Los excesos se pagan caros…
La cuarta edición de las 24 horas se celebró a los mandos del nuevo híbrido de la marca japonesa, el Toyota C-HR, unos de los Crossover más llamativos de cuantos se comercializan en el mercado actual. En el circuito de Ascari situado en Ronda (Málaga) seis equipos competimos por llegar a la meta con un máximo de 125 litros de combustible – los 43 de su depósito de combustible más tres garrafas de unos 27 litros-. Tras casi 500 vueltas, los vencedores -que no fuimos nosotros- llegaron con tan sólo 3,6 seg de ventaja sobre los segundos… Increíble pero cierto.
Desde hace muchos años atrás algunas marcas nos brindan la oportunidad de participar en pruebas de resistencia con vehículos estrictamente de serie y Toyota es una de ellas. Aprovechado el tirón comercial que están teniendo los híbridos en estos últimos años, han decido realizar año tras año “competiciones” de este tipo. Una carrera al más puro estilo Le Mans -donde, por cierto, en esta edición 2017 no tuvieron mucha suerte- y con la que podemos comprobar hasta dónde se puede llegar con este tipo de vehículos en un circuito, con unos litros de combustible limitados y una pareja de neumáticos de recambio. Todo ello en un recorrido de 3,8 km de longitud con subidas y bajadas, lo que complica o hace necesaria una conducción de lo más suave para no hacer disparar el consumo.
El C-HR es un vehículo bastante llamativo, de eso no hay duda. Englobado entre esos modelos con diseños repletos de aristas, trazos curvos, mezcla de deportivos, SUV o como queramos llamar a todos esos coches algo elevados de carrocería, pero sin demasiadas aptitudes de todocamino o todoterreno. Es decir, un Crossover de puro estilo moderno y enfocado a un público objetivo muy concreto, como ya pudimos contaros en la prueba que realizamos meses atrás y que aquí podéis ver. Uno de los Toyota con mejor calidad de terminación, ajustes y con un trabajo de diseño que rebosa frescura se mire por donde se mire. Quizás algo angosto una vez estás dentro, pero a la vez cómodo en cualquier circunstancia.
Un entorno increíble
Para la ocasión nos habían preparado seis unidades del C-HR, uno de los últimos modelos en llegar a la gama híbrida de Toyota y en el que tienen puestas muchas esperanzas. La base mecánica es la de un Prius, con un motor de combustión de 1.800 cc y 98 CV más uno eléctrico de 77 CV -no combinable al 100% - es el alma de este modelo. Así pues, la potencia que declara la marca es de 122 CV como máximo. En función del equipo lo tuvimos tanto en versiones Advance como en Dynamic plus, esta última la más equipada y cara de la gama que se puede distinguir rápidamente por el techo en negro. Todos ellas estaban equipadas con los mismos neumáticos Bridgestone Turanza T001 en medidas 225/50R18 95W y con unas presiones de 2,8/2,6 bar delante y detrás respectivamente.
Para aquellos que no lo conozcan, el circuito de Ascari es un complejo del motor con diferentes configuraciones de trazado y que se caracteriza por algunas curvas muy peculiares, con mucho peralte o pendientes. Situado en Ronda (Málaga) se ha convertido en un referente para muchas presentaciones tanto de vehículos de cuatro ruedas como de dos. Allí llegamos poco antes de las 14h y rápidamente fuimos directos al briefing donde nos explicaron cómo estaba el mercado en cuanto a modelos híbridos de la marca, una de las más activa en este segmento y donde productos como nuestro protagonista están pegando fuerte. Además de explicarnos cuál sería el formato de la prueba, la composición de los equipos y, por supuesto, el reglamento…
Nuestra unidad asignada resultó ser la número 1, con acabado Advance -el intermedio- pero con algunos extras que subían el precio por encima de los 30.000 euros. Algunos otros equipos contaban con la versión más cara o Dynamic Plus. Seis pilotos por equipo, cinco de ellos éramos periodistas y uno seguidor de la marca en Facebook. Cada uno de nosotros debíamos rodar como mínimo 3 horas y con un tiempo máximo de una hora por turno sin pasarnos, ya que cada minuto de más sería una vuelta a restar en total. Un cambio de ruedas -las dos delanteras- y tres repostajes.
La cuestión era que no se podía realizar más de una operación por parada, es decir, o cambio de piloto o repostaje o cambio de ruedas, pero no todo al mismo tiempo, además de no poder entrar más de cuatro equipos a la vez en los boxes. Al principio este aspecto podía preocupar, pero al final no sería determinante en el devenir de la prueba.
Banderazo de salida
Al más puro estilo de resistencia, a las 15:00h se dio la salida a la prueba. Los elegidos en ese momento corrieron raudos y veloces hacia cada uno de los seis C-HR en sus diferentes colores. Nuestro compañero David “SinIphone7” era el elegido y justo antes de subir al coche su teléfono móvil salió volando hacia el asfalto. Un mal presagio de nuestra carrera. Por suerte no hacía mucha falta dentro del coche ya que los walkie-talkie de la organización facilitaron la comunicación entre el equipo y el piloto.
Había que rodar buscando el mayor equilibrio entre tiempo por vuelta y consumo, nunca excediendo de los 4 minutos y medio. En Toyota nos dijeron que el ritmo medio estipulado sería de unos 3 minutos por vuelta. Nosotros decidimos no apretar al principio, rodando por encima de ese tiempo y así logramos unos consumos de 5-5,3 litros a los 100 km. Nuestros cálculos hacían presagiar una carrera al ataque al final con suficiente gasolina y poniendo los neumáticos frescos en las últimas horas. Parecía fácil…
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Pero más que todo eso, la clave de la carrera estaría en no penalizar, ya que los organizadores habían establecido sanciones bastante duras en caso de no cumplir con el reglamento. Excesos de velocidad, tiempos de pilotaje y otras muchas que a la postre resultaron definitivas. Porque visto lo visto, todos menos un equipo logramos llegar al final con suficiente combustible.
La noche nos confunde
No me gustaría decir que fuimos uno de los peores equipos en la historia de la prueba, sino que tuvimos algo de mala suerte o, mejor dicho, toda la mala suerte. Después de avisarnos unos a otros, de tener cuidado con tal cosa o la otra, pasó lo que no debía pasar… La clave estuvo en nuestro primer repostaje. Luis “SpeedyLane”, cuyo apellido no quiero nombrar (para mantenerle en el anonimato), sufrió lo que se suele llamar una “elevación hacia otra dimensión” y desapareció. La cuestión es que tan solo dos miembros del equipo, ataviados con guantes y chaleco reflectantes podían realizar la tarea de repostaje mientras que el piloto debía esperar el box para luego reemprender la marcha. Pues bien, Luis se bajó del coche.
Realizamos la maniobra en un tiempo de equipo de Fórmula 1 -unos dos o tres minutos- y a la hora de volver a la carrera, Luis no estaba. Se había quitado el casco y estaba en la cafetería. ¿Luis? ¿Luis? ¿Dónde **** está Luis? Al cabo de unos segundos interminables Luis apareció. Sorprendido, medio corriendo, medio incrédulo ante la situación. Se puso el casco y salió “escopetado” por el pitlane. Tanto, que se olvidó de la velocidad máxima limitada. El radar nos pilló a unos cuantos kilómetros por hora más -yo calculo que sobre 50 y pico-.
Ahí acabó nuestra carrera. Bueno, nosotros no lo supimos hasta el final porque, de haberlo sabido, quizás no me hubiera metido la penúltima tanda de carrera a ritmo de tortuga, gastando menos de lo que he gastado en mi vida y sudando como un pollo sin el aire acondicionado o haberme ido a dormir más de tres horas seguidas. Sí, de haberlo sabido con seguridad por lo menos habría exprimido el potencial del C-HR en el circuito al máximo, aunque hubieran sido dos o tres vueltas. Porque rodar a 60-70 km/h en un trazado así es un poco aburrido.
Mientras veía que nos doblaban una y otra vez los demás participantes me di cuenta de que también había sido la consecuencia de haber hecho una estrategia errónea. Si bien empezamos ahorrando mucho, las informaciones de “radio macuto” que afirmaban que los líderes a ese ritmo se ahorrarán 15 litros, nos hicieron apretar el acelerador más de la cuenta a las cinco horas de carrera y a partir de ahí, nuestra autonomía fue cayendo en picado. Más si cabe cuando en un equipo con tantas personas hay alguno que consume entre dos y tres litros más que el resto en una sola tanda.
Jesús “Gastomásquenadie” no encontraba el consumo medio y luego nos dimos cuenta de que se había disparado a 9 litros a los 100. Edu “El profesor” y Quique “Playstation” lo hicieron bastante mejor, sí. En mi caso lo que más me costó al principio fue controlar el acelerador y llevar la aguja en la zona Eco ya que el cambio CVT es muy sensible a revolucionar el motor y por lo tanto a disparar el consumo.
No obstante, peor suerte tuvieron los integrantes del equipo 5 que tras rodar en cabeza buena parte de la prueba, fueron sancionados con otras 21 vueltas también por exceso de velocidad en el pitlane… Al final el equipo 4 se impuso al 2 por tan sólo 3,6 segundos de ventaja y con el mismo número de vueltas -una vez descontadas las penalizaciones-. Por no hablar del número 6 que acabó en la puzolana. Menudo susto me di al ver el C-HR allí al fondo, pensaba que era el nuestro. Lo que faltaba.
Nos hubiera gustado ganar, pero…
Lo mejor de todo fue tener la oportunidad de comprobar el excelente comportamiento del C-HR, más si cabe en un circuito y donde destaca por su aplomo y suavidad de funcionamiento. Además, esta prueba me sirvió para, nada más llegar al aeropuerto, coger mi coche y seguir con el ahorro de combustible y encima al llegar a casa, casualidades de la vida, delante mío un C-HR blanco -como el del equipo 4 ganador-. Sin pensármelo dos veces decidí adelantarle y quitarme la espina de la carrera…
todo obedece a intereses de grandes compañas. antes se nos decía que el dióxido de carbono es malo y tenemos que gastar gasoil (poco consumo, poco gasto de nuestro bolsillo) ahora se nos dice que el dioxido de carbono es bueno pero el hollín de los diesel es malo, que tenemos que volver al gasolina y a los eléctricos. un Rav 4 hibrido consume de media 15l/100km de gasolina en uso mixto. comparando con el diésel, cuanto mas nos costara el mantenimiento del hibrido, entre el coste mas alto de la gasolina, el consumo mas alto a los 100km y el coste de cambiar/alquiler de las baterias? comparando con el diésel, cuanto mas nos costara el manteninmeinto de un 100 eléctrico entre el coste de alquiler/cambio de las baterías y el coste de la electricidad (ya pagamos doble por kW/h e impuestos)? habéis observado que cuanto mas bajamos el consumo en nuestras viviendas, negocios, etc. mas pagamos a finales de mes?
Tienes toda la razon. Un hibrido solo es interesante para aquellos que hagan menos de 15.000 km al año y sobre todo por tramo urbano. En el resto de circustancias un diesel consume mucho menos. La industria dirige a los consumidores por donde les interesa con mensajes confusos. El motor termico de un hibrido en este caso es un 4 cilindros atmosferico gasolina, que consumira en funcion de como le pises. No hay nada green en estos planteamientos de marketing. Aunque el gobierno poco a poco respalda lo que toque quitando impuestos de matriculacion, como sucedio en la era diesel.Lo mejor a largo plazo sera sin duda un electrico, es el coche mas barato de mantener sin duda y viendo los precios y autonomia de un model 3, lo mas sensato incluso ahora si se buscan reducir costes y contaminar poco o nada.