Si algo hay que reconocerle al Suzuki Swift es que, sin ser un modelo de grandes ventas, históricamente ha sabido soportar el envite de la fuerte competencia del segmento B en el que se mueve. Digo históricamente porque el Swift es un modelo que lleva con nosotros casi treinta años y varias generaciones. La marca japonesa lo presentó en España a principios de los años noventa, y desde entonces ha evolucionado siguiendo el mismo concepto: el de un coche de tamaño exterior reducido, espacio interior bien aprovechado, económico para un uso diario y con una dinámica de conducción alegre. Siempre se ha caracterizado por montar pequeños motores de gasolina con una excelente relación prestaciones/cilindrada, lo que unido a un peso contenido ha hecho siempre de este japonés un coche divertido de conducir.
Suzuki presenta ahora una nueva generación del Swift, la tercera según Suzuki España, ya que empieza a contar desde el lanzamiento del Swift del S-XXI, en 2005; podríamos también considerarla la quinta, si empezamos a contar desde el nacimiento del modelo en 1985.
En cualquier caso, el Suzuki Swift que empezará a venderse a partir de Mayo es un coche totalmente nuevo, aunque respeta las líneas de diseño de las versiones precedentes. Se identifica fácilmente como un Swift, aunque desde mi punto de vista, su nuevo frontal pueda recordar al de un Mini One. Tiene una nueva parrilla, más ancha; mantiene el parabrisas envolvente, ligeramente curvado a los lados y característico del modelo; y monta nuevos faros delanteros y ópticas traseras, con tecnología LED.
Otra característica destacada es el “techo flotante”, un efecto que se consigue pintando los pilares en color negro. Este techo puede pedirse pintado en color plata o negro, en combinación con diferentes colores de carrocería. En esta nueva carrocería cambian las líneas laterales, y a partir del pilar B el coche tiene un aspecto más musculoso y atlético. Se diferencia así del Swift que se vende en Japón, un poco más estrecho de ejes.
Los responsables de la marca en España insisten en que el nuevo Swift se ha diseñado para el gusto europeo, y no es un tópico. Los tests de pruebas previos a su comercialización se han hecho en Europa. Su diseño específico para nuestro mercado lo ha llevado a modificar sus medidas: es 1 cms. más corto, 1,5 cms. más bajo y 4 cms. más ancho que el Swift anterior.
Más capacidad de carga
Su habitabilidad interior, ya de por sí buena, se mantiene. Se incrementa considerablemente la capacidad del maletero, que llega hasta los 265 litros, nada menos que 55 litros más. Este era uno de los puntos débiles del anterior modelo que ahora se rectifica. Sigue siendo un maletero corto y profundo, pero desaparecen las anteriores formas intrusivas a la altura del paso de rueda, gracias en parte a la mayor anchura de ejes. La mejora es notable, aunque su capacidad de carga todavía es inferior a la de la mayoría de sus rivales, que se mueven en torno a los 300 litros. Un Nissan Micra ofrece la misma capacidad de maletero; Toyota Yaris, Peugeot 208 y Ford Fiesta tienen maleteros entre 285 y 290 litros. MIentras que el maletero del Kia Rio llega a los 325 litros, por citar algunos ejemplos.
Hablando de rivales, el nuevo Swift “copia” del Renault Clio las manetas de las puertas traseras montadas a la altura del pilar, un diseño que disimula su condición de 5 puertas para darle un aspecto deportivo, pero que resulta algo confuso y poco práctico para determinadas personas, especialmente niños.
También se ha incrementado la distancia entre ejes, concretamente 20mm., algo que juega a favor de la habitabilidad interior. Aunque el diseño del salpicadero no es radicalmente diferente, sí que se percibe más moderno y actual. Algunos elementos dan una imagen más deportiva, como el volante achatado en su parte inferior o los relojes tipo moto, que ahora están separados por una pantalla LCD de 4,2 pulgadas. Esta pantalla muestra la información típica del ordenador de a bordo, más unos gráficos sobre reparto de par y fuerza G, no demasiado claros, desde mi punto de vista.
Otra pantalla digital y táctil de 7 pulgadas, situada en el centro del salpicadero, muestra los datos del navegador y el sistema de audio, que cuenta con Bluetooth, puerto USB compatible con Mp3/WMA/ACC y ranura para tarjetas SD. El Swift también dispone de Apple CarPlay, Android Auto y MirrorLink, para poder usar las aplicaciones del Smartphone en la propia pantalla del coche.
La actualización recibida en cuanto a estética y de conectividad está clara, y el coche gana considerablemente en este sentido. No es tan evidente la mejora en calidad percibida, que sigue siendo buena, pero mejorable. El aspecto de algunos plásticos, la tapicería y el mullido de los asientos o el tacto de algunos pulsadores se ve un poco simple.
Se vende con dos acabados: GLE, que incluye de serie ordenador de a bordo, asientos delanteros calefactables, pantalla táctil y cámara de visión trasera, entre otros. El acabado GLX añade faros LED, navegador, control de velocidad adaptativo y con limitador, climatizador automático y arranque sin llave. Ambas versiones montan de serie llantas de 16 pulgadas (con superficie pulida en el acabado GLX), tapicería de tela o volante de tres radios en cuero (ajustable en profundidad en el GLX), entre otros.
La nueva generación del Swift amplía sus sistemas de ayuda a la conducción, y la versión más alta de la gama lleva de serie control predictivo de frenada, alerta de cambio de carril, alerta antifatiga y asistente de luces de largo alcance.
Agradable Turbo tricilíndrico
En la toma de contacto organizada por Suzuki en Madrid pude conducir un Swift con uno de los motores disponibles en la gama, el 1.0 Turbo de 111CV Boosterjet, el mismo que está disponible en el Suzuki Baleno.
El otro motor que completa la gama es un 1.2 Dualjet de 90 CV , también conocido en el Suzuki Baleno y el Ignis.
Ambos pueden ir unidos a un cambio manual de 5 velocidades (en la mayoría de versiones) o a un cambio automático CVT, de tipo variador.
El tricilíndrico 1.0 Turbo también está disponible en el acabado GLX con el sistema SHVS (Smart Hybrid Vehicle by Suzuki), una tecnología que se sirve de un generador para recoger la energía en las fases de frenado y acumularla en la batería, para después utilizarla en el arranque del coche (especialmente cuando funciona el Start&Stop) y para dar apoyo al motor en la fase de aceleración. No es un sistema híbrido convencional, sino una sencilla ayuda eléctrica que permite mejorar las prestaciones y reducir ligeramente el consumo.
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Con el SHVS, el motor 1.0 Turbo gana mucho en la respuesta del coche en las salidas de parado y en las recuperaciones, sorprendentemente buenas para tratarse de un motor con sólo tres cilindros y 998 centímetros cúbicos. Además, este propulsor es silencioso y suave, apenas transmite vibraciones y contribuye a un buen confort de marcha. Su consumo medio oficial es de 4,3 l/100km con el sistema SHVS, tres décimas menos que en la versión convencional.
Me gustó mucho el funcionamiento de este motor, que además de ser suficientemente elástico, se percibe potente. Pensad que 111CV en un coche que pesa unos 900 Kg. en orden de marcha se traduce en una buena relación peso/potencia y por lo tanto, en unas buenas prestaciones.
La nueva plataforma sobre la que está basado el Swift, denominada Heartech (por Heart/corazón y Tech/ tecnología) ha permitido reducir el peso del coche en 120 kilos. Esto se nota al conducir, y la agilidad ya características de este modelo quedan todavía más de manifiesto. El coche entra muy bien en las curvas gracias a la respuesta directa de la dirección, aunque su tacto se nota un poco “gomoso”. De la misma manera, sería mejorable la precisión y el tacto del cambio manual de 5 velocidades, ya que al menos en la unidad que tuve oportunidad de conducir, se resistía un poco al insertar la cuarta.
Ratonero
Obviando estos detalles, el Swift sigue siendo tan divertido de conducir como siempre. Es ágil en curva, estable en recta, rápido gracias a su potente motor y bastante confortable en largos desplazamientos. La ciudad es su mejor escenario, gracias a sus contenidas dimensiones. Ahora mejora su radio de giro, según afirma la marca, que se queda en 4,8 metros, 0,4 metros menos que el de la generación precedente.
Suzuki venderá una versión con el motor 1.2 Dualjet y tracción integral, equipada con el sistema All Grip, ya visto en el Nuevo Vitara y el S-Cross. Este sistema permite adecuar la respuesta del motor y la transmisión del Swift al tipo de terreno que pisa. El conductor puede escoger entre varios programas (Auto, Sport, Nieve y modo Bloqueo) activándolos con un dial en la consola central.
Esta versión con tracción 4x4 ya está disponible desde el momento del lanzamiento del modelo, a principios del mes que viene.
También está previsto que en Octubre se lance una de las variantes más esperadas de la gama: el Suzuki Swift Sport, que montará el motor 1.4 Turbo de 140 CV.
Suzuki espera vender en España unas 1.500 unidades anuales, a un PVP que empieza en 15.250 € y termina en 18.950€. Al listado de precios de tarifa que os muestro a continuación hay que aplicar un descuento de 2.000€ de promoción de lanzamiento, más otros 1.000€ si se decide financiar el coche con la marca.
P.V.P:
Suzuki Swift 1.2 GLE 15.250€
Suzuki Swift 1.2 GLE CVT 16.650€
Suzuki Swift 1.2 GLX SHVS 17.750€
Suzuki Swift 1.2 GLE 4WD 16.750€
Suzuki Swift 1.0 GLE 16.450€
Suzuki Swift 1.0 GLE GLX SHVS 18.950€
No tiene la estética tan lograda como la del Nissan Micra 2017 pero el Swift siempre será una buena compra sí Suzuki aplica descuentos.