El futuro "verde" del Grupo Volkswagen

Durante la presentación en Madrid del Volkswagen e-up!, pudimos charlar detenidamente con el Comisionado del Grupo Volkswagen para la Movilidad Eléctrica, el ingeniero Rudolf Krebs, que nos detalló cuál es la política del grupo alemán respecto al futuro de la movilidad y a los desarrollos de vehículos de los llamados “ecológicos”, es decir, híbridos con o sin enchufe, eléctricos y modelos de pila de combustible.

Según Krebs, el Grupo Volkswagen se toma muy en serio la electrificación de los vehículos ya que, en su opinión “ésta es la única manera de, en primer lugar, preservar los recursos fósiles del planeta y destinarlos a otros usos y, en segundo lugar, reducir el calentamiento global. El objetivo del Grupo es conseguir una media de entre 25 y 30 gr/km de CO2 emitido y para llegar a ello hay que buscar alternativas más allá de lo que ya se ha conseguido con los motores de explosión. Actualmente, en el Grupo Volkswagen comercializamos 302 modelos de menos de 120 gr, 50 de menos de 100 y 23 de menos de 95 gramos pero eso no basta para llegar al objetivo propuesto, de manera que hay que trabajar en modos de tracción alternativos”.

"Para lograr el objetivo de emisiones propuesto no basta con mejorar los motores térmicos"

El grupo ofrece ya híbridos convencionales (Volkswagen Touareg y Jetta, Audi A6, A8 y Q5, Porsche Cayenne) y se apresta a lanzar tanto una familia de híbridos con enchufe que se sumen al Porsche Panamera S e-hybrid (Volkswagen XL1, Golf, Audi A3 y, más adelante A8) como de coches 100% eléctricos de los que el primero será el e-up! al que seguirá el e-Golf. Contrariamente a otros fabricantes, que han desarrollados modelos híbridos partiendo de cero (Toyota Prius, Honda Insight) o eléctricos (Nissan Leaf, Renault Zoe, BMW i3), en el Grupo Volkswagen apuestan por modificar modelos ya existentes y ofrecerlos como una alternativa más dentro de la gama de ese modelo en concreto.

Según Krebs “es muy importante buscar caminos para introducir componentes eléctricos que sirvan para más de un modelo, como la batería, por ejemplo, y que puedan aplicarse a modelos ya existentes. Al diseñar elementos que tengan un uso múltiple, se fabrican más y, por tanto, su precio se reduce mientras que utilizar bases ya desarrolladas ahorra costos de desarrollo –y, por tanto, reduce el precio- y facilita la fabricación en líneas de montaje ya existentes”.

Esta estrategia de fabricar un híbrido o un eléctrico sobre una base ya existente es la única, según Krebs que permitirá, a corto plazo “fabricar un coche eléctrico en grandes volúmenes sin perder dinero. Nuestra idea es dar al cliente la posibilidad de elegir. Por ejemplo, con el Golf, en 2014 tendremos versiones de gasolina, diésel, de gas natural, híbridas y eléctricas. El cliente elegirá el modo de propulsión pero seguirá teniendo un Golf”.

De cara al futuro inmediato, Krebs se moja en cuestión de números: “En 2018 venderemos 10 millones de coches y aunque es muy difícil poder decir cuantos serán eléctricos porque ignoramos la incidencia que tendrán mercados ahora mismo emergentes como Rusia, la India o África en esa cifra global, si puedo adelantar que nuestra idea es que el 3% de esos coches tengan un enchufe, lo que significaría que fabricaremos 300.000 vehículos entre híbridos Plug-in y eléctricos puros. La ventaja de fabricar sobre una misma base modelos con diferentes tipos de propulsión es que, en función de la demanda, puede variarse sin problemas el mix”.

Volkswagen desarrollará versiones eléctricas o híbridas partiendo de modelos ya existentes

Preguntado sobre el potencial de los eléctricos, Krebs nos lleva al terreno de la hipótesis. “Ahora mismo estamos manejando sólo hipótesis. Habrá gente que compre coches eléctricos por convicción y en otros casos, lo harán empujados por sus gobiernos nacionales e incluso locales, como está sucediendo en Noruega donde le apoyo a los eléctricos es tan importante que están disparándose las ventas. Existen muchas maneras de influir en la decisión final de un cliente pero esta es una tecnología aún muy joven. Los precios de los eléctricos bajarán en el futuro porque bajarán los precios de elementos como las baterías, los climatizadores eléctricos, la electrónica de gestión y la conectividad tan pronto como aumenten las ventas y estos elementos se fabriquen en mayor número”.

El Grupo Volkswagen prevé aumentar el volumen de coches eléctricos vendidos con relativa rapidez. Según Krebs, “los coches eléctricos serán razonables cuando podamos fabricar muchos. La legislación empuja a las marcas a rebajar considerablemente las emisiones de CO2 de sus gama de modelos y eso es imposible de conseguir si no se electrifica una parte importante de esa producción. Para ello será muy importante la pedagogía que hagan los propios clientes, ya que aquel que conduce un eléctrico queda convencido para siempre y ya no desea cambiar. Además, se convierte en prescriptor de esa tecnología. Si en 5 o 10 años podemos rebajar notablemente el coste, conseguiremos lo que yo llamo el “efecto diesel”, es decir, estaremos dispuestos a pagar un poco más para conseguir un consumo claramente inferior.”

La apuesta del grupo a corto plazo pasa por los híbridos con enchufe y los eléctricos

Uno de los puntos clave para la masificación de los eléctricos pasa por aumentar notablemente su autonomía. Al respecto, Krebs sostiene que “la tecnología actual de baterías no es competitiva ni por rendimiento, ni por peso ni por volumen. Está claro que conseguir, con las actuales baterías de iones de litio unas medias de entre 150 y 200 kilómetros no es lo ideal pero entendemos que, con la creciente urbanización del mundo occidental, los trayectos habituales están entre los 50 y los 100 kilómetros y para esos trayectos vale perfectamente un coche eléctrico. El reto ahí es ofrecer al cliente soluciones de movilidad para cuando necesite desplazarse más lejos o ofrecer al que tenga reparos, la tecnología híbrida plug-in, la mejor solución para las largas distancias.”

La apuesta por los híbridos plug-in como solución de futuro parece muy clara en Volkswagen. El ingeniero explica que “los coches enchufables mantienen todas las ventajas de un coche convencional pero con el añadido de poder recorrer 50 kilómetros en modo eléctrico. Muchos de los recorridos habituales pueden realizarse en modo eléctrico y, por tanto, es el coche ideal a corto y medio plazo hasta que desarrollemos nuevas tecnologías como la de la pila de combustible. Para esa, no obstante, no basta con que las marcas la pongan a punto. Es necesaria una implicación de los gobiernos para fomentar la producción de hidrógeno y eso me parece mucho más complejo que poner en marcha una red de estaciones de recarga suficiente para fomentar la universalización de los eléctricos”.

En definitiva, por tanto, Volkswagen trabaja tanto en los híbridos enchufables como en los vehículos eléctricos puros. La idea es que un 75% de sus nuevos coches “ecológicos” sean del primer tipo y un 25% sean totalmente eléctricos. En 2014 se lanzarán tanto el e-up! como el e-Golf a los que acompañará un A3 eléctrico puro mientras que, para 2018, el grupo anuncia la voluntad de que la mayoría de sus modelos cuenten con una variante híbrida enchufable. Eso afecta tanto a Volkswagen y Audi como a Porsche y, sobre todo, a Seat y Skoda en cuyas gamas, la electrificación está por llegar por más que ambas hayan trabajado ya sobre prototipos tanto de híbridos con enchufe como de eléctricos puros.