Suzuki recupera el nombre de un modelo emblemático de su gama que dejó de venderse en 2008. Podríamos decir que el Ignis ha resucitado, pero lo ha hecho con una pequeña mutación en su ADN. Ahora el pequeño utilitario se ha convertido en un crossover. Eso sí, sin olvidar sus orígenes.
La marca japonesa apuesta por el concepto SUV o crossover trasladándolo al segmento A, como ya hicieran Fiat con el Panda Cross u Opel con el Adam Rocks, por ejemplo, sus dos rivales más cercanos, pero tratándose de un modelo construido desde cero, no como los otros dos que se tratan de versiones derivadas de sus respectivos modelos 100% asfálticos.
El Ignis se presentó en el pasado Salón del Automóvil de París y actualmente acaba de arrancar la comercialización en España, donde la marca ha previsto alrededor de 1.000 unidades vendidas al año ya que, según nos han contado, está funcionando muy bien al otro lado de los Pirineos.
Los precios los encontraréis al final del artículo, pero ahora os voy a contar que tal ha ido esta primera toma de contacto que he tenido la oportunidad de realizar en Madrid.
No dejará indiferente a nadie
Si hay algo que caracteriza a este pequeño SUV compacto es su aspecto exterior, sin duda. Para bien y para mal. Y es que el Ignis es un coche que requiere ser visto un par de veces para acabar de hacerte una idea de lo que tienes delante.
Es un coche muy pequeño, apenas mide 3,7 metros de largo, 1,69 de ancho y 1,59 de alto, pero con una batalla de 2,44 metros que, como veremos más adelante, posiblemente le otorgue uno de los interiores más espaciosos de su clase. Además, también se trata del vehículo del segmento A con una mayor altura libre al suelo, superior a la del Panda Cross en 2 cm y con muy buenos ángulos de ataque y salida.
De estas cotas ha salido un modelo con un diseño inspirado en las primeras generaciones del Suzuki Cervo y el Vitara, además de algunos elementos inspirados también en el anterior Suzuki Swift, según nos cuentan.
Me gusta el frontal, debo reconocerlo, con un estilo muy juvenil y desenfadado que se desmarca ligeramente de lo que nos venía ofreciendo Suzuki en los últimos tiempos. Destaca especialmente la calandra horizontal con los faros integrados que evoca una mirada desafiante. Unos faros que son LED tanto en las luces de marcha diurna como en las cortas y en las largas (acabado GLX). En la parte inferior, las entradas de aire de corte recto cuadran a la perfección con el resto de líneas del modelo.
La vista de costado refleja un coche con unos cortes extremadamente rectos, desde el techo, el capó, las ventanillas laterales, la luneta trasera o ese portón tan vertical, combinados con unos pasos de rueda muy prominentes. En el pilar C se han añadido tres hendiduras decorativas, así como dos pequeñas rejillas en los laterales del capó o llantas de 16 pulgadas para las dos versiones con las que se va a vender en nuestro país.
Sin embargo, la zona trasera es la parte que menos me ha llamado la atención. Al contrario de intentar ofrecer una apariencia más ancha de lo que realmente es, la impresión que me ha causado es la de un coche aún más estrecho. La anchura de la parte superior, la del techo, es mucho menor que la del paragolpes, y a eso se le unen unos grupos ópticos de forma poligonal con un diseño descendente hacia el interior que resalta aún más esta percepción. Unos pilotos traseros que también cuentan con tecnología LED. Para acabar de redondear el aspecto de la zaga se añade un paragolpes negro de generosas dimensiones que, para mi gusto, desentona ligeramente con el conjunto.
El nivel de personalización del Ignis es bastante alto, empezando por las 14 combinaciones de color para la carrocería que se nos propone, de las cuales cinco de ellas añaden un techo negro en contraste.
Un aplauso para este interior
Nunca me hubiera imaginado encontrarme con tanto espacio en el interior de un coche de apenas 3,7 metros de longitud. Y no hablo de las plazas delanteras que sacrificando espacio atrás se puede conseguir cualquier cosa, sino porque justamente las plazas traseras son mejores que las de muchos utilitarios e incluso que las de algunos compactos.
No hablo de mediciones proporcionadas por la marca, hablo de sensaciones, ya que he podido realizar algunos kilómetros en uno de los asientos traseros. El espacio para las piernas es muy generoso y aunque el ocupante de la plaza delantera configure el asiento en su posición más baja queda un buen hueco debajo de éste para colocar los pies y acomodarnos mejor.
Es un cuatro plazas, pero un cuatro plazas para adultos ya que la altura hasta el techo es realmente muy buena. Los dos asientos son individuales y en mi opinión les falta agarre lateral. Pero lo mejor de todo es que estos dos asientos se pueden desplazar hacia adelante o hacia atrás para ganar espacio en el maletero. Los respaldos también pueden ajustarse en varias posiciones.
Y ya que hablamos de maletero debéis saber que dependiendo de la posición de los asientos contaremos con un volumen de carga que va desde los 260 hasta los 373 litros con unas formas cúbicas y bastante profundo. Si abatimos los respaldos ofrece hasta 1.100 litros totales.
En las plazas delanteras destaca un diseño fresco y funcional con diferentes combinaciones de colores a elegir. No esperéis materiales de gran calidad porque no los hay. El interior del Ignis apuesta por los plásticos duros en su totalidad, aunque el nivel de acabado no es nada malo. Destaca la pantalla central de 7 pulgadas como sistema de infoentretenimiento heredada de los modelos Vitara y S-Cross, con funciones de audio, navegación y varios sistemas de conectividad, incluyendo Android Auto, Apple CarPlay y Mirror Link.
Un motor de 90 CV
El Suzuki Ignis sólo está disponible con un único motor de gasolina 1.2 DualJet de 90 CV a 6.000 rpm. y 120 Nm de par a 4.400 vueltas. Se trata de un motor de cuatro cilindros asociado a una caja de cambios manual de 5 velocidades de serie y automática pilotada también de 5 relaciones AGS (Auto Gear Shift) en opción.
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Esta mecánica aporta una aceleración de 0 a 100 km/h en 12,2 segundos y una velocidad máxima de 170 km/h. Todo ello con un consumo medio homologado de 4,6 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 104 g/km.
El cliente puede optar por la versión híbrida SHVS (Smart Hybrid Vehícle by Suzuki) que aporta 4 CV extra y que permite una eficiencia en el consumo de gasolina aún mayor. Este sistema monta una btería extra de 3kWh de capacidad y un dispositivo eléctrico que apoya al motor de gasolina según las demandas del acelerador. La carga de la batería se realiza con la energía que se produce en las retenciones del motor y las frenadas. Esta versión reduce 0,3 l/100 km el consumo y rebaja las emisiones de CO2 hata los 97 g/km, a la par que mejora la aceleración del 0 a 100 en casi medio segundo.
La versión SHVS sólo se puede elegir con tracción 4x2, pero la variante 1.2 DualJet (sin sistema híbrido) se puede combinar con la tracción delantera o el sistema 4x4 AllGrip Auto. Este sistema distribuye automáticamente el par a las ruedas delanteras y traseras cuando detecta pérdidas de tracción, de tal forma que se mejora el comportamiento del vehículo y se aumenta la seguridad en asfaltos mojados o superficies resbaladizas. También cuenta con un botón de control de descensos que ayudará a bajar pendientes pronunciadas a una velocidad aproximada de 10 km/h.
El Ignis cuenta con varios sistemas de asistencia a la conducción como el control predictivo de frenada con detección de peatones y aviso de colisión, alerta de cambio de carril con vibración en el volante, la alerta antifatiga o la cámara de visión trasera para el estacionamiento.
Toma de contacto
Tuve la oportunidad de realizar algunos kilómetros al volante del nuevo Suzuki Ignis cerca de Madrid, combinando carretera secundaria, autopista y apenas un par de kilómetros por un camino de tierra para comprobar sus cualidades off-road. La unidad de pruebas no era la versión híbrida y tampoco la versión 4x4, sino la que contaba sólo con tracción delantera.
Me ha gustado mucho la posición de conducción al volante, muy natural y relajada, con muy buena visión delantera. La verdad es que se percibe como un coche muy pequeño perfecto para callejear. Además, tiene un radio de giro de apenas 4,7 metros, uno de los más cerrados del segmento, que nos facilitará movernos por calles estrechas y aparcar con mayor comodidad.
El motor cumple sobradamente con su cometido y sorprende por la buena respuesta que ofrece prácticamente en todo el rango de revoluciones. No es un cohete pero a este coche le sienta fenomenal. Hay que tener en cuenta también que el Suzuki Ignis apenas pesa alrededor de 850 kilogramos y eso es una clara ventaja.
La dirección no es muy rápida pero achaco este “problema” principalmente al tarado excesivamente blando de las suspensiones. Es un coche súper cómodo precisamente por este motivo pero poco efectivo ante una conducción alegre en carreteras reviradas. También me ha llamado la atención el contraste que existe entre el confort delantero y el trasero. En la segunda fila de asientos los baches y los rotos de la carretera se sienten muchísimo.
En vías rápidas sorprende por la facilidad que tiene para aguantar ritmos de alta velocidad sin titubear. En mi opinión no le hace falta una sexta marcha porque el escalonamiento de las relaciones de cambio es más que correcto, con las tres primeras marchas más cortas y la cuarta y la quinta con un desarrollo mayor pensado para ahorrar consumo en este tipo de vías.
Ya que estamos debéis saber que el consumo medio obtenido durante esta pequeña prueba ha sido de apenas 5,3 l/100 km.
El camino de tierra por el que circulé no presentaba demasiada dificultad y por allí podría circular perfectamente cualquier tipo de vehículo con un poco de cuidado. Pero las sensaciones que transmite este coche fuera del asfalto son muy buenas. Busqué adrede algunos baches y la respuesta que obtuve fue que los filtra realmente bien. Como ya he comentado, los ángulos de ataque, ventral y de salida son muy buenos y eso le añade muchas opciones de comportarse realmente bien en montaña. Veremos si tenemos oportunidad de probar en un futuro una unidad 4x4 y lo comprobamos como se merece…
Precio y equipamiento
El Suzuki Ignis ya se encuentra disponible en los concesionarios españoles con la opción de elegir entre el grado de equipamiento GLE y el GLX. El de acceso a la gama, el GLE, incorpora algunos elementos la mar de interesantes como la pantalla del sistema multimedia (sin navegación ni cámara trasera), los asientos traseros correderos y reclinables, las llantas de 16 pulgadas, los cristales oscurecidos, la calefacción para los asientos, los espejos exteriores eléctricos y calefactables, el volante multifunción o los 6 airbags de serie.
El acabado GLX añade a todo esto, y más, la Dual Camera Brake Support para el sistema anticolisión, el sistema de navegación y la cámara trasera, el climatizador, los faros LED, el control de crucero, el arranque sin llave, el control de retención en pendientes, los intermitentes en los espejos exteriores, el volante de cuero, la iluminación del panel de instrumentos, las ventanillas traseras eléctricas y un sistema de sonido mejorado con 4 altavoces y 2 tweeters.
Actualmente la marca japonesa ofrece un descuento de 2.000 euros como promoción de lanzamiento y otros 1.000 euros adicionales si financiamos la compra con ellos. A continuación os dejo la lista de precios oficial con el precio final entre paréntesis aplicando los pertinentes descuentos:
Suzuki Ignis 1.2 GLE 2WD 14.200 euros (11.200 euros) Suzuki Ignis 1.2 GLX 2WD 15.950 euros (12.950 euros) Suzuki Ignis 1.2 GLX 2WD Auto. 16.850 euros (13.850 euros) Suzuki Ignis 1.2 SHVS 2WD 16.750 euros (13.750 euros) Suzuki Ignis 1.2 GLE 4WD 15.700 euros (12.700 euros) Suzuki Ignis 1.2 GLX 4WD 17.450 euros (14.450 euros)
En relación al ruido de los frenos ,en mi caso lo solucionaron limpiando la ranura central de las pastillas..se ve que no desaloja bien la porquería y hace ruido al frenar.... Espero que te sirva.. Saludos