Misma fórmula
La discreción es algo que suele acompañar al diseño de la mayoría de monovolúmenes del mercado, como claro reflejo de la filosofía característica de este tipo de vehículos. Se busca sobre todo la practicidad, usabilidad y versatilidad de uso, y los aspectos estéticos, aunque son importantes, suelen quedar en plano más secundario.
El Volkswagen Touran es, quizás, el mejor ejemplo de discreción y conservadurismo en el diseño entre todos los monovolúmenes que se venden en el mercado. Aun siendo un coche totalmente nuevo, de arriba abajo, aparenta ser el mismo de siempre.
Esto es algo que también le ocurre al Volkswagen Golf, sin ir más lejos, y que no debe interpretarse como negativo. Lo que funciona, para qué cambiarlo. Esta es una máxima que la empresa alemana lleva hasta el extremo. Si la estética del Touran ha tenido hasta ahora aceptación, con una sencilla modernización parece ser suficiente.
Algunos de vosotros no estaréis de acuerdo con esta forma de hacer, pero hay que reconocer que hay una mayoría de público que la acepta. Para aquellos que busquéis un monovolumen más atrevido, con líneas más originales o incluso deportivas, hay que acudir a la competencia del Touran: Citroën Grand C4 Picasso, Renault Gran Scénic, Peugeot 5008…
Todos estos monovolúmenes superan los 4,5 metros de longitud. El Touran, concretamente, hace 4,52 metros de largo, 1,89 de ancho y 1,65 de alto. Es 13 centímetros más largo y 3,6 centímetros más ancho que el Touran anterior. Esto es así debido a que el nuevo Touran se construye sobre la nueva plataforma del Grupo Volkswagen, la popular MQB que sirve de base para el Golf, el Golf Sportvan o el Passat, entre otros.
Esta plataforma tiene unas medidas más grandes que también permiten mantener una batalla larga y reducir el peso en 62 kilos, dos aspectos esenciales en un monovolumen. La larga batalla hace posible diseñar un espacio interior holgado y confortable; un menor peso beneficia el comportamiento dinámico del coche en carretera y reduce el consumo global de combustible.
Línea de diseño conocida
Las nuevas medidas hacen que el coche gane algo de empaque visual. La horizontalidad de las nuevas ópticas traseras, de tipo LED, también genera un efecto de mayor anchura en la carrocería. En el frontal también cambia la parrilla, que se alinea con la de otros Volkswagen como el Passat o el Golf Sportsvan, y enlaza con mayor decisión con los nuevos faros, más estilizados y agresivos. Estos pequeños cambios le sientan bien a este monovolumen, que tiene ahora una imagen más actual.
Las nuevas medidas también han posibilitado un interior más amplio, igualmente configurable y ahora, con 7 asientos de serie. Volkswagen dirige este coche de forma muy clara a familias, de ahí que si quieres la versión con 5 plazas debas solicitarla como una opción, sin coste alguno. Con 5 plazas se ganan unos 100 litros de maletero. Éste ofrece 743 litros de capacidad ampliables a 1.980 litros con los asientos traseros abatidos y cargado hasta el techo.
Algo que tampoco cambia en el Touran es el sistema que Volkswagen denomina “Fold Flat” y que permite abatir los asientos de la segunda y la tercera fila en cuestión de segundos, facilitando la ampliación de la capacidad de carga. Además, si solicitamos el respaldo del asiento del acompañante abatible, podremos cargar en este coche objetos de hasta 2,60 metros de longitud.
Los asientos de la segunda fila son de tipo individual, correderos y con posibilidad de variar la inclinación del respaldo. Como detalle original, los dos de los extremos pueden configurarse como sillita de niño. Sólo hay que subir la banqueta y colocar un accesorio, un tanto aparatoso, que hace de respaldo lateral. Es un sistema práctico que evita tener que ir arriba y abajo con una sillita infantil, y que cuesta como opción 225 €.
En esta segunda fila hay un buen espacio en todos los sentidos y el túnel de transmisión no molesta al pasajero central. No ocurre lo mismo con la tercera fila de asientos, correcta para niños o personas de baja estatura, pero muy justa para aquellos que miden más de 1,70 metros. De igual manera, el acceso es estrecho, lo que reconfirma que son plazas preferiblemente para un uso ocasional más que intensivo. Eso sí, el sistema de habilitación de ese espacio es sencillo y rápido, ya que con un solo movimiento se abate el respaldo y se corre la banqueta delantera.
Si queréis una tercera fila más aprovechable es preferible optar por un Volkswagen Sharan, que cuenta con un interior algo más holgado.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Atención al detalle
Además de su buena capacidad de carga, el Touran también destaca por tener una buen número de huecos en los que podemos dejar la cartera, las gafas, el móvil o latas de bebidas. En total hay 47 compartimentos de almacenamiento, algunos de ellos muy originales, como el que está situado en la bandeja central y que sirve de pequeño contenedor de basura.
Detrás de la palanca de cambios hay dos huecos para latas y delante se sitúa un espacio ideal para colocar el móvil. En la parte superior del salpicadero hay una trampilla que da paso a un compartimento ideal para dejar el tiquet de autopista, por ejemplo, mientras que a mano izquierda del conductor se han reservado unas ranuras para colocar monedas y facilitar el pago en los peajes. Como veis, la atención al detalle es uno de los puntos fuertes de este monovolumen, pensado para hacer fáciles y agradables los desplazamientos.
La versión que pasó por nuestras manos montaba un motor diésel TDI de 150 CV, y tenía un acabado Advance. Tanto el motor como el acabado se sitúan en la posición media de la gama y, por lo tanto, cabe calificarlos como muy equilibrados en todo lo que ofrecen y lo que se pide a cambio.
Este Touran Advance diésel cuesta 31.910 euros, aunque la gama arranca en los 26.270 € (con el motor de gasolina de 110 CV) y acaba en 40.760 € (con motor diésel de 190 CV).
Motor equilibrado
El diésel de 150CV es suficientemente potente para mover con soltura la carrocería del Touran, aunque vayamos cargados. Es un motor de funcionamiento muy silencioso, incluso a alto régimen, y tiene una entrega de par y potencia muy progresiva. Empuja bien en bajos, aunque se mueve mejor por encima de las 2.000 vueltas. Va asociado a un cambio manual de 6 velocidades, de buen accionamiento, que hace fácil la conducción. El Touran también está disponible con cambio automático, muy recomendable si se dispone de presupuesto. Con un DSG, la transición entre marchas es suave y precisa, y contribuye a generar una conducción y un rodar muy confortable.
El Touran es un monovolumen cómodo, que se beneficia de unas suspensiones que absorben bien tanto llevando el coche vacío como cargado. Sujetan correctamente la carrocería, y los balanceos no son excesivos cuando circulamos por carreteras reviradas. No es un coche con un carácter deportivo, está claro, pero sorprende lo preciso y efectivo que se percibe en carretera. De hecho, la base es la misma que la del Golf o el Golf Sportsvan, y se nota.
Tecnología al servicio de la seguridad
Esta moderna plataforma permite que el coche pueda equipar avanzados sistemas de ayuda a la conducción como el control de crucero adaptativo ACC (405 €), la alerta de posible choque frontal con frenado automático de emergencia (serie), el sistema proactivo de seguridad de ocupantes Pre-Crash o el detector de ángulo muerto, entre otros. El asistente de cambio de carril, el de mantenimiento de carril y el de salida de aparcamiento se venden en un paquete que cuesta 1.040 €.
También podemos personalizar el coche con un sistema de regulación adaptativa del tren de rodaje (935 €) que nos permite escoger entre tres programas (Normal, Sport y Eco). Esta tecnología se alía muy bien con el equipamiento R Line que Volkswagen quiere poner en venta este mismo año y que incluye un acabado interior y exterior más deportivo.
Acabo el análisis haciendo referencia a un aspecto no menos importante: el consumo. Volkswagen declara para esta versión diésel de potencia intermedia un consumo mixto de 4,7 l/100km. En nuestra prueba registramos 5,9 l/100km. de media, con puntas de 7,5 l /100 en ciudad y mínimos de 4,8 l/100km. en autopista.
Es un consumo más que razonable para un vehículo con una capacidad de utilización y una versatilidad que supera la de cualquier turismo de su mismo tamaño, y que permite compensar en parte los más de cinco millones de las antiguas pesetas que cuesta este acabado en particular.
Me gusta por todas sus prestaciones de habitabilidad y flexibilidad, así como por su diseño, pero toca ser coherentes y como consumidores engañados y no atendidos nunca por su servicio de desatención al cliente (lo digo por experiencia propia) no gastar ni un solo euro en esta marca. No se lo merecen y es la única forma que nos queda para que se den cuenta que el ciudadano no es idiota. Das Asco Auto...