Toyota C-HR: Reestilizado

Hemos viajado hasta Lisboa (Portugal) para conducir el nuevo Toyota C-HR, que llegará a los concesionarios en enero con pequeños cambios estéticos y la introducción de un nuevo motor híbrido de dos litros y 184 CV, el mismo que monta el Toyota Corolla. Aquí tenéis un primer contacto en video con el Toyota Corolla.

Los cambios estéticos son muy sutiles. Se ha modificado el diseño del paragolpes frontal, que tiene unas formas más suaves, un nuevo splitter y los faros antiniebla reposicionados en los extremos superiores; los faros mantienen su diseño, pero integran los intermitentes y unas luces diurnas LED con nuevo grafismo; los pilotos de la parte trasera (que ahora tienen intermitentes de tipo secuencial) se unen con una banda negra integrada en el pequeño spoiler del portón; y las llantas tienen nuevo diseño, con superficies mecanizadas brillantes.

Estos pequeños cambios en el diseño han hecho, según Toyota, que el C-HR se perciba algo más refinado, menos agresivo en su estética, más “Premium” en definitiva.

Toyota es consciente que la mayoría de los clientes de este SUV se sienten atraídos por su estética agresiva y juvenil, por ese estilo dinámico y emocional que hasta ahora era difícil encontrar en la marca japonesa. De ahí que los cambios hayan sido mínimos, ya que se el diseño se considera, hasta ahora, acertado.

El Toyota C-HR siempre ha sido un SUV con una cierta capacidad de personalización, y en este MY20 amplía su gama de colores de carrocería con tres nuevas tonalidades: Gris Celestita, Rojo Emoción y Naranja.

Para el interior, los diseñadores sólo han aplicado un cambio de materiales, apenas perceptible, que mejoran los acabados y la calidad percibida. Lo cierto es que este SUV ya estaba bien terminado, y ahora la percepción es muy parecida. Se utilizan materiales suaves para terminar el interior de las puertas. Se han incorporado distintos tonos y texturas para las tapicerías y se ha retocado la forma de los asientos para que den una mayor sujeción. El del pasajero es ahora regulable en altura y el del conductor puede hacerse de forma eléctrica si se pide la tapicería de cuero.

Pero lo más importante en cuanto a equipamiento viene de la mano del sistema de infoentretenimiento, que ha mejorado sus características de conectividad. Por ejemplo, los mapas del navegador pueden actualizarse automáticamente via online cada seis meses, y el sistema es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, por fin.

El sistema integra el botón de llamada E-Call, para pedir asistencia inmediata en caso de emergencia. También se integra la aplicación My Toyota con nuevas funcionalidades. Mediante la app pueden planificarse los viajes desde casa y enviarlos al coche, localizar dónde está aparcado, recibir recordatorios de revisión o solicitar cita al taller. Esta aplicación también informa al usuario sobre consejos de conducción “ecológica”. Analiza el estilo de conducción e indica qué se ha hecho bien y qué mal durante el trayecto, para que el conductor pueda corregirlo y mejorar la eficiencia.

No hay cambios en cuanto a dimensiones, y el C-HR sigue siendo un SUV bastante habitable, pero con algunos puntos mejorables, sobre todo en cuanto a distancia entre filas y visibilidad en las plazas traseras. El particular diseño de este SUV, con el pilar C tan ancho y en línea descendiente hasta la puerta, limita el espacio para la ventanilla de las plazas traseras. La línea descendente del techo también limita algo la altura al techo. Y en cuanto a maletero, sus 377 litros (versión con motor 1.8 Hybrid) son una cifra correcta. Hay un doble fondo para colocar pequeños objetos. La versión con motor 2.0 Hybrid pierde algo de capacidad, ya que monta en el maletero una pequeña batería que no cabe en el vano motor, al ser este propulsor algo más grande. La pérdida es escasa: 19 litros. Se queda en 358 litros de capacidad máxima.

Toyota considera que no debe hacerse una discriminación en la gama a la hora de hablar de sistemas de seguridad, y por ese motivo, el conjunto de tecnologías Safety Sense se monta en prácticamente toda la gama por igual, y de serie. Incorpora sistema de alerta precolisión con reconocimiento de peatones, control de crucero adaptativo, alerta de cambio involuntario de carril con corrección de dirección, control inteligente de luces de carretera y reconocimiento de señales de tráfico. Los modelos más equipados llevan además sistema de iluminación adaptativa, sónar de separación inteligente (que detiene el coche en caso de localizar un obstáculo mientras aparcamos) y alerta de tráfico cruzado posterior con función de frenado.

La conducción del C-HR no cambia respecto a lo que hasta ahora conocíamos en este híbrido. Los únicos cambios notables se han introducido en la nueva versión con motor híbrido 2.0 con 184 CV. Esta versión, además de ser más potente, tiene un tarado de las suspensiones diferente. En toda la gama, incluidas las versiones con el motor 1.8 de 122CV, se ha mejorado el tacto de la dirección asistida, y se ha trabajado algo más la insonorización.

Lo cierto es que la toma de contacto que hicimos con el coche en Portugal, donde las carreteras suelen estar bastante bacheadas, el confort de conducción es notable, y parte de ello es fruto de estos cambios en suspensiones y aislamiento acústico.

En Portugal conduje la nueva versión 2.0, la que considero más adecuada si buscas un SUV con mayores prestaciones y, sobre todo, en el que no se acuse tanto el efecto de “resbalamiento” de su cambio CVT. De la misma manera que ocurre en el Corolla, la versión más potente responde con más brío y con menor desajuste entre la aceleración real y el ruido del motor, típico de los cambios de variador continuo, que la versión de 122 CV. El mayor aislamiento de la cabina también ayuda a mejorar esta sensación.

Este motor 2.0 es el mejor ejemplo del avance logrado en el sistema híbrido de Toyota en los últimos años. Además de potente, es un motor más eficiente al rodar en un porcentaje más elevado en modo eléctrico durante cualquier trayecto, especialmente si éste es en ciudad. Es un motor muy progresivo, que “tira” mucho de la energía de la batería, y que registra un gasto medio de combustible de 5,6 l/100 km. con el tamaño de llanta superior (según protocolo WLTP).

Este motor híbrido utiliza un motor de gasolina de 2 litros, de ciclo Atkinson y con VVT-i Dual, que ajusta los tiempos de apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape para lograr la mejor eficiencia en la combustión. Se ha modificado el colector de admisión, el ángulo de las válvulas de admisión se ha incrementado, se ha diseñado la cabeza del pistón y la cámara de combustión para conseguir una relación de compresión alta (14:1) y seguir manteniendo una combustión estable. Finalmente, señalar que se han reducido las pérdidas internas, disminuyendo el peso de los componentes del motor y utilizando aleaciones especiales que permiten el uso de una bomba de aceite variable y un aceite lubricante de menor espesor. Según Toyota, la eficiencia térmica de este motor de gasolina es del 41%, el más alto conseguido por un motor de gasolina fabricado en serie.

En cuanto a la batería, Toyota ha optado por dos tipos diferentes en función de la versión. El C-HR 1.8 Hybrid utiliza una batería de ión-litio, mientras que el 2.0 Hybrid prefiere una de hidruro de níquel, en los dos casos situadas bajo los asientos traseros. El uso de una u otra tecnología responde, según comentaron los responsables de la firma japonesa, a cuestiones de suministro y proveedores.

La introducción del motor 2.0 Hybrid amplía la gama de versiones del C-HR y satisfarán a los clientes que buscan un SUV más brioso, aunque también algo más caro. Toyota no ha dado todavía los precios, pero sí que los responsables de la marca en España afirmaron que el 2.0 Hybrid representará el 40% de las ventas de este modelo, una cifra superior a la que se obtiene en la gama Corolla (en torno al 30%). La mayoría de acabados que se pedirán serán Advance (60%). Las primeras unidades llegarán a los concesionarios en Enero.