobuses o camiones de limpieza municipal, entre otros. De momento, y hasta que no se haga más popular el uso del gas natural en los vehículos, ver a alguien repostando a modo particular en una estación de este tipo es casi una anécdota.
De gas a gasolina
¿Y qué ocurre cuando vamos circulando con el Skoda y se vacía el depósito de GNC? Pues que automáticamente se conecta el depósito de gasolina y la autonomía se amplía unos 920 kilómetros teóricos. Es decir, no tenemos que preocuparnos por quedar “tirados”, ya que una vez agotado el gas el coche se comporta como cualquier otro coche de gasolina. En este caso, el motor 1.4 TSI con una potencia de 110 CV está preparado para consumir indistintamente cualquiera de los dos combustibles.
La transición entre el depósito de gas al de gasolina es automática, y cuando se agota el gas sólo notamos que hemos pasado a quemar gasolina por el ligero aumento de la rumorosidad mecánica. Sí, el GNC “quema” mejor que la gasolina, es un combustible más limpio, y eso se nota al conducir. El motor funciona más fino, se perciben menos vibraciones y ruidos. Al ralentí el motor incluso parece estar parado.
La contrapartida de combustionar GNC es que se produce una ligera pérdida de potencia (se calcula que en torno a un 10%) y eso se percibe en las aceleraciones y recuperaciones, que son un poco más pobres. Con este Octavia G-Tec circulando con GNC tendríamos a nuestra disposición unos teóricos 100 CV de potencia en lugar de los 110 CV que da el motor de gasolina.
En cualquier caso, el Octavia Combi G-Tec se mueve bastante bien con esos 100-110 CV, incluso cargado de pasajeros. Tiene un buen empuje en bajos (algo mejor cuando quemas gasolina que cuando funciona con gas) y el coche estira bien hasta las 6.000 r.p.m, perfectamente asociado a su cambio de marchas manual de 6 velocidades, el único disponible, no hay DSG. En los semáforos el sistema Start&Stop detiene el motor, mientras que en las frenadas se recupera energía para recargar la batería.
Comportamiento conocido
Ya os hemos hablado del comportamiento del Octavia Combi en esta prueba de la versión 2.0 TDI con cambio DSG y esta otra de la versión RS 2.0 TDI con 184 CV y también cambio automático. Tan sólo añadiré que en esta versión G-Tec el confort en marcha es notable, gracias a unas suspensiones muy eficaces, que absorben perfectamente las irregularidades pero que tampoco resultan excesivamente blandas.
Este Octavia se sujeta muy bien en las curvas, no balancea en exceso y su guiado es fácil y seguro. El volante forrado en piel tiene un agarre excelente, y en él podemos ver algunos mandos que comparten algunos Audi, como las ruedecillas para el control del volumen o el ordenador de a bordo. Todo en general, desde los mandos de intermitencia pasando por el funcionamiento del cambio, tiene un tacto muy agradable, muy "de Volkswagen". Por lo tanto, la sensación de calidad percibida es muy elevada, sobre todo en la unidad que nos dejaron con acabado superior, Elegance. Incluye de serie climatizador 2 zonas, consola central, volante multifunción, empuñadura del freno de mano en cuero, sensores de aparcamiento o retrovisores abatibles y térmicos, entre otros detalles. Además, se suman como opciones el cuero de los asientos (1.490 €), el sistema de navegación Admudsen (440 €), el techo corredizo de cristal (1030 €) o el regulador adaptativo de velocidad (665€), entre otros detalles.
Como ves, no hay ninguna limitación para esta versión del Octavia Combi con GNC. Su estética, su comportamiento, su precio y su equipamiento difieren poco de lo ya conocido en la gama del fabricante checo. La versión más básica, la Active, cuesta casi lo mismo que un Octavia Combi con motor de gasolina 1.4 TSI y acabado Ambition. Y el acabado superior, el Elegance, está a nivel de precio de una versión diésel 2.0 TDI de 150 CV con acabado Ambition. Por lo tanto, este Combi de gas se sitúa como una opción relativamente asequible y económica, teniendo en cuenta que su coste de utilización es algo menor como consecuencia del mejor precio del gas frente al precio de la gasolina y diésel.
lo que dice el # 43 es pura realidad.lo decía el periódico U.S.A Todayhace ya mas de un mes.Hyunday ha llegado a un acuerdo con todos los estados de la Unión,excepto 2,federados,y uno asociado (Alaska,Hawai y Puerto Rico ) para montar una red de distribución de hidrogeno,desde la frontera canadiense hasta la ídem mejicana.no solo producen el vehiculo,sino que también les vende el combustible.ahora tienen en proyecto,una vez culminen los UNITED ESTATES,extenderse a Canada,y China.total,un mercado de 1800 millones de personas.seguis pensando que son tontos???en realidad,quienes son los tontos??? estos piensan a lo grande.