El lujoso Toyota Century se convierte, también, en un SUV

Toyota ha presentado en Japón un nuevo Century. Este nombre designaba desde 1967 al buque insignia de la marca en su mercado doméstico: una lujosa berlina de representación utilizada por la casa real japonesa, los principales dirigentes del país e importantes hombres de negocios. Con motores potentes, un interior lujoso y refinado y una estética tan elegante como conservadora, el Century había sido siempre una berlina de tres volúmenes de línea clásica. Hasta ahora, puesto que el nuevo Century presentado por Toyota es, inevitablemente, un SUV.

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Los modelos de tipo SUV han conquistado todos los mercados mundiales y se han expandido a todos los segmentos. Los SUV de lujo, no ya de las habituales marcas premium, sino de aquellas que fabrican coches exclusivos como Lamborghini, Bentley, Aston Martin, Maserati o Rolls-Royce, son habituales, pero este tipo de vehículos no había llegado todavía a uno de los representantes más tradicionales del lujo, el Toyota Century.

La marca japonesa ha presentado, no obstante, un nuevo Century en formato SUV, aunque ha dejado claro que este nuevo modelo compartirá la denominación y la presencia en la gama con la berlina, cuya última generación data de 2018. El nuevo coche es un SUV de gran tamaño que mide 5.05 metros de largo, tiene una distancia entre ejes de 2,95 metros y ha abandonado el tradicional chasis en escalera de la berlina para pasar a utilizar la plataforma global TNGA de Toyota, aunque adoptando una serie de refuerzos en su estructura e incrementando el material aislante para conseguir el confort acústico deseado.

La estética recuerda a la del Rolls-Royce Cullinan, con unas líneas macizas y muy cúbicas para conseguir el máximo espacio interior, en especial en la segunda fila que es la que usará la mayoría de los clientes de este coche, enfocado a la conducción con chófer. En el frontal destaca una enorme parrilla, similar a la de algunos modelos americanos y unos faros partidos que se reproducen en la parte trasera.

En el interior la marca apuesta por una configuración de cuatro plazas y proporciona un trato especial a los pasajeros traseros, sobre todo al situado en el lado izquierdo (recordad que en Japón se conduce por la izquierda y el volante está en el lado derecho). La plaza trasera izquierda puede transformarse en una butaca de tipo business adelantando el asiento del acompañante delantero y situando el asiento trasero en una posición estirada, algo similar a lo que ofrece el nuevo BMW i7 y que os mostramos en este vídeo.

Las plazas traseras disponen de pantallas en los reposacabezas delanteros, regulación eléctrica, calefacción y ventilación de asientos, una enorme consola central y mandos propios para la climatización. El diseño del salpicadero, por su parte, es convencional, con instrumentación digital, pantalla central de 12,3 pulgadas, una ancha consola central y mandos del climatizador separados. Los logotipos tanto interiores como exteriores son los propios del Century y no tienen nada que ver con los de Toyota.

La mecánica no es la misma que la de la berlina ya que aquí se ha optado por un motor V6 híbrido de 3,5 litros. El motor de gasolina está sobre el eje delantero y el eléctrico sobre el trasero para una aportación conjunta de 412 CV, relativamente modesta para un coche de este tipo. El coche tiene transmisión a las cuatro ruedas y utiliza un cambio de tipo eCVT. Evidentemente, a estas alturas ya habréis deducido que se trata de la misma mecánica que se monta en los Lexus LS 500h, aunque con una potencia ligeramente superior.

Hasta la llegada de este SUV, el nombre de Century se asociaba, desde 1967, a una berlina de lujo del fabricante japonés llamada así ya que se lanzó en el año 1967 coincidiendo con el centenario del nacimiento de Sakichi Toyoda, el fundador de la marca. La primera generación se lanzó con un motor V8 de tres litros cuya cilindrada se incrementó en dos ocasiones hasta 3,4 y 4 litros, esta última en 1982. La potencia del coche siempre fue modesta (no llegó a los 200 CV), pero la idea del Century no era ofrecer altas prestaciones, sino un confort a toda prueba y un equipamiento suntuoso.

A lo largo de los 30 años de producción de esta primera generación se produjeron diferentes evoluciones. En 1971, por ejemplo, se le instaló uno de los primeros climatizadores automáticos de la industria del automóvil y su caja automática de tres marchas mecánica cedió su puesto a otra electrónica de cuatro relaciones. Toyota, que vendió unas 1.000 unidades anuales de este coche, completó la gama en 1989 con una versión limusina de 5,77 metros por los 5,12 del modelo base. Más tarde se lanzó también una versión larga del original con 5,27 metros de longitud y una distancia entre ejes superior a los 3 metros.

En 1997 se lanzó una segunda generación, muy similar estéticamente a la primera, pero con importantes innovaciones. La más importante fue el motor, un nuevo V12 de 5 litros y 275 CV acoplado a una caja automática de cuatro marchas que en 2005 se sustituyó por una nueva transmisión electrónica inteligente de seis velocidades. Esta fue la única generación que la marca intentó exportar a otros países, entre ellos Gran Bretaña, China y otros países del sureste asiático. Para ello llegaron a fabricarse más de un centenar de coches con volante a la izquierda, aunque la mayoría se destinaron a altos funcionarios japoneses que vivían en el extranjero. De esta segunda generación, que se comercializó hasta 2017, se fabricaron menos de 10.000 unidades.

El actual Century (la berlina, no el SUV), se lanzó en 2017 en el salón de Tokio y se empezó a vender en verano de 2018 con una producción limitada a 50 unidades mensuales dada su fabricación casi artesanal. Pese a que mantiene un chasis de largueros y travesaños, ha recibido un nuevo eje trasero multibrazo y toda la tecnología de seguridad y ayudas a la conducción habituales en un coche de lujo moderno y aunque su estética sigue inspirándose en la de los modelos originales, incorpora nuevos elementos como los retrovisores en las puertas en lugar de en las aletas.

El motor, por su parte, ya no es el V12, sino, de acuerdo con la política de la marca en todo el mundo, un sistema híbrido integrado por un motor de gasolina V8 de 5 litros y un motor eléctrico cuya combinación produce 431 CV de potencia. Este sistema híbrido es el que usaba la generación precedente del Lexus LS 600h y ha quedado ahora en exclusiva para el Century. Lo que ha perdido es la exclusiva del nombre, que ahora es compartido con el nuevo SUV. Y es que incluso los más conservadores dirigentes y hombres de negocios japoneses adoptan las nuevas modas.