Toyota iQ EV

Toyota ya tiene a punto la versión eléctrica del iQ, su pequeño vehículo urbano de 3+1 plazas. Que lo tenga a punto, sin embargo, no significa que vaya a comercializarlo. En su comunicado de presentación de este modelo, la marca afirma que no cree todavía en los vehículos 100% eléctricos ya que las restricciones en materia de autonomía y tiempo de recarga siguen siendo un freno notable para los clientes. Toyota mantiene que la fórmula ideal es la de los híbridos enchufables como su nuevo Prius PHEV Plug-in que tiene una autonomía de 25 km en modo eléctrico para moverse por ciudad y luego en carretera funciona como un Prius convencional. El iQ eléctrico se ha desarrollado a partir de la versión de gasolina a la que se ha sustituido el motor por uno eléctrico de 65 CV. El coche lleva también un convertidor de corriente continua, un modulador y una batería de iones de litio de 150 celdas situada sobre el piso y protegida por una estructura de acero. Toyota asegura que esta disposición del Pack eléctrico no afecta a la habitabilidad del coche, que sigue siendo de 3+1 plazas (dos en el lado del acompañante y una en el del conductor con un pequeño espacio detrás suyo para un niño) ni a su capacidad de carga con los dos asientos traseros plegados. Este iQ es ligeramente más grande que el modelo de gasolina (pasa de 2,99 metros a 3,12) y también más pesado (125 kilos extra en relación al iQ convencional que más pesa) pero la carrocería es idéntica salvo en algunos pequeños detalles. Es el caso de las llantas, carenadas en esta versión y del frontal, donde el parachoques tiene unas rejillas de refrigeración más pequeñas (no hace falta, en este caso, refrigerar el radiador). En el morro se ubica también la toma para la recarga de las baterías. Otra novedad es que este iQ EV lleva los bajos completamente carenados para aumentar su eficiencia aerodinámica.

Toyota anuncia para este modelo una autonomía de 85 kilómetros, claramente inferior a la de otros modelos eléctricos ya a la venta como los trillizos Mitsubishi i-Miev, Peugeot iOn y Citroën C-Zero (150 km) o el nuevo Smart Electric Drive (145). Tanto los coches franco-japoneses (67 CV) como el Smart (75) son ligeramente más potentes que el iQ. Este Toyota alcanca una velocidad máxima de 125 km/h. y acelera de 0 a 100 km/h. en 14 segundos. Según Toyota, este urbanita eléctrico puede cargarse en una toma convencional de 230 voltios y necesita apenas tres horas para ello, un tiempo más competitivo que el de sus hipotéticos rivales. En el habitáculo, muy parecido al del iQ tradicional pero con los habituales toques en azul propios de los coches eléctricos, tiene una instrumentación específica con un indicador de potencia utilizada y de autonomía restante. También dispone de un botón para seleccionar los tres modos de funcionamiento que permite, el Modo E para reducir al máximo el gasto de energía, el Modo S para sacar el máximo rendimiento al motor eléctrico y el Modo B que prioriza la recarga de las baterías en los episodios de deceleración y frenada para así prolongar la autonomía al máximo.

Tal como hemos explicado, el coche es más una demostración por parte del fabricante que sería capaz de lanzar un coche 100% eléctrico en cualquier momento que una apuesta en firme por la comercialización de un urbano eléctrico, al menos hasta que sus rivales en el mercado demuestren la viabilidad de este tipo de productos. De momento, las ventas a particulares en Europa de los i-Miev, iOn y C-Zero parecen dar la razón a Toyota de que es mejor esperar y seguir mejorando su producto aumentando la autonomía y reduciendo el tiempo de recarga antes de lanzarlo al mercado definitivamente.