Ahorrador, y a la vez potente
Hace tan sólo unos meses que Volkswagen ha empezado a vender en España el Jetta Hybrid, la versión híbrida de su popular compacto. Sin hacer demasiado ruido, la marca germana ha decidido ampliar su oferta en híbridos, que hasta ahora sólo estaba representada por una versión de su modelo más lujoso, el Touareg.
Con el lanzamiento del Jetta Hybrid, Volkswagen demuestra su intención de estar más presente en este segmento de mercado, y no sólo con modelos de alta gama, sino también con coches al alcance de un público más amplio. El Volkswagen Jetta, y más concretamente esta versión híbrida, han tenido en el último año un gran éxito comercial en Estados Unidos, donde crece la concienciación medioambiental relacionada con el uso del automóvil. En Europa no parece que las cosas sean demasiado diferentes, y aunque a un ritmo más lento, poco a poco los híbridos van teniendo una mayor presencia en nuestras carreteras y ciudades.
Coincidiendo con la Think Blue Challenge, una competición internacional de consumo que Volkswagen organiza en diversos países, entre ellos España, pudimos tomar contacto con el Jetta Hybrid. Este es el coche oficial de la prueba, con el que participamos en la competición, tal y como os explicamos aquí, y con el que nos trasladamos previamente de Madrid a Santander.
Ese trayecto de más de cuatro horas, que se realiza básicamente por autovía, nos sirvió para comprobar hasta qué punto es cierto el consumo medio que Volkswagen anuncia como oficial para el Jetta Hybrid: 4,1 l/100 km. Ya sabemos que la cifra oficial y la real siempre son diferentes, y este caso no es una excepción. Lo habitual es que este Volkswagen gaste como mínimo en torno a 5-6 litros de media en una utilización mixta carretera-ciudad. En ciudad, como todos los híbridos, el ahorro de combustible es mayor, al rodar en modo eléctrico durante más tiempo. En carretera, el consumo no difiere demasiado del que podríamos obtener con una versión del Jetta con motor de gasolina y 160 CV. Hay en el mercado híbridos que gastan menos y son más baratos,como el Toyota Prius o el Toyota Auris Hybrid, pero son algo más pequeños. Y el Citroën DS5 Hybrid4 o el Peugeot 508 Hybrid4, ambos con motor diésel y eléctrico, resultan más caros.
A prueba
Es posible acercarse a la cifra oficial sólo si pones en práctica lo que hice durante la prueba: apagué el aire acondicionado, cerré las ventanillas, rodé con las marchas lo más largas posible, aproveché todo lo posible los descensos en el trazado para recargar la batería y utilicé el modo eléctrico en cuanto el coche me lo permitía. Así, el consumo que obtuve fue de 4,3 l/100 km. Esta es una técnica de conducción muy similar a la que se practica en la Think Blue Challenge, donde el Jetta Hybrid llegó a consumir 0,0 l/100 km. en un tramo de 15 kilómetros de descenso y falso llano. ¿Cómo es posible? Muy sencillo, aprovechando el descenso para recargar la batería mediante su sistema regenerativo y consumiendo la energía eléctrica acumulada en el llano.
El sistema híbrido del Jetta permite activar parcialmente el motor eléctrico hasta una velocidad máxima de 135 km/h. Es decir, podemos practicar una conducción "a vela", o "navegar" a velocidad de crucero con el motor térmico desconectado y sólo impulsándonos con el motor eléctrico, consumiendo cero combustible. En estas condiciones, el motor de gasolina llega incluso a desacoplarse de la transmisión, para dar todo el protagonismo al motor eléctrico.
En ciudad y siempre que circulemos por debajo de 70 km/h, podemos activar la tracción eléctrica para que actúe de forma constante, pulsando el botón Eco-mode situado en la consola central. Todo lo que logremos circular en modo eléctrico, es lo que permitirá disminuir el consumo de gasolina.
Concluyendo: las posibilidades de ahorrar combustible con un híbrido como el Jetta son considerables, siempre que sepas aprovechar su tecnología y conduzcas de una forma eficiente. Con estas premisas, el Jetta Hybrid gasta, según Volkswagen, un 20% menos combustible que otro vehículo con similares características y motor convencional. En ciudad este porcentaje llega al 30%.
Empuje considerable
Pero no todo va a ser ahorro. Volkswagen ha querido dar al Jetta Hybrid un buen rendimiento, y para ello lo ha equipado con un motor de gasolina 1.4 TSI de 1.395cc. que da 150 CV, y un motor eléctrico que eroga una potencia de 27 CV. Juntos, ofrecen una potencia combinada de 170 CV (recordad, en los híbridos no siempre la suma de las potencias es matemática).
170 CV es una buena cifra de potencia para un coche compacto y relativamente ligero como el Jetta. Permite que el coche tenga un buen empuje desde bajas revoluciones (acelera de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos) y unas buenas recuperaciones. Al acelerar a fondo, el motor eléctrico apoya al térmico para aplicar toda la potencia posible al tren delantero,y lo hace de forma instantánea desde bajas revoluciones. La cifra de par máximo es buena, 250 Nm, y se mantiene desde las 1.600 hasta las 3.500 vueltas.
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Es un coche que no se percibe pesado en carretera (pesa en torno a 100 kg. más que un Jetta convencional) y es lo suficientemente ágil para generar un buen placer al volante. El empuje del motor a medio régimen, la respuesta directa de la dirección y las pocas inercias que se perciben en marcha crean una buena sensación de seguridad en carretera.
Sólo cabe criticar el extraño tacto que tiene el pedal freno, en cuyo primer recorrido no notamos apenas mordiente, y en su tramo medio y final activa el sistema de forma un tanto brusca, aunque contundente, eso sí. Es un efecto típico en muchos híbridos, que frenan inicialmente mediante el sistema regenerativo y el freno motor (no intervienen las pastillas de freno, de ahí su mayor duración respecto a un coche convencional), y sólo aprovechan el sistema totalmente si aplicamos contundentemente el pedal. Es cuestión de acostumbrarse.
Con cambio DSG
Gran parte del mérito de las buenas prestaciones de este híbrido cabe atribuirlo al cambio automático DSG de tipo doble embrague. Hay que felicitar a Volkswagen por haber sabido solucionar uno de los problemas que afectan a la mayoría de híbridos: la sensación de resbalamiento y descoordinada aceleración que generan los cambios de marcha de tipo variador. Con el DSG de 7 velocidades de este Jetta ese efecto desaparece.
Con 170 CV, el Volkswagen Jetta Hybrid no pierde un ápice de sus aptitudes ruteras, de vehículo para largos viajes en familia. En este sentido, ofrece una buena habitabilidad en todas las plazas teniendo en cuenta que hablamos de un coche bastante compacto, de 4,64 metros de longitud. El punto crítico está en el maletero, cuya capacidad se queda en 374 litros frente a los 510 litros de un Jetta convencional. Como siempre, la presencia de las baterías, en este caso justo detrás de la banqueta trasera, limita el espacio de carga. Si te fijas en la foto, en este híbrido las baterías crean un escalón en el piso del maletero, que no es plano.
Otra diferencia del Jetta Hybrid respecto a cualquier otra versión se centra en el cuadro de relojes. Donde en un diésel o gasolina convencional tenemos el cuentarrevoluciones, en este híbrido se sitúa un potenciómetro. Este reloj nos indica mediante la posición de su aguja el modo de energía que está impulsando el coche en ese momento: modo Eco (el motor eléctrico y el térmico se turnan para generar una conducción económica) Charge (se carga la batería, por ejemplo, en un descenso) Boost (motor térmico y eléctrico trabajan a la vez para dar la mayor potencia posible) y Off (Sólo funciona el motor TSI). Esa misma información también la podemos visualizar en forma de gráficos en la pantalla del navegador (ver foto).
Información, que no falte
El potenciómetro ya es un instrumento clásico en los híbridos. Pero en este coche no hubiera estado de más añadir el clásico cuentarrevoluciones que nos permitiese controlar el régimen de giro del motor de gasolina, y aprovechar así sus prestaciones con mayor precisión, teniendo en cuenta que va asociado a un cambio DSG. Sin el cuentarrevoluciones, estiras el motor a ciegas, sólo por oído.
Volkswagen ha destinado un equipamiento algo exclusivo para esta versión híbrida del Jetta: faros antiniebla con luz de giro; ópticas traseras tipo LED; paragolpes delantero y alerón y difusor traseros de diferente diseño; emblemas Hybrid específicos y pintura exclusiva "Onyx White", entre otros. Viene también de serie con climatizador bi-zona, ordenador de viaje, Tempomat, radio CD con pantalla táctil, manos libres o conexiones para smartphones, entre otros.
El precio de tarifa es de 30.750 euros para la versión básica, y 32.310 euros para la versión Sport. Esta última añade llantas de aleación de 17 pulgadas, ordenador de a bordo Premium y faros Bi-Xenón con luz diurna LED. Es un precio prácticamente calcado al de la versión de gasolina de 210 CV, pero ésta gasta casi el doble. Y está por encima del de la versión diésel de 140 CV, que tiene un consumo muy competitivo, pero que no te ofrece la posibilidad de conducir con emisiones cero.
Por lo tanto, el Volkswagen Jetta Hybrid, como la mayoría de híbridos, justifica su compra frente a un diésel de bajo consumo sólo si buscas el placer de conducir en modo eléctrico, aunque sea parcialmente, y vas dar un uso habitual del coche en ciudad. Aquí es donde un híbrido demuestra su razón de ser.
30000 eurazos por estoooooooo. Sólo se salva el dsg, se venderán 2, para los incondicionales de VAG INA.
#24. Yo, por 30.000 lereles me compré un Insignia 2.0 Turbo 4X4, 250 cv...250 por hora. No va nada lo del ojo...y lo llevaba de la mano.