Suzuki aprende de sus errores. Bien por Suzuki.
Desde el mismo día de su lanzamiento, el Suzuki SX4 S-Cross se convirtió en un incomprendido. Una verdadera lástima, pues tanto la videoprueba que le dedicamos por aquel entonces, como nuestra posterior comparativa con los mejores crossover del segmento C, demostraron que la propuesta de Suzuki atesoraba muchas cualidades. El modelo japonés, a medio camino entre un compacto y un SUV, sumaba a su buen dinamismo una calidad de fabricación muy digna, una correcta habitabilidad y una acertada ergonomía. Pero el desacierto de su exterior, anodino e impersonal, no ayudó precisamente a que las ventas se acercasen, ni de lejos, a lo esperado.
El rediseño del S-Cross es uno de los más audaces que he visto en un "facelift".
Tanto fue así que, con apenas tres años en los concesionarios, el S-Cross (ya desligado del prefijo SX4) ha recibido un profundo rediseño cuyo claro objetivo es el de recuperar a los clientes perdidos. Y qué mejor modo de hacerlo hoy en día que dotándolo de la estética SUV que demanda el mercado, absolutamente necesaria si el S-Cross pretende hacer algo de sombra a los Nissan Qashqai, Seat Ateca y su abundante compañía.
Suzuki ha transformado enormemente la imagen del S-Cross con sólo reimaginar su frontal; pero la cosa no ha quedado ahí: aprovechando la ocasión, la firma de Hamamatsu ha aplicado ciertas modificaciones destinadas a optimizar un producto que ya era mejor de lo que aparentaba. Veamos qué es lo que trae de nuevo el S-Cross.
Un buen crossover que ahora gana atractivo
El rediseño del S-Cross es uno de los más audaces que he visto en modelos de “media vida comercial”. Es común que cambien un poco la forma de los faros, la parrilla o el paragolpes; pero en esta ocasión Suzuki ha optado por redibujar el diseño de su crossover desde el portamatrículas hasta el pilar A. Una apuesta arriesgada, podría decirse; pero no lo es tanto considerando las escasas ventas del modelo precedente. ¿Y sabéis qué? El nuevo frontal del S-Cross sí que me gusta. Me gusta porque es en mi opinión mucho más atrevido que el anterior -podemos buscarle relación con ciertos detalles de Jeep o BMW, lo que tampoco es malo-. Y me gusta porque
Desde el mismo día de su lanzamiento, el SX4 S-Cross se convirtió en un incomprendido.
evidencia la humildad y la capacidad de reacción de una marca que desea ganarse el favor del público. Algo que ya está consiguiendo con el nuevo Vitara, a propósito.
Aparte de este frontal más recto, más vertical y más agraciado, los cambios externos son relativamente escasos: las ópticas delanteras pueden ser de tipo LED, las traseras cambian su estructura interna, llegan cuatro colores de pintura alternativos (Azul Esfera, Gris Mineral, Marrón Canyon y Rojo Energetic) y el catálogo de llantas se ha actualizado con nuevos diseños en medidas de 16 y 17”. Aunque no sólo cambian las llantas sino también los neumáticos, que ahora son más anchos (pasan de 205 a 215 mm) y sobre todo de mayor perfil. Esto último permite que la carrocería se eleve en 1,5 cm para alcanzar una distancia hasta el suelo de 18 cm, mejorando por tanto la capacidad del S-Cross para alejarse del asfalto sin grandes temores. Se mantiene la longitud total de 4,30 m así como los 2,60 m de distancia entre ejes; mientras que la anchura se incrementa en 2 cm, hasta los 1,79 m, a causa del mayor volumen del paragolpes delantero.
El chasis recibe unos nuevos brazos para la suspensión delantera, y también se ha optimizado la dirección asistida eléctrica; pero tal vez la mejora más destacable tenga que ver con la llegada de dos nuevos motores de gasolina turboalimentados pertenecientes a la familia Boosterjet. Se trata del 1.0 tricilíndrico de 111 CV y del 1.4 de 140 CV y cuatro cilindros; ambos destinados a reemplazar al anterior 1.6 atmosférico de 120 CV.
El modelo menos potente se acompaña de una caja manual de cinco relaciones, siendo de seis la del más prestacional; y en ambos casos podemos optar por una caja automática de tipo convertidor de par con seis velocidades. En diésel seguimos contando con el habitual 1.6 turbo de 120 CV, ya sea con caja manual o automática de doble embrague TCSS. También habrá versiones 4x4 excepto para el gasolina 1.0, que sólo podrá ser de tracción delantera.
Si pasamos al interior del vehículo, queda claro que allí no es aplicable la palabra “rediseño”, aunque sí hallaremos nuevos estilos de tapicería, un panel central acabado en negro piano y alguna actualización en el cuadro de instrumentos. La estética general es la misma, y la calidad de terminación sigue siendo tan sencilla y correcta como antes, si bien algunos detalles de acabado (como el panel longitudinal del salpicadero) ofrecen mejor tacto.
El habitáculo sigue siendo igual por lo demás. Seguimos contando con un puesto de conducción amplio y bien organizado, unas butacas delanteras de mullido firme, una buena visibilidad general y suficientes espacios para dejar objetos. Tampoco cambian las plazas traseras, con sus ventajas e inconvenientes: dos adultos pueden viajar bien, pues hay mucha longitud y anchura por disfrutar, pero quien supere el 1,80 m de estatura se encontrará con el techo más pronto que tarde. La butaca sigue sin ser corrediza, aunque el respaldo es abatible en 60:40 y cada una de las secciones puede inclinarse en dos ángulos diferentes. Si elegimos la posición más vertical, ganaremos 10 litros extra en el maletero, que cuenta con una capacidad de 430 litros. No es una cifra espectacular en términos absolutos (sí es buena considerando las dimensiones del vehículo), aunque en su favor diremos que presenta unas líneas muy limpias, una amplia boca de carga y un piso inclinable con doble fondo.
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Con más apariencia y también más tacto de crossover
En esta primera prueba dinámica, tuve ocasión de conducir el nuevo S-Cross a lo largo de una ruta que nos llevaría de ida y vuelta entre la capital y la sierra norte de Madrid, con kilómetros suficientes (y alguno que otro también por pistas de tierra) para extraer cuando menos algunas impresiones preliminares. La primera de ellas es que el leve incremento de altura se deja notar. Si el anterior S-Cross se comportaba, por simplificar, como un turismo algo más elevado y subvirador
El nuevo modelo me ha parecido un poquito “más SUV” y menos turismo que antes.
, el nuevo modelo me ha parecido un poquito “más SUV” y menos turismo que antes, mostrándose algo más blando en carretera y cómodo fuera de ella. Aunque en cualquier caso, la diferencia no es mucha.
También he notado un poco distinta la dirección, con más asistencia si cabe, lo que suma confort en ciudad pero le resta cierta sensibilidad. Sigue siendo precisa, desde luego, pero no muy informativa; y desde luego, no es algo que vaya a disgustar al usuario medio, sino tal vez al contrario.
Y digo esto porque, al fin y al cabo, estamos hablando de un coche que ante todo busca agradar, no emocionar. Es un automóvil confortable, capaz de tratar muy bien a quienes sólo lo quieran para viajar y para sus desplazamientos diarios. Porque las cosas como son: quienes busquen grandes sensaciones y grandes emociones no deberían, de hecho, plantearse la compra de un crossover. Estos coches son para hacer felices a los conductores del mundo real, no a los pilotos de vocación.
Sin perjuicio de lo anterior, sí quiero destacar el buen rendimiento de los nuevos motores de gasolina, ya que pude hacer un tramo con cada uno de ellos (en ambas ocasiones con sus correspondientes cajas manuales). Ya conocía desde el primer contacto con el nuevo Suzuki Baleno al 1.0 tricilíndrico de 111 CV de potencia y 170 Nm de par; un motor que, sin ser un prodigio de suavidad, sorprende a todo el que lo prueba por primera vez. Empuja más de lo que pensaríamos en un principio, recupera bien y mantiene el ritmo de crucero sin sufrir. Tanto es así que me atrevo a recomendároslo sin rubor a menos que vayáis a viajar casi siempre en familia.
En ese caso, deberíais dar el salto al 1.4 de cuatro cilindros y 140 CV, el mismo que monta el Suzuki Vitara S. Además de contar obviamente con un mayor cubicaje, mucha más potencia y mucho más par (220 Nm), presenta un mayor refinamiento de marcha junto con una elasticidad claramente superior. No os impresionará por su “patada”, pero le sobra empuje para rodar con agilidad en cualquier circunstancia. Tendremos que asumir a cambio el correspondiente aumento de consumo, que de los 5,0 l/100 km del motor 1.0 sube hasta los 5,4 l/100 km, aun contando con la ayuda de una sexta marcha para contener el giro del motor en los tramos de autopista. Si este dato os parece crítico, siempre podéis recurrir al diésel 1.6 de 120 CV, conocido por su buena respuesta y consumos contenidos a cualquier ritmo de conducción -aquí nuestra videoprueba del anterior SX-4 S-Cross con este motor-.
Ya a la venta, con más equipamiento y buenos descuentos
El nuevo Suzuki S-Cross está disponible con tres niveles de equipamiento: GL, GLE y GLX. El básico GL (sólo con 1.0 Boosterjet) añade nuevos elementos de serie, como el control manos libres Bluetooth con mandos en el volante y el control de retención en pendientes. El GLE añade faros automáticos LED, molduras cromadas, sensor de lluvia, retrovisor fotosensible, asientos delanteros calefactables y sistema de infoentretenimiento con pantalla de 7” y cámara de visión trasera. Finalmente, el nivel GLX añade control de velocidad adaptativo, control predictivo de frenada y aviso luminoso en frenada de emergencia.
Las primeras unidades llegarán a los concesionarios esta misma semana, con los habituales 5 años de garantía y ahora con un descuento promocional de 2.300 euros. Aplicada esta rebaja, la lista de precios queda del siguiente modo:
Suzuki S-Cross 1.0 Boosterjet GL 2WD 16.935 € Suzuki S-Cross 1.0 Boosterjet GLE 2WD 18.835 € Suzuki S-Cross 1.4 Boosterjet GLX 2WD 22.585 € Suzuki S-Cross 1.4 Boosterjet GLX 2WD Aut. 24.085 € Suzuki S-Cross 1.4 Boosterjet GLX 4WD 24.385 € Suzuki S-Cross 1.6D GLE 2WD 20.835 € Suzuki S-Cross 1.6D GLX 2WD 23.385 € Suzuki S-Cross 1.6D GLE 4WD 22.635 € Suzuki S-Cross 1.6D GLX 4WD 25.185 € Suzuki S-Cross 1.6D GLX 4WD Aut. 26.685 €
Acabo de probar el glx 4x4 1.4 y la verdad que me ha agradado mucho, va muy ligero y el motor tiene nervio tiene todas las tonterias que te puedas imaginar sin embargo algo tan útil como el control de descensos no. la amplitud es correcta. PRueba realizada con incorporación a autopista y zona de curvas en las cuales no cabezea. si me dejan probar el ateca decidire por uno o el otro pero me parece que seat no tiene muchas ganas de vender . he visitado 2 concesionarios del valles occidental por lo vist van sobraos
#175 no compres este coche de juguete, te arrepentirás...hazme caso
#176 Los 2 concesionarios de Seat del Valles occidenta no me han dado la opción de prueba, asi que he comprado el S-Cross. De cualquier forma vengo de un Toyota land cruiser vxl 5 puertas y cualquier cochecito de estos me parecen de juguete
#176 Habló un juguete.
#177 que te devuelvan la señal, te arrepentirás