Ahorrador y tecnológico
La marca checa ha renovado su buque insignia poniéndolo al día en diferentes ámbitos. El más evidente a simple vista es el aspecto, pues el modelo ha ganado, sin duda, en atractivo estético. Adopta un interesante rediseño exterior que le aporta un “look” más moderno sin dejarse por el camino ni una pizca de la elegancia que caracteriza al Superb desde que salió al mercado. Mientras tanto, en el interior ha recibido ciertos retoques entre los que se encuentran la mejora de algunos acabados así como la incorporación de nuevo equipamiento tecnológico, de seguridad y también soluciones prácticas.
Destaca además por la remarcable amplitud que brinda a los ocupantes y por su maletero de gran capacidad. El interés de Skoda por la reducción de consumos se pone de manifiesto con la mejora de las cifras anteriores en un 16% por parte de la alternativa mecánica 2.0 TDI de 140 CV que hemos probado. Asimismo, el nuevo Superb mantiene un gran compromiso entre confort de marcha y estabilidad, dos de sus principales cualidades en materia dinámica.
“Cosmética” exterior
La reciente renovación del Skoda Superb ha venido acompañada de un aspecto actualizado, con un frontal y una parte trasera modificados. Comenzando por el morro, se aprecia una parrilla más ancha y unas ópticas más planas así como unos faros antiniebla más sofisticados. También se han remodelado el paragolpes, el guardabarros y el capó. Gracias a todo ello, el modelo del fabricante checo recibe una imagen más moderna si lo comparamos con su predecesor.
Al fijarnos en la zaga del vehículo vemos que también ha evolucionado bastante, algo poco habitual en este tipo de rediseños de media vida. Uno de los elementos que más llama la atención son las luces, ahora de tipo LED y con la forma de C que ya conocemos de los últimos modelos de Skoda como el Rapid o incluso el Citigo. Hay que tener en cuenta que el Superb, en la variante berlina que hemos probado, cuenta con el sistema Twindoor, que permite abrir el portón del maletero de dos maneras diferentes. Y es que es posible abrir únicamente la tapa o bien el portón completo con la luna incluida. Ahora, cada una de estas aperturas se realiza mediante un botón independiente.
Parte de la elegancia y la prestancia del automóvil se evidencian al observarlo de forma lateral. Sus 4,83 metros de longitud y su estructura de berlina clásica se refuerzan con sutiles detalles estéticos. Éste es el caso de la fina línea situada en la parte inferior, que se encarga de remarcar la larga batalla del modelo, que es de 2,76 metros.
Generoso y práctico interior
Donde sigue destacando el Superb es, sobre todo, en cuestión de espacio interior. Y es que viajar en su habitáculo es sinónimo de amplitud se mire por donde se mire. El puesto de conducción destaca por su confort y su ergonomía. Como en el anterior Superb, Skoda se decanta por un diseño más bien sobrio pero elegante. La berlina checa, que ya se caracterizaba por un interior muy bien acabado, ha mejorado aún más en este ámbito. Manifiesta una notable calidad de materiales agradables al tacto. El nuevo volante de cuatro radios también contribuye a ello.
Al pasar a la segunda fila comprobamos que tanto la anchura como el espacio para las piernas de los dos pasajeros exteriores traseros son excelentes. De hecho se encuentra entre los vehículos más amplios de su clase en este sentido. El único “pero” se halla en la plaza central, pues el túnel central resta espacio para los pies y el respaldo es más duro que el de las plazas laterales. La capacidad de carga se consolida como otra de sus notables cualidades, ya que brinda un volumen de 595 litros. No hay que pasar por alto la numerosa presencia de huecos portaobjetos repartidos por todo el habitáculo.
Desde Skoda siempre intentan diseñar soluciones prácticas que hagan la vida más fácil al conductor y a los ocupantes. Entre las distintas incorporaciones del nuevo Superb en este sentido cabe subrayar dos. En primer lugar debemos comentar la función “chófer”, que permite a los pasajeros de la segunda fila ajustar eléctricamente el asiento del acompañante desde la parte trasera. Otra de las soluciones (de serie en el acabado Ambition que os presentamos) es un compartimento para el paraguas en la parte interior de la puerta trasera izquierda. Además de que el paraguas queda totalmente oculto, el compartimento está diseñado para expulsar el agua hacia el exterior del vehículo.
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Turbodiésel aún más ahorrador
La gama turbodiésel del Superb está compuesta por tres mecánicas de cuatro cilindros. Por un lado se encuentra la 1.6 TDI de 105 CV y, por el otro, la 2.0 TDI, que está disponible en potencias de 140 y 170 CV. Entre ellas hemos seleccionado la 2.0 TDI de 140 CV, una de las más razonables de toda la gama si tenemos en cuenta lo que es capaz de ofrecer tanto en cuestión de comportamiento como de eficiencia.
El motor se comporta bien a bajas revoluciones, aunque notamos sus 320 Nm de fuerza sobre todo a partir de las 1.800 rpm. A la hora de acelerar a fondo, consigue pasar de 0 a 100 km/h en 10 segundos, un dato que no está nada mal dado que el peso del vehículo supera la tonelada y media. Asimismo, alcanza una velocidad máxima de 212 km/h. Asociada al bloque se encuentra una caja de cambios manual de seis velocidades de tacto suave y desarrollos muy equilibrados gracias a los cuales se aprovecha cada caballo de potencia.
Esta actualización del Superb le ha llevado a subir un escalón en materia de ahorro de combustible. Con este objetivo, todas las versiones incorporan de serie sistema Start-Stop y sistema de recuperación de energía, a lo que hay que sumar las mejoras recibidas por el modelo en términos aerodinámicos. El propulsor ha reducido un 16% su consumo con respecto a su antecesor, lo que le ha llevado a homologar una media de 4,6 litros cada 100 kilómetros (antes era de 5,4 litros) y a registrar unas emisiones de CO2 de 119 g/km. En nuestra prueba dio como resultado unos más que aceptables 5,8 litros si tenemos en cuenta que combinamos ciudad con autopista y con diferentes tipos de carreteras interurbanas.
Concebido en base a la comodidad
Una dinámica suave y cómoda es lo primero que percibimos al ponernos en marcha con el renovado buque insignia del fabricante checo. El chasis del nuevo Superb es eficaz y, si bien no está concebido para una conducción de inspiración deportiva, fomenta una conducta muy neutra en el paso por curva mientras que su dirección se caracteriza por su gran suavidad y precisión. La renovada berlina de Skoda transmite una gran sensación de seguridad durante la conducción.
Y es que el grado de estabilidad del vehículo es elevado y, ante todo, se distingue por copiar muy bien el firme por el que circulamos y por su calidad de rodadura. Por otra parte, estamos ante uno de esos vehículos ideales para plantearse viajes largos. Su hábitat preferido son, sin lugar a dudas, las grandes rectas de autopista. En este tipo de vías demuestra que es un verdadero devorador de kilómetros y, lo que es más importante, que los devora proporcionando un gran confort a los ocupantes.
Los ingenieros de la marca checa han tenido muy en cuenta el capítulo de la seguridad activa. Entre el equipamiento de serie se encuentran el control de estabilidad y tracción. El nuevo Superb también incorpora, opcionalmente en nuestra unidad, el sistema de arranque en pendiente y el detector de fatiga del conductor, muy útil éste último si tenemos que conducir muchos kilómetros. Como en nuestra unidad, el modelo puede incluir hasta nueve airbags (los laterales traseros, como opción) que completan a la perfección la dotación destinada a la seguridad.
Conclusión
En Skoda han sabido aplicar los cambios necesarios para que el nuevo Superb evolucione sin perder en ningún momento su esencia. Con un toque adicional de modernidad estética, conserva su elegancia de berlina de representación. Su habitáculo es uno de los más amplios de su segmento, sobre todo en cuanto a espacio para las piernas de los pasajeros traseros. Gran capacidad de maletero y muy buenos acabados se unen a novedades de equipamiento que hacen al modelo aún más sofisticado y práctico. Y todo ello, sin pasar por alto sus grandes cualidades como automóvil para largos viajes como su confort de marcha y la eficiencia de su 2.0 TDI de 140 CV.
He viajado con este coche mucho y Es una maravilla a ritmos muy altos y a un consumo de risa muy bien coche y muy bien motor.Ya quisieran los Mazdas muy bonitos pero nada q ver retiemblan frenos y coche torpon.Eso si muy bonito