Volvo V40 R-Design

Desde Volvo buscan segmentar de forma muy concreta la clientela interesada en su reciente compacto, y para ello se acaba de estrenar la versión R-Design. Se trata de la más deportiva de la gama, aspecto conseguido mediante un nutrido abanico de elementos pensados para agradar a los conductores más jóvenes y más “racing”. Más detalles cromados en el exterior, llantas más llamativas o doble salida de escape son algunos de los aportes por fuera mientras que unos acabados más exclusivos y deportivos nos dan la bienvenida en el habitáculo.

Aunque esta nueva variante puede asociarse con cualquiera de los cinco motores disponibles con el V40 que ya conocemos, sin duda la combinación ideal la encontraremos con el T5, una mecánica de gasolina de 2.5 litros y 254 CV de potencia. Y si sus magníficas prestaciones no son suficientes, aún podremos dotar al vehículo de un chasis Sport con el que el dinamismo deportivo se traslada al asfalto gracias a una menor altura y a una configuración de suspensión más firme. Volvo espera que una de cada diez unidades vendidas del V40 lleve el apellido R-Design. Si queréis refrescar la información sobre el Volvo V40 D2 (115 CV) aquí tenéis una prueba muy reciente de Coches.net. También está disponible una prueba de la motorización D4. El nuevo Volvo V40 fue presentado el verano pasado y se perfilaba como el compacto más tecnológica del mercado.

Si bien la llamativa línea estética del compacto sueco sorprendió a muchos cuando salió al mercado por su vistosidad y atractivo, los diseñadores de Volvo consideran que aún es posible atraer a conductores aún más amantes de la deportividad. Con esta meta, el nuevo V40 R-Design cuenta con diversas particularidades para atraer más miradas. Un ejemplo de ello es el llamativo color de lanzamiento para la carrocería, denominado Azul Rebelde, aunque también puede escogerse en otros seis colores distintos.

En la parte delantera, uno de los puntos diferenciales se halla en la parrilla, de color negro con un marco metálico muy brillante. Con el objetivo de lograr una personalidad propia, el paragolpes de esta versión del modelo sueco también es distinto y dispone de un nuevo labio inferior. Gracias a él, no sólo mejora la aerodinámica del vehículo sino que también crece su imagen deportiva. Por su parte, las luces de conducción diurna están dispuestas en orientación vertical, mientras que en el modelo convencional son horizontales.

Al contemplar el vehículo lateralmente, llaman la atención sus llantas de aleación de aluminio de cinco radios y de corte de diamante. Éstas pueden ser de 17 o 18 pulgadas. Y si el V40 R-Design es bien reconocible por delante y de perfil, también lo es por detrás, sobre todo en su parte inferior. Y es que en esta zona también encontramos un nuevo paragolpes, además de un difusor metálico y una doble salida de escape que se encargan de poner la guinda al pastel en términos de “look” deportivo.

De serie, el V40 R-Design viene con el mismo chasis que el modelo convencional. Pero, teniendo en cuenta que estamos ante la variante más deportiva de la gama, debía ir más allá. Por ese motivo, es posible contar opcionalmente con un chasis denominado Sport. Para su desarrollo, los ingenieros del fabricante sueco han trabajado codo con codo con el piloto Robert Dahlgren, del equipo de carreras Volvo Polestar Black R. Valorando sus impresiones, han dado a luz un chasis 10 mm más bajo, con una configuración más firme de muelles y amortiguadores.

Con esta alternativa opcional, el V40 R-Design nos otorga una mayor sensación de control y de agarre al asfalto que hace que las oscilaciones de la carrocería prácticamente desparezcan. Ello, sin embargo, fomenta una respuesta algo seca de la suspensión al conducir por calzadas en mal estado o pasar sobre baches pronunciados. Pero, en definitiva, la agilidad general que gana el automóvil en los apoyos y sus mayores dosis de diversión compensan ese ligero sacrificio en materia de confort.

La dirección del vehículo, de tacto preciso y directo, contribuye directamente en la consecución de una dinámica de conducción realmente activa, salvaguardada por el mismo dispendio de seguridad del V40 que ya conocíamos. Entre sus ocho airbags destaca la presencia del destinado a peatones, el primero del mundo de este tipo, pensado para proteger al transeúnte en caso de atropello. También cuenta de serie con el sistema City Safety, capaz de detener el vehículo para evitar una colisión a baja velocidad con el vehículo que nos precede, el sistema de detección de peatones y el piloto de asistencia al aparcamiento.

El Volvo V40 R-Design puede combinarse con el mismo quinteto de mecánicas disponibles con cualquiera de los acabados convencionales. Sin embargo, la que más se asocia con la filosofía deportiva de esta versión es la llamada T5. Se trata de un propulsor de gasolina de 2.5 litros y 254 CV de potencia que hará las delicias de quienes busquen el máximo rendimiento al volante.

Enérgico desde bajas revoluciones, se estira de forma fenomenal a lo largo de todo el cuentavueltas y brinda un magnífico nivel prestacional, ya que puede pasar de 0 a 100 en 6,1 segundos. Para lograrlo, el motor trabaja conjuntamente con la excelente transmisión automática de convertidor de par Geartronic, cuya rápida velocidad de cambio contribuye a la deportividad global del vehículo.

En el capítulo de la gasolina, a la comentada motorización la acompaña en la gama el bloque T4, un 1.6 de 180 CV que, con una aceleración ligeramente menos ambiciosa, destaca por su equilibrio consumo-prestaciones. Y es que homologa una media de sólo 5,5 litros cada 100 km.

La gama diésel la inaugura el motor D2 de 115 CV, que se define por su sobresaliente ahorro de combustible. Sólo gasta 3,6 l/100 km y sus emisiones de CO2 se quedan en 94 g/km. La alternativa intermedia está movida por la mecánica D3 de 150 CV, caracterizada por un buen rendimiento dado su consumo. Cierra el trío el D4, de 177 CV, que aúna un notable empuje desde bajas revoluciones con un excelente registro de consumo de 4,3 litros.

Excepto la variante T5 de gasolina de 254 CV, todas las versiones vienen con cambio manual de seis marchas de serie. Por su parte, los dos diésel más potentes pueden asociarse a la caja de cambios automática Geartronic, mientras que el T4 de 180 CV puede elegirse con la transmisión automática de doble embrague Powershift de seis velocidades.

El carácter deportivo del V40 R-Design también tiene su reflejo dentro de la cabina con detalles y acabados que lo hacen más exclusivo. Al igual que el V40 convencional, permite variar entre tres configuraciones diferentes del cuadro de instrumentos (Elegance, Eco y Performance). Sin embargo, en lugar de diferenciarse en tres colores diferentes, en esta variante deportiva los tres modos se presentan en color azul brillante.

Mientras tanto, los asientos se distinguen por su combinación de cuero perforado y tejido negro Nubuck, con el logotipo R-Design bordado. Desde el puesto de mando apreciaremos que tanto el volante como la palanca de cambios, el freno de mano e incluso los pedales deportivos se han diseñado específicamente para esta versión. Y las incorporaciones no se quedan aquí, pues asimismo se incluyen inserciones de aluminio con apariencia perforada, ornamentaciones de cuero negro, pespuntes especiales e interior del techo también negro.

Con todo ello se consigue una atmósfera deportiva y de gran calidad que va acorde con la personalidad propia con la que Volvo ha dotado al V40 R-Design. Dejando a un lado el diseño y los acabados, no hay variaciones en cuanto a amplitud interior. En este sentido, se caracteriza por unas espaciosas plazas delanteras, algo que no sucede igual en las traseras. Éstas ofrecen una anchura más adecuada para dos personas que para tres, si bien el espacio para las rodillas es bueno. Por otro lado, el maletero proporciona unos 335 litros de capacidad.

Con el nuevo V40 R-Design, la firma escandinava busca captar a un público más joven al que le atraigan un diseño y un comportamiento más deportivos. Para lograrlo, Volvo lo ha dotado de elementos estéticos diferenciadores tanto en el exterior como en el interior que le proporcionan una exclusividad superior y un dinamismo visual más evidente. Y más allá de la pura apariencia, también es posible incorporar un chasis Sport con el que el compacto sueco gana agilidad y estabilidad, aspectos que permiten sacar el mayor partido a una conducción más animada.