Volvo XC90

Viajamos hasta Asturias para probar el nuevo buque insignia de Volvo, el XC90. Un SUV de tamaño grande con un diseño atractivo, cargado con soluciones de infoentretenimiento y seguridad de última generación y con un amplio habitáculo de 7 plazas.

Su oferta mecánica es amplia con motores diésel y gasolina de 4 cilindros y 2 litros de cilindrada turbo diseñados por Volvo. A su vez, merece la pena destacar la versión híbrida enchufable con 400 CV capaz de recorrer 40 km en modo 100% eléctrico.

Todo apunta a que va a tener una gran aceptación, al estilo de la que tuvo su antecesor. Desde que llegó al mercado en 2002 se han comercializado 636.000 unidades del XC90. Sin ir más lejos en nuestro país ya se han realizado 600 pedidos, cuando todavía no había llegado una sola unidad a las exposiciones de la red comercial de Volvo Car España.

A nivel mundial la respuesta ha sido igual de buena. En agosto de 2014 Volvo lanzó una serie limitada a 1.927 unidades, cifra escogida por ser el año de fundación de la compañía. Estas unidades contaban con un equipamiento cerrado, de forma que los clientes no podían escoger nada, ni siquiera el color. Además el proceso de compra debía realizarse íntegramente online. Pues bien, el resultado fue espectacular, en apenas 47 horas estaban todos vedidos.

Presencia y estilo

Su atractiva carrocería aporta estilo, modernidad así como imagen de calidad. A su vez, echando un primer vistazo cualquiera puede identificarlo como un XC90. Tanto el frontal, como la línea lateral presentan una línea claramente inspirada en la del modelo anterior.

Las protecciones de las puertas reflejan el grado de atención que los diseñadores de Volvo han prestado en cada detalle. En lugar de ubicarlas a media altura de la puerta, han sido dispuestas en la parte más inferior de la misma. Cumplen con la misma función a la hora de salvaguardar la pintura a la vez que son mucho más discretas.

Donde encontramos más cambios es en la parte posterior. Al igual que en los anteriores XC90 el portón queda completamente limpio. Las ópticas traseras de gran formato dispuestas de forma vertical ahora son en su totalidad de color rojo.

Para facilitar la carga de objetos el XC90 dispone de un sistema de apertura de tipo gestual. Con mover el pie bajo el parachoques trasero el portón se abre de forma automática. Esta es una solución muy práctica, sobre todo cuando vamos cargados con bultos pesados.

La gama XC90 está formada por 4 niveles de equipamiento: Kinetic, Momentum, Inscription y R-Design. Mientras que el R-Design se encarga de aportar el look más deportivo, el Inscription es el más lujoso de todos.

De la mano de un completo listado de opciones también encontramos dos paquetes de personalización.: Rugged Luxury y Urban Luxury. Si bien el primero dota al SUV sueco de una estética más campera, el segundo aporta un ambiente más exclusivo y elitista.

Cuando abrimos sus grandes puertas accedemos a un habitáculo Premium. Sólo la versión menos potente de la gama con el motor diésel D4 de 190 CV se puede configurar con 5 plazas. El resto de la gama cuenta con una configuración de 7 plazas con dos asientos plegables bajo el piso del maletero.

Delante brinda dos confortables asientos que además de recoger bien presentan un mullido muy agradable. Las unidades que tuvimos la oportunidad de probar en Asturias todas contaban con tapicería de piel y regulación eléctrica con memoria, tanto para el conductor como para el acompañante.

Aunque el túnel central es prominente está muy bien integrado tanto en lo que a diseño como en lo que a ergonomía se refiere. Bajo el apoyabrazos central dispone de un hueco de gran formato con sólo un puerto USB, poder disfrutar de una o dos tomas más sería perfecto.

Precisamente es en el túnel central donde encontramos el botón de puesta en marcha del motor, así como el botón del freno de estacionamiento y la palanca de la caja de cambios automática. Ya no tenemos que buscar ningún mando en la columna de dirección, los controles principales están a nuestra derecha.

En la segunda fila el XC90 cuenta con tres plazas individuales con posibilidad de regulación longitudinal así como inclinación de respaldo de forma completamente independiente. Esto hace que cada pasajero pueda encontrar la postura más cómoda en todo momento. Con tirar de una palanca las plazas exteriores de esta segunda fila pliegan su respaldo y se deslizan hacia delante para dar acceso a la tercera fila.

La tercera fila es de serie en toda la gama y sólo opcional en el modelo D4 de 190 CV. Para usarla, primero tenemos que retirar la bandeja cubre-maletero con sólo dos clics, sin duda alguna, una de las más fáciles de montar y desmontar del mercado.

Una vez retiramos la mencionada bandeja podemos levantar el respaldo de las 2 plazas de la tercera fila. Estos asientos también son individuales, como los de la segunda fila, con lo que podemos usar uno u otro o bien los dos en función de nuestras necesidades. Así dispondremos de más o menos espacio de carga.

El acceso a la tercera fila es algo justo pero más que aceptable para un vehículo de estas características. Un adulto de 1,70 metros de altura dispone de un buen nivel de confort aunque siempre será mejor destinarla a niños. El tapizado del techo tiene una forma hacia arriba a la altura de estos asientos para mejorar el espacio libre para la cabeza y además los pies entran bastante bien bajo los asientos de la segunda fila. Para disponer de un mejor espacio en la tercera fila siempre podremos deslizar la segunda fila hacia delante.

En lo que al maletero se refiere merece la pena destacar el aprovechable espacio que ofrece con las 7 plazas desplegadas. Además de la cifra de 285 litros queda un hueco muy ancho con una buena altura y una longitud respetable. 4 maletas tipo trolley de cabina de avión y alguna bolsa más caben sin problema. Esto es algo que pocos monovolúmenes grandes pueden ofrecer en configuración 7 plazas.

Con cinco plazas el volumen del maletero queda en 700 litros, una cifra realmente espectacular para un modelo de su tamaño. En la base del maletero integra un elemento separador de carga desplegable que permite sujetar bultos en caso de necesitar sólo la mitad de su capacidad. Cuando no nos es necesario, este elemento queda perfectamente escondido en la base del piso del maletero.

Bajo el maletero encontramos un hueco adicional para depositar objetos de tamaño reducido. A su vez, si levantamos una segunda tapa descubrimos la rueda de repuesto de tipo galleta, el gato y el kit de herramientas.

Tecnología de vanguardia

El salpicadero destaca por su pantalla táctil integrada con la que podemos gestionar cuatro funciones distintas a la vez. Los 4 menús principales siempre están desplegados. Con ello podemos cambiar de la navegación al teléfono al sistema de audio o gestionar la personalización con un solo dedo sin necesidad de pasar por ningún menú intermedio. Es una solución muy cómoda y ágil.

Sólo hay 8 botones físicos en torno a la pantalla principal con los que podemos gestionar funciones básicas como activar la reproducción de música, detenerla, pasar a la siguiente o anterior canción así como modular el volumen.

Para todo lo demás debemos recurrir a la pantalla estilo iPad del salpicadero. Comparándola con otras pantallas táctiles se muestra rápida a la hora de recibir órdenes. No obstante, las huellas de la mano quedan quizás demasiado presentes en ella una vez la manipulamos. La prueba fue breve pero esperamos poderlo probar a corto plazo para descubrir con más detenimiento sus múltiples funcionalidades.

Conjuntamente, el cuadro de instrumentos principal tradicional ha dejado paso a una pantalla digital en la que podemos ver una proyección de indicadores analógicos virtuales. Aquí podemos ver también el mapa del navegador entre velocímetro y cuenta-vueltas. El Head-Up display completa a la perfección este conjunto de ayudas a la conducción.

El equipo de audio opcional de la firma Bowers & Wilkins está a la altura de todo el despliegue tecnológico del nuevo XC90. A través de sus 19 altavoces es capaz de ofrecer una potencia de sonido de hasta 1400 vatios.

Para hablar en detalle de todos los sistemas de seguridad con los que Volvo ha equipado al XC90 podríamos hacer un artículo a parte. Estas son las siglas de los principales: LDW, City Safety, DAC, HDC, ESC, EBA, EBD, HSA, IDIS, RSC, SIPS, WHIPS….

De todos ellos nos centraremos en el de ayuda a mantener el vehículo dentro del carril. Hasta la fecha había probado bastantes vehículos con sistemas de este tipo y puedo decir que el del XC90 es quizás el más intrusivo de todos ellos.

La dirección actúa de forma autónoma mucho antes que en otros automóviles, en un punto en el que todavía tenemos mucho margen para corregir. Se podría decir que con apoyar un poco las manos sobre el volante el coche casi siempre terminará por girar de forma autónoma. Si soltamos las manos del volante pasa un buen puñado de segundos hasta que no recibimos una alerta para recuperar el control de la dirección.

De hecho hay una función llamada Piloto de Asistencia del control de crucero con la que el coche conduce de forma autónoma. Siempre que circulemos por debajo de 50 km/h, por ejemplo en una retención, el XC90 se encarga de seguir el coche de delante, acelerando, frenando y manteniendo el vehículo dentro del carril.

Junto al freno de emergencia tradicional capaz de detener por completo el vehículo antes de que impacte con el vehículo que nos precede, el XC90 también es capaz de detenerse en un cruce ante un vehículo que nos encontremos de frente mientras estamos realizando la maniobra de cruzar.

8 cámaras de visión en el exterior se encargan de ofrecer la máxima visibilidad del entorno a la hora de aparcar. Estamos ante un coche de 4,95 metros de largo, 1,92 metros de ancho y 1,77 metros de alto. Toda ayuda es poca a la hora de maniobrar con semejante “porta-aviones”.

Amplia gama de 4 cilindros

La oferta mecánica que Volvo propone para el XC90 se centra en sus motores de 4 cilindros y 2 litros de cilindrada de última generación que ha diseñado internamente. Tanto los motores de gasolina como diésel tienen la misma arquitectura básica así como la misma cilindrada de 1.969 c.c. Además, todos los motores están disponibles únicamente en combinación de una caja de cambios automática de 8 relaciones.

La versión más básica monta el motor diésel D4 con 190 CV, el único con tracción delantera, el resto de versiones que conforman la gama XC90 montan de serie tracción integral a las cuatro ruedas AWD. Aunque a priori cabría esperar que este fuese el modelo con mayor previsión de ventas, según Volvo Cars España, se espera que más del 80% de clientes de XC90 se decanten por el diésel más potente, el D5. El D5 es una versión más potente del D4, concretamente con 225 CV (+35 CV). Tal y como ya hemos apuntado antes esta motorización viene de serie con tracción integral.

En nuestra toma de contacto tuvimos la oportunidad de conducir las dos motorizaciones diésel, las que van a concentrar el mayor grueso de ventas en nuestro país. Aunque a priori la diferencia de potencia no parezca espectacular, si que se nota y mucho, a la hora de llevar a cabo recuperaciones en autovía.

En carretera secundaria el sistema de tracción integral también hace que los cambios de apoyo sean mucho más neutros que con el modelo de tracción delantera. La mayoría de conductores de este tipo de vehículo lo disfrutan en zonas de montaña en vacaciones y fines de semana. El extra de seguridad que aporta la tracción integral hace que merezca la pena decantarnos por el D5 AWD y pagar los 4.000 euros de más que cuesta.

Las rutas que pudimos realizar combinaban largos trayectos de autovía con pequeños recorridos en carretera secundaria y núcleo urbano. Las vías rápidas son el medio en el que el XC90 se desenvuelve mejor. No estamos diciendo que no encuentre cómodo en el resto, nada de eso, sólo que es en autopista donde más podemos disfrutar de este Volvo. Después de casi dos horas al volante nos bajamos como si apenas hubiesen pasado 5 minutos. Este es un coche ideal para realizar largos viajes en familia.

Dos son las versiones de gasolina que completan la gama. Por un lado tenemos los T5 de 254 CV y por otro los T6 de 320 CV. Estamos hablando de mecánicas de 4 cilindros sobrealimentadas por gasolina de alto rendimiento. El T6 brinda una potencia específica de 160 CV/litro.

Por último, el XC90 más potente no está animado por uno sino por dos motores. Nos referimos al T8 Twin Engine con tecnología híbrida enchufable. Monta un motor de gasolina, el mismo que el del T6, con 320 CV y a su vez cuenta con un motor eléctrico de 80 CV. Un paquete de baterías de ion-litio de 9,2 kWh de capacidad alimenta al motor eléctrico que propulsa el eje trasero.

El XC90 T8 Twin Engine con acabado R-Design o Inscription tiene un precio de 83.459 euros. Aunque se trate de una cifra elevada, Volvo a cambio nos ofrece un turismo muy bien equipado capaz de circular hasta 40 kilómetros en modo 100% eléctrico y con un consumo homologado de 2,1 l/100 km.

La firma escandinava anuncia además una potencia máxima combinada entre sus dos propulsores de 400 CV. Por un lado tenemos el más respetuoso de la gama y por otro el que mejores prestaciones ofrece.

Opcionalmente podemos equiparlo con suspensión neumática activa, un elemento con el que podemos modificar el confort y la altura de la suspensión en cada momento. Con apretar un botón del túnel central podemos alterar parámetros del equipo de suspensión para adecuar mejor las cualidades del vehículo a las de la vía por la que transitamos. Son cuatro los modos de conducción disponibles: Normal, Dynamic, Eco y Comfort. Por ejemplo, mediante el modo OFFROAD la altura libre al suelo se eleva en 40 mm.

Hay dos funciones adicionales, Easy Access y Easy Load. Con la primera se rebaja la altura del vehículo en 40 mm para facilitar el acceso de los pasajeros, algo muy útil a la hora de acompañar a personas mayores. Y con la segunda, que se encuentra en el maletero, reducimos 50 mm la altura de la boca de carga.

En la presentación nacional del XC90 condujimos un D4 con suspensión convencional y un D5 con suspensión neumática activa. Si bien el primero se mostró confortable, el extra que aporta el segundo hace que podamos aprovechar mejor las cualidades del todo-terreno escandinavo en cualquier situación.

En resumidas cuentas

El segmento en el que compite el XC90 es uno de los más disputados en lo que a coches Premium se refiere. Son muchos los competidores que acaban o están a punto de presentar una nueva generación. Audi con el Q7 y Mercedes-Benz con el GLE son dos claros ejemplos. BMW ha renovado recientemente su X5, al igual que Land Rover con el Range Rover y Volkswagen con el Touareg.

Poder disfrutar de un XC90 desde sólo 53.900 euros es una propuesta de lo más tentadora. No obstante, merece la pena pagar los 4.000 euros de más que nos supondrá equipar el motor diésel más potente D5 con 225 CV así como la tracción integral AWD (59.471 euros).