Pensado para el conductor, conduzca o no
A estas alturas de la película, ha quedado bien claro que los últimos avances tecnológicos tienen como objetivo convertir a la conducción en una característica en vez de una actividad. Tal vez de aquí a no tanto, la palabra “conductor” deje de tener sentido y debamos reemplazarla por “ocupante”. Pero la buena noticia es que, al menos según Volvo, el conductor seguirá siendo el protagonista...incluso cuando no le apetezca conducir.
El llamado Concept 26 supone un nuevo paso para la marca sueca en su camino hacia del vehículo autónomo ideal. Mientras algunos fabricantes desarrollan prototipos basados en modelos actuales (como Audi con el sorprendente RS7 piloted driving concept) y otros directamente saltan hacia el siglo que viene (como Mercedes con sus F015 Luxury in Motion y Vision Tokyo), los ingenieros de Volvo han presentado un concepto claramente evolutivo y aparentemente factible.
Esta idea toma como premisa el hecho de que a la mayoría de conductores sí les gusta manejar su vehículo; pero como es lógico, no tanto en los desplazamientos diarios a la oficina ni tampoco en largos viajes por autopista. Es en estos casos para los que el fabricante escandinavo prevé que los sistemas de conducción autónoma tomen los mandos del coche: para que disfrutemos de nuestro valioso tiempo cuando estar al volante sería un suplicio. Precisamente aquí está el origen del número 26 elegido para este concept: de los 26 minutos que empleamos de promedio en ir al trabajo.
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Para Volvo, el conductor seguirá siendo el protagonista, incluso cuando no desee conducir.
Pues bien: Volvo ha diseñado un puesto de conducción que se adapta activamente a tres tipos de uso: Conducir, Crear y Relajarse –obviaremos alguna posible utilidad extra que tampoco viene al caso-. Así, cuando deseemos dejar de conducir, el asiento se desliza hacia atrás, el volante se retrae y aparece en el lado derecho del salpicadero una gran pantalla digital que podremos usar a nuestro gusto. Es más: desde la puerta aparece una mesita que lo mismo nos servirá para trabajar con el portátil como para hacer el desayuno. Y si lo que nos pide el cuerpo es descansar, el respaldo se tumba por completo, aparece un reposapiés y la consola central se retrae para dejarnos más espacio. Todo ello, por supuesto, mientras el “cerebro electrónico” del coche se pelea con el tráfico y los kilómetros. Pero mejor que tratar de explicároslo es que echéis un vistazo al vídeo que acompaña a esta noticia.
Puede que estéis en desacuerdo, pero a mí no me disgusta el camino que esté tomando el desarrollo del coche autónomo; especialmente en el caso de este Volvo, por el respeto hacia el conductor que han demostrado sus creadores. Si experiencia a bordo de un automóvil va a ser como ésta en el futuro –considerando que además podremos conducir siempre que nos apetezca-, yo me apunto.
Por cierto, aclaradme. Se trata de una noticia de Volvo en el que no hay un coche en sí y básicamente lo que hay son 4 asientos, una guantera que da vueltas con una tele incrustada y ah, que también los asientos son reclinables y que el volante se aparta como en los A8 o Clase S de hace 15 años. Chorradas al poder. Aquí ni se anuncia un coche, ni tecnología, ni se anuncia nada de nada, sólo una guantera que da vueltas y un asiento reclinable con apoyo para las pantorrilas como en todos los aviones y autobuses y trenes. Sin olvidar que para hacer uso de ellos reduces las plazas disponibles del interior de 4 a 2. Brillante.