El Subaru Impreza vuelve al mercado español. La quinta generación de este modelo compacto de la marca japonesa se ofrece en una única versión de gasolina, con motor bóxer de 1,6 litros y 114 CV acoplado a una caja de cambios tipo CVT con seis relaciones y tracción 4x4x permanente. Lleva el sistema Eye Sight de ayudas a la conducción y se venderá, en dos acabados, desde 20.400 euros.
El Impreza es esencialmente un XV (prueba en video de este modelo en su versión de dos litros automática) sin los plásticos exteriores, sin el sistema X-Mode de circulación fuera de carretera y con una altura al suelo reducida de 22 a 13 cm ya que este coche es un turismo y su hermano campero un SUV. Eso sitúa al Impreza en el segmento de los turismos compactos donde competirá con modelos tan populares como el Seat León, el Ford Focus, el Opel Astra, el Renault Mégane, el Mazda3, el Toyota Auris, el Peugeot 308 y tantos otros.
Respecto a todos los modelos citados, el Impreza ofrece un tamaño superior a la media ya que mide 4,46 metros de largo. La anchura es de 1,77 metros y la altura 1,48 metros. El maletero, con 385 litros, está en la media del segmento aunque, teniendo en cuenta la longitud, podría ser algo más grande. El tamaño no es mayor a causa de la complejidad del eje trasero que, al ser motriz, ocupa más espacio que en otros modelos similares. Con los asientos abatidos, la capacidad se incrementa a 835 litros medidos hasta la línea de los cristales y 1.310 si lo utilizamos hasta el techo.
La habitabilidad es la misma que la del XV. Las puertas traseras ofrecen una obertura amplia y facilitan el acceso. La banqueta posterior es amplia, con una buena distancia para las piernas (aquí se nota claramente que el coche tiene una distancia entre ejes generosa de 2,67 metros) y espacio suficiente para la cabeza. En las plazas delanteras también hay mucho espacio para los dos ocupantes.
No hay diferencias en el salpicadero entre el XV y este Impreza. El diseño y la presentación son los mismos, con una calidad de fabricación muy elevada y unos materiales claramente mejores que en la generación precedente del XV, único modelo con el que podemos compararlo ya que el Impreza anterior no se vendió en España. La disposición de los mandos es muy correcta. La pantalla del equipo de información y entretenimiento está en la posición correcta (elevada), la instrumentación es completa y todo queda al alcance de la mano. El volante, forrado en cuero, tiene muy buen tacto.
Hablando de la pantalla de entretenimiento y tal como sucede en el XV, Subaru España ha decidido importar los Impreza sin navegador. La marca considera que la conectividad del equipo, compatible con Android Auto y Apple Car Play es suficiente para la mayoría de clientes que usarán su móvil para navegar. En la presentación, probé el navegador del iPhone conectado al sistema y también en un teléfono Android y en ambos casos el rendimiento fue satisfactorio, con la navegación del teléfono proyectada en la pantalla central.
Sólo en versión de gasolina
El Impreza se venderá en España únicamente con un motor boxer de gasolina de 1,6 litros y 114 CV acoplado a una caja de cambios de tipo CVT con seis relaciones prefijadas (no son marchas tradicionales sino leyes de paso) y tracción a las cuatro ruedas. La marca ha decidido no importar, al menos de momento, la versión con motor 2 litros de este modelo cuyo motor deberá actualizarse para ser compatible con la legislación Euro 6C, algo que el 1.6 ya cumple.
El motor tiene un rendimiento correcto aunque la potencia es justa y la caja de cambios no le ayuda a la hora de recuperar o acelerar. Las prestaciones, por lo tanto, se resienten. La velocidad máxima es de 180 km/h. y la aceleración de 0 a 100 km/h. se cubre en 12,4 segundos. El problema en este apartado es la caja de cambios CVT que, en nuestra opinión, va claramente peor que en el XV donde no nos disgustó.
En el Impreza tiene una marcha menos (seis en lugar de siete) y se comporta más como un CVT de toda la vida, revolucionando mucho el motor sin que el ruido que hace se corresponda con su capacidad de aceleración. Contrariamente al XV 2.0, el Impreza no tiene levas tras el volante para cambiar manualmente ni es posible usar la palanca en modo secuencial. La única "ayuda" que ofrece para conseguir algo más de dinamismo es la posibilidad de colocar la palanca del cambio en posición Low, que consigue recortar los "desarrollos" y aguantar el motor más revolucionado. Este modo va bien para conducir de manera algo más deportiva en carreteras de segundo orden ya que aumenta la capacidad de respuesta del motor.
La verdad es que es una pena que Subaru no cuente con mecánicas más potentes en este coche ya que el chasis es francamente bueno. Se trata de una nueva plataforma global desarrollada por la marca. Es la misma que utiliza el XV y sobre la que se construirán las futuras generaciones del Forester y el Outback. Está preparada para recibir motores híbridos y eléctricos y es mucho más rígida que la anterior.
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El XV ya nos pareció un coche impecable en carretera y, por lo tanto, el Impreza podía esperarse incluso más puesto que es un coche más bajo y, por lo tanto, con el centro de gravedad también más bajo, la suspensión tiene menos recorrido, lo que hace que contenga mejor la inclinación de la carrocería y, además, el motor no llega a poner en apuros al chasis en ningún momento. El resultado es un coche muy ágil, con un agarre en curva tremendo (a las cuatro ruedas motrices añade el sistema de vectorización que elimina el subviraje) y muy estable en curva rápida.
Además, resulta muy confortable ya que la mayor rigidez del chasis ha permitido a la marca utilizar elementos de suspensión ligeramente más blandos con lo que se mejora el confort de marcha y se filtran muy bien los baches. El Impreza conserva además una dirección muy buena, muy directa, y un equipo de frenos que está a la altura de las prestaciones que es capaz de desarrollar el motor. En marcha, el Impreza pide a gritos un motor más potente.
Eye Sight de serie
El motivo por el que Subaru España ha decidido no comercializar más versiones que esta gasolina, 4x4 automática es que el Impreza no existe en diésel en ningún mercado -Subaru está liquidando los motores de este tipo-, no hay Subaru con otro tipo de tracción salvo el cupé BRZ y sólo el cambio automático permite ofrecer de serie el sistema Eye Sight de seguridad.
Este sistema incluye diferentes sistemas de asistencia a la conducción como el aviso de posible colisión y frenada de emergencia, el control de crucero activo con capacidad para frenar el coche completamente (funciona entre 0 y 130 km/h.), el aviso de vehículos demasiado cerca, el control del acelerador pre-colisión (una función que evita el error de pedal y que no acelera cuando está muy cerca de una pared o de otro coche) y el aviso de cambio de carril con asistente de mantenimiento dle mismo (actúa sobre la dirección y no es especialmente intrusivo). Todo ello, insisto, es de serie en las dos versiones que se comercializarán de este coche.
La básica, llamada Sport, incluye además siete airbags, asistente al arranque en pendiente, climatizador, freno de mano eléctrico, asientos delanteros calefactados, faros y limpias automáticos, equipo de audio con pantalla de 6,5 pulgadas y Bluetooth y compatibilidad con Android Auto y Apple Car Play. El precio son 20.400 euros y no hay más opciones que la pintura metalizada (salvo si se elige en rojo, todos los colores tienen un extra de 550 euros).
La otra versión, llamada Executive cuesta 23.200 euros y será la más vendida ya que añade sobre el equipamiento base el aviso de ángulo muerto, el aviso de tráfico cruzado trasero, las llantas de aleación de 17 pulgadas, los faros de LED direccionales, incluidos los diurnos, acceso y arranque sin llave, climatizador bizona, cámara de visión trasera, cambio automático de luces cortas a largas, cuadro multifunción superior, pantalla de 8 pulgadas y equipo de sonido con 6 altavoces en lugar de 4, retrovisores térmicos y plegables eléctricamente, cristales traseros sobretintados y faros antiniebla.
En definitiva, que si alguien quiere un coche compacto con motor de gasolina y cambio automático y desea disfrutar de las ventajas de la tracción integral permanente, el Impreza es la única alternativa a este nivel de potencia y, por supuesto, de precio. Por lo tanto, aquel que no busque prestaciones (el conjunto motor-cambio es, insistimos, lo menos conseguido con diferencia) tendrá en este Impreza una buena elección ya que pocos coches ofrecen su nivel de seguridad, su comportamiento, su habitabilidad y su relación calidad-precio.
Nuestro consejo en este sentido es que si buscáis un compacto de este tamaño y estas características, lo probéis. Y si el rendimiento del motor y del cambio os parecen correctos, a por él.
No veo algo negativo que no tenga navegador GPS la verdad, no he tenido la oportunidad de ver un navegador en ningún coche que supere la facilidad de Google Maps.