El heredero del SX4 actual
Tras unos años de sequía en cuanto a lanzamientos de nuevos productos por parte de Suzuki, el último nuevo modelo fue el Suzuki Kizashi, y la insistente renovación estética de la su gama de modelos con los lavados de cara del Grand Vitara, el Jimny, el Splash y el Swift, llega ahora la nueva apuesta de la marca japonesa para entrar de lleno en el segmento de los crossovers compactos. Ya está a la venta en los concesionarios españoles disponible en total con hasta 19 versiones diferentes. Además, la marca ofrece una promoción de lanzamiento con 1.300 euros de descuento sobre el precio base y todas las versiones pueden acogerse al plan PIVE3.
El S-Cross es un todocamino de 4,30 metros de longitud que viene para jubilar al SX4 y ocupar una plaza en un segmento que la marca tenía olvidado. Según nos cuenta la gente de Suzuki, es un coche totalmente nuevo, diseñado en Europa, más concretamente en las oficinas que la marca tiene en Turín. Basándose en los gustos europeos se dieron cuenta de que necesitaban un vehículo un poco más grande, más polivalente, y es por este motivo que el nuevo S-Cross dispone prácticamente de las mismas dimensiones que el superventas Nissan Qashqai. El Mitsubishi ASX, el Hyundai ix35, el Kia Sportage o el Toyota Rav4 se posicionan como sus rivales más directos.
Nos hemos desplazado hasta Madrid para efectuar una primera toma de contacto con el modelo por las afueras de la capital, en una ruta de algo menos de 100 km pero que nos ha servido para empezar a ver los puntos fuertes, y no tan fuertes también, del modelo nipón.
Apuesta sobre seguro
Los diseñadores de la marca se centraron en tres aspectos claves a la hora de pensar en la estética del todocamino: emoción, calidad y aerodinámica. Sobre estos tres pilares básicos se ha basado gran parte de su desarrollo visual dejando como resultado unas formas un tanto conocidas, por llamarle de alguna manera, que nos recuerdan ligeramente a las del Nissan Qashqai.
El S-Cross apuesta por un capó redondeado, bajo, con detalles cromados en la parrilla y en los marcos de las luces antiniebla, faros delanteros con luz de día tipo LED integrada y una gran entrada de aire central en la parte inferior del paragolpes. Las protecciones plásticas situadas en la zona baja de la carrocería son ya típicas en la mayoría de crossovers.
La zaga elevada tiene como principales detalles destacables el grupo óptico triangular dividido en dos partes, el paragolpes prominente y el protector plástico gris para ahorrarnos algún disgusto si circulamos por montaña.
En cuanto al interior nos encontramos con un habitáculo bastante sobrio, sin demasiados resaltes, pero a su vez con un aspecto bastante acogedor. La combinación de plásticos duros, y otros no tan duros, no se queda para nada atrás respecto a modelos generalistas de marcas europeas. Es más, creemos que el S-Cross tiene un interior mejor resuelto que modelos con gran importancia en el mercado y un grueso de ventas considerable.
Elementos como la consola central y los tiradores de las puertas tienen decoraciones en plata que le otorgan un toque distintivo y resaltan sobre la mayoría de elementos en negro.
La habitabilidad está bien lograda, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Éstas últimas ofrecen suficiente espacio para las piernas de los ocupantes de la segunda fila de asientos, aunque la plaza central no brille demasiado por su comodidad. El respaldo es algo duro y el túnel central que recorre el suelo limita en parte la colocación de los pies.
El maletero tiene una capacidad de 430 litros, una cifra por encima de la media de competidores de su mismo tamaño y ligeramente inferior a la de sus rivales más grandes. Además sus formas y el doble fondo aumentan de forma considerable las capacidades de carga. Los respaldos de la fila posterior pueden abatirse en configuración 60/40 y permiten apliar el volumen total para cargar objetos de mayor tamaño.
Diésel o gasolina de 120 CV
Las opciones de motorización pasan sólo por un gasolina de 1.6 litros y un diésel de la misma cilindrada, ambos con una potencia de 120 CV.
El propulsor de gasolina tiene un diseño renovado para conseguir un mayor par de 140 Nm a lo largo de un rango de revoluciones mayor. El ahorro de peso en el bloque y varias piezas relacionadas con él ayudan a conseguir una economía de combustible mejorada, dejando el consumo medio homologado en unos excelentes 5,4 litros a los cien kilómetros para la versión 2WD con caja de cambios manual.
Según las especificaciones que nos ha pasado el fabricante el modelo de gasolina puede acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h en su variante más rápida, la 4x2.
Por su parte, el nuevo motor diésel se beneficia de un turbocompresor de geometría variable para aumentar su par motor hasta los 320 Nm. Los 120 CV de potencia máxima consiguen mover al S-Cross de 0 a 100 km/h en 12 segundos y le permiten alcanzar una velocidad máxima también de 180 km/h. En cuanto al consumo medio homologa unos excelentes 4,2 l/100 km para la versión 2WD.
Las emisiones de CO2 se encuentran en un rango que va de 125 a 130 g/km para las variantes de gasolina mientras que en diésel están entre los 110 y los 120 g/km.
Hay disponibles tres tipos de transmisión: una manual de cinco velocidades para el motor de gasolina, otra manual de 6 relaciones para la variante diésel y por último un cambio automático de tipo CVT para el gasolina. Los dos propulsores pueden combinarse con la tracción 2WD de dos ruedas motrices o bien optar por la tracción 4x4 a las cuatro ruedas. A elección del comprador.
Allgrip 4WD
La última generación del 4WD de Suzuki equipa un selector con cuatro modos de tracción para adaptar la conducción a cualquier tipo de terreno y condiciones de la vía: el modo Auto prioriza el ahorro de combustible circulando mayormente en 2WD hasta que detecta que las ruedas patinan y pasa al modo 4WD.
En la posición Sport el sistema exprime al máximo el 4x4 en respuesta al acelerador. Es capaz de alterar las características del par para optimizar la respuesta del motor y el comportamiento en curva.
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El modo Nieve es ideal para superficies nevadas, caminos sin pavimentar y superficies deslizantes. El sistema usa la tracción total por defecto. Optimiza el control del 4WD dependiendo de la dirección y la presión en el acelerador que ejerzamos para mejorar la tracción y la estabilidad en superficies de baja fricción.
Por último, el modo de funcionamiento Lock se ha diseñado para intentar liberar al vehículo de situaciones extremas, por ejemplo enterrado bajo la nieve o metido en una charca con barro. El sistema envía un gran par al eje trasero de forma continua.
Primeros kilómetros con el gasolina
La ruta propuesta por la organización transcurría a partes iguales entre autopista y carretera, por lo que podríamos comprobar de forma bastante acertada cuáles son las capacidades reales del nuevo crossover de Suzuki. La parte fuera del asfalto nos la reservamos para la prueba que podamos realizar, esperamos, en no demasiado tiempo.
Nos subimos en una variante de gasolina con tracción total y cambio manual de 5 velocidades para efectuar el recorrido propuesto con un nivel de acabado en el interior bastante elevado. Empezamos ajustando el asiento, en altura y longitudinalmente, y nos acomodamos el volante regulable en profundidad. Arrancamos y empezamos la marcha.
En ciudad nos movemos lentamente dado el intenso tráfico de la capital, acariciando el pedal del acelerador y acostumbrándonos rápidamente al tacto del embrague. Notamos que rueda muy fino, con bastante agilidad entre el tráfico de la urbe, y con una gran visión de la carretera y de todo lo que nos envuelve gracias a su posición de conducción elevada. La dirección se presenta bastante blanda a bajas velocidades para facilitar la maniobrabilidad y nos resultó muy agradable la poca vibración transmitida al habitáculo.
Tras unos breves minutos llegamos a la autopista, uno de los escenarios donde el S-Cross debería empezar a demostrar de qué es capaz. Y comenzamos contando alo que no nos acabó de convencer demasiado. Sus prestaciones. Es un motor muy perezoso que le cuesta subir de vueltas y empujar con fuerza. Así como en ciudad nos gustó bastante, en aceleración para alcanzar los 120 km/h es algo lento. Tiene una respuesta muy lineal en bajas y medias revoluciones, guardándose la potencia para cuando superamos las 4.500 rpm. Es en este momento cuando empieza a empujar bien, pero demasiado arriba.
Una vez alcanzada la velocidad máxima permitida en la vía, en quinta velocidad, la mantiene sobradamente pero va demasiado revolucionado (sobre las 3.000 rpm), lo que nos hace pensar que una sexta relación para el desahogo no le vendría nada mal.
En cuanto a la comodidad de marcha debemos apreciar el buen trabajo realizado con las suspensiones, las cuales nos llevan en volandas filtrando a la perfección cualquier irregularidad de la calzada y ofreciendo un bienestar a bordo muy agradable. Por el contrario, la insonorización podría estar algo más lograda ya que el nivel de ruido en el interior es considerable, aunque sin llegar al extremo de ser demasiado molesto.
Las carreteras sinuosas no son su medio natural. El balanceo la carrocería está acorde al de la mayoría de SUVs o todocaminos, de tal forma que inclina lo suficiente en curva como para saber que no es un coche para "marcarse un tramo de rallye". Además el motor no ayuda demasiado al disfrute personal y es más propicio a llevar una conducción tranquila disfrutando de la conducción y los paisajes por los que pasamos.
La dirección se endurece si aumentamos un poco la velocidad, pero no llega al punto de notarse demasiado dura y queda algo suelta. En cambio su guiado es muy bueno y encamina al S-Cross allá por donde le marcamos con total fidelidad. Los cuatro frenos de disco se encargan de detener al vehículo de forma contundente sin demasiada fatiga.
En cuanto al consumo debemos reconocer que, aún comprobando aceleraciones, recuperaciones y realizando una conducción deportiva, el ordenador de a bordo nos mostró una muy buena media de 6,3 litros a los cien kilómetros. Por supuesto esta cifra puede reducirse considerablemente llegando a acercarse bastante a los 5,4 que ha logrado homologar la marca.
La variante diésel quedará para una futura prueba ya que no tuvimos el placer de montarnos en ella. Hablando con periodistas de otros medios allí presentes, que hicieron la misma ruta con el motor de gasóleo, comentaron que lograron acercarse muchísimo a los 4,2 l/100 km que homologa, y hasta alguno se atrevió a afirmar que los rebajó.
Gran nivel de equipamiento
Uno de los puntos fuertes del S-Cross es la gran oferta en cuanto a niveles de acabado y equipamientos de serie y opcionales que se proponen. Nuestra unidad montaba el techo de cristal panorámico doble con apertura eléctrica, una opción que aporta gran luminosidad y sensación de aplitud al interior. Si entra en el presupuesto del comprador, no debería faltar.
Haciendo un vistazo rápido al equipamiento de serie y al catálogo de opcionales podemos destacar los diez colores para la carrocería, tres modelos de llantas de 16 y 17 pulgadas, tres acabados de tapizado para los asientos (dos en tela y uno de cuero), pantalla táctil con navegador y cámara de visión trasera, volante multifunción, climatizador dual, sensor de luces y lluvia, asientos calefactables, retrovisores plegables eléctricamente, retrovisor interior antideslumbramiento y sistema start/stop, por nombrar algunos.
También hay que destacar el buen nivel de seguridad, tanto activa como pasiva, que incluye limitador de velocidad, ESP, control de la presión de las ruedas, siete airbags pretensores y limitadores de fuerza en los cinturones de seguridad y un mecanismo que limita el movimiento hacia atrás del pedal de freno. Además, la forma del capó, limpiaparabrisas y parachoques proporcionan una absorción de impactos que disminuye el grado de los daños al peatón si se produce una colisión con éste.
Listo para luchar
Suzuki no es una marca que venda vehículos de cuatro ruedas de forma massiva en nuestro país y es por esto que la introducción del S-Cross, creemos, supondrá un empujón para la marca japonesa en cuanto a ventas.
El nuevo crossover entra de lleno en un segmento que no para de crecer año tras año con la aparición de nuevos modelos por parte de la mayoría de marcas. Y es que desde que Nissan lanzara el Qashqai, el líder indiscutible en el segmento de los todocaminos compactos, todos se han subido al carro y también quieren su porción del pastel. Suzuki llega un poco tarde, pero nunuca es tarde si el producto es bueno. El S-Cross se presenta como un coche simpático, de aspecto sencillo pero bonito, bien acabado, con una habitabilidad bien resuelta y a un precio razonable. ¿Que más se puede pedir? Tan sólo una oferta mecánica más atractiva.
Suena el start y todo pero no arranca el motor