TVR, una de las tradicionales marcas británicas de deportivos, se apresta a renacer. Diez años después de su último lanzamiento, la marca presentará el nuevo Griffith, en cuyo diseño ha colaborado Gordon Murray, uno de los mejores ingenieros de la historia de la F1. El coche, muy ligerao, estará propulsado por un motor Ford V8 de 500 CV.
TVR es una marca poco conocida aquí, pero en su día fue relativamente popular en Gran Bretaña, donde proliferaron -y aún lo hacen- las pequeñas marcas deportivas eminentemente británicas cuya comercialización se centra básicamente en las islas. Diez años después del lanzamiento de su último modelo y tras pasar diversas visicitudes en manos de un joven multimillonario hijo de un oligarca ruso, la marca busca ahora renacer de manera ordenada.
Para ello, lanzará un nuevo Griffith, manteniendo así el nombre del más popular de los modelos que ha fabricado a lo largo de su historia. Lejos de los costes y los problemas que hubiera entrañado seguir con un motor propio, TVR ha preferido aceptar la fórmula de equipar el coche con un gran V8 americano; en este caso el motor 5.0 V8 Coyote de Ford, pero revisado por el especialista Cosworth. Los 400 CV de la versión original, suben así a unos 500 CV.
Pero lo más interesante no es el motor. Las líneas son claramente TVR y siguen el estilo de un largo capó con las dos plazas casi sobre el eje posterior. Pero lo mejor está debajo con un chasis diseñado por Gordon Murray, uno de los mejores ingenieros de la historia de la F1 y autor del recordado McLaren F1, para algunos el mejor GT de la historia y ganador de Le Mans, con una peculiar arquitectura de tres plazas.
Murray, a través de su estudio Gordon Murray Desing, ha realizado un chasis con la revolucionaria arquitectura iStream, ideada por él mismo. Aparentemente es un chasis multitubular (iframe), con elementos ligeros de acero o aluminio, reforzado por paneles sándwich, que son los que acaban aportando el plus de rigidez que necesita el chasis. Los paneles de la carrocería son de fibra de carbono.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Las ventajas de este sistema son claras: modularidad o facilidad para ensamblar diversos modelos en la misma cadena; facilidad de fabricación y ahorro de peso. Se valora que esta tecnología permite ahorrar unos 200 kg. de peso respecto a un chasis convencional.
El nuevo TVR pesa así apenas 1.250 kg. y su reparto de pesos es simétrico (50/50). El motor va en posición delantera central y la caja de cambios es manual. Y se ha trabajado mucho en el tema aerodinámico, con un gran difusor posterior y un alerón retráctil. Dicen en TVR que el Griffith será capaz de acelerar de 0 a 100 en menos de 4” y que alcanzará una velocidad punta superior a los 320 km/h.
Y un precio que puede ser muy interesante ya que se habla de menos de 120.000 euros antes de impuestos.
Aunque estéticamente este nuevo TVR no me guste nada, a pesar del cargamento tecnológico que trae, aún recuerdo en los años 90, cuando vivía en Londres, que siempre babeaba al ver salir de los semáforos como auténticos dragsters, a los financieros de la Bolsa londinense, con sus flamantes TVR Griffith y con el Chimaera cabrio, que era mi favorito. El Chimaera, en color guinda, capota negra, el cuero color beige claro y su motor V8 que rugía como si fuera un F1, hacía que se me alterara la tensión arterial cada vez que veía uno. Una pasada de biplaza. Lo que desconozco era su fiabilidad mecánica, pero andaban como diablos por las avenidas de la City... me alegro que haya vuelto a renacer la marca para sus afortunados nuevos propietarios.