Una gran experiencia de conducción para todos los públicos
Como cada año desde 2003, la marca alemana está llevando a cabo una nueva edición del Volkswagen Driving Experience, extensa gira promocional que recorre la geografía española con dos objetivos fundamentales: por un lado, dar a conocer su gama de productos y tecnologías; y por otro, mejorar nuestro nivel de conducción sobre todo tipo de terrenos (ya sea para aumentar nuestra seguridad en carretera o para perfeccionar nuestro pilotaje tanto en circuitos de velocidad como fuera del asfalto).
Hablamos, por tanto, de una serie de cursos y experiencias dirigidas a clientes actuales y potenciales de Volkswagen, con lo que el único requisito exigido para participar es que contemos con el permiso de conducción en vigor.
El Volkswagen Driving Experience se divide en dos grandes ramas. La primera de ellas, llamada Escuela 4 Motion, se compone de una serie de cursos centrados en el aprendizaje de técnicas de conducción sobre cualquier tipo de terreno. Este año, los Cursos Off-Road han sido impartidos en la Sierra de Madrid, aunque todavía queda por celebrarse el espectacular Curso de Hielo y Nieve en las pistas de Grandvalira (Andorra), los próximos días 5 y 6 de diciembre.
La otra vertiente del Driving Experience es la denominada R Motion, dividida a su vez en tres secciones. La primera de ellas es la Escuela R, un conjunto de cursos de conducción deportiva al volante de los modelos más potentes de la marca; la primera cita ya tuvo lugar en el Circuito de Ascari (Málaga) en el mes de mayo, pero todavía queda por celebrarse la cita del Circuit de Barcelona-Catalunya (Montmeló) el próximo 29 de noviembre. Mucho antes, el sábado 24 de octubre, hará su debut el primer Rally Experiencie; allí, los participantes tendrán ocasión de probar sobre las pistas de tierra del Circuit de Lleida un Golf R modificado para rallies, además de aprender técnicas de copilotaje con un piloto profesional.
Volkswagen Race Tour: Circuito, off-road y mucho más
Finalmente nos encontramos con una experiencia que, en mi opinión, puede ser la más atractiva de entre todas las R Motion para el público en general: el Volkswagen Race Tour. Como su nombre indica, este evento itinerante nos acerca al mundo del pilotaje en circuito; pero hay mucho más. A lo largo de una intensa jornada, podremos conocer los últimos modelos de la marca y descubrir las nuevas tecnologías que incorporan, pero sobre todo se nos brinda la oportunidad de aprender las nociones básicas de conducción sobre asfalto y off-road.
En esta ocasión hemos participado en la última cita del calendario de 2015, que ha tenido lugar en las instalaciones del Circuito de Castellolí (Barcelona), habitual pista de pruebas de coches.net y que recordaréis por comparativas tan dispares como fueron la de todas las generaciones del BMW M3/M4 y aquella en la que llegamos a reunir hasta ocho automóviles eléctricos.
Allí nos dimos cita los representantes de la prensa y el público inscrito al evento, que sin duda disfrutó tanto o más que nosotros. Para que os hagáis una idea de la cantidad de coches que pudimos conducir, la organización llevó a Castellolí diferentes unidades de Volkswagen Golf (GTE y R Variant), Scirocco R, Passat, Polo, Tiguan y Touareg. También estaban expuestos de manera estática los eléctricos e-Golf y e-up! junto a la nueva generación del monovolumen Touran.
Módulo GTE
Después de un briefing explicativo que contó con la participación del veterano y grandísimo piloto Luis Villamil, comenzamos nuestro primer ejercicio de conducción en circuito. Aunque en realidad esta toma de contacto no iba dirigida a buscar los mejores tiempos, sino a descubrir los diferentes modos de conducción del nuevo Golf GTE.
El compacto híbrido enchufable del Volkswagen, del que os hablamos con detalle en este artículo, se convierte en una interesante alternativa a los deportivos GTI y GTD –aquí nuestra comparativa en vídeo de ambos modelos- frente a los que cuenta con la ventaja de recargarlo por la noche para ir y volver del trabajo en modo eléctrico gracias a sus 50 km de autonomía. Y si queremos hacer desplazamientos más largos, incluso a ritmos elevados, no hay problema: para eso está su propulsor de gasolina 1.4 TSI de 150 CV, que trabaja de manera conjunta con el motor eléctrico de 102 CV (potencia combinada de 204 CV) para ofrecer unas prestaciones que muy cercanas a las del Golf GTI.
Módulo Conducción Off-Road
Seguidamente nos desplazamos al circuito off-road de Castellolí, que nos daría la ocasión de conocer los límites de tres modelos de la marca. El primero fue el Amarok, un robusto pick-up que poco tiene que envidiar a los mejores todo-terreno. Gracias al enorme recorrido de sus suspensiones, al sistema 4x4 con bloqueo de diferencial y a la presencia de una caja de cambios con reductora, nos atrevimos a afrontar con garantías toda clase de obstáculos, terrenos irregulares, pendientes pronunciadas y enormes inclinaciones laterales. Si queréis conocer más sobre este modelo, aquí tenéis nuestra prueba del Volkswagen Amarok.
Después tocaba el turno del Tiguan Country, su variante más adaptada al uso fuera del asfalto gracias a un paragolpes con mejor ángulo de ataque, a las protecciones de bajos y al modo de conducción Off-Road. Este modo activa los sistemas de arranque en pendiente y descenso automático, modificando además los controles de tracción y estabilidad para que no se interpongan en nuestra conducción sobre superficies complicadas. Asimismo, el acelerador reduce notablemente su respuesta de manera que podamos dosificarlo con total suavidad.
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Este modo Off-Road también está presente en el Volkswagen Golf Alltrack, el menos capaz como todoterreno (evidentemente) pero al mismo tiempo el que más me sorprendió. Francamente, no esperaba poder afrontar los caminos rotos por los que la organización se empeño en llevarnos; no al menos sin desmontar el paragolpes delantero y arruinar los bajos del vehículo. Ni mucho menos: el Golf “campero” saca más partido del que parece de su altura elevada y el consiguiente aumento de sus ángulos característicos.
De todas maneras, su equipo de neumáticos y la dureza de las suspensiones nos recuerdan que este coche es lo que es: un buen compacto familiar que no nos defraudará si tenemos que salir de la carretera de cuando en cuando. En este artículo tenéis toda la información sobre el Golf Alltrack.
Módulo Conducción en Circuito
... Y llegó el plato fuerte: las tandas en circuito con los potentes Scirocco R y Golf R, acompañados por un instructor de Volkswagen encargado de enseñarnos a dominar el coche, buscar la mejor trazada, corregir nuestros defectos e incluso darnos algunos buenos consejos.
La primera tanda fue con el Scirocco R; un modelo de tracción delantera ya veterano que en su última actualización cuenta con un motor de gasolina 2.0 TSI de 280 CV (similar al del que os hablamos en nuestra videoprueba de el Seat León Cupra). El Scirocco R me sigue pareciendo un coche bastante divertido para rodar en circuito –más aún con manos poco expertas como las mías- gracias a la nobleza de sus reacciones, su estabilidad en giros rápidos y la progesiva dosificación de la potencia del motor. Al ser un tracción delantera sin diferencial autoblocante, su salida de las curvas no es la más eficaz del mundo, aunque el emulador XDS hace lo posible por mitigar esta carencia. Tampoco acaba de convencerme en condiciones de circuito el cambio automático DSG, que cuando toca reducir marchas no siempre responde con la rapidez y exactitud esperadas. Por lo demás, se trata como digo de un automóvil muy eficaz y una buena opción dentro de su segmento.
Nos bajamos del Scirocco R para dar algunas vueltas con el Golf R Variant, una bestia con carrocería familiar y 300 CV de potencia que Volkswagen ha puesto a la venta este mismo año –aquí nuestro primer contacto en el Circuito de Ascari-. No había conducido este coche con anterioridad, pero bastaron un par de curvas para darme cuenta de que, pese a su mayor tamaño, el Golf R Variant se nota más liviano que el Scirocco R; aquí, la mayor “culpa” es de la plataforma modular MQB, mucho más ligera que la del Scirocco (heredada a su vez de la del Golf V).
Por decirlo en pocas palabras, el Golf R Variant está a otro nivel si lo comparamos con el Scirocco R. No sólo por disponer de 20 CV extra –y mucho más par- bajo el capó, sino por la presencia del sistema 4 Motion de tracción integral y por la estabilidad que le confiere su mayor batalla. El Golf R gira muy plano, acelera como un condenado y se agarra al asfalto de manera impropia para un compacto de carrocería familiar. Y por si fuese poco, el sonido del motor impresiona cuando ves pasar a un Golf R con el gas a fondo por la línea de meta.
Hasta aquí sus principales virtudes, pero tampoco puedo obviar sus defectos. Llevándolo en modo manual, el cambio automático DSG de 6 velocidades (el único disponible: no hay versión con cambio manual) sigue siendo lento a la hora de bajar relaciones; y en sentido contrario, continúa con su mala costumbre de subir de marcha automáticamente cuando el motor se acerca al corte de inyección. En consecuencia, cuando pulsamos la leva de subida es muy fácil que se sume nuestra orden al cambio que la caja ha realizado por su cuenta, con lo que por ejemplo subiremos de golpe desde segunda hasta cuarta. Una lástima. Tampoco me ha convencido el tacto de la frenada, muy esponjoso y con bastante recorrido; aunque aquí no me atrevo a dar una opinión categórica ya que sólo conduje una unidad del Golf R y el problema pudo deberse al sobrecalentamiento de los discos causado por las tandas precedentes. Aun así, se trata de uno de los mejores compactos deportivos que podemos encontrar hoy en día, con la ventaja añadida de disponer de un maletero de 605 litros nada menos.
Módulo Innovación
Para bajar un poco las revoluciones, disfrutamos de las últimas pruebas lejos del trazado principal. Primero acudimos a la pista de prácticas Fast Parcmotor, el pequeño circuito escuela de Castellolí. Allí nos esperaba un modesto Volkswagen Polo -aquí nuestra reciente videocomparativa de 6 utilitarios-, con el que debíamos superar dos vueltas a un trazado repleto de conos a esquivar. El objetivo: aprender a evitar obstáculos con suavidad y precisión, desviando nuestra mirada del problema para llevarla hacia la vía de escape. La explicación es sencilla: de manera instintiva, dirigimos el coche hacia donde está nuestra mirada, por lo que con un poco de práctica aprenderemos a no centrar la vista en el problema sino en la salida.
La visión directa es precisamente lo que nos limitaba el último ejercicio del día, que nos puso al volante de un Passat Variant como el de nuestra videoprueba pero con las lunas tapadas con vinilo opaco. La prueba consistía en dar una vuelta completa a mínima velocidad por un pequeño circuito de conos, contando con la única asistencia del sistema de visión periférica que nos mostraba la pantalla del salpicadero. Un reto que parece ridículamente fácil desde fuera del coche, pero que resultó ser ridículamente delicado desde dentro.
Ya sabéis que en coches.net nunca nos cansamos de recordaros la importancia de participar de manera periódica en algún . Sí, a menudo son más caros de lo que nos gustaría, pero el beneficio de la formación adquirida –por lo hablar de lo que podemos llegar a divertirnos- compensa en la mayoría de ocasiones al desembolso realizado. Es más: el Volkswagen Race Tour puede saliros gratis si solicitáis la inscripción en la web de la marca o en sus concesionarios, con lo que se agotan las excusas para no intentarlo. Y si el año que viene se repite el calendario, tendréis la oportunidad de participar en las citas de Monteblanco (Huelva), El Jarama (Madrid), Cheste (Valencia) y Castellolí (Barcelona).
Que gran evento,voy a ir sin duda