Toyota GT86 2017: Más deportivo y confortable

Desde su lanzamiento en 2012, el Toyota GT86 ha vendido más de 170.000 unidades en todo el mundo, de las cuales 17.000 unidades han sido en territorio europeo. El deportivo de la marca japonesa fue creado para los entusiastas de la conducción, combinando un comportamiento ágil y preciso, poco peso, suficiente potencia y líneas deportivas bajo unas dimensiones compactas.

La vuelta de Toyota al segmento de los deportivos, donde ya estuvo presente con los míticos 2000 GT, Corolla AE86 (Sprinter Trueno), MR2, Supra…, ha hecho renacer ese espíritu deportivo de la marca que parecía haber quedado en el olvido con tanto híbrido y coche ecológico. Toyota se alió con Subaru (Subaru BRZ) para crear dos modelos prácticamente iguales con un concepto claro: hacer disfrutar a su conductor. Y lo consiguieron.

Cinco años después de su lanzamiento, Toyota ha decidido que era el momento perfecto para actualizar al GT86. La firma japonesa nos lo presentó en el Salón del Automóvil de Nueva York de 2016 y hasta noviembre no ha llegado a los concesionarios españoles. Ya está a la venta y Toyota nos lo ha dejado probar.

Pero para ello hemos tenido que ir a Finlandia, más concretamente a Rovaniemi, donde he podido comprobar cómo de divertido puede ser conducir este coche sobre nieve, y de paso comprobar “in situ” todas las mejoras que incorpora el nuevo modelo 2017.

En términos de diseño es bien cierto que el nuevo Toyota GT86 no presenta un cambio radical en su carrocería. Todo lo contrario. Las formas y líneas son prácticamente iguales y sólo se ha puesto un especial empeño en mejorar algunos puntos pensando en una aerodinámica más depurada.

Con ese objetivo nos topamos con un capó más bajo y un paragolpes delantero rediseñado con una toma de aire central más grande para mejor el aire de refrigeración. Además, se añaden unos pequeños apéndices laterales en la zona del “splitter” delantero que ayudan a mejorar la estabilidad en altas velocidades, así como un diseño de triple ala en la zona de los antiniebla.

En la parte trasera tanto el paragolpes como el difusor inferior se han modificado ligeramente para mejorar el efecto suelo. El alerón también es nuevo y gracias a su nuevo diseño, más ancho y de estilo alado”, proporciona mayor carga descendente en el eje trasero.

Para acabar de vestir al nuevo GT86 se añaden nuevos faros delanteros con tecnología Bi-LED para las luces de carretera y cruce y LED convencional para los intermitentes, la luz diurna y los faros antiniebla. Los grupos ópticos traseros también se benefician de esta tecnología para todas las funciones de alumbrado (freno, intermitente, marcha atrás…) y se añaden nuevas llantas de 17 pulgadas con 10 radios de aspecto más deportivo.

El Toyota GT86 no es un coche lujoso, y no pretende serlo, pero en la versión 2017 se ha intentado mejorar algunos puntos del interior en pro de un mayor confort y un aspecto un poco más deportivo.

El volante es una de las grandes novedades que encontramos en el habitáculo. Es el volante más pequeño que Toyota ha montado nunca en un coche de producción, reduciendo su diámetro hasta los 36,2 centímetros. De esta forma, según Toyota, se mejora el agarre y la precisión en el giro, además de que es un 10% más ligero que el anterior. También presenta un nuevo diseño de radios con un aspecto más trabajado.

El cuadro de instrumentos es otro de los aspectos que presenta mejora. Se observa una configuración de triple esfera que incluye ahora una pantalla TFT a color de 4,2 pulgadas como ordenador de a bordo que puede manejarse con los nuevos mandos del volante. Además, esta pantallita nos puede mostrar nueva información como el monitor de la fuerza G, las curvas de potencia y par, un cronómetro y tiempos por vuelta.

El cuentarrevoluciones se ha reestructurado de manera que el punto de las 7.000 rpm, el momento de máxima potencia del GT86, se encuentre en la zona más alta.

El sistema multimedia se actualiza con la integración de una nueva pantalla de 6,1 pulgadas y Touch 2 & Go, con navegación por satélite y acceso a servicios conectados, incluida la información del tráfico en tiempo real, Google Search y Twitter.

El interior es ahora totalmente negro. Se añade una nueva malla de fibra de carbono a los mandos de las puertas y en la zona de los controles de la climatización. La visera del cuadro de instrumentos puede ir revestida en piel vuelta, a juego con la nueva opción de tapicería que combina los asientos en cuero con Alcántara perforado. La tapicería de tela también se ha mejorado para ofrecer una mejor sujeción del cuerpo y que resulte menos resbaladiza.

Toyota ha mejorado aún más dinámica de conducción del GT86 modificando las suspensiones del coche. La suspensión delantera de tipo McPherson presenta algunos ajustes para ofrecer un nivel superior de tacto de conducción, estabilidad y, a su vez, confort de marcha.

Se ha prestado especial atención a los resortes helicoidales optimizando la flexibilidad y el sistema de control de carga del eje se ha rediseñado para reducir la diferencia de la fuerza de dirección entre el lado izquierdo y el derecho.

Monta nuevos amortiguadores Showa con menor fuerza de amortiguación para mejorar el tacto de conducción y el deslizamiento del cojinete de guía se ha modificado para ofrecer un mayor nivel de manejo y estabilidad. Si el cliente opta por los amortiguadores Sachs opcionales recibirá aún mejor respuesta y mayor estabilidad, reduciendo el balanceo de la carrocería y generando todavía un mejor tacto en conducción deportiva.

La suspensión trasera corre a cargo de un sistema de doble triángulo con los resortes helicoidales más flexibles y la introducción de los mismos cambios de la suspensión delantera. La barra estabilizadora trasera también presenta un mayor diámetro por lo que contribuye a mejorar el comportamiento en las curvas.

Se ha mejorado la rigidez de la carrocería con el empleo de distintos aceros de alta resistencia para conseguir más fuerza, rigidez a la torsión y ligereza. El capó está fabricado con láminas de aluminio y las aletas con láminas de acero más finas. Todo el conjunto ayuda a reducir el peso del GT86 por debajo de los 1.300 Kg en orden de marcha. También incluye un soporte de montaje más grueso para las torres de la suspensión delantera, un refuerzo en el componente cruzado de la transmisión y refuerzos adicionales en los pasos de rueda traseros.

El motor bóxer de 2.0 litros de origen Subaru (con inyección Toyota) no ha recibido cambios. Se trata de un propulsor atmosférico que entrega 200 CV a 7.000 rpm y 205 Nm de par entre las 6.400 y las 6.600 rpm y que puede acelerar de 0 a 100 en 7,6 segundos (8,2 segundos con caja automática). La fuerza se transmite a las ruedas posteriores mediante una caja manual de 6 velocidades o una automática.

A mi particularmente me ha gustado bastante su funcionamiento. Al contrario de lo que nos contaba nuestro Editor Joan Dalmau en su videoprueba del Toyota GT86, que decía que le había dejado algo frio, a mí me parece que precisamente es lo que necesita este coche. Le falta brio a bajas vueltas y empieza a desplegar su esplendor a partir de la zona media del cuentarrevoluciones, pero ofrece una entrega bastante progresiva muy adecuada para el día a día.

Para disfrutar de todo su rendimiento hay que llevarlo muy alto de vueltas y jugar bastante con el cambio de marchas para mantener las revoluciones ahí arriba, pero precisamente eso es lo que se busca en una conducción meramente deportiva, ¿no?

En mi contra debo reconocer que me ha sido muy difícil intentar sacar alguna conclusión en esta presentación. Con -10 ºC de temperatura en Rovaniemi, las carreteras completamente nevadas y heladas y con unos neumáticos Nokian Hakkapeliitta de clavos, las condiciones no eran precisamente a las que yo estoy acostumbrado a conducir.

El GT86 es un coche pensado para que sea ágil, divertido y con una clara orientación al sobreviraje, y con nieve y hielo lo es aún más. Debo decir que el sistema VSD de estabilidad trabaja a las mil maravillas y a la mínima que detecta una pérdida de tracción se pone manos a la obra para garantizar que el coche siga avanzando o, si “se va de atrás”, frenar y ayudarnos a recolocar el vehículo.

Precisamente este es un aspecto donde los ingenieros de la marca japonesa han trabajado y han logrado ofrecer un nuevo modo de conducción a medio camino entre el VSD conectado y desconectado. Se llama modo Track y, como su nombre indica, está destinado a su utilización en circuito.

El modo Track se activa mediante un botón en la consola central y ajusta el control de estabilidad (VSD) y el control de tracción (TRC) al mínimo exponente. Con este modo, el conductor puede disfrutar de una conducción sin ayudas hasta cierto punto. Se puede sobrevirar, hacer que las ruedas pierdan tracción… pero cuando detecta que estamos a punto de perder el vehículo trabaja rápidamente para recuperarlo.

Toyota nos ofrece la opción de desconectar por completo tanto el control de estabilidad como el de tracción para explotar al máximo las posibilidades de este modelo, confiando siempre en nuestra pericia al volante para resolver cualquier tipo de improviso.

En Laponia he tenido la oportunidad de acudir a un circuito de pruebas especialmente preparado para que pudiéramos comprobar lo divertida que puede llegar a ser la combinación Toyota GT86 y el hielo. No voy a entrar en detalles técnicos y de “feeling” de conducción porque es muy diferente a circular por asfalto. Nos pasamos el día conduciendo de lado. Así que creo que voy a llamar a la gente de Toyota para que nos envíen una unidad de pruebas y comprobar (en seco) cuánto realmente ha mejorado este modelo respecto al anterior. Pero sinceramente, la cosa no pinta nada mal…

El nuevo Toyota GT86 2017 ya se encuentra en los concesionarios españoles con un precio de partida de 32.990 euros para la versión con cambio manual y de 34.990 euros para la automática.

En este enlace encontraréis todo lo que tenemos en Coches.net sobre el Toyota GT86: fotos, videos, noticias y las mejores ofertas tanto en coches nuevos como de kilómetro cero o de segunda mano.